La Solana - Ciudad Real

Donde quedarón esos tiempos donde se hacia la mili, tendrian que volverla a poner, asi se les iva la tonteria a nuestros jovenes.

A MI TOCO A CANARIAS.

Ná puss yo lo ice en el cerro muriano ese de cordovass y no beas el joio calor ke pase.

jajaja, pues da gracias que no te toco en el hoyo Manzanares , si no te hielas de frio, un saludo Compadre.

Yo la hice en Melilla, en Regulares. Allí no había tontás, vivíamos como espartanos, por ejemplo, en pleno mes de Agosto teníamos que sobrevivir con un litro de agua a la semana. Comíamos lo que pillábamos, el que cazaba una rata era afortunado, esa noche cenaría bien. Mi sargento se llamaba Eladio Fuentes Sánchez de Almenara y Díaz Piernavieja Rodríguez De la Coscojosa. Era un tío que había combatido en África a las órdenes de Sanjurjo y luego Franco lo condecoró porque le pegaron un tiro en el Pingarrón. (El Pingarrón es un monte). Cuando se enfadaba con alguien, le obligaba a hacer 300 flexiones y luego lo colgaba de los tobillos patas abajo y lo dejaba así toda la noche. Los coches que teníamos eran Jeep que estaban trucados y funcionaban aceite quemado, menuda humera liaban.
Ayyy, la mili, ya os contaré.

PIfani ......eso era la mili,o el trailer de Rambo?jajajaja

En la Academia de Infantería, Toledo.

Tio del pifani: ¿A los soldados los salaban antes? Supongo que una vez secos sin sal, el sabor no es lo mismo. ¿No?

Yo la hice en Campamento Madrid en el Wad Rass. el dia a dia era: Pista americana, barrigazos por retamares,correr 14 Km. mas guardias que Cascorro y para variar 5 maniobras 3 de ellas en San Gregorio Zaragoza. Se estaba mejor en el calabozo que fuera, todo el que entraba no quería salir.

Mi novio en Badajoz, estaba deseando que jurara bandera para que me trajese la muñequita, tan chula.

pífani mi marido tambien la hizo en Melilla,a ver si os juntasteis

En Melilla hay muchos cuarteles, pregúntale a tu marido si estuvo en Regulares, aunque de La Solana sólo estuve yo de esa quinta. Podéis no creerlo, pero nosotros considerábamos a los marines americanos unas nenazas, porque nuestra preparación era más dura y exigente que la de ellos. Unos ejemplos:
-Nos tirábamos desde un avión a 50.000 metros de altura sin paracaidas ni ná. A esa altura no hay oxígeno, por lo que debíamos aguantar más de cinco minutos hasta que llegábamos a la biosfera. Íbamos planeando con los brazos y las piernas y a poco de llegar al suelo, teníamos que entrar por la puerta abierta de un avión que sobrevolaba la zona, donde caíamos en un colchón Flex que amortiguaba nuestra caída.
-Otra cosa que hacíamos era montar a caballo a galope tendido, pero de pie, no sentados, y con un melón en cada mano. A medio camino teníamos que saltar a otro caballo que venía de frente y quedarnos de pie en él, y el que perdiera un melón o los dos lo arrestaban en un castillo militar para diez meses.
-Servíamos de cobayas para que los científicos probaran vacunas en nosotros, algunos días nos ponían hasta 100 vacunas. Al soldado que necesitaba una circuncisión le daban un manual que se titulaba "hágase la fimosis usted mismo", y le facilitaban un bisturí, un ovillo de hilo y una botella de anís para que él se practicara la operación. El anís servía de anestesia.
No me voy a alargar más, porque no quiero cansar contando mi mili, pero estas eran las condiciones que teníamos y así nos hicimos hombres. Luego llegó Aznar, quitó la mili obligatoria y metío mujeres y ya se perdió todo ese encanto.

pues o mi marido no estuvo donde tu o no tiene tanta imaginacion porque no me suena nada de un melon en cada mano

El_tío_del_pífani, ¿tú estás seguro de que eso que hacías era la mili?.
No es que me parezca que exageras porque lo de los 50.000 metros de altura sin paracaidas...vale; lo de montar a caballo de pie con un melón en cada mano... también; pero que un hombre se haga la fimosis a sí mismo aún después de haberse tomado una botella de anís... ¡no te lo crees ni tú!.

