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La Solana - Ciudad Real

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España > Ciudad Real > La Solana
08-07-10 18:28 #5704219
Por:Al-Hakam

Fábulas
Inicio este hilo con una fábula mía, podéis incluir cualquiera otra que sea de Fedro, Esopo, Samaniego, Lafontaine o cualquier otro que conozcáis. Eso de ponerle voces a los animales, es algo que, a veces pienso que en realidad ocurre. ¿Porque los bichos no pueden tener alma?



FÁBULA DEL PAVO REAL

El río era muy caudaloso, ese invierno aún había crecido un par de metros más. Todo era vida a su alrededor. Un par de jilgueros raseaban las aguas y una rana les decía, sentada en un peñasco que sobresalía de las aguas, ¡Cuidado que se os mojarán vuestras pequeñas alas!. Había, en ese lugar, muchos pájaros y aves, a cuál más hermosa. Alondras, petirrojos, palomas, urracas, incluso las cigüeñas se posaban en los montes cercanos. Allí también volaban las águilas reales y majestuosos halcones. Los demás animales se sentían como desplazados por tan bellas criaturas. No solo se asombraban de sus atractivos plumajes, eran las únicas que podían volar continuamente. Porque los insectos no eran rivales para ellas. Únicamente las pequeñas ardillas podían mantenerse unos instantes en el aire de árbol en árbol.
Todas las aves se sentían halagadas, incluso eran orgullosas, pues nadie las superaba, ni en su habilidad, ni en su hermosura.
Un día de ventisca y polvareda, unos hombres cruzaban la alameda con un carro. Llevaban unas cajas, que al parecer contenían animales. En un golpe de viento, una de las cajas cayó y rodó por un barranco. Los hombres no se dieron ni cuenta de ello.
De ella salió un pavo, no había nada de especial en ese animalejo. Pero todo pareció iluminarse en ese día tan gris. Al extender su cola y abrir la caja del colorido inmenso que poseía su plumaje. Sobra decir que era un pavo pero Real. Extendió al límite sus plumas, como intentando despertarse, al estar un poco aturdido por su caída.
Poco a poco se adentró en la ribera del río.
Paseando por ella se maravillaba de lo bello del paraje y se asombraba por lo hermoso de los seres que revoloteaban por allí. Incluso los animales parecían bonitos, las ranas, los pececillos, nutrias, tortugas, conejos y otros más.
Se acercó a una ardilla y le preguntó ¿Dónde estamos? Estirando de nuevo su cola. El animalito un poco perplejo le contestó con otra pregunta mirándolo de arriba abajo. ¿Qué eres tú? Y prosiguió ¿Un ave o un animal terrestre? Y tenaz persistió ¿por qué no vuelas si eres un ave? Y ahí no paraba el interrogatorio ¿Y si eres un animal terrestre porque eres incluso más hermoso que un ave?.
¡Yo hermoso! ¡Qué tontería!, soy un ave y no puedo volar. Pero dime que es este Paraíso. ¡Perdona! Dijo la ardilla, a la que poco a poco se le iban sumando nuevos admiradores, otros animalillos, un zorro, un gato montés y algunos ratoncillos de campo.
- Este es el río Cielo.
- Y porqué lo llaman así.
- Pues porque sus aguas siempre reflejan el cielo y sus más bellas criaturas que vuelan en torno a él.
- Oye es verdaderamente perfecto este lugar, creo que me quedaré algún tiempo.
Poco a poco miraba hacía arriba y veía más y más pájaros a su alrededor, posados en las ramas de los árboles.
Todos cuchicheaban y se miraban, celosos de extraño ser mitad animal terrestre, mitad ave y ¡Maldita sea! Más hermoso que ellas.
Un corro de animales le rodeaba a nuestro amigo. Todos comentaban su especial hermosura, incluso sus rivales de los árboles.
Querían incluso coronarlo como el Rey de La Ribera del Río Cielo. Pero las aves se oponían. Se armó un gran barullo, y el pavo se escabulló como pudo. Volvió al camino de la alameda y no acababa de poner sus patas en él, cuando lo cazaron los hombres que lo perdieron. Lo hicieron antes de que pudiera reaccionar.
Cuando se iba en el carro, pensaba “era muy aburrido vivir antes entre papagayos, panteras, llamas y demás animales de la Jungla y entre vulgares plantas de la Sabana. Ahora parecía que había encontrado unos amigos buenos y más exóticos que yo y mis compañeros de Selva. ¡Es una pena que estuvieran tan locos!”

Moraleja:
"A veces valoramos más lo extraño que lo propio"


Al-Hakam, escuchando cuando le habla su interior
Puntos:
08-07-10 19:00 #5704478 -> 5704219
Por:KOKOWAWA

RE: Fábulas
Felicidades Al-Hakam, es una gran fábula.
Puntos:
08-07-10 21:23 #5705330 -> 5704478
Por:amapolas3

RE: Fábulas
Tú si que has pasado por Salamnaca eh?jajaj.
excelente¡¡¡¡
Puntos:
09-07-10 00:15 #5706391 -> 5705330
Por:vakaloka37

RE: Fábulas
precioso Al-hakam como todo lo que escribes ,un aplauso para ti-
Puntos:
09-07-10 22:47 #5711712 -> 5706391
Por:Al-Hakam

RE: Fábulas
Os pongo otra fábula, aunque hace unos meses que no escribo ninguna. Estas son de archivo. Siempre me ha gustado leer estas historias que nos dejan su lección. Yo trato de escribir como puedo, no como quisiera, que sería como los maestros de este género

FABULA DEL OSO Y LA GACELA

Cuando no había seres humanos sobre la tierra, cuando aún no había maldad, se desarrolla esta historia. Ningún animal era más que otro, ni aún por ser más fuerte, pues esa era la ley. No se sabía muy bien quien la había dictado, pero se seguía con firmeza. Todo era de todos, pues la naturaleza lo había regalado a cuantos poblaran la tierra. Y querer apropiarse de una parte no se concebía.
El protagonista primero es un oso, que como era, pues grande, peludo, y con un gran corazón. Nació y creció en un bosque y hasta este momento no se había enfrentado con sus sentimientos. Quiero decir que no se había enamorado.
No lo creía necesario, hasta ahora, pues todas sus necesidades estaban cubiertas. Comía bien, se divertía con sus amigos en el bosque, tenía una cueva donde cobijarse. Era feliz. Un día se decidió a ir a buscar algo de miel y como no encontraba se adentró en una pradera. Estaba buscando un árbol cuando algo lo deslumbró.
No, no era el Sol, ni la Luna llena, ni un fogonazo. Vio, no muy lejos, a una gacela, pequeña, esbelta y bella, muy bella. Para él, el ser más bello del Universo. Trató de acercarse y tanto la gacela como sus compañeros salieron huyendo. El no lo comprendía, solo quería conocerla, no iba a hacerle daño. Él se esmeraba en seguirla, pero con su agilidad desapareció sin dejar rastro.
Lloraba, de rabia, de contrariedad, de desconsuelo. ¿Por qué escapaba si él la quería?
Volvió al día siguiente a la pradera y no estaba ella. Y al siguiente, y al otro, así hasta que se convenció de que no la volvería a ver.
Habló con los animales más sabios para que le explicaran que sucedía. Un lobo astuto e inteligente le comentó que los osos asustan a animales más frágiles. El insistía en que no quería hacerle daño. Un búho le aconsejó que su aspecto era muy distinto a las parejas habituales de las gacelas y a lo mejor eso no gustaba a la gacela. Una lince le dijo que no desesperara que si lograba comunicar sus intenciones a su amada tal vez lo escuchara.
El oso se fue al río cercano, allí con las aguas en remanso se asomó al agua. Se vio reflejado y pensó: “Si yo me veo normal, porque huyes, mi gacela”.
Seguía volviendo al prado y un día estaba allí, la gacela, con su manada. Nuestro amigo se escondió y siguió a la manada en silencio. Cuando llegaron a su refugio él se quedó entre la maleza y, cuando dormía la manada se acercó sin ser visto. Se puso cerca de la gacela y le susurró al oído:
“¡No temas y escúchame!, te he visto y te admiro. No puedo dormir con sosiego desde que te conozco, todo me recuerda a ti, eres mi dicha y mi desdicha. Solo quiero que mañana te separes de la manada y sigas el sendero que conduce al bosque. Hasta pronto mi sueño”.
Se alejó de la manada y espero a que lo hubiera escuchado la gacela. A la mañana siguiente ésta se despertó azorada. Le comentó a su gente que había tenido un sueño muy raro, pero omitió lo del sendero. Aseguró que le pareció muy real y todos se burlaron de ella.
Cuando pacían en la pradera, sintió curiosidad y siguió el sendero sin que sus compañeros se dieran cuenta. En un claro oyó una voz, ¡has venido! No me atrevo a que me veas porque sé que te asusto. ¿Quién eres? ¿Qué quieres? No me he extraviado para únicamente oír una voz, que por cierto, ya oí ayer.
El oso salió de la maleza con vergüenza y la gacela en un principio se sobresaltó. Pero al ver lo dulce de su mirada llego a tranquilizarse. Hablaron largo rato, pero la gacela explicó al oso que eran muy diferentes. Que no es que lo rechazara, sino que seguro que encontraría a muchas parejas como él en su especie. Él se sintió triste, pero agradeció que ella fuera tan sincera.
Cuando podía volvía al prado y con un aullido que solo ellos conocían, la gacela se extraviaba y hablaban. El oso no llegó a ser feliz completamente, pero consiguió transmitir sus sentimientos a su amada.
Moraleja en verso:
“Ama y siente
vive y quiere
Habla claro
sin mucho descaro
Y, si no te quieren
qué se sinceren”
Moraleja en prosa.
“Si sientes algo por alguien, díselo, más vale una y mil negativas que añorar lo que nunca ocurrió"

Un individuo que no sabe que es la vida sin una sonrisa
Puntos:
09-07-10 23:32 #5711950 -> 5711712
Por:consenso

RE: Fábulas
Es una historia muy bonita Al-Hakam ,no creo que sea no amar,más bien es la historia de una amistad,aunque le cueste entenderlo al oso.
Puntos:
10-07-10 01:55 #5712435 -> 5711950
Por:amapolas3

RE: Fábulas
Me ha encantado,el oso y la gacela desafiaron el mundo...y se amaron¡¡
Precioso....haces que mis sentimientos fluyan.
Puntos:
10-07-10 12:36 #5713309 -> 5712435
Por:vakaloka37

RE: Fábulas
coincido con Consenso a mi tambien me parece la historia de una bonita amistad por parte de la gacela,aunque el oso no lo entiende,la moraleja estupenda
Puntos:
10-07-10 15:58 #5713997 -> 5712435
Por:eeea

RE: Fábulas
Felicidades Al-Hakan, y afortunados l@s seguidores de este foro por contar con tus aportacones.
Casi me da vergüenza esta aportación, pero me parece una gran lección de vida la que transmite el video y aunque no es una fábula al uso me ha parecido interesente interrelacionar fábula, video, moraleja y explicación de un dicho: RENOVARSE O MORIR, espero que os guste

Puntos:
10-07-10 19:49 #5714994 -> 5712435
Por:vakaloka37

RE: Fábulas
Esta muy bien el video Eeea,aunque como dices no es una fàbula al uso es una buenisima explicacion del dicho Renovarse o morir,y mientras se pueda hay que luchar por renovarse una y mil veces.
Puntos:
10-07-10 20:44 #5715268 -> 5712435
Por:popol

RE: Fábulas
Me alegro de que Al-Hakam nos haya invitado a escribir nuestras propias Fábulas o a insertar las de otros, porque en mi caso lo de "propias" lo veo muy difícil, así que voy a poner una de Esopo que me ha gustado siempre y cuya moraleja es totalmente cotidiana:

LA ZO*RA Y LA UVAS
"Estaba una zo*ra con mucha hambre, y al ver colgando de una parra unos deliciosos racimos de uvas, quiso atraparlos con su boca.

Mas no pudiendo alcanzarlos, se alejó diciéndose:

-- ¡ Ni me agradan, están tan verdes... !



Nunca traslades la culpa a los demás de lo que no eres capaz de alcanzar".

