La Solana - Ciudad Real

He abierto esta entrada porque estaba un poco perro para buscar la otra de historias de ficción.

JUAN PEDRO PASA A MEJOR VIDA

Tocaron el timbre de mi puerta insistentemente. No podía salir a abrir porque estaba ocupado en el baño y me irritaba la insistencia de quien lo tocaba, era como si el dedo se le hubiera quedado pegado al pulsador. Descolgué el telefonillo enfadado y, creyendo que se trataba de mi hija, le grité:
-¡Qué leche pasa! ¿No ves que vas a quemar el timbre?
-Somos la policía –me contestó una voz masculina- debe acompañarnos.
-¿Cómo? Si no he hecho nada…
-Baje, por favor.
Bajé la escalera y abrí la puerta. Dos agentes de policía estaban esperándome junto al coche patrulla.
-¿Es usted familia de Don Juan Pedro García-Cervigón Ruiz Santa Quiteria?
-Sí, soy su primo ¿ha pasado algo?
-Una vecina suya ha denunciado que hace unos días que no se le ve por allí, y el perro está en la calle arañando la puerta, pero no le abren. La mujer cree que su primo está dentro de la cas y le ha pasado algo. Vamos a entrar en la casa y por eso requerimos la presencia de un familiar, y por lo visto es usted el único que tiene.
-Sí, yo soy su única familia. Tengo una llave de su casa, voy a cogerla.
Cogí la llave de la casa de mi primo y partimos en el coche patrulla hacia la calle Pozo Concejo, donde vivía. Llegamos a la casa y a los cinco segundos apareció la María Catalina, la vecina que denunció la ausencia de Juan Pedro.
-¿Qué ha pasao, se ha muerto? –preguntó-.
La María Catalina era vecina de toda la vida, y entre sus innumerables virtudes no estaba la de la discreción.
-No sabemos, venimos a ver.
-Telesforo, el pobre, está arruñando la puerta ya tres días –dijo la vieja-.
Juan Pedro le puso Telesforo a su perro en honor a un director de banco que un día le concedió un crédito. Era un podenco que tenía quince años o más.
-Si es tan amable de abrir la puerta…-me pidió uno de los policías-.
-¿Estaba malo tu primo? –me preguntó la María Catalina-.
-No lo sé, ya le contaré luego…
Abrí la puerta y dejé que los policías pasaran primero.
-Yo me quedo esperando aquí en la puerta, a ver qué pasa. –me dijo la vecina-.
-Ya lo sé –murmuré yo entre dientes-.
Entramos por el vestíbulo hacia el salón principal.
-Esta casa parece deshabitada –dijo uno de los policías-.
En el salón no había nadie, tampoco en la cocina
-Vamos a su dormitorio, es arriba –dije-.
Subimos, y al abrir la puerta, uno de los policías volvió sobre sus pasos y vomitó. El cuerpo de Juan Pedro estaba inerte sobre su cama.
-Por el hedor, yodiría que lleva muerto al menos cuatro días –dijo el otro policía-.
-No,- dije yo sollozando- el olía habitualmente así.
El policía salió de la habitación y llamó a la central:
-Hay un fiambre en la calle Pozo Concejo, manden al médico de guardia y una ambulancia. Ah, y al Lobillero con el coche fúnebre.
Me quedé solo mirando el cuerpo inane de mi querido primo. Bajo el poster de Samantha Fox que clavó con chinchetas en 1980, estaba tendido con la cara hacia la pared. Tenía una abundante cabellera gris, su cabeza parecía un rodamundo. Me vino a la mente el día en que siendo niños, se presentó en la escuela con el pelo cortado a tazón. Todos nos reímos de él.
-Con ese pelo te pareces al príncipe –bromeé cruelmente-.
-¿A Felipe?
-No, al de Beukelaer.
Se tomó mal la broma y nunca más volvió a cortarse el pelo.
Bajé al corral porque necesitaba aire. Allí estaba el chucho bebiendo agua de un cuenco. Otra vez mis recuerdos de la infancia volvieron. Allí en medio del vasto corral, mi primo construyó con gavillas una choza que no sé como, aguantó sin caerse todo el verano. Se metía dentro de ella y pasaba las horas sin hacer nada, meditando. En la parte de arriba de la entrada puso un cartel que decía: “LA CABAÑA DEL TIO TÓN”.
La llegada de la ambulancia me devolvió al presente. Subí tras el doctor hacia el dormitorio y esperé en el pasillo. Cuando salió, nos habló sin usar términos médicos.
-Este hombre está vivo, lo que pasa es que tiene la borrachera padre.
-¿Vivo? ¡Oh, gracias a Dios –exclamé-.
-Su ritmo cardíaco es muy bajo, nos lo llevamos al centro , lo entonamos y luego usted se hace cargo de él.
-Si, estupendo.
Bajé a la puerta de la calle mientras lo preparaban y allí seguía la María Catalina.
-Pobrecico mío, con lo bueno que era…-empezó a decir-.
-No, María Catalina, que está vivo, es que le ha dado un infarto o algo así –le dije, mintiéndole sobre la causa de la enfermedad-.
-Na, que no somos nadie –siguió la mujer como si no hubiera oído nada-.
-Que le he dicho…
-Parece que fue ayer –me interrumpió- que correteaba por estas calles siendo un crío, con la pitorra fuera la mitad de las veces…
Desistí de aclararle que mi primo seguía vivo.
¿Y tenía la mortaja prepará? –siguió-.
En ese momento lo sacaron en una camilla y lo metieron en la ambulancia.
-Mira, ya lo sacan al pobre –dijo la María Catalina, santiguándose-.
-¡Que está vivo!¡A ver qué va a ir usted diciendo por ahí –le grité mientras subía al coche policial para seguir a la ambulancia-.
Mientras nos alejábamos, pude oír a la María Catalina que preguntaba:
-¿Y a qué hora es el entierro?
Llegamos al centro de salud y los policías me hicieron de bajar rápidamente del coche porque habían recibido el aviso de que un hombre de 99 años vestido con una gabardina, estaba haciendo exhibicionismo en la calle Cirugeda.
Entré en la sala de curas a acompañar a mi primo, que tenía conectadas dos vías, una de suero y otra de noséqué. Cuatro horas más tarde, salimos del centro de salud y el médico me dio una caja de comprimidos.
-Que se tome una cada ocho horas, y por favor, bañen a este hombre aunque sea con salfumant.
Mi mujer nos recogió con el coche y ya en casa, metimos a Juan Pedro como pudimos en la bañera. Le cortamos la ropa con unas tijeras y la tiramos directamente a la basura. Llenamos la bañera de agua y sales de baño. Habría hecho falta un rascavidrios para quitarle las morroñas, pero esperé a que se remojara bien.
-Vaya susto nos has dao, kbrón –le dije-.
-Os asustáis por ná.
Pasaron los minutos y yo no sabía cómo entablar una conversación seria con él. No podía seguir viviendo así, algún día “llegaría tarde”.
-Oye, Juan Pedro, esto debe cambiar, tienes que cuidarte más.
-Lo que yo necesito es una compañera. Estoy solo.
Por primera vez en mi vida me pareció que hablaba en serio. Tras unos segundos , sonreí.
-¿De qué te ríes ahora, so bartolo? –Me preguntó-.
--Que me he acordado de una amiga mía del Facebook que también dice que se siente muy sola…
-Preséntamela.
-Será difícil, vive en Punta Umbría.
-Pues prepárate, que mañana salimos para Punta Umbría.

