Camps sorprendió a Rajoy https://ww.latribunadeciudadreal.es/noticia.cfm/Espa%C3%B1a/20110724/camps/sorprendio/rajoy/76A19744-BDE8-9D21-09CE5784F5A7E2A6 PILAR CERNUDA / MADRID Le presionaban para que se declarara culpable y pagara los trajes que le había confeccionado José Tomás el sastre, y la sorpresa fue mayúscula cuando Francisco Camps, insensible a las presiones, anunció que no pensaba presentarse como culpable porque era inocente, dimitía como presidente de la Generalitat valenciana y se sentaría ante un tribunal popular. Se tomó su tiempo antes de tomar esa decisión. Y dudó. Fue decisiva su mujer, que no estaba de acuerdo con que se declarara culpable de algo que, según su marido, no había hecho, ya que insiste en que pagó los trajes que le ofrecía a buen precio su amigo Álvaro Pérez, lo que echa abajo la acusación de que recibía regalos a cambio de conceder favores a las empresas gestionadas por El bigotes, el hombre de Francisco Correa en la comunidad valenciana; y otro factor determinante fue que una vez que el juez Flors le procesó por cohecho impropio pasivo junto a Ricardo Costa, Rafael Batoret y Víctor Campos, el molt honorable perdió el apoyo que hasta entonces le habían ofrecido los medios más afines al PP, tanto valencianos como nacionales. Camps, cuentan, quedó consternado la mañana del miércoles con los periódicos que hasta entonces habían defendido la presunción de inocencia, y se acrecentó su disgusto cuando le comentaron lo que se había dicho en algunas tertulias radiofónicas. marcar distancias. Por otra parte, era perfectamente consciente de que Rajoy marcaba distancias con él y con sus problemas, y le llegaban noticias desde meses atrás de que el político gallego no quería pedírselo directamente, pero tenía la esperanza de que presentara su dimisión. El gallego había puesto excusas para no acudir a los actos organizados por Camps en los que pretendía que se visualizara el apoyo del partido, y en las dos o tres ocasiones en las que se encontró con él en los últimos meses -entre ellas el obligado mitin en Valencia- la cordialidad muy medida sustituía a la calidez. La incomodidad se agudizó cuando, a los pocos meses de que estallara el caso Gürtel en la Comunidad Valenciana y aparecieron datos que podían vincular al entonces secretario general del PP regional, Ricardo Costa, el ex ministro le pidió a Camps, durante un encuentro que mantuvieron en el parador de Alarcón, que cesara a su delfín. El levantino prometió hacerlo pero no lo hizo. Y así cada vez que se lo solicitaba. Dicen que esas largas se debían a que había información comprometedora. Intervino Cospedal para exigir el cese y Camps convocó al comité ejecutivo para proponerlo… y acabó la reunión sin que pronunciara una palabra al respecto. Fue tan fuerte el encontronazo con la actual presidenta manchega que ésta hizo público un comunicado anunciando la deseada destitución. Al día siguiente, el ya ex regidor levantino la desdijo. Yahí perdió el respaldo y afecto de Génova, amén de tener que capitular. Su enlace con la dirección era Trillo, diputado por Alicante, amigo personal y sobre todo asesor jurídico. Cuando se conoció el procesamiento, el líder conservador le pidió su opinión. El diagnóstico era claro: que los cuatro se declararan culpables y pagaran la factura de los trajes. Así, la campaña electoral no quedaría emborronada, aunque la aceptación de culpabilidad significaba que tendrían antecedentes penales. un muro. Rajoy pidió al político murciano que realizara un rápido viaje a Valencia el lunes, para convencer a Camps. Allí se encontró un muro: Costa, inmerso en un procedimiento de presunta financiación ilegal del partido -no Camps- y los antecedentes de culpabilidad afectarían negativamente su defensa. Su jefe, en cambio, parecía aceptar esa decisión. El problema es que era necesario que los cuatro dieran el paso al frente. Durante todo el martes las presiones de Trillo a Costa fueron constantes, insistentes, y además Cospedal llamaba a Camps para que aceptara esa salida. A última hora de la noche, Costa pareció ceder, hasta el punto de que Batoret y Campos quedaron con sus abogados para acudir al juzgado y allí se les unirían Camps y Costa. Fueron, pero éste advirtió por la mañana que no iría. Finalmente, le convencieron y cuando a última hora de la mañana todo parecía resuelto, el ya ex president cogió el teléfono y llamó a Costa para decirle que él no iba al juzgado y que avisara al resto de que no se presentaría. A continuación, le dijo a Trillo, que estaba con él, que era inocente, que no admitía su culpabilidad, que lo dejaba, compareciendo ante el tribunal. Un Trillo estupefacto vio cómo Camps le comunicaba a Rajoy su decisión. La sorpresa fue total, y el presidente nacional inmediatamente tomó las iniciativas oportunas, siempre en el máximo secreto. Acordaron que fuera Alberto Fabra el sustituto, y Camps llamó al Ayuntamiento de Castellón para anunciarle su dimisión y que él sería el candidato. barberá. Lo que no es cierto es que Rajoy llamara a Rita Barberá para hacer un último intento de convencerla de que debía asumir la Presidencia valenciana. Dos eran las razones. La primera y principal de tipo personal, era muy amiga de Francisco Camps y no quería sucederle en el cargo; la segunda, que estaba muy vinculada a la Generalitat y creía que no era la opción idónea. Por otra parte, consideraba desde tiempo atrás que Fabra era la mejor apuesta. Se forjaba como político en la alcaldía de su ciudad, era ajeno a las tensiones que se vivían en la autonomía entre los seguidores de Camps y los de Zaplana, tensiones que envenenaban la convivencia en el grupo desde hacía años, y además presentaba un perfil que gustaba a Rajoy: joven, buen gestor y muy cercano a la gente. Eso sí, el presidente del Partido Popular tuvo un último gesto hacia su díscolo compañero (como «muy amigo» suyo lo definió): desde su entorno enviaron un largo SMS a un buen número de columnistas y tertulianos pidiendo generosidad con Camps en los análisis, destacando que su gesto demostraba generosidad, responsabilidad y dignidad. |