La Solana, villa de los resaltos Tenemos un pueblo sembrado de obstáculos y su ejemplo más penoso es la Avenida de la Constitución. Los agricultores, aunque los que nos tienen manía les da igual, sufrimos como pocos esta aberración, no sólo tenemos que ir más despacio, sino parar con el tractor en cada uno. Es un peligro cuando se lleva un apero enganchado, pues con el golpe que da al caer, puede salir alguna pieza despedida y hacer daño a alguien. Y no digo nada con un remolque cargado. Ya se han producido varias averías. Pero también molestan al resto de la población. A un familiar mío se lo llevó una ambulancia en estado grave, cuando pasaba cada resalto, era un auténtico suplicio para él. ¿No hay otro sistema para que no se supere la velocidad máxima? ¿Porque haya cuatro locos que hagan carreras con sus coches tenemos que jodernos todo el pueblo? La existencia de estos obstáculos es claro ejemplo de la falta de civismo de algunos, pero seguro que hay otra manera de conseguir la seguridad de todos sin hacer el paso por estas calles tan incómodo y enojoso. |