¿continuará?

Pero que susto me has dado ...galan¡¡¡¡

Digo.....ala¡¡¡¡ mañana que tengo cita para darme el tinte,tndré que ir a cumplir,a la porra los planes,menos mal que todo ha sido una falsa alarma.

Un consejo.....rocía a tu primo con un poco de silit ban,verás que lustre¡¡¡¡ y oye....tengo yo una prima moza en la catalonia(es del madrid)que igual se apañaba con Juan Pedro,más limpia que un jaspe¡¡¡¡

continuará.....a qué si?

¿No tenía tu primo un rollo con una tal Tere?

te felicito,la historia promete. creo sinceramente que deberias prodigarte mas en este arte.
un saludo.

A mi primo le dimos con ácido nítrico y así lo dejamos jaspeado. ¿Si contiunará? Chi lo sà...

El que tiene el rollo con la Tere es mi amigo Grabiel. No conoces a toda esta fauna.

¡Ah! es verdad..., pero si mal no recuerdo tenían en común lo de la falta de higiene ¿no?, eso es lo que me ha confundido, me llegaba un olorcillo parecido a cuando nos contaste lo otro.

... pues no es por na pifani, pero tu primo le debe la vida a la Catalina, que si la mujer no da la voz de alarma, allí se había quedao más tieso que un ajo... y luego encima quedará por cotilla la pobre mujer.
Aunque, ¿estas seguro que tu primo está vivo? Creo recordar que el día de los hechos pasé por la calle esa y había dos mujeres enfundás en sus batas con las escobas debajo el brazo y lo daban por muerto, que a veces estas mujeres aciertan más que los médicos... de hecho ese día tocaron las campanas a muerto y decían que era un tal Juan Pedro, a ver si vas a tener en tu casa a otroooo, que yo fuí a dar la cabezá y to...

Yo que vivo cerca, vaya olorcillo, esperemos que se quede en Punta Umbria, el otro dia vi a tu primo Grabiel, esta otra vez algo desmejorado, un saludo a la Maria Catalina.

Pifani, gracias por quitarme el dolor de cabeza y hacerme reir, estoy aquí enfrascá toa la tarde con el ordenata y para descansar me paso al foro, y con que me encuentro?... genial, genial, no se si convocar una manifestación, para pedir que tus historias sean por lo menos, no voy a decir mucho, una vez al mes, anda... no seas perruzo y deleitanos con más frecuencia. Gracias.

PD.: lo de "perruzo" es cariñoso, no lo mal interpretes, que aquí hay que ir con pies de plomo.

JAJAJA¡ ayy pífani, que estoy en la mitad de tu historia y no puedo parar de reir, voy a ver si consigo terminarla...

Desde luego...¡que relajación me acaba de entrar en el cuerpo al terminar tu historia...por las risas y por el descanso de que lo de tu primo se haya solucionado felízmente, bueno, solo te queda "colocarlo" que eso creo que ya va a ser algo mas dificil, aunque como luego dicen...¡siempre hay un roto para un descosido hombre, veras como sí¡ jajaja¡.

ay que risa,pero pìfani yo me preocuparia,fijate que eeea asegura que ha ido a dar la cabezà,yo creo que el que tienes en tu casa no es tu primo ,aqui hay misterio

¿Sabes qué pasa eeea? Que en nuestro pueblo no "ponemos en valor"- como dicen los políticos cursis- a nuestras averiguaoras. Al igual que vendemos bien nuestro azafrán, nuestro vino y aceite o nuestra zarzuela, también hay que darle el valor que tiene a la esforzada averiguaora que desde tiempos inmemoriales nos han tenido informados de todo lo que acontecía. Una información veraz, interesante y amena, que supera en mucho a las nuevas fuentes de información como la radio o televisión locales. Si vemos estos medios, nos podemos tirar media hora observando cómo entrevistan al primer pelagatos que llega al pueblo. Yo propongo un premio a la averiguaora, lo mismo que ahora existe un premio al agricultor ejemplar (que yo nunca ganaré) que reconozca la labor de estas personas. "Averiguaora del año", "Joven averiguaora" o "A toda una vida averiguando".

Valsol, tú me conoces y sabes que mis personajes tienen una base real ¿Has visto desmejorado a Grabiel? Será que la vida marital con la Tere le exige demasiado.

Me Alegro de haber contruido en algo a quitarte el dolor de cabeza, mesopotamia (seguro que con la ayuda de alguna aspirina) la verdad es que provoco más dolores de cabeza que los que quito. Es verdad que estoy perruzo, necesito alguna noticia que me inspire una historia, y como no soy capaz de ligar realidad y fantasía, pensé que estaría bien matar a Juan Pedro, pero a mitad de la historia me arrepentí pensando que no os gustaría que muriera, aunque sea un guarro.

No sé si será fácil colocar a mi primo, probarsa, porque la amiga de facebook es un poco exclusiva...pero está muy necesitada.

Es mi primo, no hay duda, vakaloka. Aparte de conocerlo de toda la vida, no es fácil encontrar una persona que tenga seis dedos en cada pie.

El_tío_del_pífani, me parece muy bien todo lo que nos has contado y me alegro que Juan Pedro haya sobrevivido a la “melopea”; es un detalle que lo hayas recogido en tu casa hasta ver que va pasando con su vida, pero también podías haberte llevado a Telesforo; desde el día de los hechos duerme en la puerta de mi casa y no veas cómo se pone si se me ocurre salir al panadero con un billete en la mano (debe de saber que su nombre es en honor a un banquero).
Me parece bien lo que propones sobre el premio a “la averiguaora del año”, es más, yo propondría que en lugar de presentadores de TV, fueran estas señoras las que nos informaran de la actualidad; me juego lo que sea a que lo hacían gratis y una cosa puedes tener segura, nos iban a esconder poquita información…
Eeea, ese día la María Catalina se empeñó en que Juan Pedro se había muerto, se lo dijo a todo el vecindario (fue hasta a el Canal 2000 para que lo anunciasen), así que cuando se enteró que no era así y para salvaguardar su reputación de “buena averiguaora”, organizó el velatorio y el entierro; ¿no te extrañó que no dejaran pasar a ver al muerto?. Yo también fui a dar la cabeza, y como estoy estudiando para sacarme el título me dije: “voy a mirar dentro a ver qué ropa le han puesto, las flores que lleva, etc.etc.”; me escabullí como pude, entré sin que me viera nadie, miré y me encontré con que allí no había ningún muerto...