Lo siento, no me deja poner la palabra del animal, supongo que todos sabréis de que mamífero se trata.
Puntos:
10-07-10 21:50 #5715540 -> 5712435
Por:amapolas3

RE: Fábulas
jajajaj,eres unico-a..
Puntos:
10-07-10 22:05 #5715577 -> 5712435
Por:popol

RE: Fábulas
Es uno de los mejores cumplidos que me han hecho nunca amapolas3, así que en agradecimiento, y teniendo en cuenta que te gusta mucho este cantante, te voy a dedicar una canción, que me gusta muchísimo, en los videos musicales.
Puntos:
13-07-10 11:40 #5726173 -> 5712435
Por:Al-Hakam

RE: Fábulas
Otra fábula, se me están acabando las que tengo escritas, así que una de dos o escribo más o tiro de Esopo, Fedro y compañía, que están más versados que yo en estas lides. Os presento a "Clicha":


FABULA DE LA LIBÉLULA TRANQUILA

La Primavera hacía florecer la vida en la campiña. Aparecían los brotes verdes, las flores, los primeros nuevos animales y los alegres insectos, tan denostados por los vanidosos humanos.
Lo que siempre se observa en gran parte de estos seres, es su actividad frenética. Claro, su vida es muy corta y tienen que hacer todo en menos tiempo que otros entes de la creación.
“Clicha” era una libélula. A estas alturas de la estación de las flores, se le podía considerar una libélula adulta. Pero no se trataba de una más de su especie, era singular, la naturaleza le había dotado de unas alas bastante grandes y más anchas y un cuerpo más ligero, y eso sí, una tranquilidad poco común entre estos insectos. No se movía rápido y de pronto se ponía estática, sino que batía sus alas como un ave o una Mariposa. Tenía mirada bonachona y aguantaba estoicamente todas las burlas de los demás colegas de ecosistema.
¡Por ahí viene Clicha, el gorrión que no come insectos, porque se comería a sí misma!
O, ¡Te van a confundir con una cometa! ¡Y algún niño te va a secuestrar!
A pesar del pitorreo general, era muy estimada entre todos. No les negaba ningún favor. Y, aunque volaba muy despacio, iba a donde otros bichejos no podían acceder.
Parecía una paradoja que el volar más lento diera más fuerza y más altura que a otros insectos. El secreto era que al batir sus alas más despacio, al ser grandes se alzaba más y se cansaba muy poco.
Aquel día del mes de Abril amaneció gris y plomizo. La lluvia se mascaba en el ambiente. Todos los pequeños habitantes de esa vega, se disponían a meterse en sus madrigueras. Y el que no las tenía, a ampararse bajo alguna roca o resguardarse en algún árbol.
Y llovió, vaya si llovió. Estuvo todo el día cayendo agua. Y fuerte, deprisa y continúo. El pequeño arroyo que cruzaba el paraje, se desbordó. De todas partes nacían corrientes que rivalizaban con el riachuelo citado. Todo el paisaje se volvió un pequeño lago, con minúsculas “islas”. No eran sino pedruscos que asomaban por encima del agua.
Allí se concentraron todos los bichitos. Tuvieron que subir, rápidamente. Pues todas sus madrigueras eran trampas mortales con el agua que descargó el cielo. Las piedras y los árboles los salvaron, pero eso no bastaba. En unas horas estarían hambrientos. Y en el mejor de los casos se devorarían unos a otros.
Clicha bajó del Chopo en el que estaba. Y les dijo a todos que se pasaran el mensaje de que ella trataría de solucionar el problema. Y sobretodo que no se pusieran nerviosos y cometieran alguna locura.
Se alzó al vuelo en su parsimonioso pero continuo aleteo. Subía, y se alzó sobre una pequeña meseta y voló aún más alto. A un monte cercano. Allí había nacido ella. En un pantano que estaba infestado de libélulas, todas amigas de Clicha.
Les dijo que necesitaba ayuda, y todas le siguieron en bandada. Subieron a la pequeña meseta a todos los insectos, y allí que había espacio y comida para todos, solucionaron momentáneamente el problema.
Clicha se posó en un matojo, y se quedó dormida. Soñó que dormía, y que el mundo era tranquilo como ella, que tenía muchos amigos y que si le gastaban alguna broma era natural.
Se despertó, cuando bajaron las aguas. Todas las libélulas desplazaron de nuevo a los insectos a sus hogares y a su hábitat normal.
La alegría fue unánime, elogiaban a la libélula como una heroína, a ella y a todas sus amigas. Decían que nunca más se burlarían de ella.
Ella se lo agradeció, sabiendo que el primer chiste sobre su vuelo al ralentí no se haría esperar.
Y llegó el atardecer, entre nubes perezosas y pujantes rayos de sol.
Acabó un día, mucho tiempo para estos insectos que viven poco. Verían un nuevo día y el milagro de sobrevivir, sería posible gracias a un ser tranquilo y bonachón. Tan simple como una libélula.

Al-Hakam, agradeciendo a las nubes que la lluvia sea ahora solo un recuerdo
Puntos:
13-07-10 16:23 #5727639 -> 5712435
Por:consenso

RE: Fábulas
Para empezar,decirte que me gustan tus escritos, y para seguir, como a veces soy un poco curiosona,preguntarte porqué en casi todos tus escrito aparece alguien,persona o animal que es distinto manifiestamente al resto y casi siempre está de una forma u otra apartado.Igual es que a estas horas y con este calor ya veo lo que no hay,como dicen luego.
Puntos:
13-07-10 17:43 #5728175 -> 5712435
Por:Al-Hakam

RE: Fábulas
Es que en cada historia siempre hay un protagonista principal. Si no la cosa se diluye, también tengo historias en las que el protagonista pueden ser dos colegas o dos familiares o un grupo, pero siempre tiene que recaer el protagonismmo en alguien. Hay excepciones como la de la selección española que son un grupo numeroso y han sido protagonistas, pero si te paras a pensar un poco el protagonista de la final fue Iniesta. En fin, no te aburro con clases de narrativa, que también necesitaría yo unas cuantas. Pero la clave de un buen relato es situarlo en un lugar, que se realice una acción y que alguien la protagonice. Puede haber algunos que sean "protas secundarios" pero cualquier libro o relato que leas siempre habrá alguien o un grupo reducido que lleva la voz cantante.
Saludos
Puntos:
13-07-10 18:22 #5728452 -> 5712435
Por:galan100

RE: Fábulas
Tienes que seguir escribiendo más fábulas, eres un artista.
Puntos:
14-07-10 15:46 #5733469 -> 5712435
Por:Al-Hakam

RE: Fábulas
Esto es un poco una fábula, un poco un cuento. De todos modos pongo algo más reciente, que las anteriores ya tenían su tiempo. Hay también un protagonista, con él os dejo:


Nadaban dos peces por el fondo del mar. Un mar con aguas limpias y claras, pero que, por la profundidad que había, atenuaba un poco la luz del Sol. Creemos que los peces no hablan, y en verdad no lo hacen, se comunican con pequeñas ondas que emiten y que transmite el agua, ellos las recogen, no con sus oídos, sino con sus escamas y las traducen a su peculiar lenguaje.
No voy a hablar en lenguaje de los peces, así que traduciré lo que charlaban estos dos animales acuáticos. Uno de ellos decía: - Me gustaría que nuestro aire fuera menos espeso, para poder movernos con más libertad (se refería al agua), no se si existirá algún lugar en el que no se necesite andar con nuestros pies moviendo siempre el aire (se refería a nadar y a mover el agua). El otro replicaba: -No andamos, volamos y dudo que en ningún lugar ser alguno pueda volar.
- Pero, ¡Es un aburrimiento! Nadie puede salir de los corales porque hay animales malos y nuestro cielo (la superficie) es demasiado peligroso para nosotros, pues allí se acaba el aire y nuestra posibilidad de seguir vivos.
- ¿Habrá, pienso, otros lugares, con otros seres que vivan distinto de nosotros?
- No seas ridículo, como ves cada día sale el Sol por la mañana e ilumina nuestro aire, y, por la noche, descansa un poco y, según el día, le dan poca o mucha iluminación al mismo Sol para que podamos dormir tranquilos (se refería a La Luna) Vivimos tranquilos, a no ser que venga algún tiburón u otro depredador. No nos metemos con nadie y nadie se mete con nosotros. ¿Qué más podemos pedir?
- Pues, no sé, que haya otros animales distintos, que podamos subir a las montañas en lugar de bajarlas, como hacemos aquí, que el sol alumbre más, que tengamos más facilidad para movernos.
- Eres un quejica, nadie ha visto nunca nada de lo que dices, tienes mucha imaginación.
Se despidieron hasta otro día y el “quejica” intentó aventurarse hacia la superficie. Tanto se arrimó que divisó una mancha enorme y negra que venía hacia él. Presa del miedo en vez de hundirse sacó su hocico a la superficie y alguien lo pescó.
Por un momento, dejó de respirar, pero luego notó algo extraño, estaba en un recipiente transparente tapado y veía cosas muy raras a su alrededor. Veía seres enormes que desplazaban una barca con sus remos, pero no comprendía, muy bien quienes podían ser.
Vio, además, eso sí, al sol más brillante que nunca, y comprendió que no descansaba, como decía su amigo, porque mientras el sol desaparecía, había otra luminaria en el cielo, distinta.
Pasó un buen rato y lo metieron en algún sitio oscuro. Más adelante, lo sacaron de allí y del primer recipiente. Entrando en un sitio muy, muy raro, pues tenía una pared, transparente donde chocaba, y una especia de simulación de su habitat en el mar, pero parecía una mala imitación.
Oyó algo a su espalda ¿Qué, eres nuevo? Se giró y vio a otros tres peces, uno amarillo y negro, otro naranja y uno azul.
- Donde estoy, bueno, donde estamos.
- En casa, le replicaron los otros.
- No es posible, esta no es mi casa, me han raptado y me han traído aquí, y mi casa es mucho más amplia, y no tengo que compartirla. ¡Quiero irme inmediatamente!


-¡Cálmate!, le dijo el pez azul, estás aquí y no vas a ir a ninguna parte. Todos los
que salen de aquí salen con las aletas por delante, es decir, fiambres. Intenta relajarte y pasarlo lo mejor posible.
No se acostumbró nunca a su nuevo “hogar” y decidió encerrarse en un rincón de la pecera y no hablar con ningún pez. Comía poco y enfermó a los pocos días de estar allí.
Estaba muy grave y su momento final se acercaba. Entonces notó como si se acercara a la superficie y alguien volviera a “pescarlo” pero esta vez no fue a parar a un bote de cristal. Se sentía libre, podía volar, andar, nadar o lo que le apeteciera. Veía el sol, la Luna y las estrellas. Reconoció a muchos seres que antes ni había imaginado que existían.
Deseaba ir a contárselo a su amigo. Pero se sentía tan feliz que se olvidó de todo lo anterior. Subía montañas, bajaba pendientes, volaba entre las nubes. Coqueteaba con los pájaros. Era maravilloso y se preguntó ¿Por qué en lugar de empezar la vida en el mar no la empezamos en este lugar? Y él mismo halló la respuesta:
“Soñamos siempre conseguir algo mejor, pero nos resistimos a dejar lo que ya tenemos”

Añorando el Mar, que pronto estará cerca
Puntos:
15-07-10 11:53 #5738069 -> 5712435
Por:vakaloka37

RE: Fábulas
me encantan tus historias Al-Hakam ,son como la vida misma,es cierto que siempre soñamos con algo mejor pero nos resistimos a los cambios,nos acomodamos a lo que ya tenemos.
Puntos:
15-07-10 17:32 #5739723 -> 5712435
Por:KOKOWAWA

RE: Fábulas
En Taubilandia vivía en tiempos remotos, remotísimos, un hombre que poseía toda la sabiduría del mundo. Se llamaba este hombre Padre Ananzi, y la fama de su sabiduría se había extendido por todo el país, hasta los más apartados rincones, y así sucedía que de todos los ámbitos acudían a visitarlo las gentes para pedirle consejo y aprender de él.

Pero he aquí que aquellas gentes se comportaron indebidamente y Ananzi se enfadó con ellos. Entonces pensó en la manera de castigarlos.

Tras largas y profundas meditaciones decidió privarles de la sabiduría, escondiéndola en un lugar tan hondo e insospechado que nadie pudiera encontrarla.

Pero él ya había prodigado sus consejos y ellos contenían parte de la sabiduría que, ante todo, debía recuperar. Y lo consiguió; al menos así lo pensaba nuestro Ananzi.

