25-05-13 17:56 | #11336531 -> 11336452 |
Por:pavon13 ![]() ![]() | ![]() ![]() |
RE: Esamilla eriqueciÓ y otras leyendas, si querÉis Almena2,gracias ,pues cuentame tú,lo de la torre,y lo que sepas de encuetro de tesoros,porque los de la alamhbra me dan un poco de susto,y este royo entretiene un poco. Un saludo | |
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25-05-13 18:25 | #11336576 -> 11336531 |
Por:pavon13 ![]() ![]() | ![]() ![]() |
RE: Esamilla eriqueciÓ y otras leyendas, si querÉis Perdon,se escribe "alhambra",torre de comares ,torres bermejas ,torre de las infantas,cipres de la sultana......... | |
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25-05-13 21:43 | #11336817 -> 11336576 |
Por:almena2 ![]() ![]() | ![]() ![]() |
RE: Esamilla eriqueciÓ y otras leyendas, si querÉis No te entiendo, pavon13. En la página del Ayuntamiento de la Torre dice: "Tiene especial interes en esta plaza la casa blanca que aparece a la derecha, donde el 13 de octubre de 1873 se cometió el famoso “Robo de Don Juan”. Los ladrones consiguieron un botín de nueve mulas cargadas de oro. Es casa solariega del siglo XVIII, con muros de mamposteria, revocados con sillares vistos en las esquinas. Portada balcón, enjambada en piedra, y rejas mezcladas de diferentes períodos en todas sus fachadas, siendo notables las de hierro plegado. Yo no sé más, en la página que antes puse pone algo más, pero poco. Si alguien sabe, que lo ponga. A mí me gustaron bastante los Cuentos de La Alhambra. ¿¿¿Susto??? A mí me lo darían algunos del pueblo una noche de niebla. | |
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25-05-13 23:15 | #11336953 -> 11336817 |
Por:E.Fuentes ![]() ![]() | ![]() ![]() |
RE: Esamilla eriqueciÓ y otras leyendas, si querÉis Esto es lo que he encontrado en el Foro de la Torre de Juan Abad. ESCAMILLA Torre de Juan Abad Tierras de la Cabeza, tierras de lobás. “Mire usted, cuentan que muy cerca de “La Cabeza”, hace muchísmos años, había uncortijo donde un gañan llamado Escamilla intentaba arar en el frío negro que hacía aquel día. Era noviembre y a la yunta le costaba Dios y ayuda seguir con la labor en aquellas tierras apelmazadas por las lluvias caídas recientemente. En cierto momento los animales detuvieron sus esfuerzos, el arado se había enganchado en algo e impedía a los animales continuar. Pese a los esfuerzos de Escamilla que, con la vara de gavilanes una y otra vez animaba a las mulas, estas permanecían hincadas en la tierra. Fuera lo que fuera donde estuviera enganchado el arado era de gran tamaño. Pese a todos los esfuerzos la yunta permanecía inmóvil y enganchada. Viendo los fracasos Escamilla, decidió liberar el arado de la gran laja, que eso era lo que paraba el trabajo y a los animales. Con habilidad consiguió su propósito. Pero al hacerlo con curiosidad atinó una pequeña y negra raja en la tierra y en el fondo cómo algo rebrillaba con luminosos resplandores dorados. Alargó su brazo que apenas cabía por la grieta, tentó algo y lo cogió. Eran grandes monedas de oro. Asombrado y admirado una y otra vez metió la mano por el agujero y una y otra vez la sacó llena de aquellas “peluconas”. Sospechaba Escamilla que había encontrado un tesoro enorme…pero rumiaba que la parte principal aun se encontraba en la cueva, así que no pudiendo meterse dentro de ella y cogerlo, salió a escape para el cortijo cercano a buscar a su hijo pequeño, él si se metería dentro de aquel agujero y sacar el resto del tesoro. Tal cómo la pensó la hizo. Acudió al lugar del hallazgo con su muchacho y lo metió dentro de la pequeña cueva. El criaturo empezó a sacar riquezas a puñaos: monedas de oro, de plata, joyas de todo tipo…pero, lenta, muy lentamente el agujero comenzó a achicarse. El primero que observó la cosa fue el hijo que gritando le pedía a su padre que lo sacara de aquella trampa que se cerraba, ya, a ojos vista. Los alaridos de su hijo volvieron a Escamilla a la realidad, pero, ya era tarde, la estrechez del agujero impidió que el desdichado hijo pudiera salir. El pavor y la desesperación de Escamilla de ver desaparecer a su pequeño hijo en las entrañas de la tierra pese a sus titánicos no son para contar. Uno se lo imagina y se le abren las carnes. Y la tierra se tragó a su víctima. Ayuntamiento de Torre de Juan Abad – Leyendas Populares, por Carlos Villar Esparza Libro "Con Once Orejas" Los hombres y mujeres memorias recuerdan aún que “Escamilla enriqueció…pero un hijo le costó”. Cuentan y no paran, que aquella desgracia fue un castigo por las “cosas malas” que habitan en lo hondo de la tierras, por la avaricia de Escamilla, pues, ellas son las guardesas de los tesoros ocultos. Según la tradición oral de la abuela Celedonia, “Aquilín” y Tomás Jiménez | |
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25-05-13 23:41 | #11337001 -> 11336953 |
Por:E.Fuentes ![]() ![]() | ![]() ![]() |
RE: Esamilla eriqueciÓ y otras leyendas, si querÉis Historias similares las hay en todos los pueblos. JUAN ESLAVA GALÁN Arjona (Jaén) 1948... EL TESORO DE SANTISTEBAN De su libro: LEYENDAS DE LOS CASTILLOS DE JAÉN “Castillo bermejo, te encontré muy pobre muy rico te dejo” Cuando el “rey moro” perdió el Castillo de San Esteban, dicen las viejas leyendas, que dejó enterrado en él un fabuloso tesoro, y que al despedirse de él, pronunció las palabras que encabezan este relato. Este dicho se ha venido repitiendo desde hace muchos siglos por los habitantes de Santisteban del Puerto, que siempre han creído que en aquel viejo Castillo de tierras rojas, seguramente teñidas por la sangre de los mil moros que allí murieron para defenderlo, había incalculables riquezas. Manuel Escamilla, un viejo labrador del pueblo, vivía obsesionado con esta idea, y creía firmemente en ello, creencia que confirmaba las muchas monedas que allí se encontraban frecuentemente. Su obsesión llegó al punto de que no había noche en que no soñara que subía al Castillo y bajaba cargado con un gran tesoro. Este sueño se hizo tan habitual en