Pifani eso no era ná en comparación a lo mio: Nosotros nos tirábamos de 50.000 Km. y con tanga, pero lo más jodido era que el colchon que nos amortiguaba era Picolín y no veas lo eso duele. Y lo del caballo lo chungo es hacerlo en una mano un melón y en la otra una sandia y asi te desequilibras más y si al saltar se te caia alguno tenias que escribir durante 5 horas "No comere melones del Tomelloso" y eso si que duele. Y para hoy ya hay bastante las vacunas las dejamos para otro día.

No pido que me creáis, pero he contado las anécdotas más suaves. Fuimos un escuadrón de máquinas creadas para matar, y donde no llegaba nuestra naturaleza, lo hacía la tecnología. Supongo, popol que si no te crees lo de la fimosis, menos te creerás que nos implantaban unos chips en las piernas que nos hacían correr un kilómetro en menos de diez segundos, incluso por paredes verticales.

Bueno, siendo sincero, diré que fui uno de los excedentes de cupo de aquella quinta del '85. Un 25% de los reclutas lo fuimos, por lo que me libré de hacer la mili, una de las alegrías más grandes de mi vida. Siempre es mejor hacer el amor y no la guerra...sobre todo si tienes la fimosis bien hecha.

Eso es lo que hacía tener buenos militares, no ahora que están los soldados haciendo la nininana y comiendo natillas de postre. Y encima, cobrando.

desde luego pifani que liante eres galàn y yo preguntandole a mi marido que si estuvo en regulares ,lo de la operacion de fimosis no se lo he preguntao porque ya lo sabia que no se operò alli

joer, el rato risa k me as echo pasar galán, k ocurrencias tienes, y luego vas y te libras, Pifani... pues yo me libre tambien, por la vista, pero me tube k ir a Madrid al Hospital Gomez Ulla .

Con mi petate lleno de latillas y cosas buenas del pueblo k me echo mi madre, y las mu pillinas bien me lo limpiaron,
ale no tuve frio a casa bien lijero...

Pues yo hice la Mili en el antiguo Sahara Español en "SIDI IFNI", hoy ocupada por Marruecos, donde en el desierto de esa región te achicharrabas durante el día y por la noche te congelabas debido a esos contrastes del tiempo del desierto, y donde podias freir los huevos sin aceite en la carrocería del capó de los Jeep españoles, en ese mismo año 1975 el Rey Hasán II de Marruecos promovió la llamada "MARCHA VERDE" aprovechando los ultimos momentos del Franquismo, y de ahí, todos volvimos a casa sanos y salvos , no sin haber pasado muchísimo miedo, sin saber lo que podía o no pasar.
Eran momentos muy difíciles para España, en fin, aquí estamos para poder contarlo.
Otra anecdota más, como supongo que a todos los que han hecho la mili,lo sabrán, nos hechaban grandes cantidades de bromuro en las comidas para poder dormir bien por las noches sin malos pensamientos y con las manas cerradas. Y solo pensar en el Fusil por si venían los Moros.

Anda Pizarro........tienes aproximadamente 55 años¿Jejejejejeje

Yo no hice la mili,casi lo adivinabais eh?...
Un saludo.

Eso que lo adivinamos, puedes ser amapolas o amapolos no te fies.... que te lo diga el señor moderador que lo sabe todo....

Aproximadamente año mas año menos, pero seguro que tu marido o pareja también la haría digo yo, si nó se libró por excedente de cupo, o si se libró por cualquier otra circunstancia o anomalía o quizás ya no existía el servicio militar obligatorio, en fin, dinos "amapolillas3",donde la hizo, o si no llegó hacerla.
Vamos si lo estimas conveniente.
Suponiendo como dice dialecto-manchego seas mujer.
saludos.

Ja ja ja ja, eres la repera Pifani. Por supuesto, desde tu primer mensaje sospechaba que algo raro ocurría, porque todo eso del salto a 50.000 metros de altura me parecía el guión de la película Los Vengadores, jajaja.
Aunque te libraste por excedencia, observo que somos de la misma quinta, porque yo pertenezco al 2º reemplazo del 85. Y aunque como dije antes mi destino fue la academia de infanteria de Toledo, los primeros quince dias de Instrucción los cumplí en el CIR nº 1 de Colmenar Viejo.
Y sí, vaya tela con el bromuro. Allí no se te levantaba el ánimo ni a la de tres.

Que es el bromuro ? ya lo habeis mentado dos.