Ahora debía buscar un lugarcito donde esconder el cacharro de la sabiduría; y, sí, también él sabía un lugar. Y se dispuso a llevar hasta allí su preciado tesoro.

Pero... Padre Ananzi tenía un hijo que tampoco tenía un pelo de tonto; se llamaba Kweku Tsjin. Y cuando éste vio a su padre andar tan misteriosamente y con tanta cautela de un lado a otro con su pote, pensó para sus adentros:

-¡Cosa de gran importancia debe ser ésa!
Y como listo que era, se puso ojo avizor, para vigilar lo que Padre Ananzi se proponía.

Como suponía, lo oyó muy temprano por la mañana, cuando se levantaba. Kweku prestó mucha atención a todo cuanto su padre hacía, sin que éste lo advirtiera. Y cuando poco después Ananzi se alejaba rápida y sigilosamente, saltó de un brinco de la cama y se dispuso a seguir a su padre por donde quiera que éste fuese, con la precaución de que no se diera cuenta de ello.

Kweku vio pronto que Ananzi llevaba una gran jarra, y le aguijoneaba la curiosidad de saber lo que en ella había.

Ananzi atravesó el poblado; era tan de mañana que todo el mundo dormía aún; luego se internó profundamente en el bosque.
Cuando llegó a un macizo de palmeras altas como el cielo, buscó la más esbelta de todas y empezó a trepar con la jarra o pote de la sabiduría pendiendo de un cordel que llevaba atado por la parte delantera del cuello.

Indudablemente, quería esconder el Jarro de la Sabiduría en lo más alto de la copa del árbol, donde seguramente ningún mortal había de acudir a buscarlo... Pero era difícil y pesada la ascensión; con todo, seguía trepando y mirando hacia abajo. No obstante la altura, no se asustó, sino que seguía sube que te sube.
El jarro que contenía toda la sabiduría del mundo oscilaba de un lado a otro, ya a derecha ya a izquierda, igual que un péndulo, y otras veces entre su pecho y el tronco del árbol. ¡La subida era ardua, pero Ananzi era muy tozudo! No cesó de trepar hasta que Kweku Tsjin, que desde su puesto de observatorio se moría de curiosidad, ya no lo podía distinguir.

-Padre -le gritó- ¿por qué no llevas colgado de la espalda ese jarro preciado? ¡Tal como te lo propones, la ascensión a la más alta copa te será empresa difícil y arriesgada!

Apenas había oído Ananzi estas palabras, se inclinó para mirar a la tierra que tenía a sus pies.

-Escucha -gritó a todo pulmón- yo creía haber metido toda la sabiduría del mundo en este jarro, y ahora descubro, de repente, que mi propio hijo me da lección de sabiduría. Yo no me había percatado de la mejor manera de subir este jarro sin incidente y con relativa comodidad hasta la copa de este árbol. Pero mi hijito ha sabido lo bastante para decírmelo.

Su decepción era tan grande que, con todas sus fuerzas, tiró el Jarro de la Sabiduría todo lo lejos que pudo. El jarro chocó contra una piedra y se rompió en mil pedazos.
Y como es de suponer, toda la sabiduría del mundo que allí dentro estaba encerrada se derramó, esparciéndose por todos los ámbitos de la tierra.

FIN
Puntos:
15-07-10 17:47 #5739790 -> 5712435
Por:Al-Hakam

RE: Fábulas
Esta es una Fábula, pero aquí no hablan los animales, sino otros personajes que parecen no tener sentimientos ¿Es Así? seguid leyendo:


EL MUÑECO Y LA BARBIE

Este es un relato que empieza en una noche en una tienda-almacén de juguetes. Muchos de ellos Peluches, muñecos de trapo, muñecos de todo tipo y muñecas. Sí, todo sucedía entre bastidores, a oscuras y sin testigos humanos. Es una conversación entre Miluchi, un muñeco de trapo y una Barbie Princesa.. Bueno sin más preámbulos veamos que hablan estos dos entes.
M- ¡Psch...! ¡Psch...! Oye Princesa...
P- ¿Qué quieres Miluchi? ¿Se han ido ya?
M- Sí, acaba de cerrar y acaba de apagar la luz de la puerta.
P- Bueno podemos hablar.
M- Vale, nuestra conversación de ayer se quedó en lo mejor.
P- Si esas tonterías del amor y eso que me decías.
M- Yo soy sólo un muñeco de trapo, y ni siquiera puedo pensar en el amor de otra muñeca de trapo.
P- ¿Porqué? No sois macho y hembra.
M- Ellas solo piensan en los Action Man y en los Playmobil con coche.
P- Pues claro ¿Y a ti no te gustamos las Barbies y las Mariquita Pérez?
M- Claro, pero yo soy más realista. Me gustan, me gustas tu Princesa. Pero ya te lo he dicho y no lo has ni tenido en cuenta.
P- Yo soy la belleza y tengo que tener alguien bello a mi lado.
M- Ahí dentro debes tener un corazón.
P- Pues no, y me has dado en mi punto débil. No tengo corazón, no pensaron en ello quienes me fabricaron. Y aunque critico al amor lo echo mucho en falta.
M- Pues había pensado... Pero si no quieres.
P- Dime ¿Puedo conocer el amor sincero? Anda habla y no digas la mitad de lo que piensas.
M- ¿Ves mi costado izquierdo? Tengo bordado un corazón, es pequeñito, pero puedo arrancarme la mitad y dártelo.
P- ¿Y me enamoraré de verdad?
M- Sí, pero no creas que sólo amaras lo bello.
P- ¿Porqué?
M- El amor es incierto y ciego, y te lo advierto a veces amargo.
P- ¿Pero lo harás por mí?
M- Por ti, Princesa me arrancaría hasta la cabeza.
P- Pues no sería mala idea... La mía está bastante hueca.
M- (Excuso cualquier comentario)
P- ¿Qué murmuras? Venga dame la mitad de tus sentimientos.
M- A ver ¡Ay! Me duele, pero por ti... Ya sabes.
P- ¿Y, como me pongo este medio corazón?.
M- Espera, voy a darle con las tijeras del mostrador la forma de un corazón entero y con un poco de tesafilm te lo pego.
P- Bien pero no quiero que veas mi pecho, yo me lo pegaré.
M- Toma ya tienes tu pequeño corazoncito.
P- ¡No mires! ¡Ya está, ya tengo sentimientos!
M- Ahora me corto el mío, para que siga siendo entero. (Pero al menos Princesa ya tiene algo de mi cuerpo)
P- Oye siento algo raro. Es así como un cosquilleo, es algo agradable y doloroso a la vez ¿Esto es el amor?
M- A mí me ha dado más dolor que sensaciones buenas.
Llega Kent principe, el compañero de marca de Barbie.
K- ¿Qué Princesa, te hace que demos una vuelta por el almacén?
P- ¿Qué? ¡Ah! No. No se me siento muy rara.
K- Vale, invitaré a la Nueva Nancy ¡Tú te lo pierdes!
M- Pero que has hecho Princesa, si está como un tren.
P- Estoy como mareada. Es como si volviera a nacer.
Ya es de día dijo un Polichinela, van a abrir ¡Quedémonos quietos!
Transcurrió el día. Vendieron al muñeco de trapo. Al cual se le escapó una lágrima, al verse separado de Princesa.
Ella no se inmutó, porque no podía decir ni hacer nada. Pero se sintió mal al separarse de su amigo. No en vano había compartido los últimos dos meses en una estantería del almacén.
Al cerrar la tienda, Princesa se sintió sola. A pesar de que ese día todos los Juguetes hacían una fiesta.
Se quedó sentada, en el Baile que se organizaba. La invitaron a Bailar todos los Kent, los Action Man, todos los personajes de Toy Story masculinos y a todos los rechazó.
Y vio al fondo a un muñeco muy famoso pero bastante torpe e ingenuo. Tampoco era muy agraciado. El Lobo Goofy. Se encendió la bombilla del corazón. Y no sólo él no fue a sacarle a bailar aunque lo deseaba. Sino que Princesa, ante el asombro de los demás galanes, lo sacó a bailar a él.
Goofy se puso muy, muy colorado.
Bailaron y bailaron, y sin darse cuenta se estaban enamorando.
Por el día, se tuvieron que separar. Él estaba en la sección de Disney y él en la parte opuesta. A Goofy casi le da un infarto: - Se llevaba a Princesa. A su amada, recién conquistada.
Quiso salir de su caja y arrancársela a la niña que la había comprado. Pero Mickey, que estaba a su lado lo convenció. ¡No salgas! Nos descubrirás a todos y lo echarás todo a perder.
A Princesa se la llevaron a una casa con muchas muñecas de Porcelana. Engreídas y poco comunicativas. Y por la calle vio a su amigo Miluchi despedazado en la basura. Se le partía su corazoncito. Si aquel que él mismo se rompió por ella.
P- El Amor como el pobre Miluchi dijo, ciego, hace daño y frustra. Pero no cambio mi corazón por un pecho sin sentimientos.
Puntos:
15-07-10 18:07 #5739885 -> 5712435
Por:consenso

RE: Fábulas
Kokowawa,¿la fábula la has escrito tú?si es así ¡enhorabuena!,a ver si un día de esto nos llega una poca sabiduría del tarro ese que se ha roto y nos ilumina a algunas para poder también contribuir en apartados como este o el de la poesia.
Puntos:
15-07-10 21:21 #5741157 -> 5712435
Por:alcahuetes

RE: Fábulas
Esto no es una fabula es un cuento pero me a encantao y quiero compartirlo con todos vosotros

CUENTO CHINO
Habia una vez un campesino chino,muy pobre,pero sabio,que trabajaba la tierra duramente con su hijo.Un día el hijo le dijo:
"¡Padre qué desgracia,se nos ha escapado el caballo!
¿Por qué lo llamas descracia?"
Respondió el padre."Veremos lo que nos trae el tiempo"...
A los pocos días,el caballo regresó acompañado de una preciosa yegua salvaje."¡Padre,qué suerte!".Exclamó el muchacho."Nuestro caballo ha traído otro caballo más."
"¿Por qué lo llamas suerte?"
Repuso el padre,"veamos qué nos trae el tiempo".
Unos días después,el muchacho quiso montar el caballo nuevo y éste no acostumbrado a un jinete,se encabritó y lo arrojó al suelo.
El muchacho se quebró una pierna."¡Padre, que desgracia! ¡Me he roto la pierna!"El padre con experiencia y sabiduría sentenció:"¿por qué lo llamas descgracia?¡Veamos que nos trae el tiempo!".
El muchacho no se convencía de la filosofía del padre,pero pocos días después, pasaron por la aldea los enviados del Emperador buscando jovenes para llevárselos a la guerra.Al ver al joven inpedido marcharon si reclutarlo.
El joven comprendió entonces lo que quería decir su padre...que nunca hay que entender las desgracias ni la fortuna como absolutas, sino que hay que dar tiempo al tiempo para ver si algo es bueno o malo...



