Carta de un sindicalista de CCOO No puedo permanecer impasible sin responder al correo que me has hecho saber que está circulando; bien sabes, que en mi papel de delegado sindical de CC.OO., ni me estoy haciendo rico, ni estoy teniendo privilegios, ni me estoy tocando los "güevos"; todo lo contrario, trabajo el doble, hago el triple de kilómetros, me llevo cuatro veces más disgustos diarios que antes, y mi tiempo personal se ha reducido a la mitad; duele mucho, escuchar estas ideas (vertidas por partes interesadas) en boca de gente por la que estas luchando; me gustaría ver a los que escriben estos correos en mi situación: pones la cara y te llevas las ostias, por compañeros, que no sólo no te agradecen nada, sino que te reprochan que lo haces "por interés" o porque "estás comprado"; como mínimo "los sindicatos no hacen nada". Es jodido ser el rostro visible, del que se va acordar el Jefe; es jodido, marcarte como el "elemento complicado" del que se intentarán librar en el futuro, porque eres el que no les ha dejado "mangonear" sin oposición; y es jodido, no porque me dé vergüenza ser de un sindicato (no lo han conseguido), sino porque se ha generalizado una imagen tan negativa del trabajo sindical, que por mucho que te sacrifiques, para defender la "dignidad" que nos merecemos como trabajadores, siempre llegará una voz (vertida desde la barra de un bar, o desde el anónimato cobarde de internet) que soltará las "medias verdades" o los argumentos retorcidos que los grandes grupos de interés se han encargado de sembrar en la opinión pública durante años; a estos grupos les son muy incómodos los sindicatos, y están deseando librarse de ellos. Desde los sindicatos es el momento de reflexionar sobre este sentimiento de "desafectación" que tiene tanta gente, y actuar en consecuencia; debemos limpiar nuestras filas de "garbanzos negros";es cierto que los hay, pero son casos minoritarios, que hacen mucho daño a los que nos tomamos nuestra labor muy en serio; la base democrática de los sindicatos es tan grande, que cualquiera que pague una simple cuota de 10 €, forma parte de él, y tiene derecho a presentarse a unas elecciones sindicales: no puede ser responsabilidad exclusiva de una organización sindical no engrosar sus filas con los más idóneos, los más listos, o los más guapos; la pasividad del tejido social de nuestro país es tanta en ocasiones, que nos convence que lo único que tenemos en común, es que somos "consumidores" dentro de una sociedad regida por el capital. A veces hay que trabajar con lo que se tiene. muchas veces se califica al sindicalista como un "vago" que se libra de las responsabilidades de su puesto de trabajo, y es debido a que en algún momento la gente dejó de ver el esfuerzo realizado; es difícil hacer llegar a la gente la realidad, cuando no queda ni un sólo medio de comunicación que no esté manipulado. pero ante todo, me indigna que se me identifique con cualquier organización "amarilla", que aunque en sus estatutos se llamen "sindicatos", no han dejado de ser más que "gremios", u organizaciones al servicio de intereres oscuros; un sindicato que se precie, no es un "grupo de amigos del trabajo"; un sindicato debe ser un sindicato de clase obrera, de clase trabajadora, que defienda a todos los trabajadores por igual, y busque como fin prioritario la justicia social, y el trabajo digno. A CONTINUACIÓN, Y DESPUÉS DE MI PERORATÁ PERSONAL, TE PIDO UN POCO MÁS DE PACIENCIA, PARA DEFENDER CON ARGUMENTOS LEGALES MI POSICIÓN 1º La Constitución Española reconoce a los sindicatos de trabajadores el derecho a constituirse, participar en las políticas públicas y en la planificación económica del Gobierno. 2º Los sindicatos, en función de su representatividad, representan a sus afiliados, pero también al conjunto de los trabajadores. 3º Las elecciones sindicales permiten determinar la representatividad de cada sindicato, cosa que no ocurre con las organizaciones empresariales, en las que no hay elecciones libres. 4º CCOO ha ganado en las elecciones sindicales el derecho a participar en la negociación de la gran mayoría de los convenios colectivos que regulan los derechos y condiciones de trabajo en las empresas 5º Los sindicatos reciben del Estado por esta acción sindical que desarrolla las leyes y las adapta a cada sector y empresa 15,7 millones de euros. Hablamos de más de 4.000 convenios y la mayoría de los trabajadores y trabajadoras. Aparte de esta labor, estos fondos se dedican a la representación legal y jurídica de trabajadores, asesoramiento y formación de trabajadores, con toda la infraestructura que conlleva. Las organizaciones empresariales, todo hay que decirlo, reciben ayudas similares. Los partidos políticosreciben 84,4 millones de euros, la Casa Real 8,9 millones y la Iglesia Católica, sin reconocimiento constitucional en un Estado laico, recibe 252 millones de euros. Las asociaciones juveniles reciben 7,8 millones. La Federación Española de Futbol, 4,8 millones. Lasempresas privadas de prensa escrita y las televisiones privadas reciben 360 millones de euros, el cine español, 89,6 millones de euros. Los curas que trabajan en instituciones públicas como hospitales, cárceles y el ejército, reciben lo mismo que los sindicatos, 15 millones de euros. Los profesores de religión nos cuentan 600 millones de euros y las subvenciones a los toros 564 millones de euros, aunque sólo merecen el interés del 28 por ciento de los españoles. No parece mucho, así pues, la cantidad que reciben los sindicatos. Sin embargo siguen abundando los ataques, según los cuales, los sindicatos están comprados y no defienden los intereses de los trabajadores. Veamos el caso de CCOO. Los más de 1.200.000 afiliados y afiliadas, con el pago de las cuotas, cada mes, aportamos 118 millones de euros cada año al sindicato. Los servicios jurídicos para afiliados y no afiliados, apartan unos 20 millones de euros. Las subvenciones del Estado no llegan a suponer ni el 10 por ciento del total de nuestros ingresos. Los poderes económicos, salvados de la crisis por el Estado. Los poderes políticos que mantienen sueldos públicos, subvenciones públicas y una corte injustificable de cargos a dedo, asesores, gabinetes, etc. Los poderes mediáticos, que viven de la subvención y la publicidad de las Administraciones públicas, saben todo esto, conocen la realidad. Siguen atacando a los sindicatos, porque saben que son la barrera más sólida para frenar su avaricia, la especulación, la corrupción y los ajustes y recortes, que están haciendo pagar a los trabajadores y sus familias, el coste de la crisis. Para ello no dudan en utilizar dos tácticas muy ensayadas por los regímenes totalitarios: "Las grandes masas sucumben más fácilmente a una gran mentira que a una pequeña", "una mentira repetida adecuadamente mil veces se convierte en una verdad". Como ejemplo de desmanes contra los sindicatos está la criminalización de los liberados sindicales; en Castilla La Mancha, la puntilla la puso Mº Dolores de Cospedal, reduciendo de manera "ilegal" su número a los mínimos exigidos por Ley, con la excusa de que eran "privilegios" pactados con el anterior Gobierno del PSOE; para su pesar, esta semana, el TRibunal Superior de Justicia, estimo la demanda de CC.OO. contra esta decisión, reconociendo los que es un derecho en toda regla, en lo que podemos calificar de la primera derrota legal de la Cospe |