él, que los días se los pasaba mirando al Castillo, mientras las noches las dedicaba a escarbar hasta dar con orzas y pucheros repletos de monedas de oro. Ya no podía soportar Manuel esta situación, y un buen día se decidió a emprender lo que tantas veces había soñado, en la seguridad de que en lo alto del cerro lo esperaba su ansiado tesoro. Buscó un viejo azadón que guardaba en la cámara y una espuerta de pleita, y llamando a su hijo, lo puso al corriente de sus planes. - Padre, le dijo el muchacho, ¿usted cree?... - Sí, Andrés. En el Castillo hay un tesoro muy valioso y tenemos que subir por él. No se lo diremos a nadie y será solamente para nosotros. - ¿Ni a madre? - Cuando lo tengamos, pero ahora ni a madre. - ¿Y usted como lo sabe? - Lo he soñado muchas veces. Sé el sitio exacto. Sólo tenemos que escarbar un poco y ... ya verás... - Como usted quiera, terminó el hijo. Con gran sigilo salieron de la casa, mientras Andrés llevaba la azada al hombro, Manuel cogía la espuerta, y subiendo por la calzada de Santa María, rodearon la iglesia y ascendieron por la empinada cuesta del cerro hasta llegar a la “casa de armas”, ya en la cúspide. Una vez allí se tuvo que sentar Manuel en el suelo agotado por el esfuerzo de la subida, mientras Andrés desde una derruida muralla contemplaba el pueblo, acurrucado entre los cerros. Manuel se levantó, ya descansado, y dando varios pasos de un lado a otro, se detuvo al pie de una muralla medio caída y llamó a su hijo. Andrés acudió a la llamada, y tomando el azadón empezó a cavar en el sitio que le señaló su padre, y así estuvieron largo rato en un silencio expectante, oyéndose tan sólo los golpes secos de la herramienta al dar en la tierra. - Déjame cavar un rato, le dijo el padre al verlo con la cara bañada en sudor. - No, todavía no estoy cansado. Ya no debe estar lejos, le contestó el muchacho, ya contagiado por la fe del padre. Cuando llevaban cavando unas tres horas, habían logrado hacer un gran socavón del que solo salía tierra y algunos trozos de cerámica, también rojiza como el terreno. Manuel no se desalentaba, sino que a medida que el hoyo era mayor, se iba animando más y más, y sus ojos relucían con un brillo tan extraño, que asustaban a Andrés. - Padre, tranquilícese, que el tesoro ya debe estar cerca. Pero Manuel no lo oía. Con la mirada perdida, fijaba sus ojos en el fondo de la excavación mientras con las manos crispadas sacaba puñados de tierra que tiraba al suelo desmenuzándola poco a poco. De pronto vió Andrés que la tierra del fondo iba desapareciendo perdiéndose por una pequeña grieta, y cuando dio otro golpe con la azada, notó que ésta cedía y ante sus ojos se abrió un boquete. - ¡Padre!, exclamó el muchacho. - ¡Ya lo tenemos!, gritó alborozado Manuel mientras abrazaba a su hijo, ¡ya lo tenemos! Andrés continuó cavando, y el agujero se hacía cada vez más grande. Cuando tuvo tamaño suficiente para el paso de un cuerpo, le dijo Manuel que se iba a meter dentro. - No padre, lo haré yo. Mi cuerpo es más delgado y yo iré sacando lo que encuentre. Y metiendo primero los pies, se fue introduciendo lentamente hasta desaparecer por completo. Pasó un rato, que a Manuel le pareció un siglo, y sin poder contenerse gritó al muchacho. - ¡Andrés! ¡Andrés! - ¡Padre!, contestó la voz lejana de Andrés. Al momento asomó el muchacho la cabeza y sacando las manos entregó al padre gran cantidad de monedas. Volvió a desaparecer y varias veces se repitió lo mismo mientras Manuel iba amontonando junto a la muralla, monedas, piedras preciosas, broches, brazaletes y otras muchas joyas. Andrés, ya agotado, apenas podía sacar la cabeza por el boquete, mientras Manuel agitado, gritaba como un loco: - ¡Saca más! ¡Más! ¡Más! ¡Saca más! Y Andrés, desapareciendo una vez más, se dispuso a seguir su tarea. Manuel, revolviendo con las manos aquel tesoro, no dejaba de gritar: - ¡Más! ¡Quiero más! De pronto se oyó un gran estrépito de piedras y vió horrorizado que un gran trozo de muralla, que había perdido su estabilidad al excavar en su pie, caía dentro del hoyo tapándolo por completo. Él trató desesperadamente de quitar aquellas piedras, pero no pudo. Se hizo de noche, y con las manos ensangrentadas, llenó la espuerta con el tesoro y bajó la cuesta dando grandes traspiés, hasta llegar a su casa. Cuando le contó a su mujer lo sucedido, salieron a la calle a buscar ayuda. Al día siguiente, los hombres que habían estado todo la noche quitando piedras para rescatar a Andrés, encontraron el cadáver de éste completamente machacado, mientras que en sus manos tenía aún aprisionadas varias monedas. Y desde entonces, se decía en el pueblo, al hablar de los tesoros que había en el viejo Castillo: Escamilla enriqueció Pero un hijo le costó. | |
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25-05-13 23:59 | #11337029 -> 11337001 |
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26-05-13 08:54 | #11337242 -> 11337029 |
Por:pavon13 ![]() ![]() | ![]() ![]() |
RE: Esamilla eriqueciÓ y otras leyendas, si querÉis E.Fuentes,Gracias por tus comunicados, el que más me cuadra es este ultimo de (Ignacio Frias Gimeno,aparentemente,biznieto de Don Juan-Tomas Frias del Castillo). Lo comunicado por Carlos Esparza,no me da mucha confianza ,pues en sus escritos deja mucho que desear,pero bueno todo sea por él... Me gustaria Fuentes, que continues comunicandome todo lo que sepas sobre hayazgos de tesoros y tesorillos. Un saludo. | |
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26-05-13 10:28 | #11337303 -> 11337029 |