EL CUENTO NO TIENE FINAL...
SOLO NOS QUIERE DECIR QUE LA VIDA DA TANTAS VUELTAS,QUE LO MALO SE HACE BUENO Y LO BUENO MALO...ESTA ES SU SABIA MORALEJA.
Puntos:
15-07-10 22:59 #5741741 -> 5712435
Por:amapolas3

RE: Fábulas
Oye Alcahuetes......me quito el sombrero¡¡¡¡jamás pense que un cuento chino me gustase tanto¡¡¡¡
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16-07-10 18:10 #5745402 -> 5712435
Por:Al-Hakam

RE: Fábulas
Buenisimos todos los cuentos o fábulas que estáis poniendo. Originales o no esa es la idea, compartir con los foreros toda la sabiduría popular que a veces desconocemos y que siempre es tal útil. Yo os pongo otra fábula delas mías (rebuscando resulta que tengo bastantes más de las que creía)
Es un poco larga pero refrescante en estos días de calorcito


FABULA DE LA GOLONDRINA Y EL GATO

Este relato es la muestra de lo disconformes que siempre nos mostramos con nuestra realidad. Soñamos con ser de otra manera, mejor o peor, pero distinta a como creemos estar condenados a llevar.
Volaba, en círculos, en vuelo rasante. Se posaba y volvía a surcar el aire. Leyendo estas palabras sólo podemos pensar en un ave o un insecto. Quedémonos con el pájaro que será uno de nuestros protagonistas. Y con las pistas de que disponemos hay muchas probabilidades de que sea ¿Una golondrina? No es meritorio acertar su naturaleza, porque en ello radicaba el problema. Pero dejémonos de conjeturas y pasemos a contar la fábula que nos ocupa.
Efectivamente era una golondrina y como todas ellas negra en su plumaje y ligeras tonalidades blancas también. Ágil, rápida y ligera. Pero a pesar de todo descontenta. Pensaba en su soledad nocturna en lo desdichado de su vida. Volar y volar, no paraba de hacerlo. Cazar insectos en el vuelo de los que alimentarse. Dar tantas vueltas en círculo que ella misma se sorprendía de no marearse. Y un día y otro y el siguiente. ¿Hasta cuando? Pues fácil, dejaría de estar ágil, de surcar los cielos y tras una breve agonía desaparecería sin más bagaje que una serie de jornadas idénticas una a la otra.
Desde el aire observaba a los animales que no podían volar. Los envidiaba, todo el día en tierra firme. Alimentándose de frutas, plantas o de otros animales. Pero sobre un suelo compacto y moviéndose con sus patas. Ella estaba harta de que sus alas fueran su vehículo casi exclusivo. Cuando andaba sobre sus patas era un animal inseguro, se zarandeaba y lo atribuía a su vida aérea.
Bien dejamos a la golondrina. Unos metros más debajo de la trayectoria de nuestra amiga, había un campo, con su riachuelo y con su alameda. Aquí vemos a otro descontento. Este es un felino, un gato común. Y esto era lo que menos le gustaba a él. Estaba hasta los bigotes de llevar una vida tan ridícula. Es más cuando le dijeron que tenía hasta siete vidas, estuvo a punto de deprimirse gravemente. No conseguía digerir que alguien como él tuviera que resignarse a moverse con rapidez, acechar a sus presas sin hacer ruido y cazarlas. Bueno aparte de maullar y otras naderías. Se veía a sí mismo y le entraban ganas de reír. Aunque era bastante patético reírse de su desgracia.
He de reconocer que nuestros dos personajes centrales eran un poco egocéntricos. Y con un pelín de complejo de inferioridad... o de superioridad, según se mire. Se creían que su vida era poco, o sea que aspiraban a mucho. Un lío, que al parecer era inamovible. Nacemos gato, golondrina, o pato, quizás ardilla, tal vez rana. Y no hay oficina de reclamaciones para volverse lobo, águila u otro animal imaginable. O ser un día un ser y tornarse en otro el siguiente.
Pues vaya, pensaban los dos. ¿Acaso alguno hemos elegido? ¿Por qué aguantar algo que no nos agrada? Pero al mismo tiempo se veían, que nacieron gato y golondrina y que golondrina y gato morirían.
No os lo he dicho pero alguien oyó sus quejas. No, no era ningún animal, ni humano. Era un personaje que algunos dicen fantástico. Pero algunas veces ni nosotros mismos dudamos que existen. Hablamos de los duendes, aunque este era especial. Solo actuaba cuando tenía que poner las cosas en su sitio. Cuando siga el relato parecerá que ponerlas en su sitio es una cosa pero más tarde se cambiará en otra.
En su nido la golondrina soñaba y dormía, pues las dos cosas normalmente se hacen a la vez. Como en un entresueño se puso el duende, con una apariencia muy deslumbrante. Ante esa luz que la llamaba, nuestra amiga no dudó en preguntarle que quien era y que pretendía. Todo ello con la placidez del sueño, pues no parecía el incordio de ninguna pesadilla. El duende le explicó que sabía lo que ella quería y que al parecer podría arreglarse. No era la única descontenta, otro animal lo estaba también y podía intercambiar sus vidas. Le avisó que lo meditara, pues era irreversible y se quedaría como el otro ser siempre.
¿Quién se puede quejar más que yo? No puedo decírtelo, solo que es terrestre, se mueve ágilmente y desplazarse por ese medio. La golondrina no lo pensó, de acuerdo ya estoy harta de volar, puedo cambiar, cualquier cosa será mejor que esto.
Después de ello se fue a visitar al felino. Él meditaba a la luz de la Luna, pensaba cuanto disfrutaría volando, pero no a saltos, lo que quería era eso acercarse al satélite y volver. Coquetear con las estrellas, y, de día reírse de los demás gatos y pobres animales de tierra firme. Ser como un águila, como una paloma, en fin le daba igual, quería despegarse de su triste rutina.
El gato vio como un roedor andaba por allí despistado y se dispuso a cazarlo. Se chocó con algo y no lo distinguía bien. Vio a un personaje raro, desconocido. Esta vez el duende se transformó en una gárgola. Éste soltó una carcajada que perturbó la tranquilidad de la noche. El gato estaba entre sorprendido y asustado. El personaje se dirigió al felino: - Que piensas triste animal, ¿seguir toda tu vida persiguiendo ratones y pájaros?
La respuesta no se hizo esperar ¿Y tu quien eres para entrometerte...? No lo dejó acabar: - Vamos a ver tú ¿quieres una vida distinta? ¿Mejor?. El gato no dudó y le espetó: - Sí tienes razón, aunque creo que nadie, ni siquiera tú puedes ayudarme.
Tal vez sí, tal vez no. Pídeme lo que quieres y lo averiguarás. El gato, entre escéptico e ilusionado dio rienda suelta a su discurso: - Quiero dejar de estar pegado a la tierra, no quiero cazar más, deseo ser libre, volar. Mirar a los demás por encima, y como no soy tan alto, solo de una manera se puede conseguir: levantándome con mis alas hasta el cenit. Ser libre, más libre, no estar sujeto al suelo. Ir donde me plazca sin más obstáculo que el aire.
El duende le dijo: - Sea pues, si así lo quieres. Tengo preparado un intercambio de personalidades. Pues aunque no lo creas hay seres voladores que están descontentos.
¿Quién diablos eres? Preguntó el gato. Soy tu solución, solo diré eso.
Con un leve gruñido el felino asintió y consintió permutarse por otro ser.
Al día siguiente nuestra antes golondrina fue a frotarse los ojos. Menos mal que tenía uno entreabierto, y vio cuatro uñas enormes. Separó ¿su garra? Y retrocedió asustada. Bien ahora no tenía alas, tenía cuatro patas, un rabo y ¡bigotes! No salía de su asombro. El sueño no era un sueño, eso, o que seguía soñando. Se asomó a un riachuelo y se vio convertido en felino. Intentó remojarse para cerciorarse de que no soñaba, pero cuando lo hizo tuvo un repelús que confirmaba que era un gato. No son estos animales muy amigos de tener contacto con el agua. Se sentía raro, ahora hablo en masculino, pues ya estaba hecho el cambio. Andaba como a saltos, pues tendría todavía que acostumbrarse a no volar y caminar por tierra. Su mayor sorpresa fue cuando vio a una golondrina y se acercó sigiloso, la acechó y se abalanzó sobre ella. Aún no era lo suficientemente rápido y se escapó. ¡Sí! Era un verdadero gato, no respetaba ni a los semejantes de su antigua personalidad. Intentó acostumbrarse a andar, pero que caray, era el primer día y no podía hacerlo todo entonces.
Nuestra nueva amiga, el antes gato, tuvo también sus contratiempos. Cuando despertó, no estaba en su guarida. Veía un árbol enorme bajo sus pies, era una distancia que podía darle vértigo, de no ser una golondrina. Como no tenía experiencia en volar, intentó, como antiguo gato, saltar a la rama más próxima. Y al no llegar, y pensar que se precipitaba al vacío, movió instintivamente las alas. Empezó su primer vuelo, en el que evitaba a duras penas los obstáculos. Y perdía, a veces, peligrosamente, altura. Luego ya podía incluso volar en círculos. Tuvo hambre y se dirigió a una nube de mosquitos a la que ataco, devorando a varias decenas de ellos. Pero se quedó como a medias, es decir, casi no había comido y estaba llena. También hablo ahora en femenino, dado el nuevo estado.
El segundo día transcurrió para los dos digamos normal. Se habían acostumbrado a su andar o volar nuevos. Comían lo que le correspondía y en parte estaban satisfechos con el cambio. Paso un tercer día, un cuarto, un quinto y así hasta el décimo.
Aquí empezaron los problemas. El nuevo gato ya no se ilusionaba con andar por el suelo. Echaba de menos el volar. Creyó erróneamente que la libertad es cambiar y realmente ser libre es usar de lo que se tiene como uno desea. Sin pretender maravillas, o sea, hacer de lo cotidiano algo especial, aunque suene a rutinario.
La nueva golondrina sentía algo parecido. Empezaba a marearse de dar vueltas y vueltas. El cielo se le hizo demasiado grande, pues se agotaba de volar, no había nacido para ello. Los insectos que comía, le daban nauseas. Incluso la había amenazado alguno de sus antiguos amigos. Si porque esos eran sus verdaderos amigos, no las petulantes golondrinas que solo se limitaban a volar y no charlaban con ella.
Y así se vieron juntos, una en un árbol, en la mas alta de sus ramas. El otro debajo sobre la roca que éste cobijaba. Mirando al sol en un atardecer bello en suma. Deseaban no haber deseado. Querían volver a ser lo que antes no había querido. Se arrepentían, pero el Ser que los cambió lo dejo bien claro. Era irreversible.
El duende decidió no seguir jugando. Y como es un ser fantástico, se apareció a los dos a la vez. Les decía: Pocos tienen una segunda oportunidad, y a vosotros os voy a dar una tercera. Erais de una manera, os di la ocasión de cambiar y ahora vuelta a empezar. Quizá penséis que esto respondía a vuestros deseos. Pues no os creáis tan importantes, era una manera de haceros razonar.
En este mundo esta bien querer progresar, cambiar y desarrollar nuestras aptitudes. Pero en ello hay algo que lo corrompe: La envidia. Él querer ser lo que no somos, y lo peor, lo que quizás nunca seremos. Por ello hay quien vendería su alma al diablo. Pero ¡Ay! Luego quiere recuperar su alma y cambiar de nuevo.
Oye dijo el nuevo gato, ¿Eres el demonio? – No, tranquilo, no deseo vuestro mal, sino que recapacitéis. Pero sobre todo que os deis cuenta de que no importa la forma en que aparezcáis en el mundo. Si no la forma en que os comportéis.
Si refunfuñáis todo el día, lo haréis, tanto si sois de una forma como si lo sois de otra. Si os fijáis menos en las apariencias y comprendéis el sentido de la vida, no necesitaréis más que ser vosotros mismos.
Hay que tratar de vivir al máximo, seamos como seamos. Sacarle el jugo a la vida. No vivir deprisa o despacio, sino vivir más. Es como exprimir un limón, podemos intentar sacar mucho jugo, aunque a lo mejor apretamos mucho y salta la mayor parte de él fuera. Si lo hacemos correctamente y sin aspavientos, saldrá mucho más jugo y mejor aprovechado.
Bueno no creo necesario seguir esta charla. ¿Estáis seguros de que queréis ser lo que erais? ¿O ser otra cosa? ¿O no ser nada? ¿O serlo todo? ¿Quedar como estáis?
Los dos dijeron al unísono: - Déjanos como éramos, pues así teníamos una felicidad que despreciábamos. Y lo más importante respetábamos nuestra esencia.
Y las cosas volvieron a su cauce. Y la golondrina estaba orgullosa de serlo. Y el gato maullaba de felicidad por su naturaleza felina.
Acabamos con una frase algo alterada pero no por conocida menos útil. No es más feliz el que más tiene sino el que se quiere tal cual y menos necesita.
Seguid vuestro camino, será menos o más correcto. Pero tiene una cosa que no tienen otros: Es vuestro y podéis modelar su rumbo. No pretendáis otros senderos, a menos que se entrecrucen. Y cultivad la felicidad, dará frutos abundantes.
Al Hakam sin saber si subir hasta el cielo o volar hasta el suelo
Puntos:
01-08-10 19:35 #5827886 -> 5712435
Por:KOKOWAWA

RE: Fábulas
Leyenda del café.
Esta leyenda etíope narra el casual hallazgo del café, “probado por unas cabras, descubierto por un pastor, tostado por un Abad, celebrado por unos monjes, que nunca pudieron imaginar que ese enérgico sabor se seguiría prolongando durante siglos”
Por el año seiscientos vivió en Etiopía un pastor llamado Kaldi. Cierto día que cuidaba su rebaño de cabras notó que los animales desarrollaban una conducta extraña. Nerviosamente iban y venían, subían y bajaban, en un estado de agitación que se prolongó todo el camino de regreso y persistió durante una noche, que se volvió interminable. Sólo a la mañana siguiente el rebaño pareció calmarse y fue así como siguió con mansedumbre al amodorrado pastor hasta las zonas de pastura.