Pues para que te des una ligera idea araña-negra, es una especie de líquido o polvos que se depositan en las comidas y que afectan potentósamente a los atributos que mas adora y quiere el hombre, y una vez tomado en reiteradas comidas , pues por poner un ejemplo tiene la siguiente reacción o efectos:
te ponen a la SAKIRA delante tuyo desnuda, y es como si vieras a MESSI, salvo que pierdas aceite.
O sea te quedas nenuco total , perdón eunuco.

La "mili" o servicio militar obligatorio fue una vivencia o experiencia importante, de mayor o menor trascendencia según la circunstancias personales de cada uno, pero difícil de olvidar.
Para muchos que habían abandonado los estudios tras la escuela, suponía reencontrarse con la convivencia diaria de gran número de personas de su edad, convivencia estrecha en los cuarteles y en una etapa de plena juventud, de incorporación al mundo del trabajo. En esa etapa de la vida los descubrimientos son constantes, de ahí surgen esas amistades que dejan indelebles huellas, y vemos cómo hay gente que sigue buscando por los foros de internet, a aquel amigo de la mili del que nunca más supo.
Ese período de convivencia obligatoria con otros jóvenes, con obligaciones y esparcimiento común ha desaparecido ¿supone ello un déficit en la formación, maduración y socialización personal? Puede que sí y puede que no, de hecho hoy existen más posibilidades de viajar, hacer campamentos de verano, asociaciones, clubs deportivos, etc. Es un tema, considerándolo sólo desde ese aspecto formativo, que nos llevaría a múltiples disquisiciones.
A medida que pasan los años la mili se recuerda de distinta manera, hay días que la vemos lejanísima, desdibujada, otros soñamos que seguimos en ella, con los mismos compañeros, obligaciones e inquietudes. Días en que parece nos encontramos de permiso, sintiendo vivísimos los recuerdos como si aquellos soldados de nuestra quinta y nosotros mismos, mantuviéramos el mismo aspecto sin que el tiempo hubiera pasado por nuestras vidas. La realidad es que ya, seguramente, muchos no reconoceríamos a aquellos compañeros de uniforme si nos los encontrarámos por la calle. ¿Qué fue de aquel brigada, de aquel capitán, de aquel coronel, de aquel soldado pintor, de aquel otro que cogió los cangrejos que nos comimos en unas maniobras...?
Por suerte no participamos en guerra alguna, aunque vivimos momentos de tensión, tristeza y gran preocupación en aquellos años 1.974-78, pues hubo asesinatos de militares, desde soldados a generales. Los que íbamos a diario al cuartel en coches de ruta militares, sabíamos lo que nos jugábamos.

Mi pareja fue destinado a Cartagena en Infantería de Marina,pobrecillo en 40 días perdió 20 kilos.

Después ,infantería en Arturo Soria(MAdrid) y en dos bases que tiene la Armada,en la Sierra Madrileña......por cierto,guapísimo estaba con ese uniforme tipo oficial y caballero.

Y el bromuroooooooo,pues como que no surgía demasiado efecto,jajajjajajajaj

Ayudaor, has plasmado a la perfección ese cúmulo de sentimientos que nos aflora de vez en cuando a quienes vivimos esa experiencia. Para mí, los amigos que hice allí y con los que conviví durante 14 meses fueron los mejores. Y como bien dices, la mayoría de ellos son ilocalizables pese a que lo he intentado en varias ocasiones, incluso estando registrado en la web de Amigos de la Mili.
Recordad que por aquellos tiempos, lo que solían pedir a los jóvenes para trabajar eran tres cosas importantes: graduado escolar, carnet de conducir y servicio militar cumplido.

joer que recuerdos, ya que tanto mentais el bromuro, yo hice la mili, en colmenar viejo, todo el tiempo en el juzgado militar, me chupe un monton de consejos de guerra, fue interesante, la verdad es que lo pase bastante bien, y en cuanto al bromuro fijate que casualidad, ahora a los 59 años es cuando estoy sintiendo el efecto,sera que es de efectos retardados.

yo tengo grandes amigos de la mili, algunos del pueblo, y otros cinco mas uno de madrid,otro de socuellamos, otro de almagro y otro del moral, nos vemos con relativa frecuencia y nos enviamos loteria de navidad todos los años, en fin despues de tantos años continuamos una buena relacion, han venido a las bodas de mi hijo y yo a las de los suyos. es bonito.