Yo propongo que las señoras averiguaoras se hagan con las nuevas tecnologías y se apunten al Twitter, Facebook y Google+. Seguro que estábamos mejor y más informados que ahora. ¡Ah! y que se hagan cada una un blog y luego haya un blog comunitario donde poner toda la averiguación en colectivo.
Aunque si tal cosa sucediera, la casta de los periodistas peligraría aún más seriamente
:-)

Popol, espero que Telesforo viva en tu puerta pero deje sus obras de arte orgánicas en otro sitio. Un vecino mío tenía hace muchos años un perro que tenía decoradas todas las aceras del barrio con sus obras, todas menos la suya, estaba bien enseñao el bicho. La María Catalina, yo creo que tenía tan asimilada la muerte de mi primo que no podía ver la realidad. También es verdad que es un poco dura de oído y no se pone el sonotone por no gastar la pila. Estoy pensando relagarle un trompetón de esos que se ponían los sordos en la oreja antiguamente. Estoy contigo en la ideas de poner averiguaoras en los telediarios locales, seguro que sus noticias serían más interesantes que lo que nos cuentan en el canal 2000 o Paulino en la radio. ¿A quién le interesa que nosequién ha presentado un libro o que tal político ha dicho tal cosa? Eso son lecherías, las noticias locales se dan diciendo el mote del protagonista de la noticia y pelos y señales del suceso.
Al-Hakam, nuestras averiguaoras no necesitan twitter ni facebook ni nada, las noticias se difunden en bata de casa y escoba bajo el brazo en la esquina más próxima.

La verdad es que si, yo cuando dicen algo en la tele o en la radio no me lo creo hasta que no lo han comentado las vecinas y mejor si la noticia la difunden antes las vecinas así es fuente directa (un amigo mío decía que eran más fiables que el CNI)

Desde luego popol, me lo podías haber dicho que no había muerto, me había ahorrado una cabezá jajajaja que estamos en crisis jajajjja.
¿Y qué título dices que te quieres sacar? ...

Pues cuál va a ser eeea, FP de grado medio rama relaciones sociales, especialidad "averiguaor/a".
Por cierto, tengo que ir a que la María Catalina me firme la práctica del otro día en el tanatorio, que luego me va a venir muy bien para subir nota en caso de que lo necesitara, aunque no creo que esto ocurra porque llevo el curso muy bien..., y es que no hay nada como estudiar lo que te gusta para aprovechar bien el tiempo.

jajjaajjaja que bueno, creo que las tutorias de esa asignatura las imparte la vieja el visillo jajajjajaa anoche llegó incluso a "averiguarle" a Rajoy y luego en una clase magistral sobre el remolque dió información privilegiada a sus seguidores sobre como quedará conformado el nuevo gobierno del PP jajjajaja con esa tutora tienes la matrícula asegurada... y si encima haces las prácticas con la Catalina ya pa que contarte jajajajaja... que gracia popol con esa nueva materia de FP jajajjaa.

Desde luego popol, te has ido creo por la rama mas difícil eh? que la especialidad esa de averiguador-a, no se saca así como así, hay que tener un "don especial" jaja¡
Pífani, te voy a detallar aquí los pasajes de la vida de tu primo que mas me impactaron, espero que no te ofendas pues comprendo el dramatismo de aquella situación que viviste hace poco, menos mal que todo terminó bien. ¡No quiero ni imaginármela, que nó nos pase¡.
"-¡Qué leche pasa! ¿No ves que vas a quemar el timbre? (una sitiuacion, sin duda que muchos la hemos vivido).
"Subimos, y al abrir la puerta, uno de los policías volvió sobre sus pasos y vomitó. El cuerpo de Juan Pedro estaba inerte sobre su cama. Por el hedor, yodiría que lleva muerto al menos cuatro días –dijo el otro policía-.
-No,- dije yo sollozando- el olía habitualmente así.
"Tenía una abundante cabellera gris, su cabeza parecía un rodamundo. Me vino a la mente el día en que siendo niños, se presentó en la escuela con el pelo cortado a tazón. Todos nos reímos de él.
-Con ese pelo te pareces al príncipe –bromeé cruelmente-.
-¿A Felipe?
-No, al de Beukelaer.
Se tomó mal la broma y nunca más volvió a cortarse el pelo.
"Se metía dentro de ella y pasaba las horas sin hacer nada, meditando. En la parte de arriba de la entrada puso un cartel que decía: “LA CABAÑA DEL TIO TÓN.
"-Parece que fue ayer –me interrumpió- que correteaba por estas calles siendo un crío, con la pitorra fuera la mitad de las veces…

JAJAJA¡ HAZ CASO DE MESOPOTAMIA EHH, ¡NO TARDES EN LA SIQUIENTE¡¡.

Si me lo pedís mesopotamia y tú, no tengo más remedio que haceros caso, pero yo no soy escritor, sino campesino, y estoy cogiendo aceituna y llego a casa mu cansaoooo.

Pifani como siempre me has echo reír, que falta me hacía, eres los mas grande galan.

Tu no penes pífani, ni te agobies con prisas, si para entregas semanales ya tenemos a entretantos, pero de allá para cuando, tambien esperaremos las tuyas vale? además, ahora, entre vareo y vareo de aceituna (bueno, o con máquina) le puedes ir dando al coco, aunque seguro que tu primo te dará pronto algún repertorio nuevo y escabroso¡.

Qué ganas tenía de verte de nuevo por aquí, alcahuetes. Gracias, y que el año que viene te dé muchas razones para reir.

Probarsa, dentro de pocos minutos tendremos la conclusión del capítulo, espero que mesopotamia y tú lo valoréis y eso me valga una invitación a una caña con su tapa de mollejas.