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RE: Esamilla eriqueciÓ y otras leyendas, si querÉis MITOLOGIAS POPULAR (COMPO DE MONTIEL) Para nuestrO paisano pavon13 y para todos aquellos que disponga de tiempo, que por desgracias cada día vamos siendo más. ALIGUÍ, EL TÍO Anciano protagonista de nuestro folklore tradicional, lleno de simbolismo y que aparecía en época de Carnaval. Antaño, muy popular en toda la geografía manchega (Pío Baroja recuerda su presencia en Madrid a principios de siglo y García Bellido en Villanueva de los Infantes, siendo niño). Ídolo carnavalesco infantil. El “Tío Aliguí”, en Torre de Juan Abad, desde que hay memoria, siempre fue un hijo del pueblo y durante décadas el mismo varón de una familia muy conocida. Su disfraz era una humilde máscara de trapo para el rostro, como atuendo, harapos o prendas muy remendadas y un gran capote de gañán cubriendo las espaldas. En una de sus manos llevaba una larga vara de la cual pendía una cuerda de pita con un higo atado a su final, en la otra mano, una vara más corta, a veces unos sarmientos. Cuando de forma súbita aparecía, dando asombrosos y continuos brincos, por algún rincón del pueblo, pues, era condición exigida que los muchachillos lo buscaran, persiguieran, por los lugares más inverosímiles, el niño que lo atinaba daba la voz de alarma, e inmediatamente acudían en grupo los pequeños, que llegaban de todas partes. Entonces, asediaban al “Tío Aliguí” y empezaba un lúdico ritual, en aquellos días ya olvidado su significado. Los niños más decididos intentaban arrebatar el higo colgante, que se sabía era obligatorio hacerlo con la boca. En la algarabía infantil, una y otra vez, el “Tío“Aliguí” ponía el higo al alcance de sus bocas y cuando al punto de ser apresado por alguna de ellas, el “Tío Aliguí”, con un inesperado y brusco movimiento apartaba la fruta de la boca del niño, que mordía con sus dientes el vacío. La fruta era el premio del pequeño que superaba en astucia y rapidez de reflejos al “Tío Aliguí". ¡Y, ay…! del cuco que pensara usar las manos para conseguir el higo, un recio y decidido golpe de la vara corta en las manos, desanimaba al "nifo", y al resto de la chiquillería, que cantaban a coro y a todo pulmón… “Aliguí, Aliguí / con la mano no / con la boca sí” (1). En Villanueva de los Infantes: “Era un hombre vestido con sacos de arpillera y careta, que aparecía por los carnavales, simpático y a veces cruel. Con una vara de la que colgaban higos secos y caramelos que se podían coger con la boca, sin ayudarse de las manos. Aparecía por las calles cantando: ¡Aliguí, aliguí / con la mano no / con la boca, sí! Con otra vara, a veces, cuando ibas a morder los higos o los caramelos, sacudía en la boca…”. ALICÁNTARA, LA Se recogió en Villanueva de los Infantes un singular testimonio, donde se dice de la Alicántara, que: “Era una víbora venenosa que tiene dos cabezas, que una quiere hacer Bien y otra quiere hacer Mal. Y yo las he visto precisamente”. En Torre de Juan Abad la “Alicántara” se la temía como a una de las serpientes más dañinas y venenosas. En este pueblo, ha quedado huella de la malignidad legendaria de la bicha, pues, para calificar a alguna persona de conducta miserable y rastrera, se la zahería, que era más mala que la “Alicántara”. Un guarda de un cortijo serrano afirmó con gran seriedad que, la “Alicántara” tenía semejanza de serpiente menuda, pelifina con dos diminutas alas. | |
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26-05-13 10:32 | #11337307 -> 11337029 |
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RE: Esamilla eriqueciÓ y otras leyendas, si querÉis SUMA Y SIGUE........... APARECÍOS, LOS Vale por “los santos finaos”. “El día de los finaos, andan los aparecíos por los tejaos”. BICHO, El Impertinente, molesto y voraz animálculo, que pasaba su existencia durmiendo y holgando plácidamente en el interior de las orejas de las personas. Pero ¡hay! … Cuando despertaba, era presa de unas hambres feroces e incontrolables. Ávido, iniciaba el roer de las carnes tiernecicas del oído interno del huésped, produciéndole dolores atroces, que con ningún apaño desaparecían. El único remedio conocido, de total eficacia terapéutica demostrada, para calmar sus desaforadas ansias, era la leche tibia de mujer lactante. Se sabía que al llegar la leche hasta el asiento del animalillo éste quedaba aletargado de nuevo. Saciado de leche, a continuación caía en un irresistible y pacifico sueño. Requisito inexcusable era, que la leche, fuera vertida directamente del pecho femenino, a la oreja del doliente. Algún damnificado lo describió, bichito agusanado y translúcido. BRUJAS Las confidencias de una abuela villorreña recuerdan que: “Antes había muchas brujas y fue venir la Bula de la Santa Cruzada (?) y desaparecieron las brujerías… a lo mejor te encontrabas por la calle un ovillo hermoso de lana y cuando ibas a cogerlo se transformaba en un gorrinete… estaban un grupo de hombres reunidos haciéndose una cuerva, cuando echaron en falta el azúcar. Mandaron a uno a por ella, tardó mucho, cuando llegó, los demás le preguntaron el motivo de la tardanza, él les dijo que había sido raptado por las brujas que le habían llevado a Murcia. Los demás se rieron y dijeron que era imposible, entonces el hombre sacó como prueba de su estancia en Murcia unos dátiles”. El rapto y el posterior viaje a Murcia o tierras lejanas, es frecuente en historias similares que se cuentan en otras comarcas de la Mancha. Más tenebroso es un viejo suceso que aconteció en Ruidera: “Este hombre (que vivió en una caseja cerca de la laguna Colgada) tuvo una temporá que estaba acostao en los poyos que tienen las casas de campo al lao del fuego… y este hombre a medianoche se levantaba desesperao a echar lumbres y a veces echaba tres o cuatro gavillas de sarmientos, porque decía que entraban por la chimenea y se lo llevaban: “¡Que vienen, que están aquí, que las he visto, que s’a asomao una por la chimenea!”, entonces la mujer decía: “Venga pues, echa lumbre”. Y echaba unas lumbres tremendas y ponía las tenazas en cruz y así parece que ahuyentaba a las brujas”. En Torre de Juan Abad, siglo XIX, vivió una mujer a la que culparon de numerosas maldades, fue acusada de bruja y de tener escarceos con el Maligno. A su muerte todos los perros del pueblo de la zona hicieron juntas ante las puertas de su casa, aullando lúgubre y lastimosamente. BÚ, EL Destacado descendiente de alguna ignorada deidad funcional, y