Hasta que unas cerezas tentadoras detuvieron su paso, y luego de mordisquearlas, las cabras retomaron su conducta nerviosa del día anterior.

Kaldi observó las plantas que aparentemente habían causado el cambio en su rebaño y probó con cautela una hojita y un fruto.

Lo primero que percibió fue que no se trataba de un arbusto de cerezas, y que el sabor no era tan agradable como el que esperaba. Pero también sintió que el cansancio producido por la larga noche de insomnio se había desvanecido y era remplazado por una energía que lo impulsaba a la acción.

Kaldi tomó consigo unas ramas florecidas y encabezó la marcha hacia un monasterio que se encontraba a pocos kilómetros. A paso vivo lo seguía su rebaño. Al llegar a la casa religiosa, el pastor fue introducido a presencia del Abad, mientras sus animales quedaban al cuidado de unos desorientados monjes.

Informado del descubrimiento, el Abad llevó a Kaldi a la cocina, y prudentemente hirvió una rama con algunos frutos rojos. Pero cuando probó el gusto de ambos, le pareció tan desagradable que en un impulso arrojó el atado entero sobre el fuego. La cocina se vio invadida de un aroma delicioso que indujo al Abad a hacer una nueva prueba. Tomó el fruto tostado y preparó una infusión que, con su perfume cálido atrajo a un grupo de monjes a la cocina. Así nació el café, de Etiopía al mundo; probado por unas cabras, descubierto por un pastor, tostado por un Abad, celebrado por unos monjes, que nunca pudieron imaginar que ese enérgico sabor se seguiría prolongando durante siglos.
Puntos:
02-08-10 18:14 #5835032 -> 5712435
Por:Al-Hakam

RE: Fábulas
Una fábula que también es parte de un mundo fantástico, ese en el que nos sumergimos cuando las cosas no van todo lo bien que querríamos. Esta claro que la realidad siempre vuelve, pero esos ratitos en los mundos de Wendy no los cambio por la mejor noticia real.


FÁBULA DEL MOSQUITO COMPOSITOR

Seguro que alguna vez os ha pasado. Estabais tan tranquilos en vuestra habitación de dormir y un sonido estridente y molesto os ha interrumpido el sueño o vuestra tranquilidad. No hay por que temer, son los mosquitos trompeteros, a lo más os pueden causar insomnio, pues estos no suelen picar. Incluso si lo hacen solo será una picadura más del verano.
Os aseguro que ellos no hacen ese ruido a propósito. Están así preparados por la naturaleza y no tienen más remedió que incordiar. Pero son buena gente, sobre todo uno del que voy a contaros algo sorprendente. Era uno de estos mosquitos, pero a él se le ocurrió que podía controlar su ruido.
El citado insecto nació en los vestuarios de un conocido teatro donde se daban muchos conciertos. Desde pequeño los sonidos que escuchaba le animaban a reproducirlos con su trompeteo. Fue tarea difícil, pues tuvo que afinar al máximo, dado lo extremo de sus notas naturales.
Después de mucho ensayar, quiso perfeccionarse y no se perdía ningún concierto, ni sus preparaciones. Un buen día se metió sin querer en una maleta de un músico y se lo llevaron del teatro. ¡Vaya faena! Decía nuestro amigo ¿Y como ensayo yo ahora?
De lo que no se había dado cuenta este bichito volador, es que ya tenía el don de la interpretación. Por lo que cuando llegó a casa del músico se fue volando y se quedó en la habitación del hijo del músico.
Por las noches salía y deleitaba con sus melodías al hijo del compositor. Entonces le dijo el niño a su padre. Oye papá no deberías quedarte tanto tiempo por las noches ensayando. Y no es que me moleste, incluso me ayuda a dormir, pero ¿No te parece demasiado ensayar aquí y en el teatro?
El músico se quedó pensativo y le dijo a su retoño: -Si yo solo ensayo en el teatro, y precisamente por no molestar, aquí solo compongo por las tardes. Será algún vecino con insomnio que tendrá puesta la radio. Y todo quedó así.
No tardó nuestro amigo mosquito en no perderse los ensayos del virtuoso intérprete. Y siguió amenizando los sueños del niño. Tanto le ayudaba a dormir y a la vez le inspiraba a este chico, que decidió seguir los pasos de su padre. A éste le sorprendió, pues no era precisamente la música lo que le gustaba al niño.
Con el tiempo ensayaba su hijo en su habitación. Y un día, mientras tocaba el violín, oyó como si una trompeta lo acompañara. Afinó el oído y bajo el tono de la música. Se fundieron en uno el violín y la melodía del insecto. Entonces el chico pensó que era magia. Porque su padre no estaba y en el vecindario todos estaban trabajando.
Se lo comento a su padre. Éste le dijo que probara a tocar su violín, él lo acompañaría con su clarinete y vería como no sonaba nada más. El dúo empezó a sonar y la sorpresa de los tres (incluido el mosquito), es que formaban una orquesta perfecta.
El padre aguzó el oído y no identificaba quien podría emitir tan perfecta pieza. Estuvo a punto de romper el terceto, porque casi, de un manotazo se carga al insecto. Pero después de errar el golpe oyó como el mosquito emitía un sonido para que lo identificara.
¡No es posible! Este mosquito interpreta una pieza. Intentemos no perderlo de vista y toquemos algo. Toda la tarde tocaron, el padre, el hijo y el mosquito. Incluso el niño lo grabó en su equipo de música. Muchas tardes y noches gozaron de la melodía del animalillo. Pero cuando éste sintió que su vida tocaba (nunca mejor dicho) a su fin, entonó la mejor de sus melodías. Esa tarde lo acompañaron el padre y el hijo, el insecto dio lo mejor de sí mismo y tocó hasta que se desplomó en el suelo de la habitación.
El niño lo recogió y lo metió en una cajita de cerillas. Lo pusieron en el jardín junto a un árbol de cerezas. Y no fue el final de sus melodías. Con las grabaciones que habían hecho los tres, editaron un disco. Y fue el éxito de la temporada, cuando les preguntaban quien tocaba la trompeta, ellos les decían: -Un músico de altura, ligero y excepcional. Se fue sin decirnos adiós, pero nos dejó lo mejor de su música.
Todos querían encontrar al tercer componente de la banda. No pudieron y se convirtió en una leyenda. Y una noche el niño pareció oír el sonido de una trompeta saliendo justo al lado de la base del cerezo. Después todas las noches interpretaba una sinfonía diferente lo cual fue el último regalo del insecto compositor.

Un Rey que quizás lo fue, que no sabe si su amada escucha sus lamentos
Puntos:
06-08-10 20:03 #5861194 -> 5712435
Por:maria garcia0

RE: Fábulas
Hasta ahora no había entrado en esta sección y estoy alucinando de lo bien que escribís y de lo mucho que me han gustado todas las fábulas. Me uno a todos en decir que Al-Hakam es un genio escribiendo. Muchas de las moralejas de las historias han hecho que viaje a mi interior y analice más todavía de lo que ya lo hago mis sentimientos y pensamientos, sobre todo una... Mil gracias, Al-Hakam, por ellas. Admiro tu sabiduría y la forma que tienes de expresarla. Un saludo a todos.
Puntos:
07-08-10 21:36 #5866220 -> 5712435
Por:popol

RE: Fábulas
A quienes carecemos del don de la creatividad literaria no nos queda más remedio que recurrir a quienes saben escribir.
He rescatado de internet esta fábula por un motivo muy concreto:
Mi abuela, a quien yo consideraba (hace muchos años) una mujer muy seria y bastante (como decimos aquí) "refunfuñona", nos contaba esta fábula a modo de cuento; con el paso de los años he descubierto que mi abuela era una mujer sabia, con los pies en la tierra y, sobre todo, nos quería muchísimo, por eso, a su manera, intentaba enseñarnos lo que más tarde aprenderíamos sin remedio.
Espero que os guste, auqne seguro que todos la conocéis.
LA LECHERA
Llevaba en la cabeza
Una Lechera el cántaro al mercado
Con aquella presteza,
Aquel aire sencillo, aquel agrado,
Que va diciendo a todo el que lo advierte
«¡Yo sí que estoy contenta con mi suerte!»
Porque no apetecía
Más compañía que su pensamiento,
Que alegre la ofrecía
Inocentes ideas de contento,
Marchaba sola la feliz Lechera,
Y decía entre sí de esta manera:
«Esta leche vendida,
En limpio me dará tanto dinero,
Y con esta partida
Un canasto de huevos comprar quiero,
Para sacar cien pollos, que al estío
Me rodeen cantando el pío, pío.
Del importe logrado
De tanto pollo mercaré un cochino;
Con bellota, salvado,
Berza, castaña engordará sin tino,
Tanto, que puede ser que yo consiga
Ver cómo se le arrastra la barriga.
Llevarélo al mercado,
Sacaré de él sin duda buen dinero;
Compraré de contado
Una robusta vaca y un ternero,
Que salte y corra toda la campaña,
Hasta el monte cercano a la cabaña.»
Con este pensamiento
Enajenada, brinca de manera,
Que a su salto violento
El cántaro cayó. ¡Pobre Lechera!
¡Qué compasión! Adiós leche, dinero,
Huevos, pollos, lechón, vaca y ternero.
¡Oh loca fantasía!
¡Qué palacios fabricas en el viento!
Modera tu alegría
No sea que saltando de contento,
Al contemplar dichosa tu mudanza,
Quiebre su cantando la esperanza.
No seas ambiciosa
De mejor o más próspera fortuna,
Que vivirás ansiosa
Sin que pueda saciarte cosa alguna.
No anheles impaciente el bien futuro;
Mira que ni el presente está seguro.
Puntos:
08-08-10 14:06 #5868486 -> 5712435
Por:maria garcia0

RE: Fábulas
Como la vida misma el cuento de la lechera...
Muy sabia tu abuela. Conocía la historia de la lechera por mi abuelo, hombre también muy sabio y que se quedó casi ciego de tanto leer. De él heredé la pasión por la lectura.
Un saludo a todos.
Puntos:
10-08-10 17:04 #5881032 -> 5712435
Por:Al-Hakam

RE: Fábulas
Una fábula que escribí en 2003, allende los tiempos. No ha llovido desde entonces. Sobre una especie en extinción en su vertiente animal y en gran auge en su vertiente humana.