Lo prometido es deuda

JUAN PEDRO PASA A MEJOR VIDA II

-¡Ayyyyy, que me haces daño, animal!
-Llevas sin ducharte desde 1992, según me has dicho hace un momento. Esta roña está añeja y si no doy fuerte, no sale.
Juan Pedro llevaba más de una hora al baño maría y no había manera de quitarle la capa de porquería que los años habían depositado sobre él. Como con la esponja no había manera, decidí probar con el cepillo de raíces que uso para limpiar las espuertas cuando acabo de vendimiar. Eso era efectivo, pero trabajoso. Al demostrar el gel su inoperancia, le di con detergente de la lavadora, el tutú de toda la vida.
-Y sólo te voy a dar en la espalda, que de ahí para abajo y el resto del cuerpo te vas a dar tú. Y no tardes, que ya he apagado el calentador y si el agua se queda helá, es tu problema.
-Lávame el pelo –me pidió-.
Cogí un bote de champú y lo gasté entero, con esa melena de león que tiene. Justo en el borde del nacimiento del pelo, tenía una cicatriz. Recordé cómo se la hicieron. Luego nos reímos, pero hay gente que parece que está predestinada a llevarse todos los golpes. Cuando teníamos unos doce o trece años, una mañana de Febrero amaneció con una gran nevada. Más abajo de la casa de mi primo estaban de obra y había un montón de arena, que cubierto de la nieve parecía una montaña nevada en miniatura. Los muchachos decíamos que era el Everest y la subíamos y la bajábamos disparándonos bolas de nieve. En esas, apareció Cayetano , que vivía a la vuelta. Era algo mayor que nosotros, y como parecía que eso de las bolas de nieve era poco para él, cogió una pala y nos tiraba nieve a paladas. La palada que le tiró a Juan pedro, además de nieve llevaba un ladrillo, que le hizo una brecha en la frente. Mi tía Manuela salió de la casa y se llevó al muchacho a Don Gregorio el canario para que lo curara. Mi primo dejó un reguero de sangre sobre la nieve en toda la calle Pozo Concejo, Herreros y parte de Don Rodrigo. El médico le dio dos puntos y cuando salieron a la calle, su madre, dos cabes en el culo.
-¿Sabes por qué me emborraché de esa manera? –me dijo cuando le estaba aclarando la cabeza-.
-¿Es que necesitas tú un motivo para emborracharte?
-Lo hice porque gané el juicio, así lo celebré.
-No sé de qué me hablas.
-¿Sabes que mis tíos le dejaron todo al Opus y a mí me desheredaron?
-¿Todavía estás con eso?
-Sí estoy con eso, tanto estoy con eso que me busqué un abogao , recurrimos el testamento y a fuerza de tesón, revocaron la sentencia primera y todo lo de mis tíos es para mí.
-¿Qué le has ganado un juicio al Opus Dei?¿Es eso posible?
-Pues sí será. Así que tengo en mi cuenta más de 350.000€ en metálico, aparte de la casa y las tierras. ¿Cómo lo ves, es para cogerse una buena cogorza?
-Es para sentar la cabeza y no ser tan irresponsable. Si no llega a ser por tu vecina, quizá ahora estarías criando malvas. Que por cierto, la mujer cree que la has diñao.
-Vamos a lo importante, me has dicho que conoces a una pava…
-¡No es ninguna pava, es mi amiga!
-Bueno, bueno, señor tikismikis, no te pongas así. ¿Cómo la conociste?
-Por el Facebook.
-¿Qué es eso del feisbu?
-Es un sitio de internet donde pones fotos, cosas tuyas, reflexiones…
-¿Y cómo has dao con esa?
-Porque los dos somos seguidores del cantante Nico Fidenco, y comentando cosas en el muro, nos conocimos e hicimos amistad. Nos escribimos mucho y conectamos bastante bien.
-No entiendo ni jota. ¿Tienes afotos de ella en el internet?
-Sí, y se dice fotos, no afotos.
-Vamos a verlas.
-Primero aclárate, voy a por un albornoz y luego a tu casa a por ropa limpia.
-No tengo ropa limpia.
-Bueno, pues te dejo ropa mía, aunque te va a venir algo grande.
-Mejor que si me viene estrecha. Ah, ve a mi casa de todas formas y tráete al chucho, que tendrá más hambre que un ratón en una ferretería.
Telesforo era un perro diferente. En su vida no había cazado nada, es más. Si alguna vez se topaba con una liebre acostada, salían cada uno corriendo en una dirección opuesta. Alguna vez incluso se vio a las liebres corriendo detrás de él. Todos los gatos de su barrio la habían pegado al menos una paliza. El pobre no era nadie. Si le echabas una sopa de pan, no hacía como otros perros, que la cogían al vuelo; éste no la veía como no estuviera a menos de diez centímetros de él. Le tenías que poner la comida delante del hocico. Pero mi primo lo quería, quizá porque veía en él a su alma gemela perruna.
-No querrás que me traiga en mi coche a ese saco de pulgas.
-Pues tráetelo atao.
-Buena idea, así me daré un paseo, que me hace falta tomar aire fresco. ¿Dónde tienes la correa del perro?
-Correal del perro dice, jeje. Eso no existe. Átale una guita y ya está.
-¿Se va a dejar?
-Sí, tú tranquilo, que no te va a morder. Con seguridad.
Llegué a la casa de mi primo y al entrar la llave en la cerradura, oí que la puerta de enfrente se abría. Era la María Catalina.
-¿Qué pasa, vienes a por cosas de tu primo, el pobre?
-Mire, señora Catalina, lea mis labios: mi pri-mo no se ha muer-to.
-Sí, claro que la familia tiene sepultura, está conforme entras a mano derecha…
-¿Es que no hay manera de que usted me entienda?
-Hijo mío, es que a mí la política…
Entré y pasé al corral. El perro vino hacía mí moviendo la cola. Cogí una guita y se la até al cuello. El animal bajó la cabeza y se espatarró. Salí a la calle con él y eché a andar en dirección a mi casa. Oí abrirse una ventana y la vecina me dijo:
-¿En qué tanatorio está, que me lleve esta tarde mi María Juana?
Hice como que no la oí y seguí mi camino. El perro casi me hizo caer dos veces, lo mismo se me ponía delante que se paraba en seco. Era verdaderamente tonto. Algunas veces, estando en el campo con mi primo, lo veía como estaba media hora intentando morderse su propio rabo, girando sobre sí mismo hasta caer exhausto. Cuando lo dejé en mi cochera le puse una lata con agua, ya le daría de comer más tarde.
Arriba, ya estaba Juan Pedro vestido con una camiseta y un vaquero míos. Le estaban algo grandes, pero le valían para salir del paso.
-Esta tarde vamos a Pitoto a comprarte ropa.
-Oye, ¿puedo utilizar tu teléfono? Es que quiero hablar con el gestor que me lleva lo de los dineros, pa invertirlos y eso…
-Sí, ahí tienes el fijo ¿te sabes el número?
-Si, el 926 63 tal cual tal.
-Sí, ¡dígame! –contestaron al otro lado de la línea-.
-Hola, soy Juan Pedro García-Cervigón, quiero hablar con Fulano de la Mengana.
-Lo siento, se ha equivocado, esto es Muebles el Relleno.
-Ah, perdón, lo siento.
Colgó el teléfono y me miró.
-Juraría que era ése el número.
-Pero ¿quieres llamar a Fulano de la Mengana? Si yo sé el número, es el que me lleva los trámites de los contratos de los vendimiadores. Espera que lo llame y lo saludo de paso.
Marqué y a los dos tonos cogieron el teléfono.
-Muebles el Relleno, dígame.
-Ay, perdone, que creo que me he equivocado.
-El sabihondo que nunca se equivoca –bromeó mi primo-. Bueno, pon el internet que conozca a esa jaca jerezana.
-Como no hables de ella con más respeto, no lo pongo.
-Venga, hala vamos a ver a esa señorita amiga tuya.
Encendí el ordenador y antes de conectar a internet sonó el teléfono.
-Vaya, espera un momento que voy a atender la llamada –le dije a mi primo-.
-No tardes.
Pegué un trote y cogí el teléfono.
-¡Diga!
-Buenos días, le llamo de Muebles el Relleno, que ya tenemos el sofá que nos encargaron, ¿a qué hora les viene bien que se lo llevemos?
-Aquí no hemos encargado ningún sofá, se ha equivocado.
-Usted perdone, buenos días.
-Nada, hasta luego.
Volví al cuarto del ordenador y conecté a internet.
-¿Quién era? –quiso saber mi primo-.
-Nadie, es que se han equivocado.
Entre al Facebook y pasé al perfil de mi amiga Elena.
-¿Qué te parece?
-Es guapa, guapa.
-Vamos a ver todas las fotos que ha puesto.
Tenía fotos con sus amigos, en el trabajo, y muchas de la playa.
-Ya he visto bastante, vamos a conocerla. Prepara lo que sea que salimos ya.
-Para el carro ¿no sería mejor avisarla a ella y pedirle su opinión?
-¿Es aquí donde hablas con ella?
-Sí.
-Pues dile que vamos p’allá.
-Es que no está conectada.
-¿Tienes su número de móvil?
-Si, pero…
-Pues la llamas por el camino.
-Espera un poco tío ansias, que venga mi mujer, no pase como cuando Roma, que casi me cuesta el divorcio. Además, hay que comprarte ropa.
-Allí la compramos, venga.
-Déjame por lo menos buscar un hotel en Punta Umbría.
-¡Nos alojamos en casa de ella!
-Tengo confianza con ella, pero no tanta, espera que busque un hotel y hago la reserva. Busqué un hotel un hotel y reservé una habitación doble para dos noches a nombre de Juan Pedro, que pagara algo.
-Venga, vámonos –me apremió- yo conduzco hasta Córdoba, allí paramos a comer y luego ya conduces tú hasta Punta Umbría, así no nos cansamos.
No había manera de convencerlo, así que montamos en el coche sin preparar nada.
-Oye, llevas la cartera, ¿verdad? –dijo Juan Pedro-.
-Sí, pero no llevo mucho dinero, aunque sí la tarjeta.
-Muy bien, no te preocupes por los gastos que ya te lo devolveré todo con creces.