al igual de otros seres que aparecen en esta recopilación, enclavijado en la mitología montieleña, compartió los laureles de la fama con el “Tío Lobo”, la “Mano Negra” y el “Camuñas”. Para algunos informantes de Villanueva de los Infantes el “Bú” era una: “Persona chepada, cara abotargada y pies abiertos”, “Un pájaro que se parece al loro, que se oye de noche en la sierra, en las risqueras y se decía: Calla que viene el Bú”, “Con aspecto de animal-ave con cara de lechuza”. Las abuelas de Almedina, en noches cerradas, abrían las ventanas de las habitaciones de sus nietos levantiscos, que se negaban a dormir, y a grandes voces, llamaban al “Bú” para que acudiera. En este pueblo le daban figura de un gigantesco búho con grandísimos ojos. Si bien es cierto que, en su principio el “Bú”, parece ser, tuvo naturaleza antropomorfa, con el paso de los años, en el común del Campo de Montiel, fue adoptando figura de espectral búho. Así figura en la mayoría de informaciones recogidas. Tanto en Villamanrique como en Torre de Juan Abad, se le tenía por un enorme y negro búho de cuerpo deforme, grandes alas silenciosas, ojos rojos como platos, dos navajas eran su amenazador pico, las garras como trampas loberas. Cuentan que eran muy frecuentes sus apariciones. Se presentaba al reclamo de auxilio de las mamás y abuelas, a la hora de la siempre evitada siesta infantil. También asomaba, veloz noctívago, para raptar con sus garras a los niños, que en las altas horas de la noche permanecían pasanteando o jugando en calles, plazas y quiñoneras. “Pájaro oscuro y siniestro” Cózar. Sí… en su época, fue el terror de generaciones de críos. CAMUÑA, LA En Albaladejo, espectro femenino poseedora de los mismos atributos y naturaleza que “Camuñas”. CAMUÑAS Quizás, el espanta-niños más popular, pues, sus infamias son harto conocidas en toda la geografía española. Imaginado en Villanueva de los Infantes, como un: “Hombre con forma de diablo, con nariz y uñas muy largas y ojos brillantes”, “Hombre de aspecto horrible, manos huesudas y alargadas”, “Hombre con forma de diablo, aspecto demoníaco, tenía mando y poder para asustar a las personas”. En Torre de Juan Abad alguna abuela lo asemejaba a un monstruoso animal de formas imprecisas, de gran tamaño, largas guedejas, con descomunales dientes de lobo y pavorosas uñas. Un colaborador del pueblo de Almedina, recuerda como su abuela se lo mentaba con figura de ogro repelente. Entraba, sin llamar, en los hogares, para llevarse a los niños cansinos y obstinados, para devorarlos en su ignorado cubil. (En uno de los penitenciales alemanes del año 1000 (el de Burchard, obispo de Worns) se recoge la siguiente afirmación: cualquier hombre en el día de su nacimiento y gracias al poder otorgado por las tres míticas Parcas, podía transformarse a voluntad en un Camuñas, desgraciadamente no se dan más noticias sobre su figura y acciones). CANARIA, LA TÍA Ser femenino del cual no existen datos ni constancia de sus características, sólo se conoce la amenaza a la chiquillería irredenta con la venida de la “Tía Canaria”. Posible endemismo de Villanueva de los Infantes. CHAMORRA, LA TÍA Sin función específica conocida. Hasta el momento un enigma. Es endemismo de Albaladejo. CASERA, LA Fue la mula que en un momento de descuido de los asaltantes de la casa de don Juan Frías, buscó la querencia de su molino y partió hacia él, cargada con varios morrales o serones llenos de “peluconas” de oro y la mítica gallina con sus polluelos del mismo metal, que harían rico al molinero, que no tardaría en desaparecer con el imprevisto tesoro. Se cuentan muchas historias de donde fue a parar el molinero, que si en Ruidera, que si en Castellar de Santiago, Argamasilla, Tomelloso, Consuegra… Lo cierto es que en Ruidera existe una coplilla que canta: “Pablo Cuartero está preso / La causa ya seguirá / Cuando canten / los pollitos de Torre de Juan Abad”. | |
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26-05-13 10:41 | #11337320 -> 11337029 |
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RE: Esamilla eriqueciÓ y otras leyendas, si querÉis Seguiré en otro momento. (Los quehaceres me reclaman) COCO, EL En algunas de las respuestas obtenidas en Villanueva de los Infantes, lo retratan como: “Hombre de aspecto pavoroso, encorvado de boca grande y pómulos prominentes, huesudo y ancho”, “Hombre con aspecto de mono”, “Hombrón de trazas pavorosas con el que se asustaba a los niños”. Asusta-niños coadyuvante de las mujeres de la familia para retener en el redil a los niños insomnes. En Torre de Juan Abad se decía de él, que era: “Otro fantasmón que era el terror de los niños”. Se sabe de la debilidad del “Coco”: devorar con fruición de sibarita a los muchachillos que no llegaban a dormirse. El “Coco” fue muy celebrado en las nanas maternas: “Duérmete niño / que viene el Coco / y se come a los niños / que duermen poco”. “Que viene el Coco, que se lleva / a los nenes / que duermen poco”. “Duérmete niño / que viene el Coco / y se lleva a los niños / que duermen / poco”. “Duérmete niño / duérmete ya / porque a los niños que duermen poco / viene el Coco / y se los llevará”. COLORAO, EL Bautizado, en Torre de Juan Abad, como Juan Manuel Navarro Parra, pasó a la mitología torreña por el simple hecho de nacer en la afamada noche de octubre del año de 1873, la del “Robo de don Juan”. Mentar al “Colorao” es mentar tal suceso, son inseparables. CULEBRA, LA En lo antiguo y durante un tiempo, junto a la Fuente de la Bola, Albaladejo, apareció una gigantesca y pavorosa culebra que aterrorizó y llevó la ansiedad e incertidumbre a los vecinos y forasteros que pasaban por las cercanías de la fuente. Fue conocida por “La Culebra Desproporcionada”. “Que cerca de la cascada del “Hundimiento” había una cueva oculta y en su interior un montón de oro, pero estaba guardao por una gran serpiente a la que era necesario matar si se quería llegar al tesoro…”. Ruidera. CURRITA Perra con pintas podencas, mirar de lince, fiereza de