FÁBULA DEL BURRO LISTO

Todos hemos oído decir alguna vez: ¡Qué burro eres! Cuando alguien hace algo inadecuado o es poco espabilado. Pero ¿los burros son tan torpes y no tienen inteligencia? Ahora veremos que nos pueden sorprender. Había en un pueblo, de esos que salpican la llanura manchega, una granja. Sus dueños compaginaban la cría de animales, con la agricultura. De esto hace algunos años. Entonces eran pocos los que usaban máquinas en las labores del campo.
Aparte de otros muchos animales, estos granjeros, tenían un burro que les hacía las labores agrícolas, les transportaba de un sitio a otro y hacía girar la noria para sacar agua del pozo. También tenían un gato. Este felino, aparte de ahuyentar a los ratones y comerse algunos, su pasatiempo favorito era meterse con Trémulo, que era el nombre del burro. Lo llamaban así por sus tremendas ojeras. El gato era Crispín. Tenía como unas rayas negras y era pardo. Trémulo era gris, casi blanco. Crispín le decía: Eres demasiado ingenuo. Trabajas mucho ¿y que te dan?. Un poco de forraje y algún palo cuando vas demasiado despacio en la noria.
-Mira Crispín, decía el asno, en este mundo no eres más feliz si no trabajas. Ni eres más que otro si no sufres. Es más todos sufrimos alguna vez.
-Déjate de bobadas, yo no trabajo casi nada y sufro menos. Y ya me ves lustroso como el que más.
-Pero eso no lo has elegido. A ti no te pueden enganchar a una noria. No puedes arar un campo. Ni llevar un carro tras de ti. Si pudiera, quizá trabajarías más y sufrirías aún más que yo. Porque si te hicieras el vago, te maltratarían más.
-Me estas medio convenciendo. Y me parece que, valga la redundancia, no eres tan burro. Me voy que estoy viendo algunos roedores detrás del granero.
Trémulo daba consejos a los demás animales. Todos se maravillaban de su sabiduría. Hasta un pato le dijo: -Oye ¿Tú donde has aprendido tantas cosas?
Trémulo respondió: Ante todo porque me gusta escuchar a todos los animales. Observar a las plantas, mirar el Cielo y oír correr el agua. Y aún más porque con los humanos aprendes mucho. Cierto es que hay muchas cosas que es mejor no aprender de ellos.
Un buen día el equino se rompió una pata. Vino el veterinario y les dijo a sus dueños que no había solución, que habría que sacrificarlo. Trémulo se quedó como su nombre, y con las tres patas que le quedaban huyó por la noche de la granja. Se fue al bosque, y entre sueños oyó que alguien se acercaba. Era un médico de los hombres, que estaba descansando unos días en el campo. Se incorporó Trémulo y se cruzó ante él cojeando ostensiblemente.
El médico al principio se asustó, pero la mirada del burro le conmovía. Le hizo un torniquete, y aunque la lesión no tenía cura completa, el burro pudo andar aceptablemente. Este galeno lo adoptó. Tenía tres hijos pequeños y jugarían con él en su chalet.
Un día mientras descansaba, vio a un gato un tanto escalfado, pasar ante la verja del chalet. ¡Vaya, era Crispín! ¿Qué haces aquí? ¿Qué te ha pasado? Preguntó el asno.
- Nada que han cogido a dos gatos monteses porque había ratas en la granja. Y no congeniábamos, pero como ellos eran dos y más fuertes ¡Ya me ves! ¿Y tú? Te creía muerto.
- Pues ya ves me escapé de ese triste destino y ahora vivo como los ángeles.
- Lo que son las cosas, yo era un privilegiado en la granja y ahora lo eres tú en esta casa.
- No sé aunque no te lo mereces mucho te podría echar un cable.
- Ni en realidad me lo merezco, ni se como podrías hacerlo.
- Vete a un arroyo que hay allí entre los árboles. Aséate un poco mirándote en sus aguas cristalinas y vuelve. Ya sabes, límpiate como solo los gatos sabéis hacerlo.
Volvió Crispín y Trémulo le dijo que se ejercitara subiéndose a su grupa y luego a su crin y después saltara al suelo.
-Pero ¿qué te crees? ¿Qué soy un saltimbanqui?
-Hazlo, si no quieres pasar el resto de tu vida merendándote las pocas lagartijas de estos andurriales.
Crispín lo intentó. Al principio le salía algo mal, pero luego lo hizo a la perfección. Lo vieron los familiares y les cayó en gracia, como hacía acrobacias sobre Trémulo. Incluso hacía variantes de la primera y le eran filigranas.
Pues también lo adoptaron. Además la mujer del médico prefería que hubiera un gato para ahuyentar a los roedores.
Y la historia se termina solo decir que Crispín era ahora Saltarín y Trémulo lo rebautizaron como Grisito, ¡Y ya no tenía tantas ojeras!
Y bien está lo que bien acaba.

Al-Hakam sabiendo que los asnos también son hijos de Alá
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10-08-10 21:55 #5883025 -> 5712435
Por:popol

RE: Fábulas
Al-Hakam, muy buena la fábula y lo de las dos vertientes: ¡genial!.
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18-08-10 18:34 #5933987 -> 5712435
Por:Al-Hakam

RE: Fábulas
Yo sigo con mis desvaríos literarios, que la política ya me aburre muchísimo, porque la tanda de inútiles que nos gobierna no se merece ni atención. Bueno a lo que voy, este es un relato, si un poco largo, pero que tiene su áquel. Es entre fábula y cuento, ya me iréis diciendo. Lo hice este mes de marzo pasado.


29/03/10
EL BOSQUE DE LAS ADIVINANZAS

Lucio estaba de vacaciones en un paraje bucólico. Grandes praderas, montañas con rocosas cumbres, ríos, arroyos y arroyuelos, pequeños lagos. También había un bosque, que quedaba un poco lejos y al que poca gente iba, pues estaba a los pies de una montaña que, al escalarla se había llevado por delante muchas vidas de excursionistas y también de paisanos del lugar. Digamos que el bosque y la cumbre estaban para los lugareños, malditas.
Él era un chico joven y demasiado decidido. Un día decidió adentrarse en los páramos y llegar al bosque, quien sabe si otro día iría a escalar la cumbre. Cuidadosamente se pertrechó de comida, diversos accesorios para la supervivencia, agua y mucho valor.
Le dijo a su abuela, que era su anfitriona, que no le esperaran para cenar, ni para el resto del fin de semana que se iba a hacer vivac al valle. Mentía, no iba al valle sino al bosque, pero no quería preocuparla en exceso.
Muy de mañana partió y llegó con relativa facilidad al arbolado. Respiró hondo y se adentró en la maraña de postes que se cernía ante él. No llevaba ni dos minutos allí cuando un lobo se interpuso en su camino. Lucio se quedó paralizado, pues el animal lo observaba cuidadosamente y no sabía cuando se decidiría a atacar o a marcharse, cosa esta última que esperaba hiciera.
El lobo se quedó quieto, más bien estaba interponiéndose entre el sendero y nuestro amigo. Armándose de valor dio un paso al frente a ver si aminalaba al lobo. Este rugió y dio un ladrido, después Lucio volvió a quedarse paralizado. Y sucedió algo inaudito, el lobo comenzó a hablar. ¿Quién te has creído que eres? No puede pasar cualquiera al bosque, solo lo hacen los más inteligentes y los más audaces. Aunque no te vale ser inteligente o audaz, sino las dos cosas a la vez.
Lucio estaba mudo y decidió hablar, siendo muy ilógico, primero que hablara el lobo y luego que él le hablara a su vez. ¿Qué necesito para adentrarme en vuestro bosque? ¿Hacéis alguna prueba?
El lobo dijo – El bosque no es nuestro, ni tuyo, ni de nadie, es de todos y de ninguno. Pero nosotros somos los guardianes de que la gente no lo estropee, ni lo profane con su presencia sin la adecuada preparación. Y sí, debes pasar una primera prueba, te haré tres preguntas, si contestas adecuadamente podrás proseguir hasta nuestro siguiente guardián.
- Bien estoy preparado, empieza.
- ¿Qué es más grande que un continente y apenas tiene peso?
- No sé, espera que piense
- No tenemos todo el día para que pienses, si no lo sabes da media vuelta.
- Un momento, sí, creo que lo sé ¿Es la atmósfera? ¿El aire?
- No me valen dos respuestas, aunque siendo como son las dos correctas, has pasado el primer escalón
- ¿Qué es primero bello y luego delicioso?
- Desde luego lo pones difícil, no se me ocurre nada.
- Venga que aquí no hay pistas di algo y si no ya sabes.
- Primero bello, aquí hay muchas flores bellas, ya lo sé, una flor que luego será un fruto.
- Te he subestimado, jovenzuelo, pero aún queda la tercera.
- ¿Qué es algo que te puede rozar, calmarte o golpearte?
- Eso si que no sé por donde cogerlo.
- Aquí te daré una pista, piensa en el cielo.
- El cielo, que diablos tendrá que ver con… a ver, rozarme, calmarme o golpearme. Si, es el agua, puede venir en forma de vapor y niebla y rozarme, puede calmar mi sed o golpearme si es granizo.
Puedes pasar, pero no lastimes a ningún ser, ni manches con tus desperdicios el
bosque, pues nos encargaremos de expulsarte. Lucio siguió y vio unos parajes verdaderamente de cuento. Los árboles crecían, pero había arroyos, mucha vida en su interior. Animales que solo había visto en libros y plantas que se desarrollaban a su antojo por todo el suelo. Se olvidó de los guardianes y se adentró en la maraña de gigantes que lo flanqueaban. Se hizo de noche y eligió un claro para poner su saco de dormir y esperar a la mañana siguiente. Entonces algo bajó hacia el suelo y se posó en una rama justo delante de sus ojos. A continuación vio dos círculos con una pupila en el centro y se asustó. Luego, cuando se acostumbró a la oscuridad distinguió una lechuza que lo observaba como antes hizo el lobo.
- Como no podía ser menos, la lechuza habló. ¿Piensas pasar aquí la noche?
- ¿Y que quieres que haga, volverme al pueblo, ya ha oscurecido? Dijo Lucio descaradamente.
- Entonces se dio cuenta que no había junto a él solo una simple lechuza, saco la linterna y miró a su alrededor. Era un ejército de lechuzas, algunas enormes que miraban atentas a nuestro amigo.
- La educación es algo pendiente entre los de tu especie, dijo como canturreando la lechuza. No puedes recostarte hasta que hayas respondido cuatro preguntas.
- ¿Cuatro, antes solo me hicieron tres?
- La educación y el cálculo son algo a estudiar en tu raza, primero las reglas las ponemos nosotros, estás a nuestra merced y luego, ten en cuenta que cada vez estás más dentro del bosque que protegemos y tienes menos derechos sobre él.
- Esta bien, pero haced pronto las preguntas tengo sueño.
- Desde luego la cortesía no es el fuerte de los humanos, Primera cuestión. ¿Qué es algo con lo que podemos conseguir todo y es intangible?
- Diablos, estoy cansado, me duele todo el cuerpo y me venís con cuestiones metafísicas, lo único que me importa es el Sueño.
- ¿Es eso una respuesta?
- ¿Qué dices, no te entiendo?
- Ah, espera si lo que me preguntabas tiene que ver con el sueño, si Los Sueños es la respuesta.
- Has tenido suerte, la segunda pregunta es la siguiente: - ¿Qué es de las cosas que más te importan y que más te dañan?
- Demasiado complicado, no se la enfermedad, el miedo, pero seguro que la lógica no funciona aquí. ¿Quién me importa y a la vez me daña? Ya lo tengo son los sentimientos o el amor, como prefieras.
- Bien veo que estás despierto, todavía. La tercera: ¿Qué es lo que vuela y a la vez pesa mucho?
- Será un avión de pasajeros, aunque se me antoja demasiado fácil, volar y pesar, lo que más pesa es el oro y a veces se va rápido. Eso es el Dinero o el Oro.
- Eso de dar dos respuestas es una costumbre que me está, a la vez gustando y fastidiando.
- La cuarta y podrás dormir. ¿Qué es más grande que un árbol y más pequeño que una montaña?
- A Lucio se le caían los parpados y pensó con rapidez, que sería, una colina, un lago, y se dio cuenta de que estaba en algo más pequeño que una montaña y más grande que un árbol. ¡Sí! El bosque, eso es.
- Prueba superada puedes empezar a descansar.
Empezar a descansar pensó Lucio, pienso dormir de un tirón y mañana madrugar para seguir mi camino. Se durmió enseguida, pero las sorpresas que le aguardaban estaban también en lo más hondo de su mente.
Soñó con animales normales y con un bosque encantado. Pero pronto se convirtió en un bosque siniestro y con animales extravagantes. Una ardilla con cabeza de águila salió a su encuentro, y varias gacelas con cabezas de lince lo rodeaban. ¡Bienvenido al bosque de los sueños!, para seguir soñando tienes que contestar seis preguntas.
No lo podía creer, seis preguntas, si estaba descansando, ni en sueños se libraba de los guardianes. Está bien dijo hacedlas pronto, mañana tengo un largo camino.
- Primera cuestión. ¿Qué es muy muy grande y sin embargo es vacío?
- Una pregunta totalmente ilógica, no lo sé, si queréis expulsarme de vuestro sueño e iré a soñar con otras cosas.
- ¿Quieres soñar cosas terribles, contesta y soñarás y descansarás mejor?
- Grande y vacío, ya lo sé el Espacio Sideral.
- Correcto, la Segunda: ¿Qué cosa puede sanarte o matarte?
- Un buen o mal médico, demasiado fácil, además es una cosa. Creo que sé lo que es pero tiene trampa, su misión primera es matarte aunque con la dosis adecuada sirve de antídoto para sanarte, si es el Veneno.
- La Tercera: ¿Qué va y vuelve según queremos?
- Ir y volver, no lo sé, creo que prefiero las pesadillas a vuestro interrogatorio. Eso es, si lo sé, son los Recuerdos.
- La Cuarta: ¿Qué nos provoca sentimientos y escuchamos a la vez?
- Esta es fácil, una melodía, la música, una canción.
- Desde luego lo tuyo es la respuesta múltiple, esta vez tres respuestas y correctas.
- La Quinta: ¿Quién se arrastra, esta encerrado y luego vuela?
- Dos difíciles y dos fáciles, eso es un gusano, la crisálida y luego la mariposa
- Vamos con la cuestión seis: ¿Qué es lo que nos sobrevive aunque nosotros muramos?
- A ver, nuestro recuerdo no puede ser porque ya es una respuesta. Me habéis pillado, no tengo ni idea. Mi conocimiento no alcanza a ello. Un momento, el conocimiento, las enseñanzas. Si sobrevive a nosotros lo que hemos enseñado a otras personas que siguen viviendo y a su vez lo enseñaran a otros y así sucesivamente.
- Puedes dormir, soñaras lo que quieras, pero descansarás aún más de lo que lo harías una noche normal.
Lucio durmió como un tronco, soñó cosas maravillosas y se despertó como si le hubieran dado una paliza, pues estaba muy a gusto durmiendo. Se desperezó e hizo una lumbre para desayunar. Un jabalí se acercó, a estas alturas no le tenía miedo a ningún ser o animal, solo temía a sus preguntas. El jabalí le dijo:
- Te cuidado con la hoguera, no vayas a dañar nuestro santuario.
- ¿De que santuario hablas?
- El bosque es nuestro templo, en el vivimos, de él vivimos y aquí acabamos nuestros días.
- Tranquilo cuidaré de apagar bien el fuego y no dañar nada. ¿Ves? Los desperdicios los he guardado para tirarlos cuando llegue al pueblo otra vez.
- Haces bien, soy el próximo guardián, después de mí nadie te hará más preguntas, pero si dañas el bosque serás maldito, si, sin embargo lo cuidas y haces el bien en él su espíritu bondadoso te acompañará siempre.
- ¿Cuántas preguntas tengo que responder ahora?
- Las preguntas las hacemos nosotros no tú, así que contesta a las ocho cuestiones que te hago.
- Bien de acuerdo dispara.
- Primera pregunta ¿Cuál es la velocidad del aire? Piensa bien la respuesta.
- El aire no es veloz, sin embargo cuando es viento puede incluso derribar casas. Un momento la velocidad del aire en el cosmos es la de la rotación de la Tierra, pues el aire está inmóvil, si no me hubieras preguntado por el viento. El movimiento de la Tierra.
- Segunda cuestión: ¿Que es más rápido que un relámpago?
- Eso es la luz, y creo que no hay nada más rápido. Cuando miras a un relámpago ya se ha producido, pero claro, al mirar ves el relámpago antes que se produzca, sí, lo más rápido es la mirada.
- Correcto, Tercera interrogante: ¿ Que suena como una campana y sin embargo no tiene ningún sonido?
- Desde luego lo que queréis es volverme loco. Yo solo quiero visitar este bonito bosque y no complicarme la vida. Aunque si no os respondo me da mala Conciencia. ¡Hey! eso es la conciencia, la voz de la Conciencia es la respuesta.
- Cuarta cuestión: ¿Qué es lo que brilla sin poder emitir luz?
- Esta es fácil, La Luna.
- Quinta pregunta: ¿Quién nos enseña, nos corrige y luego nos abandona?
- No sé, puede ser un padre, pero los padres no nos abandonan, desgraciadamente mueren antes que nosotros, normalmente. Ya lo sé son los maestros, ellos no es que nos abandonen sino que llega un momento en que, al habernos enseñado y corregido se tienen que apartar para que sigamos nuestro camino. Los Maestros.
- Sexta interrogante: ¿Quién te puede dar Todo y no pedirte Nada?
- Eso solo puede hacerlo alguien que te ame verdaderamente. Tu amante.
- Séptima pregunta, vas muy bien: ¿Qué es lo que corre, salta y se está quieto a la vez?
- ¡Vaya preguntita! Con lo bien que iba. No hay nada que pueda hacer todas esas cosas a la vez. Tendría que tener varias manos o piernas. O estas a la vez en muchas partes. Ya sé, el curso de un Río. Puede correr en un rápido, saltar en una cascada y estar quieto en un remanso.
- La Octava y ya podrás continuar: ¿Qué es seguro e incierto?
- Esta si que no la cojo por ningún lado. La Suerte no es porque no hay suerte segura, pero, quizá una cosa pueda ser segura o incierta según las circunstancias. Si eso es el Destino.
Puedes continuar, disfruta de la visita al bosque, pero si me permites una novena pregunta, sin condicionantes de seguir.
Lucio refunfuñó, pero accedió: ¿Quieres ser Feliz?
- Contestó sin dudarlo, ¡Si! Y entonces varios animales del bosque le rodearon y le dijeron que si quería ser feliz, debería hacer caso de sus sentimientos y menos de su razón. Creer más en sus posibilidades que en el juicio de los demás. Hacer el bien y no esperar nada a cambio. Y sobre todo si quería felicidad, debía ayudar a los demás a ser también felices, pues la felicidad se refleja y cuanta más das más tienes.
Lucio recorrió todo el bosque y vio parajes y seres animales que le animaron a volver alguna vez a dicho paraje. Ya no le importaba que le hicieran preguntas, pues con ellas se descubría a sí mismo y todo lo que pasaba a su alrededor. Se fue al pueblo y se planteó, las próximas vacaciones cruzar de nuevo el bosque y luego subir a la montaña. Imaginó sonriendo, que si para un bosque llano le habían hecho 21 preguntas cuántas tendría que responder para coronar la cumbre.

