La Solana - Ciudad Real

Ha muerto uno de los últimos y verdaderos sindicalistas. Hace poco veía en televisión un reportaje sobre su vida y vivía humildemente en un pisito madrileño, vistiéndo con los jerseys que le tejía su mujer y sin haberse enriquecido económicamente con su vida política. Descanse en paz.

Yo creo que ha muerto el mejor sindicalista de todos los tiempos en nuestro país.
Hoy se han dicho muchas cosas buenas de él, CCOO, Cayo Lara, etc., han alabado, como no podía ser de otra manera, su trayectoria; muchos compañeros sindicalistas, compañeros comunistas, han hablado hoy del Marcelino Camacho luchador infatigable por los derechos y las libertades; también han hablado de como ha vivido hasta hoy, como dice eeea nada de lujos, nada de pisos de un millón de euros, nada de trajes de diseño...
Sin embargo, y por cuestiones que no voy a explicar por posibles suspicacias, yo me quedo con unas declaraciones que he leído de Adolfo Suarez Illana:
Camacho fue "injustamente perseguido y condenado, y que pese a todo cuando salió de la cárcel supo olvidar sus rencores y embarcarse en la construcción de una España mejor para todos".
"España no hubiera sido posible sin esa parte de la izquierda que sufrió y supo superarlo y aportar todo su saber y su entendimiento para ser la España que hoy tenemos".
Y para terminar, una frase de este gran hombre que siempre sabía lo que decía y que, seguramente, mientras fue consciente sufrió al ver que dejábamos de caminar hacia adelante:
"Los trabajadores seguimos siendo el pariente pobre de la democracia".

A este señor le encuentro muchas similitudes con nuestro recordado alcalde López Posadas. Sufrió la represión de la dictadura y salió de la cárcel sin rencor y con sed de democracia y trabajo para los demás. Vivió modestamente y no se subió al carro de los politiquillos de baja estofa que ahora tanto abundan, con coche oficial, dietas de infarto y visa oro. Llama muchísimo la atención que los que padecieron en primera persona la represión franquista perdonaran y miraran adelante y la generación de Z se empeñe ahora en enfrentar a los españoles y enmerdar la vida de todos con historias viejas de buenos y malos. Grande Marcelino. No hay derechas ni izquierdas, sino hombres y mujeres buenos y malos en todas partes.

Que descanse en paz, leí algo suyo hace poco en el libro España fue una cárcel y para nada se le veía mal hombre se acordaba muy poco de los anarquistas por lo menos en el libro pero para nada se le veía mal hombre quizás se equivocaron con la pretensión de formar C.C.O.O pero nada más. No se mereció aquel calvario, nadie se lo mereció.

A mi lo que me transmitía este hombre es que se creía de verdad sus ideas.Su vida, ejemplo de coherencia total con su ideología de izquierdas.El único homenaje que se me ocurre es mi completa admiración hacia lo que ha significado y representado.

Hay dos personas que ya no estan con nosotros por las que siempre he sentido una admiración especial, son Marcelino Camacho y nuestro alcalde Posadas. Creo que tenian muchas cosas en comun, eran idealistas, personas comprometidas por mejorar las condiciones de vida de las clases menos favorecidas, integros, consecuentes.... en definitiva gente de bien.Otro paralelismo entre ellos es que dejaron un legado importante, uno un sindicato nacional independiente y comprometido con los trabajadores, el otro una agrupacion solanera de izquierdas, consecuente y solidaria. Con el paso de los años, ese sindicato se ha convertido en una caricatura de lo que era y en una marioneta de los empresarios, y ese partido socialista( al menos en la Solana) que lideraba Posadas se ha convertido en un grupusculo de trepas, despotas, insolidarios e indignos de representar a un partido de izquierdas. Gracias a personas como ellos merece la pena seguir siendo de izquierdas.

Y a ver si tomáis ejemplo, que por el día sois de izquierdas y por la noche de derechas. Catacaldos--