OFENDER Y PEDIR PERDÓN................ Son muchas las cosas que pueden hacerse o que deberían hacerse. Para que éste foro, al igual que la sociedad, esté sano, séa vital y vaya en busca de nuevos horizontes se necesita LIBERTAD. Me quiero referir con ésto a que dicha libertad circule sin barreras, sin trabas, con comunicacion fluida (a ser posible sin violencias verbales ni amenazas encubiertas), la transmisión de pluralidades, de perspectivas ideológicas contrapuestas, opuestas y hasta antagónicas. En pocas palabras, que cada uno de nosotros ha de poder expresar a favor o en contra de la posición ideológica que séa, sin que por éllo sea tildado de "bueno" o "malo", sin que su actitud crispe, sin que, por expresar lo que quiera decir, sea marginado, EXCLUIDO, EXPULSADO, perseguido y o violentado. Decía Georges Orwell que tenía el derecho a decirles a los demás lo que no quieren oír y Voltaire decía también que "aborrezco lo que tú dices, pero defendería hasta la muerte tu derecho a decirlo". Significativas las opiniones y comentarios de dichos personajes ¿no os parece?. No es correcto, y no se debería, insultar al discrepante, abuchearlo, agredirlo, menospreciarlo y vilipendiarlo por el hecho de hacer comentarios que "atenten" con las posiciones ideológicas que uno pueda considerar sagradas o intocables. Ideológicamente nada es intocable. El mundo, nuestro mundo, ha evolucionado gracias a la terrible lucha de los que en su día se atrevieron a marchar contracorriente, ya fueran de mayorías o minorías y en oposición firme y frontal a lo que ya entonces se podía catalogar de correcto y hasta cientificamente perfecto. Pero sigue habiendo cosas que, por el contrario, no pueden ni deben hacerse insisto. Por ejemplo, el amordazar a las personas de palabra (presuntamente o no) libre y honesta. Y, sobre todo, lo que para mí resulta un daño irreparable es el dañar la reputación, honestidad y hasta la integridad de las personas, del hombre y de la mujer. Las ideas pueden "ofenderse", por contra las personas NUNCA. Las personas deben de ser sagradas. Considero que con ésto algunos (la mayoría) estamos de acuerdo. El problema se plantea, no obstante, cuando uno, refiriéndose a otro u otros, dice lo que de ningún modo quiso decir, o no matizó lo suficiente sus palabras o dió un tono iracundo o jocoso a lo que se interpretó erróneamente como ofensivo. O cuando se actuó de manera que se creyó correcta (en función de mil razones, entre ellas posiblemente educacionales) y esta correción fue vista por ajenos como mala o incluso agresiva. O cuando por apasionamientos, calentones, nos dejamos arrastrar o, por descuidos y errores, dejamos de actuar como se espera de nosotros que actuemos. Considero que es entonces cuando corresponde disculparse y PEDIR PERDON. Y no hablemos de la imprescindible demanda de perdón cuando CONSCIENTEMENTE nos comportamos de modo egoísta con nuestras palabras, murmuraciones, chismorreos gratuitos y/o actos reprobables y agresivos hasta más no poder. Pero sí, efectivamente, ocurre que sin percatarnos en muchas ocasiones, decimos, comentamoso actuamos como NUNCA QUISIMOS NI NUNCA CREIMOS HACERLO. Por el reconocimiento de culpas no está de más la clarificación y las disculpas y como todos somos humanos y ninguno de nosotros es lo que se dice un puro santo, de pies a cabeza, hay que hacer lo que corresponde (MI PERSONA, EL PRIMERO) : PEDIR PERDÓN POR LAS OFENSAS INFLIGIDAS. Yo, ISR, que escribo ahora estas líneas, aprovecho la ocasión para pedir PUBLICAMENTE PERDON Y DISCULPAS a amigos, conocidos y desconocidos a los que, sin percatarlo unas veces y percatándome otras muchas, pude ofender o podré ofender en un momento determinado. Para mí es conveniente y hasta saludable el hacerlo. Es lo que, sin duda, siempre debería corresponder tanto a mí como a cualquiera. Isidro |