Las mentiras del PP El PP no iba a subir los impuestos (y eso que hacía falta para reducir la brecha creciente en España entre rentas del trabajo y rentas del capital). Sin embargo, una de sus primeras medidas ha sido subir el IRPF de una forma aparentemente progresiva. Digo aparentemente porque la mayor recaudación se va a obtener de las rentas más bajas, que son la inmensa mayoría, por lo que no se alcanza el efecto redistributivo global hacia una mayor equidad de rentas. Puedo aceptar que no se trata de un incumplimiento, sino de una verdad a medias: el PP no iba a subir los impuestos… a los ricos. El PP no iba a recortar servicios públicos, pero estáis comprobando, incluso en vuestras propias carnes, el cierre de servicios sociales que vertebraban la sociedad de nuestros municipios y enriquecían la convivencia. Estáis notando, por otra parte, que ahora se tarda más en cubrir las bajas médicas de profesores y de personal sanitario, o que se alargan las listas de espera, o que no se van a convocar oposiciones para cubrir las jubilaciones en algunas comunidades autónomas. El PP no iba a “tocar” a los trabajadores públicos, pero está despidiendo a miles de interinos allá donde gobierna, y la reciente reforma laboral abre la puerta al despido de los laborales fijos. A éstos y a los funcionarios les piensa aumentar la jornada laboral y reducir el sueldo, amén de otros derechos, como si ellos fuesen los causantes de la crisis y como si no fuesen garantía de calidad de los servicios públicos y de que éstos estén al servicio de todas y cada una de las personas, independientemente de su renta. El PP iba a gobernar con austeridad y transparencia, pero no es austeridad subir el sueldo de los altos cargos, colocar a familiares en ellos o nombrar una directora de gabinete del director de gabinete de la presidencia del gobierno (BOE de 17-1-2012). Tampoco ayudar de manera desproporcionada a los bancos y encima a escondidas, y aquí enlazo con la transparencia. No es transparencia imponer la privatización de la gestión de hospitales públicos sin demostrar públicamente su presunta inviabilidad y que la gestión privada sea más económica que la pública sin deteriorar el servicio o traspasar costes a los ciudadanos (transporte, medicinas,…). Menos transparencia es aún, hasta rozar lo delictivo, haber engañado presuntamente nada menos que a la Comisión Europea con un supuesto déficit público mayor que el real para poder justificar todos los recortes expuestos anteriormente como inevitables. El PP iba a crear empleo, pero ya veréis cómo crecen las cifras del paro con la reforma laboral recién aprobada. Hace meses que creíamos que habíamos tocado fondo, pero ahora muchos tenemos la certeza de que la destrucción de empleo se va a acelerar como no hemos conocido hasta ahora y que el poco empleo que se cree va a ser menos y sensiblemente más precario. |