alano. “Curra” o “Currita”, fue la perra protagonista de la inolvidable proeza que pasó al legendario particular de Torre de Juan Abad y en su tiempo, al de Valdepeñas. Una madrugada del mes septiembre de 1933 salía “Currita” de casa de don Demetrio Gormaz, en Torre de Juan Abad, acompañaba a sus amos a Valdepeñas, bajo la caña del carro que traqueteaba lleno de trigo. Iba en avanzado estado de gestación, tal sería que aquella misma noche, en Valdepeñas, parió siete crías. A la mañana siguiente el amo de “Currita” decidió dejarla en Valdepeñas, con el pensamiento de recogerla junto a sus cachorros, en el próximo viaje, y regresaron al pueblo. Pero a las nueve de la noche de ese mismo día “Currita” ya tenía su primer cachorro en un rincón del corral de la casa en la Torre, ante el gran asombro de todos. La gesta de la perra fue que llevó, uno a uno, a los siete cachorros a la Torre, para ello y bajo peligro de muerte, por desfallecimiento, realizaría catorce trayectos de 38 kilómetros, la mitad de ellos con una cría en la boca, en un tiempo aproximado de sesenta horas. “Currita” caería, pocos meses después de su aventura, víctima del veneno esparcido por las tierras cercanas a Cabeza Buey, preparado para las mal llamadas alimañas. Hoy, se sigue contando la historia de su gesta. DAMA DE LOS MONTES, LA Extraña mujer, que vivía en las espesuras de los bosques y los agrestes risqueríos y que, aparecía de forma misteriosa para proteger a los niños extraviados en tales soledades. Se la conoció como la “Dama de los Montes” o la “Vieja de la Sierra”. La anciana mujer-memoria, villorreña de nación, sólo recordaba que siendo niña, su abuela le contaba que un “muchachejo” se descaminó cuando iba leñeando por la sierra, en un terreno de mucho bosquerío… y se salvó porque una desconocida mujer que vivía en ella, lo amagó del frío y de los lobos… pero que su memoria no tiene más alcances. Y que oyó que a esta mujer la llamaron en alguna ocasión “La Hermana de la Sierra”. Famoso en Ruidera fue el extravío de un zagal de trece años: “Que lo estuvieron buscando to el día, dando voces por el monte y al caer la noche dejaron de buscarlo. Al día siguiente ya lo daban por muerto, porque por la noche había nevao algo y después heló mucho. Y no sé si vieron pisás y las siguieron, pero lo cierto es que se lo encontraron al abrigo de unos riscos de la Peña del Babián, pero aquí abajo dando casi vistas a Ruidera. Cuando lo vieron tan campante se quedaron desconcertados y le preguntaron si había pasado mucho frío, a lo que la criaturica les contestó: que había estao muy calentico porque lo había tenido arropado toa la noche una mujer…”. Quedó en la memoria de los niños salvados como una hermosísima joven, que en ocasiones adoptaba la figura de una anciana de serena belleza. Casos análogos sucedidos fuera del Campo de Montiel le atribuyeron una maternal ternura, de palabras muy dulces que al momento hacían desaparecer las angustias. Hay quién sostuvo que eran apariciones marianas. DIOS DE REOLID, EL “Al dios de Reolid, Al dios de Reolid, ¿Qué pena le daba, tenerse que ir” (Albaladejo). Personaje histórico, nacido en Reolid (Albacete), pastor de oficio, que gozó de una insólita notoriedad en varios pueblos del Campo de Montiel, en los últimos años del siglo XIX y principios del XX. Entre los más ancianos, que conservan recuerdos de primera mano, continúan sin llegar a un acuerdo sobre la personalidad de Jesús, que así decía llamarse, para unos un farsante y un promiscuo, para los otros un ser excepcional con aureola de santidad. Para los seguidores del llamado “dios de Reolid” era un hombre señalado y tocado por la divinidad: capaz de realizar prodigios, como multiplicar los alimentos, experto en videncias y una hábil facilidad de establecer contacto con los espíritus de los fallecidos, por la cual era muy solicitado… coinciden los informantes en que poseía un extraordinario poder de persuasión y encantamiento, que fluía, sutil, de su melosa y acariciadora voz. Los detractores afirman que se servía de las palabras para manipular a las gentes, que caían bajo una invisible seducción. Fue invitado, recibido y agasajado en muchas casas. Sus seguidores lo acompañaban en sus largos paseos de meditación. Acabó huyendo de varios pueblos al ser sorprendido en manifiestas y clamorosas falsedades. “¡Ni que fueras el dios de Reolid!”. Exclamación almedinense cuando algún osado pretende realizar un trabajo muy superior a sus posibilidades. DON JUAN Terrateniente, antepasado de la familia Frías, que en la noche del 13 de octubre de 1873, vio asaltada su casa, Torre de Juan Abad, por una partida de carlistas que tomó el pueblo. Sujeto a tormento, pues se le creía inmensamente rico, reveló a los intrusos el rincón de la cueva casera donde guardaba parte de sus riquezas. A pesar que los forajidos arramblaron con todo, se les pasó comprobar los pellejos de chirros que colgaban del techo de la gruta y que estaban a su vez repletos de monedas de oro. Don Juan al comprobar que no se los habían llevado dicen que dijo: “Seguimos siendo ricos, un poco menos, pero ricos”. El memorable robo pasó con gran rapidez a ser referencia cultural del pueblo, y a la tradición oral de algunos cercanos como Alcaraz… llegando las noticias hasta los distantes pueblos cacereños. Se han escrito diversos trabajos literarios y de investigación sobre tal acontecimiento. DUENDES “Seres no vistos, que andan, hablan con los vivos, con los muertos y se mueven por las casas. En los cortijos había duendes que hablaban y los escuchaban. Fue famosa en Infantes la intervención de los duendes en una finca enduendada y hasta tuvo que intervenir la Guardia Civil”. “Hombres pequeños y simpáticos. Alegres y desenfadados. Estaban en las cámaras, acribando harina, cosa que hacían en vez del ama de casa…”. En este caso, los duendes infanteños iban vestidos de color verde. Los duendes montieleños tenían gran debilidad por las cámaras donde se guardaba el candeal y la paja. Vivían escondidos