Arrancó y al poco puso tercera.
-Oye, que vas un poquito deprisa para ir por las calles –le advertí-.
-Ahí voy a andar, tateando…
Al llegar al cruce de las calles Don Rodrigo con Carrera, el semáforo se puso en rojo. Juan Pedro estaba nervioso aunque sólo llevaba unos segundos parado.
-Esto no se pone verde nunca…
Diciendo esto, arrancó y chocamos contra un coche que venía por la calle Carrera. Era una furgoneta y a ambos lados ponía: Muebles el Relleno S.L.
El conductor bajó enfadado y se dirigió a mi primo poniéndose el dedo en la sien y girándolo en redondo.
-¿Tú estás majareto o qué?
-Que no te he visto venir, galán-respondió Juan Pedro.
-¿Y el semáforo tampoco lo has visto?
-La hemos cagao, primo –le dije- ya no hay viaje a Huelva.
-¿Por qué?
-Mira qué abolladura tiene el coche, y un faro roto. Hay que llevarlo al chapista y que venga el perito a valorar lo que cuesta la reparación y luego que lo arreglen.
-¡Pero puede andar! ¡Vámonos, luego lo llevas y yo le pagaré al chapista sin seguro ni ná.
-Tenemos que hacer el parte –dijo el empleado del Relleno-.
-Déjate de partes, lleva el coche a los Conejitos y ya me haré yo cargo.
-Además hay otra cosa: llevo un sofá atrás que se ha soltado y al caer al suelo se le ha roto una pata.
-Pues mira, no os quebréis los cascos, tú llevas el coche al chapista cuando volvamos y a ti también te lo pago y te compro el sofá.
-Bueno, tendría que consultarlo con mi jefe, pero con el golpe se me ha caído el móvil y no lo encuentro.
-Yo lo llamo, no te preocupes –intervine yo- Conozco a Julián, es amigo mío.
Marqué su número y lo cogieron enseguida.
-Julián, ¿eres tú?
-No, se ha equivocado, este es el número de la gestoría de Fulano de la Mengana.
-Bueno, perdone…-contesté desconcertado-.
-Mira, que me ha llamado mi jefe y me ha dicho que no pasa ná –dijo el de los muebles-.
Así que volvimos otra vez a nuestros respectivos coches y Juan Pedro se ponía otra vez en el asiento del conductor.
-Bueno, avanti…-dijo-.
-Ni avanti ni ná –dije yo- que el coche es mío y si se estrella, quiero ser yo quien lo estrelle.
Fui enfadado todo el camino casi sin hablarle. Puse música para quitarle hielo al ambiente.
-Vaya m de música que te gusta –dijo Juan Pedro-.
-Es Nico Fidenco, si le dices eso a mi amiga, ya nada tienes que hacer con ella.
-Aún no la has llamado.
-Es verdad. Toma el móvil y busca a Elena en la agenda. Llámala tú.
Llamó y no hubo suerte.
-Desconectado o fuera de cobertura.
No paramos a comer por el disgusto, así que llegamos a Punta Umbría antes de la hora prevista. El hotel Barceló era majestuoso, estaba a la entrada de la población entrando desde Huelva en un cruce de carreteras al fondo de una amplia rotonda. Dejamos el coche en el parking de clientes y nos dirigimos a la recepción.
-Tenemos una habitación doble reservada a nombre de Juan Pedro García.
-Ah sí –dijo el recepcionista mirándonos con una sonrisa descarada- sí, entiendo.
-Usted no entiende ná –intervino Juan Pedro-. Somos primos. Pri-mos.
-Si, ya veo, sí. El botones les subirá el equipaje, ésta es su llave.
Juan Pedro le arrebató la llave al recepcionista de un manotazo.
-No tenemos equipaje –le dijo secamente-.
Una vez en la habitación, Juan Pedro me pidió que llamara otra vez a Elena. Lo hice y esta vez sí lo cogió.
-De verdad eres tú, mi amigo Facebook solanero?
-Sí, soy yo, verás…estamos aquí en Punta Umbría…
Le conté todo y le costó asimilarlo.
-Alucino. No sé qué decirte…alucino…
-¿Dónde nos podemos ver?
-Hay un restaurante muy bueno en la calle Ancha, en el centro del pueblo…
-¡Qué gracia, en mi pueblo también hay una calle Ancha en el centro!
-Vale, ahí nos vemos dentro de una hora. Alucino, tío, alucino…
Nos dirigimos andando al centro del pueblo rápidamente para no hacer tarde. Preguntamos por el restaurante y llegamos con tiempo de sobra. Faltaba casi media hora para que llegara Elena. Pedimos cervezas y según se iba acercando la hora, me latía el corazón con más fuerza. Por fin la vi entrar, la reconocí enseguida. Ella miró a todos lados y cuando nos localizó, se dirigió hacia nosotros. Tenía su pelo negro recogido en una cola dejando al descubierto su rostro de piel clara. Nos abrazamos fuertemente y nos besamos en las mejillas.
-No sé qué decir –empecé-.
-Pues yo creo que tienes mucho mucho que decir –dijo ella con su hermoso acento onubense-.
-Te presento a mi primo. Juan Pedro-Elena, Elena-Juan Pedro.
Los dos se sonrieron y se besaron tímidamente.
Nos sentamos a la mesa. No me creía aún que estábamos con mi amiga Elena.
-¿Y tu mujer no ha venido?
-No nos ha dado tiempo…
-De verdad, alucino…
-Qué se cena aquí que sea de la tierra –interrumpió Juan Pedro-.
-Hombre, de la tierra, de la tierra, no, más bien del mar –bromeó Elena- Podemos empezar con unas coquinas (que son como almejas chiquititas) y unas gambas blancas. Luego, calamares. Pulpo, unas acedías fritas muy ricas…
-¿Y jamón aquí no hay?
-Anda que no, el de Aracena, el mejor del mundo.
Pasamos una agradable velada. Elena se reía con fuerza con las ocurrencias de Juan Pedro, las historias que le habían pasado en el campo, las aventuras de Telesforo…
-Bueno –interrumpí, temiendo ser un aguafiestas- habrá que irse ya a dormir.
-Vete tú –dijo Juan Pedro- que a mí me queda cuerda ¿y a ti?
-También, –dijo Elena- estoy encantada.
Me despedí y volví solo al hotel. Me dormí y no oí llegar a Juan Pedro. Será por trastorno del viaje, que no madrugué como siempre y me desperté con el ruido del baño ¡Juan Pedro estaba duchándose!
Pasamos la mañana comprando ropa y otras cosas que necesitábamos. Elena era cajera en un supermercado y no salía hasta las dos de la tarde. Comió con nosotros en le hotel y se ofreció a enseñarnos la playa. Por detrás del hotel había una pasarela de madera que cruzaba sobre las dunas y detrás estaba la playa. Era un playa muy amplia y en la zona más cercana al agua estaba plagada de conchas.
-Vamos a descalzarnos y caminar por la orilla –propuso Elena-.
Eran principios de Diciembre, pero esos días llegaron cálidos este año.
-Se está ahora mejor que en el verano –dijo ella- Aquello que veis allí es Isla Cristina y algo más allá está Portugal, que se puede ver en los días claros.
-Esta playa mide kilómetros y kilómetros ininterrumpidos –dije, admirado-.
-Si, es interminable –confirmó ella- Por donde pasamos ahora es la zona nudista.
-Ah ¿sí? –gritó Juan Pedro- Siempre quise hacer esto.
En dos segundos se quitó toda la ropa y echó a correr como vino al mundo.
-Vaya, Elena –dije avergonzado mirando la carrera de mi primo- quizá no fue buena idea traer a Juan Pedro aquí…
Decía esto volviéndome hacia Elena y me quedé pasmado al ver que ella también estaba desnuda.
-Ha sido una idea genial –me respondió-.
Me agarró del cuello y se puso de puntillas para darme un beso.
-Gracias, amigo Facebook.
Echó a correr detrás de Juan Pedro. Los dos se metieron en el agua y se empezaron a salpicar y a hacerse aguadillas, a jugar. El sol se reflejaba en sus pieles mojadas. Me recordaron a las nutrias. Por un momento los envidié por su espontaneidad y su ausencia de pudor. Me volví hacia atrás y caminé despacio hacia el espigón triturando conchas bajo mis pies.
Juan Pedro y Elena llegaron al hotel casi al mismo tiempo que yo. Subimos los tres a la habitación. Mientras él se duchaba ¡otra vez! , ella me agradeció el regalo de haberle traído a Juan Pedro.
-Ahora te toca a ti, reinona –le dijo Juan Pedro cuando salió del baño-.
-Juan Pedro te dirá algo mientras me ducho, amigo Facebook.
-Cuando oímos que ella abrió el grifo, Juan Pedro se sentó frente a mí.
-Esta es la última noche de hotel. Descansa bien y mañana te vas al pueblo. Me quedo aquí con Elena.
-¿Pero estás loco? ¡Tú tienes allí tu vida, tu trabajo!...
-¿Qué vida tengo yo allí, la de un borrachuzo mozoviejo? ¿Sabes por qué bebía? Para evadirme de la realidad. Pero esto es otra cosa, aquí con Elena la realidad es demasiado hermosa como para engañarla con alcohol. Me quedo aquí, que allí no hay nada. Mi casa es fría hasta en lo más duro del verano. Quédate con mis tierras, o véndelas o haz lo que quieras. Yo me quedo aquí, que no me conoce nadie ni nadie se ha reído de mí. Elena y yo nos llenamos mutuamente el vació que teníamos. Entiéndelo.
-Lo entiendo, dame un abrazo.
Elena salió del baño y también me abrazó.
-Bendice usted nuestra unión, amigo Facebook?
-Bendecida queda –sentencié-.
-Venid tú y tu familia cuando queráis, que ya haremos sitio en mi casa…en nuestra casa.
-Pierde cuidado, que nos verás más de lo que quieras.
Los dos salieron cogidos de la mano y los perdí de vista en el ascensor.
Me quedé echado en la cama mirando al techo, pensando que mañana me iría temprano. Tendría que llevar el coche al chapista y a Telesforo al veterinario para ponerle la primera vacuna de su vida y desparasitarlo. Estaba pensando en esto cuando me sonó el móvil. Era mi mujer.
-Dime.
-Oye, que me han llamado del Relleno, que dicen que traen un sofá ¿Has encargado tú un sofá?