Un moro que no añora Melilla, sino Medina-Azahara
Puntos:
20-08-10 15:46 #5944963 -> 5712435
Por:vakaloka37

RE: Fábulas
Mi aplauso Al-hakam Riendote
Puntos:
25-08-10 13:00 #5969332 -> 5712435
Por:Al-Hakam

RE: Fábulas
Una fábula que escribí a principios del siglo en el año 2001.



FÁBULA DE LA ARDILLA A QUIEN NADIE QUERÍA


Amanecía un Sol brillante como el horizonte que lo albergaba, como los árboles del bosque que lo contemplaban. En uno de estos colosos de madera, se despertaba una pequeña ardillita, en uno de sus huecos. Frotándose la cara con sus diminutas pezuñas, se decía a si misma:
-¡Porqué soy tan desgraciada!, aquí nadie me quiere. Todos se burlan de mí ¡No soy nada!
Cuando no acababa de decir esto, un molesto repiqueteo se sintió en toda su madriguera. Se asomó y era su vecino el pájaro carpintero. Como siempre, se disponía a darle una serenata con su pico. ¡Basta! ¡Déjame! ¿No ves que quiero dormir?. Y el pájaro se reía a carcajadas, mientras no dejaba de repiquetear.
Un poco después, cuando el molesto vecino se había marchado, la ardillita se dispuso a desayunar con unas piñas que había debajo del árbol. Entonces apareció un gato montés, enorme, que no dejaba de apartarle los piñones, para que no comiera. Tampoco se escapó de su burla.
Comió lo poco que le dejó el felino bravucón, y se fue a lavarse al riachuelo. No consiguió hacerlo, pues todos los sapos le salpicaban, para que no se acercara. Riéndose le decían: ¡ardillita torpe! ¡croac! ¡ardillita torpe! ¡croac!
Pero no es que fuera un día de gastar bromas, para la pequeña ardilla esto era muy normal. Todos hacían burla de ella, era pequeña, y era muy buena. Pues, aunque se enfadaba, nunca hacía daño a nadie. Incluso aunque se lo hicieran a ella.
Intentó dar un paseo. Se encontró con tres lobeznos que ya la conocían. La acorralaron y le dieron un buen susto. Y después aullando se desternillaban a carcajadas.
Fue cuando la ardilla, medio aturdida, empezó a caminar y a alejarse de su madriguera. Y de donde realizaba su vida cotidiana. Cuando se dio cuenta, había salido del bosque. Y se encontraba en medio de un páramo. Era casi de noche y todo se le antojaban sombras maléficas y enemigos nocturnos. Encontró cobijo en una piedra que no era muy grande. Pero si lo suficiente para resguardar su diminuto cuerpecito.
Pasó una noche horrorosa. Aullidos de lobos, gritos de búhos, y una serie de sonidos que no identificaba, pero que igualmente le aterraban.
Salió el Sol en el páramo. Y se puso a caminar, pero no sabía exactamente hacia dónde. Y al poco se abrió ante sus ojillos un bosque. No era el suyo, pues los árboles eran distintos. Más pequeños y parecía más acogedor.
Bueno, cualquier cosa será mejor que el bosque que he dejado. Aquí no me conocen, y, por lo menos al principio no se burlarán de mí. Entonces ante sí, se plantó un conejo bastante grande, que se dirigió a ella diciéndole:
-¡No temas! Entras en el bosque de la Concordia. Aquí solo tienes que ocuparte de tus asuntos y nadie te molestara. Esas son las reglas, no molestes y no serás molestada. ¡Bienvenida! Y disfruta de tu estancia entre nosotros.
Los primeros días eran para ella un sueño. Nadie se burlaba, hacía lo que quería y comía sin molestias. Se lavaba sin que le salpicaran y paseaba a sus anchas.
Pasó una semana y empezó a sentirse extraña. Ningún animal la miraba, ni le hablaba. Todos iban a sus asuntos y no se preocupaban de quien había a su alrededor. Echaba de menos al pájaro, al gato... Y echaba de menos su árbol, pues era mucho más grande y majestuoso que la madriguera de ahora.
Sola aunque rodeada de animales. Se dirigió a uno de los habitantes, un ratón de campo, que se afanaba en buscar comida. Y fue inútil, le contestó secamente diciéndole que no le importunara. Así probó con un gorrión, un jilguero y hasta se acercó a un lince. Eso tenía riesgo y peligro. Pero ni con esas, era inútil, todos se ocupaban de sus asuntos y entonces decidió rebautizar el bosque como el “Bosque de los Egoístas”.
Vio a un animal muy raro, que nunca había visto en su bosque. Era un pájaro de colores vivos. Y le habló entre sollozos:
- Dime como puedo salir de esta pesadilla, ave fantástica, no resisto más fuera de mi hogar.
Entonces el ave le contestó: - Mira, no soy ningún ave extraordinaria, solo soy un papagayo. He venido aquí a estos bosques después de un viaje en barco. Me tenían en una jaula y me escapé. Y ahora vivo libre por estos bosques, además te puedo decir donde volver pues conozco todos los caminos.
Se alegró la ardillita de ese hallazgo. Y le describió su bosque, entonces su salvador le dijo: - No estás muy lejos, y me sorprende que te hayas dejado un lugar tan hermoso. Pues cualquier cosa es mejor que este bosque en el que cada cual solo se ocupa de sus cosas.
Y dándole las gracias al papagayo, y siguiendo sus indicaciones, volvió a su bosque. Cual fue su sorpresa cuando no halló a nadie. Se resguardó en su hueco del árbol y se durmió. Por la mañana, oyó la siguiente conversación.
-Es inútil, creo que nos hemos comportado muy mal con ella, pero en realidad la queríamos mucho. Se habrá ido, y quien sabe con lo frágil que era, a lo peor le ha pasado algo. Hemos sido unos malos compañeros.
Entonces salió de su guarida. Y se plantó en medio de ellos, y les dijo:
- Siento que os haya causado preocupación. Sólo me había perdido, y gracias a un amigo de colores, he vuelto. Aquí donde están todos mis demás amigos. Así que no volveré a dejaros. Aunque de vez en cuando os burléis de mí, pues aunque no lo creáis lo he echado de menos.
Entonces todos los animales hicieron una fiesta de bienvenida. Y por lo menos durante ella, nadie se burló de la ardillita. Pues era ella la verdadera protagonista.

10/04/2001

Un califa con sentimientos de plebeyo
Puntos:
07-09-10 12:50 #6048905 -> 5712435
Por:Al-Hakam

RE: Fábulas
Esto no es una fábula pero tiene su moraleja. Es la historia de muchas almas que buscan más allá de su entorno y quizá tienen lo que deben encontrar delante de sus narices.