entre los grandes montones de paja, y sólo salían para cometer sus diabluras. Muchas madres, intimidaban a sus hijos advirtiéndoles que no subieran a las cámaras, pues, si los duendes los veían, los cogían y encantaban, convirtiéndose ellos también en duendes. Casas enduendadas y famosas en su tiempo fueron: la de “Donato” en Torre de Juan Abad; la “Casa Grande” de Villamanrique; “Los Palacios” en Villanueva de los Infantes o la celebérrima “Casa de los Duendes”, lindera entre las lagunas de la Tomilla y Conseja, en Ruidera. De esta última, hoy se pueden oír historias que producen escalofríos. (Fernand Nicolay en su “Historia de las Creencias” cuenta cómo algunas autoridades municipales francesas, exoneraban del pago de sus alquileres a aquellos inquilinos que habitaban casas enduendadas. Las leyes obligaban al arrendador a devolver el importe recibido). Castellar de Santiago y la villa de Alambra tuvieron su calle del Duende. ENCANTÁ, LA Aparición, que salvo excepciones, era siempre sanjuanera. En Villanueva de los Infantes se decía que: “Era una señora muy guapa, encantada, que no se veía pero que se podía hablar con ella y provocaba miedo”, “Mora muy guapa, con el pelo largo, a la que apenas podían resistirse los hombres que la miraban a los ojos… cuando se iba a beber agua en abrevaderos en el campo, salía con un cántaro y te golpeaba en la cabeza”, “Mora que vivía en sitios subterráneos, Cuevas de San Miguel y la Mora y salía el día de San Juan. Se decía que estaba encantada y que si te acertaba a tocar con el peine, quedarías también encantado o encantada”. La “Encantá” de Torre de Juan Abad, se dejaba ver en El Estrecho de las Torres, también conocido como Torres de Joray o Eznavejor, término de Villamanrique. La noche de San Juan, junto a la Fuente del Piojo, bajo la sombra de los últimos restos de Joray, era el lugar elegido para la manifestación mágica. La informadora relata que, se dieron días que las gentes del pueblo, en grupos, marchaban a contemplar el prodigio. Aparecía con un camisón de raso azul y en una de sus manos un maravilloso peine de oro que le servía para sus suaves cabellos. Cuando alguno de los curiosos se acercaba en demasía, la aparición desaparecía. Fantasmagoría compartida con el vecino pueblo de Villamanrique. En él se han conservado algunas leyendas sobre la maldición que pesa sobre la “Encantá”, antaño, hermosa mora enamorada de un cristiano infiel, y de un tesoro oculto. Ese día ninguna moza soltera pasaba por tal lugar ni con el pensamiento, de hacerlo, no se casaban. En Alcubillas, en el cerro de San Isidro, asomaba otra “Encantá” de la que decían suplicaba por piedad a los caminantes, un poco de agua… cuando el gañán caritativo, conmovido por las palabras suplicantes y la belleza de la encantada se acercaba para entregársela, desaparecía. Junto a los “Riscos de la Cubeta”, Ruidera, también aparecía esta visión: “Pues íbamos los chiquillos a varear aquello, para comer los anises y las mujeres, nuestras madres, las personas mayores nos decían: “… tener cuidado, ir a una hora, siempre al mediodía o por la tarde, porque por las mañanas hay una mujer vieja que está encantá, con un pelo muy largo, pero es un pelo que brilla mucho, es de color de oro que se peina con un peine de oro y sale por las mañanas en cuanto sale el sol, al sitio que da el sol, y se está peinando y si os coge a algún chiquillo os va a dejar encantaos y os vais a quedar allí y ella se va a salir que es lo que quiere”. La “Encantá del Caño” asomaba por tierras del pueblo de Montiel. Dato significante es que, las múltiples manifestaciones de la “Encantá”, suceden junto a corrientes de agua. ENCANTADOS, LOS En Albaladejo son conocidos por “Los Encantados de la Cruz del Aravieja”, las apariciones fantasmales de formas indefinidas y que las gentes creían que eran las sombras de las Santas Ánimas Benditas en pena, recordando y reclamando promesas y fidelidades no cumplidas a sus deudos. “Uno que se murió en los trigales, parece que después se aparecía en el mismo sitio. Y a esta visión la llamaron “El Encanto” o “El Encontrao”. Santa Cruz de los Cáñamos. ESCAMILLA Por muchos siglos fue famosa la leyenda que, hoy, se sigue recordando en Villanueva de los Infantes: “Había un dicho que decía: Escamilla enriqueció, pero un hijo le costó. Significaba que el padre mandó al hijo para sacar oro, pero el padre quería que no entrara más a la cueva, pero el hijo decía avaricioso: “Otra monterica de oro, otra monterica (era la medida de una montera), pero la cueva se cerró por la avaricia y por eso un hijo le costó”. Diferentes relatos de otras abuelas de pueblos cercanos, narran que a Escamilla labrando, la tierra se le abrió bajo los pies y que en lo oscuro de la grieta brillaban monedas, oros y joyas. Esto sucedió en unos campos que lindan con “Cabeza de Buey”. En varios de los cuentos, el avaricioso es el padre, Escamilla, pero siempre el hijo es el condenado, al cerrarse de nuevo la tierra. Variantes se han recogido en Cózar, Torre de Juan Abad, Villamanrique y Castellar de Santiago. | |
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29-05-13 19:53 | #11343028 -> 11337029 |
Por:E.Fuentes ![]() ![]() | ![]() ![]() |