Pizarro66my padre tambien estuvo hay en side ifni y cuenta lo mismoqke pena no sabia ni donde lo yevaban

Hombre "AYUDAOR" hechaba de menos tu participación y aportación a este FORO que falte le hace, pienso como Chuchogalán, que mejor que has plasmado y definido todas esas viviencias y experiencias vividas en la Mili es la cruda realidad.
Y que yo creo que casi todos, es lo que hemos vivido y experimentado de alguna menera, con profundas tristezas y con profundas alegrias.
En cuanto a tus comentarios y opiniones por este mencionado FORO se hechaban de menos, yo particularmente, creo que eres bajo mi opinión personal una de las personas mas sensatas que ha habido por aquí desde su inicio.
Ya lo comente en una entrada.
En fin, bienvenido de nuevo y espero aportes toda tu experiencia y vivencias durante todo este tiempo de ausencia a este FORO.
Saludos de un amigo.

Sabia yo que esta entrada tendría buenos recuerdos y vivencias innolvidables, me gusta recordar aquellos tiempos , son cosas que parecen que jamas existieron, aaa y lo del bromuro menudo cachondeo se liaba con aquello, jajaja, buenas noches a todos.

Seguro que nos conocemos si somos de la misma quinta, chuchogalan. Yo fui el único de la cuadrilla de amigos que se libró, les dio un coraje...Menuda suerte, siempre he detestado todo lo relacionado con la guerra, y el ejército lo es (no los soldados), por eso fue una alegría librarme de ese marrón. Mi único día de mili fue ir a Ciudad Real a recoger la cartilla, y pasó por la oficina un sargento chusquero con más años que la sarna y con una mala leche que pa qué. Nos dijo algo así como "¿excedentes? como os pillara yo..." Me volví en "la pava" contento de librarme de chusqueros como ése. Ahora que recuerdo, me dijeron que pasara revisión en el cuartel de la guardia civil cada dos o tres años y no he ido todavía, y hace ya veintiseis años de eso, así que soy prófugo...ostia, ostia.

pero que suerte tuviste pifanito,mi marido si estuvo de verdad en melilla,fue en el reemplazo del 87 y por lo visto dice que habia otro del pueblo alli ,pero vamos que el no estuvo mal estaba en la cocina y engordò unos kilillos

No hice la mili, pero con cinco hermanos -los dos pequeños hicieron milicias, que debía de ser algo como la mili, pero a trocitos- les he oido contar multitud de historietas, dos se quedaron en Madrid, y otro fue a Melilla, pero tuvo la suerte de partirse un brazo y lo trasladaron a Tenerife, aun así, y a pesar del tiempo pasado recuerdan este periodo con cierta... ternura.

Así ocurre, Mesopotamia, que cuando más pasan los años las cosas se ven con cierta ternura, los malos momentos pierden peso o se comprenden mejor sus causas y efectos. Yo también hice esa mili a trocitos como tus hermanos, por eso señalé en mi anterior mensaje cuatro años para el período de su cumplimiento.
Esa mili a trocitos la hacían los universitarios, debían tener aprobados los dos primeros años de la carrera para hacer el examen de ingreso, consistente en extensos test psicotécnicos y pruebas físicas, al menos cuando yo opté por ese modelo de servicio militar, y se denominaba Instrucción Militar de la Escala de Complemento (IMEC). El primer trozo o período se desarrollaba en algún CIR o Centro de Instrucción de Reclutas, duraba tres meses y tras él se juraba la bandera de España. Yo lo pasé en el CIR de Alcalá de Henares de octubre a diciembre, allí los reclutas del IMEC estábamos mezclados en las compañías con los demás reclutas de los reemplazos normales. Antes, creo, no ocurrió así, sino que las milicias universitarias tenían sus propios lugares de instrucción, normalmente de verano, existe una película española que trató este tema: "Quince bajo la lona".
Pero en el CIR, aunque convivíamos con los reclutas de reemplazo, teníamos los "imecos" una instrucción y estudios aparte. Recuerdo los partidos de fútbol por la tarde en un campo de tierra en aquel CIR, un campo grandísimo, creo que no tenía límites, donde jugábamos a veces veinte contra veinte o treinta contra treinta. En la cantina, grandísima también, había un brigada de La Solana, un día estuve saludándole y charlando un rato con él, se formaban colas enormes para conseguir algo de la barra. También había en aquel CIR una tranquila y bien dispuesta biblioteca, cercana al lugar donde cada atardecer hacía la guardía el toque de oración. Muchas historias podía contar de aquellos tres meses en Alcalá, pero por no parecerme al abuelo Cebolleta lo dejo para otra ocasión.
Tras ese primer período, al año siguiente, en mi caso los meses de verano, julio, agosto y septiembre, se hacía el llamado segundo campamento, ya en academias militares dependiendo de la carrera universitaria que se cursara. Así los médicos iban a Sanidad, los ingenieros a Ingenieros....y los que estudiábamos Filosofía y Letras a la academia de Infantería de Toledo. La filosofía, la historia, el latín y demás disciplinas de la carrera, no nos facultaban para construir puentes o curar heridos, tampoco para aguantar mejor las marchas y maniobras, pero en algún sitio nos tenían que poner.
Otras anécdotas, historias y curiosidades podría contar por extenso de aquel verano caluroso en Toledo, lo primero que me llamó la atención fue la magnífica construcción de los edificios, el paso junto al castillo de San Servando, la vista de Toledo, el Tajo y....las mujeres dentro de la Academia. Acostumbrado al CIR me sorprendió ver mujeres en aquel mundo de hombres, mujeres de limpieza con sus batas azules, en realidad pocas, que te encontrabas por aquellos pasillos inmensos forrados de piedra.
Coincidí en Toledo con otro solanero, aunque no en mi compañía, un buen tipo que ya conocía del bachillerato, se esforzó en salir de alférez y creo que lo consiguió. Porque de estos tres meses en las academias se salía, según el comportamiento y exámenes, como sargento o alférez eventual de complemento. ¿Cuántas veces canté el himno de infantería en aquella academia? es difícil no emocionarse cuando alguna vez he visto algún vídeo cantando ese himno, me recuerda aquel tiempo.
El tercer trozo de esta mili discontinua consistía en "las prácticas", o cuatro meses en cuarteles ejerciendo de sargento o alférez eventual de complemento, y cobrando ya sueldo muy superior al del soldado. Estas prácticas se podían hacer al año siguiente del período de la Academia, si mal no recuerdo existía unos cuatro años de plazo para hacerlas. Terminadas las prácticas se alcanzaba el grado de sargento o alférez de complemento, acabándose la mili, licenciándose uno despues de 10 meses efectivos de servicio, repartidos en esos tres trozos o períodos.

