Los cardos: problema y actuación municipal Me preocupa el creciente desarrollo de la invasión de cardos. En estos últimos años de abundancia de agua el ejército de cardos ha aumentado de tal forma que me alarma, no solo por su cantidad, también por su calidad. Estoy perdiendo la admiración que tenía por estas hermosas plantas que se erguían solitarias, en los terrenos incultos de los caminos y de las cunetas, desafiando al fuego y la aridez del verano, porque han pasado de ser objeto de belleza a ser sujetos amenazantes, nuestros inminentes verdugos. La ingeniería genética, la adaptación al medio, las condiciones favorables, el descuido humano ha dado lugar al cardo de la “novena generación” con aspecto amenazante, muchos con estatura superior a la nuestra y todos con brazos y cabezas que no son otra cosa que armas pensantes y punzantes. El poder del cardo nos amenaza por todos los lugares, carreteras, caminos, campo. Es posible que se encuentren dentro del pueblo o se hayan metidos en las casas, detrás de la puerta, debajo de las sillas, de las mesas o de las camas. Es posible que los insectos hayan extraído el veneno que se encuentra en la flor del cardo. Cuidado con los mosquitos, moscas, tábanos, garrapatas, piojos, hasta las mariposas nos pueden contaminar. La jefatura de la policía municipal ha puesto en práctica una campaña de prevención, junto a un grupo de jóvenes viajeros republicanos, ya están combatiendo la probable plaga. Si se los encuentran por la noche cazando gamusinos, no les digan nada, porque están contribuyendo al bienestar del pueblo. |