RE: Esamilla eriqueciÓ y otras leyendas, si querÉis ...... Suma y sigue.......... FINAOS, LOS SANTOS Espíritus de los familiares fallecidos, viejos lémures, que salían la noche de los Difuntos, en todos los pueblos del Campo de Montiel. Se les atinaba caminando por los tejados, calles desiertas y rincones a oscuras. En Torre de Juan Abad, de esa noche, algunos contaron que, al pasar por el cementerio, vieron estantiguas agarradas a las rejas, que lo cierran, increpando a todos aquellos que pasaban de la obligación de cumplir las promesas y el respeto que debían a sus fallecidos. Asimismo alguno de los finados se llegaba hasta las casas y se escondía detrás de las puertas. Así lo contaban las abuelas a sus nietos junto al fuego comiendo los dulces tostones. Asimismo, los infanteños creían que esa noche: “Se aparecía una persona fallecida y reclamaba una promesa que tenían que cumplir”. Se recuerda que alguna de estas visiones se la vio: “En la pila del agua bendita o diciendo misa”. Era generalizada, en toda la comarca montieleña, la creencia que en habiendo muerto, las campanas daban aviso de ello, en el pueblo, no se podía ni debía, cocinar ajillo, gachas… pues, el muerto acudía y removía con el dedo las gachas o el ajillo que estaba en la lumbre. Había que retirar a escape el caldero y dejarlo para otro día. Credulidad conservada aún en muchos hogares. ¿Vestigios del ágape funerario, en el cual los finados eran homenajeados y donde éstos acudían en espíritu a saborear su plato en el asiento dispuesto en la mesa? GIGANTES Si bien es cierto, que hasta la fecha no se ha anotado tradición oral alguna de la presencia de gigantes en el Campo de Montiel, sí existe un cuentecillo, Almedina, que juega veladamente, no sin picardía, con la existencia de ellos. Frente al pueblo, mirando hacía Torre de Juan Abad, hay un cerro donde llaman la atención un par de enormes rocas, conocidas por “Las Chinas del Pastor”. Quiere la tradición que, andaba un pastor con su rebaño por aquel rodal, se dolía de las molestias causadas por algo que tenía en una de sus albarcas. Al no soportar más el dolor, se quitó el calzado y arrojó al cerro las chinas causantes de su incomodidad. GAMUSINO, EL Por excelencia, el rey de burlas de la mitología popular y tradicional. Todos, en particular el mocerío, saben de su existencia, pero jamás lo han visto, aunque contaban que cuando se les cazaba y los metían en un saco, pesaban como auténticas piedras. Le han adjudicado formas y figuras de las más dispares y originales: avecillas que brillan en la oscuridad, pequeños mamíferos, ranas, tortugas, etc. Vivían, algunos de ellos aún habitan, en lo alto de los árboles, bajo los hongos, orillas de los arroyos y en los matorrales más densos. El teósofo y descubridor cometario, Roso de Luna, dejó escrito en 1917: “Y qué, ¿tomásteis como burla extremeña la Caza de los Gamusinos, sí, cuando niños, abusaron de vuestra candidez haciéndoos cargar, en tenebrosa noche, con un costal, que un chusco llenaría de piedras para molimiento de vuestros hombros y desencanto? Pues saben que ello es reminiscencia de la Caza de Boars encantados, del mundo de los jinas, y Caza de los Swan-ursinos, cual Italia, y que lo de los gamusinos se relaciona con el gamo nocturno, Dama o Danna, en latín, en alusión a la Luna”. En Villanueva de los Infantes “Animales que paraban en el campo y hacían sonidos extraños”. GARDUÑA, LA Los de la Puebla del Príncipe y Santa Cruz de los Cáñamos sospechaban que era una bestezuela peluda y negrusca que vivía en los pozos. Arrastraba a los niños que se asomaban al brocal, pena por no obedecer los consejos de mamás y abuelas de no acercarse. Ancianos y ancianas de Villanueva de los Infantes lo recuerdan como: “Bicho que va de árbol en árbol, raposa, rapiña… se criaba en los árboles y si por la mañana aparecían en el suelo de los árboles restos de bellotas, es porque la garduña se las había comido”, “Ser de manos alargadas, encorvadas y andar agachado”, “Ser femenino con cara gatuna”. GORRO COLORAO, EL Linaje de los duendes. Aparece en algunos de los cuentos populares manchegos como fiero guardián de tesoros, en otros, como malévolo duendecillo. Pero, según un informante de Almedina, existió un “Gorro” o “Gorrillo Colorao”, que se hizo muy famoso. Parece ser, que este hombrecillo totalmente vestido de rojo de la cabeza a los pies, se convirtió en la sombra de un mal pagador que le seguía a todas partes. Cuentan que la cosa era chocante, pues, todos lo podían ver, menos el moroso. Su sola presencia ponía sobre aviso a los futuros tratantes o vendedores. Se le representaba como a un hombre de edad indeterminada y de corta estatura. GUIRRA, LA Ha pasado a la mitología popular por su proverbial suciedad. “Guirla” ocasionalmente es sinónimo. HECHAÍZO, EL LOBO Fascinante individuo mitológico, hoy al borde de la extinción en la fantasía de los habitantes del Campo de Montiel. El hombre, montieleño de nación, afectado de licantropía, no sufría teatrales transformaciones, en ciertos procesos no perdía sus características humanas, contentándose por andar a cuatro patas. Sus cambios más notables eran el crecimiento desmesurado de las uñas, de los caninos y abundante y largo pelo por todo el cuerpo. En excepcionales ocasiones sufría metamorfosis zoomórficas, convirtiéndose en lobo. De estos últimos hay localizado un singular Lobo Hechaízo en Villamanrique: “…en las noches de luna, un hombre se convertía en lobo, e iba arañando las puertas de las casas”. Al amanecido se descubrían abundantes mechones de pelo en los umbrales de las “portás”. Se creía que era porque el “Hechaízo” se rascaba rabioso los lomos contra las maderas: “p’a matarse las pulgas”. Otro pueblo donde se ha detectado las andanzas del “Lobo Hechaízo”, es Almedina. De él se decía que había sido víctima de una maldición y siendo consciente de los cambios que sufría determinadas noches, avisaba a la familia que no abriera las “portás” por mucho que las aporreara: “por la Virgen de los Remedios, no abráis… no abráis, que no soy… que no soy yo”. Aquella noche los familiares cumplían el consejo al pie de la letra. Resulta curioso y desconcertante, pues la identidad de los “Hechaízos” era conocida por toda la vecindad, cosa que no impedía la pacífica convivencia diaria. Para los informantes de Villanueva de los Infantes el “Lobo Hechaízo” era: “Una persona agazapada y con aspecto de perro rabioso que bajaba de entre la espesura de los montes y sierras”, “Ser entre humano y animal, de orejas grandes”, “Se habla de un personaje de cuentos somero, que no da la cara y cuando la da es para hacer daño. ¡Viene arrastrándose, como el lobo hechaízo”. Los ruidereños lo utilizaban como calificativo despectivo: “¡Pareces un lobo hechaízo!”