O sea, Ayudaor, que tú también estuviste en la Academia de Infantería de Toledo.
Mis tiempos allí fueron felices y agradables, y los recuerdo con muuuucha nostalgia. Eso a pesar que me tiré todo el servicio haciendo guardias y patrullas, pues me destinaron a la Unidad de Seguridad. Me conozco todavía cada centímetro de cada una de las garitas, sean del núcleo que sea, el A, el B o el C. En cuanto a las patrullas que nos mandaban a hacer al Alcázar esas tenían más historia, porque allí siempre coincidiamos con la Policia Militar y no nos llevábamos nada bien con ellos. Cuando ellos iban a hacer algo a la Academia y si llegaban en plan chulo, rápidamente nos poníamos a pararles los pies, porque allí nosotros teníamos más autoridad que ellos. Pero claro, luego nos esperaban fuera y si nos veían haciendo "algo indebido" se dedicaban a putearnos por venganza. Por algo indebido se entiende ir vestido de paisano (soliamos cambiarnos en los servicios de algún bar de confianza), o que fueras un poco achispao, etc etc.
Mira si en el fondo me gustó tanto aquello, que de vez en cuando vamos a Toledo a pasar el día (ahora con la autovía te plantas allí en poco más de una hora), con mi mujer y mis hijos. Y lógicamente cuando pasamos por la puerta de la Academia siempre les digo: "Aquí me tiré 15 meses". Y es cuando mis hijos lo fastidian, por que terminan diciendo "sí papa, cuando eras joven..."
Hay veces en que se merecen un soplamocos

yo no fui a la mili,así que no tengo esa experiencia

Yo no hice la mili, y no os podeis imaginar el vacío que tengo en mi vida desde entonces. Desde ese trágico momento, mi vida se convirtió en una tristeza continua y constante, sin posibilidad de solución.

Pues no penes ni estes vacio por eso LupoX , la mili solo sirvió para muchos para perder 12 o 14 meses según quintas, tirados a la bartola, si hacer nada de provecho, y muchos perdieron su trabajo e incluso la novia tengo amigos que les sucedió eso debido a la Mili.
Si en realidad España hubiera entrado en Guerra en el Sahara Español hubiera sido un verdadero desastre, porque como yo hubo un montón de persona que no llegamos a pegar un tiro en toda la jodia mili.
Asique no te amargues y continúa tu vida normal, no te perdiste nada del otro mundo, solo mas bien penaeros y tristezas mas que alegrias.
saludos.

jejeje, lo que ahy que oir , jejejeje una vida vacia por no hacer el servicio militar amossss.

