Manzanares - Ciudad Real

Como cada noche de estío, instalaban el trono sobre la acera de la calle de esa forma la corte se aproximaba un poco mas al pueblo.
La reina madre acompañada de su sequito observaba a los vasallos pasar, los cuales se sentían obligados a realizar reverencias.
Una vez que habían pasado los vasallos, la corte en pleno comentaba si fulano o mengano había engordado, si estaba canijo o si la ropa que llevaba era acorde con los gustos de la corte.
Esta forma de aproximación al pueblo no era del gusto de todos los vasallos y los mas atrevidos habían presentado quejas al defensor de los súbditos.
Argumentaban si era justo verse obligados a bajarse de acera por estar la realeza ocupando ese espacio, además de sentirse incómodos por las miradas recibidas.
El defensor de los súbditos les contestó que era costumbre del lugar y que no podía hacer nada.

y toda la razon que llevaba, solo faltaba tambien que prohibiesen salirse al fresco cada uno con su silla a la puerta de su casa.....

Es una lastima,pero cada día se ve menos esto que nos cuentas.