Para estar en aceituna y demasiado perruzo no esta nada mal, un saludo pifanito-

Pues ya sabes pifani... cuando te canses del campo pones una agencia matrimonial, o mejor una agencia empareja_l jajajajaa que se te ha dao muy bien la experiencia. La verdad es que tu primo con todo esto volvió a su infancia y si no, mira como corría con la pitorra al aire por la playa jajajjaaa.

Saludos, valsolete.
Éste es Nico Fidenco:

me encanta pifani no se puede pedir mas,final feliz y un sofà nuevo jaja, ,lo siento por el veterinario que se tirarà dos dias desparasitando a Telesforo,que ademas yo pa mi,que tiene cataratas ,por eso lo de no ver las sopas hasta que no las tiene en eel hocico

Me encantan las historias con final felíz pífani, y tu primo la verdad, esque no merecía menos, ¡con lo que ha penao el pobre hasta la suerte del juicio¡ y luego todo le ha venido rodao, fíjate¡, quien lo iba a decir¡ cuando le parecía al príncipe de Beukelaer, ehh?.
Bueno, pues sí que te mereces unas mollejitas con derecho a una cañeja, así que a ver si viene mesopotamia cualquier dia de estos y quedamos en donde tú eligas (si quieres, para que no te resulte incómodo, se lo dices también a tu amigo eeea y así vamos los cuatro, que paga la casa, jejé¡).

Estoy emocianada......casi lloro con esta historia,con lo romántica que soy,QUE BONITOOOOOOO¡¡¡Juan Pedro y Elena¡¡¡¡¡

El sofá es nuevo pero tiene una pata rota. Le he puesto una piedra gorda para nivelarlo.

Me parece bien lo de la cerveceja, pero también tiene que venir amapolas, que tengo una cuenta pendiente con ella y además va a probar las criadillas por primera vez en su vida. ¿A ver si le van a gustar y no va a querer comer otra cosa!

¿Verdad amapolillas que he hecho bien en no matar a Juan Pedro y emparejarlo con una mocetona del sur? Pues no soy yo nadie solucionando vidas...

Me alegro que Juan Pedro haya encontrado ¡por fin! alguien que le haga ducharse incluso dos veces al día, aún sin necesitarlo.
También me alegro que tú al final te quedaras con las tierras, seguro que las llevas mejor que él; pero no me alegro en absoluto de que no te acuerdes que también habías quedado conmigo para la cerveza (después de las criadillas y los sesos ya no quiero comer nada).
En fin, que lo paséis bien...
La historia como siempre, genial.

Claro que me acuerdo de ti, popol. Para ti pedimos de tapa unas patatillas o unos panchitos.

Muuuuuuuuuuuuu requetebién has emparejado a juan Pedro¡¡¡

Vamos a ir despacio con las criadillas.....tengo que decirte que tampoco me gusta el queso,ni las aceitunas,ni los caracoles ni....no lo voy a decir todo,que seguro te mondas de la risa.

Quiero seguir al corriente de la pareja(seguro ya te ha llamado tu primo,para contarte alguna que otra coseja)

Y ala¡¡¡reclama a el rellleno.......un sofá nuevo cojo?

Eso no puede ser¡¡¡¡

Que se apunte todo el que quiera pífani, por mí no hay problema¡...si como al final va ha quedar en lo de siempre¡ jaja¡.

Bueno Pifani, que pena que la Bolsa no vaya como tú, siempre "al alza". Me ha encantado, pero digo yo que si la Catalina se entera que tu primo esta viviendo "en pecado"..., la va a volver a liar, tienes que buscar alguna solución al tema..., traetelos pal pueblo, y organizales una boda de esas de ahí, de 700 o más invitados, total como no les va a costar na, ya sabes con el sobrecico pagan el banquete y lo que les sobre los mandas a Italia...