..........Y dices tú de mili....CANSINOOOOOOOOSSSSSSSSSSS

Yo también en la Academia de Infantería de Toledo, menuda cuesta había para subir de la estación de tren a la Academia...

También hice guardias en aquellas garitas de madera de la Academia, Chuchogalán, situadas enmedio del campo, aisladas, sin luces y alambradas, al menos cuando yo estuve allí. Un coche te llevaba hasta allí abandonándote en la más completa soledad, de noche y con un fusil en las manos. Como en el CIR no había hecho guardias mi primera fue en aquellas condiciones, dos horas de inquietud, nerviosismos, oyendo ruidos extraños que provenían del campo oscuro, hasta voces que luego comprendí arrastraba el viento desde la barriada más próxima. Creo que monté el arma una o dos veces, convencido de que me atacarían en cualquier instante.
No recuerdo la estación, Ribarzo, fueron tres meses nada más, pocos fines de semana, algunos sí fuí hasta Madrid con compañeros en coche, otros me quedé en Toledo, íbamos a una piscina muy concurrida, a los bares de Zocodover, etc. Íbamos andando a Toledo desde la Academia, creo que también había una buena cuesta al volver. Años después sí fuí a Toledo en tren desde Madrid, pero ya no pasé por la Academia sino que seguí hacia la ciudad, a visitar la catedral y otros monumentos.
No sé si recordáis, una casa o chalet que era o había sido de un militar, estaba situada fuera de la Academia en su parte norte, cerca de la línea de la fachada principal, había una garita de guardia cerca de esa casa y veías a sus moradores pasar y saludarte con familiaridad.
Bueno, no puedo reprimirme y pongo este vídeo, no es de buena factura, pero se escucha el himno de infantería, cantado en el patio de la academia. En ese mismo patio formamos todas las compañías de IMEC el día de la despedida, y lo cantamos, peor, creo yo, que lo cantan los cadetes del vídeo.

Ayudaor, las garitas que mencionas eran las correspondientes al núcleo C, y comprendian desde la Residencia de Oficiales hasta el Polvorín donde se custodiaban los explosivos, además de otras dos que servían para otear en el horizonte todo el campo de maniobras de la academia, que era inmenso. Creo todo lo que cuentas porque a mí también me pasó lo mismo. Más de una vez metí el cargador en la Zeta y tiré de la palanca: sobre todo en las frias noches de invierno, con lluvia y truenos, parecía que todo un batallón se dirigía hacia tí. Y las veces que nevaba no veas el ruido que hacían los conejos al corretear por la nieve (los había a cientos).
No sé quién estaría de Jefe de la Academia cuando tu estuviste. Cuando estuve yo era el General de Brigada Ramón Porgueres, en 1.985.

No recuerdo el nombre del general jefe de la Academia, Chuchogalán, yo estuve diez años antes que tú y sólo tres meses. Tampoco recuerdo nombres de oficiales y aún de compañeros, sí del cuartel donde estuve destinado después, el Saboya 6 de Leganés.
Pero recuerdo a los capitanes que tuve y a algún alférez y vivencias de aquellos días. Además de recorrernos con frecuencia aquel inmenso campo de maniobras, como tú dices, teníamos clases que las daban otros oficiales, tenientes y capitanes...creo que también un comandante. Muy buena gente, con muy buen trato, sobre todo el último capitán de la compañía que tuve; antes de éste tuve otro delgado y alto con voz ronca, a veces se ponía nervioso, se quejaba, discutía con los alféreces pero no repercutía nada esa situación personal en el trato con los soldados.
Lo curioso de este capitán es que apenas levantaba la voz y, aunque la tenía muy grave y sonora, en la instrucción de orden cerrado resultaba difícil oírle a veces. De tal manera agudizábamos el oído con nuestro capitán que llegó a ocurrirnos de ir en marcha por el campo, ir él rezagado unos centenares de metros del grueso de la compañía, y ponerse a decir: alférez tal o cual, para y date la vuelta con la gente que vamos por otro lado. Y los que iban delante se paraban y le hacían caso, como si les hablara a pocos metros de distancia.