MI ALMA, MI CORAZÓN, MIS SUEÑOS, MIS SONRISAS

La desesperación me hizo intentar vender el alma. Sin un rumbo cierto, sin esperanza, sin un corazón donde varar. Quise deshacerme de mi espíritu, que, quizás se acompañaría de mi corazón y así poder tener una vida sin agitaciones. No debería afectarme por el sufrimiento de los demás, ni por el mío, ni por el de nadie.

Me dijeron que el diablo era el más indicado, pues, incluso, iba buscando almas para comprar. Lo busqué y se la ofrecí muy barata, con tal que se llevara también mi corazón. Pero él no quiso ni escuchar mi oferta. Me dijo que el alma era casquivana, que no se sometía ni siquiera a su dueño que soy yo. Y no le gustaban almas disidentes en su infierno, bastante tenía con almas atormentadas y pecadoras. Además cuando quiso ver mi corazón me dijo que tenía demasiadas heridas, que, aunque no físicas, le desvelaban un corazón vulnerable y dado a coquetear demasiado. Eso, añadiendo la insumisión de mi alma le llevó a declinar mi oferta.

Quise vendérsela, aunque a este paso ya casi la regalaba, a los ángeles del cielo. Me dijeron que era un alma no demasiado purificada como para entrar en el paraíso. Que tenía mucho de humano y que se apegaba mucho a los sentimientos, que para estar allí necesitaban un alma más mística que no le diera importancia a la condición humana.
A mi corazón lo veían como la antítesis de la cordura y me susurraron que lo hiciera entrar en razón.

Me fui al purgatorio y además del corazón les daba mis sueños. Me comentaron que ni mi alma, ni mi corazón y aún menos mis fantasías inconscientes les interesaban. Allí querían almas necesitadas de limpieza no de cariño, corazones impíos, no enamorados y sueños pecaminosos, no sueños imposibles como los que yo tenía.

Me recorrí el mundo, buscando que me compraran el alma. Añadía a mi alma, mi corazón y mis sueños, todas mis sonrisas, pues ya no me servían para nada. Nadie los quería y ahora no sabía que hacer con ellos. Pues eran para mí una gran carga.

Vagué como sonámbulo pues aunque nadie me los hubiera comprado, ya era como si no me pertenecieran. Sin alma, sin corazón, sin sueños y sin sonrisa era una sombra humana en busca de luz.

La luz se hizo entonces, te me apareciste delante, sola, triste, mirando a la nada y como cansada. No sé exactamente lo que pasó, porque mi alma se fundió con tu alma, mi corazón se asoció con el tuyo y mis sueños soñaron solo contigo. Tu tristeza se volatilizó con mis sonrisas. No podía vender algo que no me pertenecía, y por eso hasta que no te encontré, no volvieron a su legítima dueña.

15/01/2010

Al-Hakam viviendo al límite, soñando imposibles
Puntos:
07-09-10 22:37 #6053214 -> 5712435
Por:consenso

RE: Fábulas
Os sigo leyendo,ánimo y gracias por vuestro arte,que la verdad en los tiempos que corren ofrecer,dar,exponerse a las críticas,sin recibir compensación económica no es tan habitual.¡gracias!
Puntos:
07-09-10 23:17 #6053534 -> 5712435
Por:KOKOWAWA

RE: Fábulas
El Boomerang

Una noche, algunos aborígenes estaban sentados cerca de un arroyo. y miraban brillar la Luna nueva en el cielo. - Oh! La luna se parece exactamente a un boomerang, exclamó uno de los niños
Hace mucho tiempo atrás en el mundo, antes que el hombre fuera como es ahora, Byamee, el gran espíritu, escuchó al kanguroo, al águila el emu y al Koala conversando juntos. Los animales en esos remotos tiempos pasados eran mucho más veloces y fuertes de lo que son hora, y cada uno de ellos empezó a pensar que eran tan poderosos como el propio Byamee.
Byamee organizó una competencia invitando a todos a participar en ella. Y el mismo sería el último. Al kanguroo le tocó el primer turno. El dio un inmenso salto y paso por sobre el árbol más alto. Entonces el águila expandiendo sus grandes alas voló tan alto que solo Byamee podía verle. El próximo fue el Emu. Estiró sus tremendas piernas y corrió tan rápido, que solo un delicado ojo podía seguirle. Vino entonces el turno del Koala. Escaló hasta la punta del más alto eucalipto, manteniéndose firme con sus pequeñas garras. Cuando cada uno de ellos hizo lo mejor posible, esperaron ansiosos para ver que Byamee podría hacer. Ellos le vieron ir hacia el fuego y cuidadosamente elegir el boomerang mas largo a su alcance.
Lo tomó firmemente en su mano por un momento, y entonces lo tiró con tal fuerza que llegó al cielo y ahí permaneció . Byamee fue el más grande entre todos ellos. Y así es como la luna llegó al cielo".
Puntos:
08-09-10 11:57 #6055401 -> 5712435
Por:Al-Hakam

RE: Fábulas
Muy bueno ese cuento-fábula kokowawa supongo que australiano o de Oceanía como poco. En cuanto a lo que dices consenso yo nunca pienso que voy a recibir algo a cambio por lo que doy a los demás. Me gusta dar cariño, apoyo, información y todo lo que necesiten los demás. Y no pido nada a cambio, recibo eso sí, sin pedirlo, sonrisas, afecto y agradecimiento. Conozco a mucha gente que antes de hacer nada preguntan que van a obtener a cambio. Y yo les contestaría, obtendrás tu propio egoísmo. No es que quiera decir que por eso sea yo mejor que otras y otros. Pienso que así debería ser todo el mundo y nos ahorraríamos envidias, conspiraciónes, corrupción y violencia. Con este comportamiento seguro que no me haré rico en dinero, pero tendré riqueza en amistades sinceras y en buenos sentimientos.
Sed Felices
Puntos:
16-09-10 15:59 #6122882 -> 5712435
Por:Al-Hakam

RE: Fábulas
Como tod@s hemos puesto cosas distintas de fábulas (yo incluido) voy a poner un cuento que no es una fábula, pero que tiene su moraleja. Ayer cuando las neuronas ya pedían dormir, se me ocurrió esto.



¿QUE ES LO IMPORTANTE?

Un viejo maestro oriental se afanaba en escribir sus enseñanzas cuando le importunó uno de sus alumnos: -Maestro, ¿Por qué es tan importante el dinero? El docente cerró sus libros y le invitó al discípulo a sentarse y escuchar su respuesta.
-No te voy a decir si el dinero es importante, solo voy a enseñarte cosas importantes y que no valen dinero. Luego me dices si el dinero es tan esencial como piensas.
Mira al cielo ¿Qué ves?
 Maestro, me ciega el Sol.
 Dime cuantas monedas de oro te pide el sol por iluminarte. Te digo más todo el oro del mundo tiene envidia del sol que brilla mucho más que él.
 El aire que respiras, ¿cuantos impuestos pagas por él?
 Los árboles ¿pagas por que te den sombra? ¿Cobran por dar sus frutos? (aunque luego los humanos los vendamos)
 Los animales, dirás que pueden hacerse rebaños y venderse. Pero ¿pagan los ganaderos cuando nace una cría? Aunque ellos si cobran cuando terminan de engordarla.
 La lluvia, que riega los campos, purifica el aire, llena los ríos y por ende el mar. ¿Te ha llegado un funcionario del Estado con tasas por recibir la lluvia?
 Ahora voy a COMPARAR cosas valoradas en dinero y cosas que se dan gratis:
 A un amigo le das un abrazo, o le regalas tu sonrisa o quizá compartís una conversación desinteresada. Le puedes hacer un obsequio, pero tu no esperas otro.
 A un enemigo tratas de combatirlo, si le haces la guerra perderás vidas y mucho dinero. Si quieres arruinarlo, tendrás que estafarlo para ello y perderás oro. Puedes amar a tu enemigo, o mejor hacerlo tu amigo y darle abrazos, regalarle sonrisas o hablar distendidamente.
 Crear una empresa necesita dinero y trabajadores que cobraran por ello. Dirigido a obtener más dinero y vuelta a empezar.
 En una reunión de familia o de amigos, no hace mucha falta el dinero. Cada uno aportará desinteresadamente algo al evento y, lo más importante, la felicidad, la hermandad, el buen ambiente y el sentirse acompañado no tiene ningún precio.
 El Mar, La Luna, Las estrellas, El Aire, La Lluvia, Los animales, Los bosques, las praderas desde un principio fueron gratuitas. Solo que el hombre empezó a adjudicarse algunas de ellas. Otras es imposible hacerlo. Pero nadie puede valorar El Sol, medir el agua del mar para venderla por litros, y así muchas cosas.
 Nacer no cuesta nada, bueno a las madres les cuesta muchos dolores pero seguro que luego no nos van a cobrar a cuenta por lo que las hicimos sufrir.
 Morir si cuesta, primero porque no quiere morir nadie, y luego se necesita un ataúd, o una pira funeraria, y luego enterrar las cenizas o invertir en una urna. Y cuando que hay que enterrar un féretro las personas que intervienen cobrar su paga.
 Los conocimientos sin embargo no son gratuitos, quienes los tienen viven de ello y sería injusto cogerlos y aprenderlos sin pagarles. Creo que es lo único que merece la pena pagar. La sabiduría además cuesta no solo dinero sino fuerza de voluntad y esta es más importante que los docentes. Si hay sabiduría y docentes y no hay voluntad de estudio la cosa se complica.
Los sentimientos tampoco se pueden comprar ¿Has visto a alguien comprar un kilo de alegría? O pedir dos metros de tranquilidad. O pagar a su amigo por escucharle sus penas.

Luego si muchas cosas se pagan con dinero: -Como he dicho, las guerras, y en ellas a los traidores, los mercenarios, las armas, los espías, los verdugos y a los mandatarios de más alto rango. A los soldados se les paga, pero en su gran mayoría no reciben su paga, pues mueren.
-Los grandes negocios pagan por establecerse, sobornan, presionan, amenazan y finalmente se establecen. Generan un dinero que reparten con cuentagotas entre sus empleados. Y retiran unas cantidades mucho más generosas para su lujo, despilfarro y sus propios sueldos.
-Las asociaciones que no cobran por sus actividades no suelen tener un sueldo fijo, o al menos no cobran lo que realmente vale, por ayudar a los demás. Algunas de estas personas tienen otras ocupaciones y regalan su tiempo libre.
-Y hay mucha gente que enseña, aconseja, y guía bien a los demás sin recibir ni una moneda.
-El dinero debía tratarse como un medio no como un fin.
-Y te digo una máxima que oí en una ocasión:
“Para ver la importancia que El espíritu supremo da al dinero solo hay que fijarse en quienes son los que poseen las mejores fortunas”
-Esa gente es rica en oro, pero mezquina. Poderosa, pero injusta. Aristocrática pero egoísta. Importante, pero en cosas de poca importancia.
*Saca tus conclusiones:
-Maestro, creo que el dinero no lo ha inventado la naturaleza sino los hombres. Por eso es inútil en muchas cosas y solo materialmente necesario en otras. La naturaleza no cobra por disfrutarla, por cuidarla y por aprovecharla. Solo se rebela cuando la maltratan y desata su furia, pero no por ser mala, sino porque han abusado de su confianza.
Trataré de darle importancia a lo verdaderamente importante, que es la vida, el entorno, el cosmos que nos abriga y conseguir que el egoísmo que nos corroe, poco a poco de paso a una nueva Era donde el dinero sirva para intercambiar alimentos, cultura y energía. Y no sirva para la destrucción, el armamento y la muerte. Por cierto te has olvidado del amor que se regala o se entrega entre personas sin que se reclamen ningún impuesto por ello.
-Bien pequeño erudito, graba eso en tu mente y practicarlo tú, aunque los demás no lo hagan, quien te vea hará lo que tú, quienes vean a ese, también lo seguirán y algún día el mundo será diferente a estos tiempos.

“Un alma quiso comprar, en el infierno su rescate para ir al cielo: Lucifer le contestó, ya pagaste en tu vida y aquí el único dinero que pueda entrar en oro, billetes o joyas lo quemamos en cuanto entráis en el averno”

Al-Hakam, pagando por sus errores, inventando historias
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