Gracias por los buenos momentos que nos regalas.

Amapolas ¿¿¿¿que no te gusta el queso???? Eso es una herejía ¿Qué te gusta a ti, reina mía?

Gracias, mesopotamia. Más que a la bolsa, se me podía comparar al imperio romano, que un día fui algo y ahora sólo quedan ruinas.
No te preocupes, que a la Catalina le enseñé un bote de nocilla lleno de cenizas que cogí de una lumbre en el campo y le dije que era Juan Pedro que lo habíamos incinerado. El pobre Telesforo se murió, porque por fín se mordió el rabo y se dió un mordisco tan grande que se desangró. Juan Pedro no quiere volver al pueblo estando en ese paraíso. Le gusta buscar coquinas hundiendo el talón en la arena, que es como se buscan. Vive de las rentas, pasea por la orilla del mar, observa las columnas de humo saliendo de la petroquímica ¿qué más se puede pedir?
Que pases felices fiestas un afectuoso saludo.

Popol, me decías que si me había quedado con las tierras de mi primo. No, bastante tengo con lo mío como para ir a esos cuquillares, por allí ni vuelan las "burracas", con eso te digo tó. Ya lo decía la Genara: "Toa la vida sacando piedras de la serrezuela, y a ver pa qué. Pa quedarme moza cuidando de estos haraganes..."

Pifani, también felices fiestas para ti. Pero ya sabes, tienes que continuar..., sabes?, los que estamos fuera tus relatos son como pasear por el pueblo, al menos yo según te leo, veo las calles, y a personas con los apellidos que citas, y sobre todo me desco...no de risa, por cierto, no te has planteado escribir sainetes y formar compañía con todos tus personajes y luego representarlos en el Barrera, seguro que tenías lleno total.

Lo dicho, felices fiestas y buena cosecha para el 2012. Un saludo.

Quémame en la plaza,no me gusta ningún queso¡¡¡

Sé que soy rarita,,,,pero,que se le va a hacer¡¡¡,jejeje

Pero si me gusta......la historia de Juan Pedro,espero las proximas entregas.......si?

Fenomenoooooo,sigue con los relatos¡¡¡

Mesopotamia, los solaneros (y solaneras, que diría el otro) nos sentimos muy pegados a nuestra tierra aunque estemos lejos. Este pueblo tiene algo que nos marca mucho a los que somos de aqui, sentimos orgullo de pertenecer a La Solana. Sé que mis historietas son muy solaneras y por eso os llaman la atención a quien no vivís con nosotros pero formáis parte de nosotros. Por eso utilizo apellidos tan nuestros y expresiones tan nuestras. Acepto el compromiso de acercarte algo más al pueblo con estos relatos, aunque no aseguro cuando tendremos más historias, a veces vienen solas y otras no aparecen. Ésta última me tuvo toda la tarde del sábado escribiendo a mano y otro buen rato el domingo pasándolo a word. Si lo hago es porque algunos de vosotros ha contado que ha pasado un buen rato y me anima a seguir. Pensar que he conseguido que alguien haya sonreído durante cinco minutos por algo que yo haya hecho es lo que más me llena. No todo va a ser encabronarse con el tema político, creo que también hay que evadirse un poco, si nos despejamos del enrarecimiento del ambiente que algunos provocan (o provocamos)por un momento, podemos ver las cosas un poco mejor.
Hace unos días fui al Tomás Barrera a ver una obra de teatro realizado por un grupo aficionado del pueblo. Estuvieron geniales. La obra se adecuó a la identidad solanera con algunas expresiones locales que provocaban la risa de la gente. Pensé que se podía escribir algún sainete nuestro, que nuestra gente entendiera como propio. Me gusta esa idea, pero la tendrá que realizar otro, porque para eso yo no valgo. Necesita tiempo y yo no lo tengo, lo más que doy de sí son estas astracanadas, que las pienso, me siento, las escribo y las pongo aquí.

La idea de las historias de ficción la tuvo Velacoracho y fuimos bastantes los que participamos en ella, a ver si se animan los mismos que participaron u otros nuevos, que ésa fue también mi intención al reabrir este tema.

Amapolillas, a Juan Pedro lo he mandado a 500 kilómetros, ya veremos quién aparece por aquí.
Pensándolo bien, tampoco está mal que no te guste el queso, cuanta menos gente coma, más habrá para mí.

¡¡BRAVOOOO¡¡ bravo por el discurso, jajaja¡ si tú habias valio pa ministro de cultura y educación hombreee¡, que se le has escapao a Marianete¡.

lo encontré!! gracias pifani por chivarme ese metodo de busqueda jeje. ale a leer!!!

Ay, poisoncilla mía!!! Esto de que yo te enseñe a ti algo sobre internet sí que es una historia de ficción

La verdad esque con lo que sabe la niña de todo esto y luego en cosas de lo mas simples es en lo que solemos caer la mayoría, fijaté¡...que te han parecido poi?? ya contaras si puedes parar de reir claro¡.
Lo que no puedo yo encontrar son las primeras partes de historias de ficción, que no estaba por aquí para leerlas, a ver si alguna vez las veo por algún sitio, porque estar tienen que estar digo yó no.

jejej maya ayer no pude leer todo pero lo que leí me gustó . las entradas que van antes de éstas aparecen aquí debajo

y si... no se porqué con todo lo que sé nunca se me habia ocurrido ponerlo en el google