Hoy eché una ojeada a la Academia de Infantería en los mapas de Google, en la opción por satélite, dándome cuenta de algunos cambios, como ese campo de césped con pista de atletismo, antes un simple campo de fútbol de tierra. La piscina sigue en el mismo sitio, en mi verano de soldado académico creo que no se acondicionó, permaneciendo con el agua del invierno sin limpiar y, por lo tanto, nosotros no la usamos.
Había cerca de la piscina en esa zona verde alargada que se ve en Google, una especie de pista americana que nosotros sí usamos en varias ocasiones. También recuerdo un partido de balonmano en una pista de cemento, había olvidado dónde se ubicaba esa pista, un alférez de mi compañía era licenciado del INEF (Instituto Nacional de Educación Física), aquel día jugó de maravilla al balonmano, quizás esa pista estuviera donde aparecen ahora dos, pero los soldados de IMEC no usábamos esa pista. En realidad nos sobraba entrenamiento porque solíamos salir por la mañana temprano, antes del desayuno y en ropa de deporte, a correr por los caminos del campo de maniobras, normalmente unos tres cuartos de hora sin parar. Al principio uno iba con la lengua fuera luego te vas acostumbrando, un grupo tan numeroso corriendo da ánimos para seguir aunque tengas pocas ganas y fuerzas, pasábamos por una casa como de agricultores que había dentro del campo de maniobras, quizás la recuerdes, Chuchogalán, con un pozo al otro lado del camino y árboles.
Los soldados del IMEC, al menos mi compañía, tenía sus dependencias en el lado sur del gran patio de la Academia, pero nosotros no teníamos acceso o vistas a ese patio, entrábamos y salíamos por el exterior de las construcciones de ese lado, o sea, cara al sur. Y en esa calle y accesos exteriores formábamos y hacíamos orden cerrado, más un poco adelante en dirección al campo de maniobras, donde había una zona más ancha también asfaltada. Por allí pasábamos también al comedor, creo, y conectábamos con la calle o explanada de la fachada principal de la Academia. Frente a esa fachada principal formamos y desfilamos en varias ocasiones, en el patio creo que sólo lo hicimos el día de la despedida.
Uno de esos días señalados de formación y desfile fue con motivo de la reunión del Sindicato de Actividades Diversas. Un acontecimiento que se celebró en la Academia, hubo discursos, desfile y cena de hermandad en la misma Academia, en el exterior, al aire libre por hacer buen tiempo. Confraternizando los soldados con las familias que habían acudido a aquella fiesta, pues cenamos todos juntos, mezclados en las mesas...creo que hubo también música de algún tipo.

Efectivamente, ayudaor, acabo de comprobarlo yo también en Google maps y esas pistas de atletismo no existian cuando yo estuve, eran como bien dices un campo de futbol de tierra. La pista americana (le cogí manía durante el primer mes, todos los días la teníamos que pasar ataviados con el uniforme de combate y siempre al mando de un alférez) se ve tal cual estaba, así como la piscina. Y llevas razón, esa piscina jamás estuvo cuidada, el agua aparecía verdosa repleta de ova.
La casa de agricultores que mencionas me parece que es lo que se llegó a destinar como aposentos para el cuerpo de guardía destinada al núcleo C, que se encontraba a unos tres kilómetros pasando el polvorín. Era una estancia muy acogedora, con una gran chimenea a la entrada donde echábamos la lumbre, unos servicios y una sala más grande donde se encontraba una docena de literas donde dormíamos.
Mi compañía, la Unidad de Seguridad, estábamos alojados en las dependencias de entrada a la Academia, donde estaba la primera puerta tras la barrera de entrada.
A ver si podemos tomar un café un domingo, seguro que será un placer poder seguir comentando todo esto contigo personalmente. Ya te avisaré cuando pueda ser, porque el próximo fin de semana no creo que sea posible por la Romería del castillo.

alli la hizo mi hermano.

Tu hermano también, Antonia, otro solanero más que pasó por la Academia de Infantería de Toledo, cuéntanos algo que dijera de su estancia en aquella institución ¿estuvo de soldado de reemplazo o haciendo milicias universitarias?
Respecto a la piscina sin uso en el verano, como corraboró Chuchogalán, a mi se me ocurre que se hizo para los cadetes, quizás para usarla también familias de militares que vivieran en la Academia. En cualquier caso, no juzgaron conveniente mantenerla cuidada para que nos bañáramos los de la IMEC, más los demás soldados que seguían en la Academia durante el verano.
Pero había otra piscina, veremos si Chuchogalán se acuerda de ella, no estaba en el recinto de la Academia sino en la ciudad, una mañana nos llevaron a verla. Era una piscina cubierta, climatizada, creo que era un teniente el encargado de la instalación, nos quedamos estupefactos, no había nadie bañándose pero nunca he visto un agua más transparente. El teniente se ufanaba en contarnos cómo mantenía la instalación, si mal no recuerdo habló del ioduro de plata como elemento principal, para lograr ese grado tan extraordinario de transparencia. El vaso estaba recubierto de azulejos claros y el agua apenas se percibía pese a estar llena, nos contó que había gente que no podía tirarse de cabeza por creer estrellarse contra el suelo.
En aquellos lejanísimos años había pocas piscinas climatizadas, en el mismo Madrid sólo estaban abiertas al público una pequeña en La Latina, más otra de 25 metros en la Casa de Campo. Aunque había más piscinas climatizadas como la del INEF y el colegio mayor de la Almudena, también en algún hotel, pequeñas como la del Colón en la calle Francisco de Sales. Todas las conocí y nadé en ellas, recuerdo ver entrenar en la del INEF a aquel nadador de la selección de raro apellido: Lang-lenton.