PRESIDENTE POR ACCIDENTE

Qué iba yo a pensar que en poco más de dos meses pasaría de ser un autónomo con más deudas que el padre de Pinocho , a ejercer la más altas magistratura de la región. Todo comenzó en una reunión de amigos que quedamos una tarde a tomar café. La conversación giraba, como no podía ser de otra manera, sobre la caótica situación económica y social que llevamos ya tanto tiempo padeciendo. Todos comentábamos el desasosiego y la desesperanza que nos producía esta situación, cuando se me ocurrió una idea, tal vez producida por el gin tonic azul que tenía a medio consumir, y que me desinhibió de mi habitual pudor y cautela ante mis compañeros/as de sobremesa.
-¿Por qué no formamos un nuevo partido político? –propuse-.
-Quita, quita –dijo Mari- ahora nos vamos nosotros a meter en esos ajos, ni hablar. Todos tenemos familia y gente que nos quiere…además somos personas honradas.
-Pues a mí no me parece mala idea –terció Enrique- Precisamente por ser honrados y no haber estado nunca antes en política, seríamos una buena alternativa a toda esta broza que nos gobierna y que está en la oposición.
-Contad conmigo –dijo Eduvigis- llevo cinco años sin ir a votar por desencanto de esta casta política. Una nueva formación que rompiera con todo lo anterior llevaría ilusión a la gente.
-¿Pero seríamos de izquierdas o derechas? –quiso saber Cati.-
-Ese concepto de derechas e izquierdas está tan caduco como las formaciones políticas que se denominan de esa forma –respondí-.
-Entonces, ¿de centro? –preguntó Tere-.
-Tampoco –concluí- no hay por qué posicionarse de ninguna de esas maneras. Lo nuestro es otra cosa, algo distinto a todo lo anterior. Ese de las derechas y las izquierdas es como cuando uno es del Atleti o del Barsa, mucha gente lo es porque se lo han inculcado en casa y no es capaz de ver las cosas de otra manera, es una forma malsana de dividir la sociedad…
-Bueno, ya está bien, Séneca –me interrumpió Emilio- dejémonos de filosofías y vamos al avío. Nombre del partido y candidatos.
-Yo propongo “Ciudadanos Anónimos Indignados” –dijo Eduvigis-.
-No me gusta –respondí- Las siglas CAI son de una caja de ahorros y del equipo de baloncesto de Zaragoza.
-Entonces “Ciudadanos Indignados Anónimos” –insitió-.
-CIA, mmmm, eso es casi peor, la Central de Inteligencia Americana….
-¿Por qué no “Ciudadanos” a secas –propuso Cati-.
-No, ese nombre ya lo tiene pillado un partido en Cataluña.
-Pues a mí me parecería mejor que se llamara “Nosotros” -sugirió Mari-. Además, parece que refleja bien lo que estamos proponiendo.
A todos nos pareció bien la idea.
Acordamos que cada cual fuera atrayendo adeptos a la causa y que se exportara la idea a otros pueblos para poder formar una candidatura. Muchos amigos se apuntaron a la idea y a su vez convencieron a más amigos, de manera tal que teníamos candidatos en prácticamente toda la región. Pero no habíamos pensado en quien lideraría el partido, sería cabeza visible y candidato a presidente. Se llegó al acuerdo de que fuera de La Solana, pues allí nació la idea. Nadie quería serlo, y como nadie daba un paso al frente, a Cati se le ocurrió una idea.
-Vamos a echar un plon como cuando éramos críos. Al que le toque, presidente.
Nos pusimos en círculo y Cati empezó a recitar el plon recalcando cada sílaba con un golpecito en el pecho a cada participante.
-Un ga-to se tiró a un po-zo, las tri-pas le hicieron gua…
Calculando las sílabas que quedaban y viendo por donde uba tocando a los participantes, deduje que me iba a caer cerca.
-Arre-moto tipi toto, arre-moto tipi tá…
Y la suerte quiso que me tocara a mí.
Solventado el tema de la presidencia, el candidato de Tomelloso se encargó de registrar el partido. Confeccioné una candidatura con gente de mi entorno más cercano y esperamos al día de las elecciones. Cuando éstas llegaron , nos fuimos todo el grupo a una cocinilla para ver el escrutinio por televisión a ver si nos votaba alguien. Con las encuestas a pie de urna, nos daban mayoría absoluta, pero no lo creíamos, sería un error o un vacile de los entrevistados. Pero con el 20% escrutado, las cifras eran las mismas. Cundió el nerviosismo.
-¿Pero cómo nos han votado tanto si ni siquiera nos ha entrevistado ningún medio? –se desesperaba Emilio-.
La respuesta la dio un analista político que hablaba en televisión:
-Parece que el alto grado de abstención que se esperaba ha derivado en el voto a esta novedosa formación política.
Poco antes de medianoche los datos eran ya definitivos: mayoría absoluta con el 54% de los sufragios.
Estábamos aterrados, nos retiramos a dormir pero nadie pudo conciliar el sueño. Al día siguiente, numerosos medios de comunicación me llamaron para entrevistarme y yo los rechacé alegando una falsa afonía. Empecé a pensar en las consejerías y los candidatos a ocuparlas. Además de las ya existentes, creé otras nuevas para colocar a cuanta más gente de mi entorno, mejor. Eduvigis ocuparía la cartera de Sensaciones Humanas, Cati la de Realidad Simbiótica, Emilio de la Relaciones Exteriores…
Llegó el día de la toma de posesión y a la hora exacta estaba a recogerme el chófer en el coche oficial. Quise que mi conductor personal fuera nuestro candidato en Brazatortas, y tendría que hacer todos los días el trayecto Brazatortas-La Solana-Toledo, Toledo-La Solana-Brazatortas. Eran muchos kilómetros y mucha gasolina, pero como alguien dijo “el dinero público no es de nadie”.
Bajé a la calle y un espléndido Mercedes negroClase A estaba aparcado en mi puerta. Un elegante y rescamondao chófer con una bien cuidada y delimitada barba me abrió la portezuela del copiloto.
-Buenos días, señor presidente.
-Buenos días, Diego.
Al pasar al vehículo me invadió el agradable aroma del frescor salvaja de los limones del Caribe, mi fragancia favorita.
-¿Cómo lo sabías? –pregunté a Diego-.
-Eres el hombre más importante de la región. En la Wikipedia está tu biografía, gustos, aficiones…-me respondió mientras me señalaba un hueco bajo el salpicadero-.
Allí había discos, todos mis favoritos, los grandes éxitos de Perlita de Huelva, Lola Flores y Manolo Caracol…
-Creo que me va a gustar esta nueva vida –murmuré-.
Por el camino, el chófer puso el coche a mi velocidad preferida: 99km-h.
Al llegar a Toledo entré en mi despacho, me quedé solo un momento y me senté en un cómodo sillón frente a la espléndida mesa de caoba o formica, que no sé distinguirlas bien. Abrí un cajón y encontré en él un abultado sobre. Lo abrí y dentro había una considerable cantidad de billetes de 500 €. Entre ellos, una pequeña nota manuscrita decía: “Contructora y Promotora JODISA le desea éxito en el recién estrenado cargo y espera poder seguir colaborando con usted como ya lo hicimos con las administraciones anteriores para el avance y la prosperidad de nuestra región”.

Pifani creo que te has equivocado de conversación, porque en tu relato yo creo que lo único de ficción es una mayoría absoluta con el 54% de los sufragios.

Jo*errr¡ no creia yó que fuese tan fácil formar un partido político...a que estamos esperando entonces??...
Lo único que me ha parecido ficción es lo de llegar y besar el santo así tan rápido con esa mayoría, porque todo lo demás, me suena tantoo¡¡
Muy buen relato pifani, espero que le sigan otros mas a menudo.

Me juego lo que queráis a que est@s celebran las próxima ejecutiva del partido en el Bar cena´s.

Ayyyyyyy PIfani,

Hasta tus historias la llenan los políticos!!! Cosa del todo normal,por cierto......pero espeo deleitarme dentro de muy poco con cositas divertidas.

Chapooo PIfani!!

Lo tuyo sí que es “llegar y besar el santo” el_tío_del_pífani.
Aunque me ha gustado mucho tu relato tengo que decirte que, a diferencia de eeea (yo sí me creo lo del 54% de los sufragios), lo que no me creo en absoluto, es eso que cuentas que la Constructora JODISA “te pidió relaciones”.
Según dicen por ahí eso no ocurre nunca; las constructoras no mantienen relaciones directas con los políticos, acceden a los contratos de las administraciones de forma totalmente transparente, en un concurso completamente legal y en igualdad de condiciones, etc., etc. Es más, según dicen por ahí, no hay un solo político que haya aceptado “mantener relaciones” con ninguna constructora si no ha sido de la forma que he comentado anteriormente…
A pesar de esto y como he dicho antes, me parece una buena "historia de ficción".

Es verdad, amapolas, la sucia política se mete hasta en los relatos, esperemos que sea la última vez.

Popol, esto es ficción, naturalmente. Hay que ser muy lunático para pensar que algún político puede adjudicar contratos a dedo, coger un sobre o enchufar a familiares o miembros del partido. No, esto no cabe en cabeza humana, pero para un relato de ficción vale.