No, si yo le he contestao a cabut que mi hermano la hizo en wad rass,no se si se escribe asi.Perdon si te he confundido,ademas yo no soy de la solana.

No te preocupes, Antonia, como contestaste después de mi mensaje por eso lo entendí mal ¿eres de un pueblo cercano, entras en este foro porque estás unida a La Solana por causa distinta a la familiar, o lo haces por simple curiosidad?
En la zona de Campamento de Madrid, junto a la carretera de Extremadura, había varios cuarteles, uno de ellos el Wad Rass donde estuvo Cabut y tu hermano, yo también estuve en varias ocasiones por esos cuarteles estando ya destinado en Leganés, en el regimiento Saboya 6.

Chuchogalan y ayudaor en Toledo (ayudaor es el del atleti y chuchogalan el que está a su lado).

Ja ja ja... muy bueno consenso.
Ayudaor, yo no llegué a ver esa piscina climatizada, aunque oí hablar de ella. Y por casualidades del destino, en la que sí estuve un par de años antes fue en la de La Latina, cuando estaba trabajando en Madrid en la construcción. Justo enfrente, en el Teatro de La Latina, vi varias veces merodeando en persona a Lina Morgan, era la época en que tenía tantísimo éxito con su obra Vaya par de Gemelas.
Ah, distintos tiempos aquellos, que en cuanto cumpliamos los 18 ya encontrábamos trabajo como peón en cualquier empresa, y no nos importaba tener que levantarnos todos los días a las 4 de la madrugada para coger la pava...

Al final Lina Morgan se quedó con la propiedad del teatro de La Latina, según tengo entendido, el año pasado estuve un día allí viendo un espectáculo de flamenco, un teatro pequeño, acogedor.

En efecto, ayudaor. En un principio fue copropietaria junto a Quique Camoiras, pero al final se quedó con el cien por cien.

Ya dije, Antonia Gómez y Cabut, que fuí en varias ocasiones por los cuarteles de Campamento, creo al mismo Wad Ras, siendo ya sargento de complemento. Una de ellas fue custodiando una bandera para un acto o celebración, del que no recuerdo su denominación pero sí el gran valor de aquella bandera. No sé si era la bandera de la brigada, de la división, una bandera con gran valor histórico y sentimental...no sé a ciencia cierta, pero tenía un gran significado para la gente que se reunió en aquel emotivo acto, pues se desfiló ante ella y hasta la besaron algunos militares. Tampoco recuerdo bien si se guardaba en mi regimiento de Leganés, o fuimos a otro cuartel a por ella, íbamos en un coche el soldado conductor, el alférez portador de la bandera y dos sargentos de compañía y custodia con los fusiles, quizás alguien más que nos condujo por la bandera.
El responsable de aquella misión era el alférez de complemento, un tipo curioso, era bajito, el alférez más bajito que conocí en el ejército, con cara redonda, expresión bondadosa, abstraída y cuerpo exageradamente ancho y musculoso pues practicaba el culturismo. El culturismo era entonces una afición rara, al poco tiempo después de abandonar el ejército vi un reportaje en el periódico "El País", sobre este tema centrado en el culturista del momento, Salvador Ruiz, natural de Argamasilla de Alba, se veían fotografías de su gimnasio madrileño, en las que aparecía aquel chico que ejerció de alferez de complemento, compañero mío en el regimiento Saboya 6 de Leganés.
Quizás el levantar pesas le volvió demasiado tranquilo y despistado, no sé, el caso es que olvidó la bandera en el coche y le arrestaron, unos días que pasó...¿sabéis dónde en el cuarto de banderas.