. LOBERICO, EL Personaje único. Principal sujeto de las célebres danzas de Las Ánimas de Albaladejo. Reúne una serie de particularidades, símbolos y conductas, realmente espectaculares y herméticas. LOBO, EL TÍO El colaborador infanteño cuenta que era un hombre que: “Se volvía lobo con pelos en la cara, en noches de luna llena”. Era un vecino normal y corriente para los demás convecinos, pero a veces desaparecía para convertirse en lobo. De igual forma se le describe con formas humanas y comportamientos de perro rabioso. Guarda gran similitud con otro componente de esta mitología, el “Lobo hechaízo”. Quizás sea una variante. Este asusta niños fue un eficiente colaborador de las abuelas torreñas que lo tenían en gran estima. Eran periódicas sus llamadas de asistencia al “Tío Lobo” para que se presentara y se llevara a los nietos rebeldones. MALA COSA, LA Aparición lúgubre y nebulosa sin formas definidas. Se la vincula con las Santas Ánimas Benditas. Se contaba en Villamanrique de uno que: “Estaba novio en la Torre, cuando una noche regresaba con la bicicleta de ver a la novia, a la altura del Estrecho se le cruzó un “gorrinete”. Él apeándose de la bicicleta salió detrás de él, adentrándose en el campo, cuando ya iba a alcanzarlo, el gorrinete se transformó en una “cosa mala” y se asustó y salió huyendo”. Otro testimonio del mismo entrevistado atestigua: “Íbamos al campo y vimos venir a un hombre a caballo, que desde lejos, parece tenía buen aspecto, sin embargo cuando se acercaba vimos como sus trazas no eran como creíamos, sino que era viejo, feo, remendaote. Cuando nos cruzamos, y lo saludamos, el caballo del hombre empezó a dar trotecitos hacia atrás, hasta que desapareció por donde había venido”. A un galán de Torre de Juan Abad de regreso de festejar a su moza villorreña, a la altura de los muros de Joray, en la revuelta del camino, una fuerza glacial y brutal lo derribó de su montura. Mula y mozo huyeron despavoridos en dirección al pueblo, sin mirar atrás. Nunca se supo quién o quiénes habían descabalgado al festejador… pero muchos señalaron a la “Mala Cosa”. De ésta, se cree vivía en unos subterráneos que estaban bajo los muros de la torre. Del mismo modo hay quienes afirman que fue la “Mano Negra” que tenía su abrigadero junto a las acequias del arroyo de las “Aliagas”. En Torre de Juan Abad, en el Cerro de los Gatos, una espantable “Mala cosa” se apareció a un abuelo, que hizo caso omiso de las disposiciones del cura párroco de no trabajar el día de Todos los Santos. De una nube negra salió una doliente figura de vagos rasgos humanos, que le recriminó con voz de ultratumba su falta de devoción. | |
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29-05-13 19:57 | #11343039 -> 11337029 |
Por:E.Fuentes ![]() ![]() | ![]() ![]() |
RE: Esamilla eriqueciÓ y otras leyendas, si querÉis MARAUÑA En Castellar de Santiago, perversa entidad femenina, que vivía en los pozos, con largas y disformes uñas, que le servían para enganchar y arrastrar a los niños. En otros pueblos se la conoce por Mariuña. | |
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29-05-13 21:06 | #11343157 -> 11337029 |
Por:almena2 ![]() ![]() | ![]() ![]() |
RE: Esamilla eriqueciÓ y otras leyendas, si querÉis Buena voluntad de E Fuentes pero no dices de dónde lo sacas. Son cosas recopiladas por otros. Yo creo que es mejor que se aporten recuerdos antes de que desaparezcan. La leyenda del tesoro de la Iglesia. La leyenda de la Encantada,Los baños de Júpiter, etc. | |
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29-05-13 21:32 | #11343221 -> 11337029 |
Por:E.Fuentes ![]() ![]() | ![]() ![]() |
RE: Esamilla eriqueciÓ y otras leyendas, si querÉis Paisana almena2. Si que he dicho la Fuentes al principio de mis post. No quiero apoderarme de algo que yo no he escrito. Tienes toda la razón respeto al tesoro que nos contaban nuestros abuelos, si, ese que decía que se encontraba en la puerta de la iglesia. Algún día escribiré algo sobre él. | |
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31-05-13 22:00 | #11346763 -> 11337029 |
Por:E.Fuentes ![]() ![]() | ![]() ![]() |
RE: Esamilla eriqueciÓ y otras leyendas, si querÉis Yo sigo como Joe Rigoli. MARIMANTA, LA Es el equivalente a “las fantasmas” y “las pantasmas”. Si bien en los últimos tiempos “las marimantas” eran encobijados rondadores, que tapados por una manta festejaban a través de las rejas o gateras. Así estaba a salvo la identidad del galanteador. MARIUÑA Espanto femenino. La informante solanera, cuando niña: “…la imaginaba como un pájaro”. En otros pueblos, ser acuático que amenaza continuamente a las criaturas desde el fondo de las pozas y tablas. MARTINICO, EL Grupo de los duendes. Un informador de Villanueva de los Infantes refiere del susodicho, es un: “duende con aspecto de mono”. Con toda seguridad, es el duende “Martinico” el más popular, travieso y busca-pleitos de toda la casta duendil. Hay centenares de historias sobre él y sus fechorías. MORA, LA Es frecuente que, la “Encantá” de la noche de San Juan, sea una beldad mora víctima de una maldición milenaria. MOTILÓN, EL FRAILE “Mochilón” es su sinónimo. Familia de los duendes. En Albaladejo se recuerda que era “un monstruo”. Un informante de Torre de Juan Abad asegura de él: “Ser fantástico vestido de frailón o frailuco, con grandes hábitos pardos y cubierta la cabeza y parte del rostro con la capucha del hábito, donde en el fondo brillaban unos ojos terroríficos que despedían llamas y dejaban mudos de espanto”. Las citas de Villanueva de los Infantes lo señalan como: “Encapuchado al que apenas se le veía la cara, el hábito era marrón oscuro”, “Con grandes barbas que asustaba a los pequeños”. En Castellar de Santiago, se llamaba fraile “Motilón” a una oruga. NAZARIO, EL TÍO En ocasiones se le confunde con el tío Cesáreo (?), ambos tenían las mismas cualidades. En Torre de Juan Abad se le describía como anciano de corta estatura, achaparrado, cara simpática y ojillos traviesos. Vestido con largo blusón negro, pantalón de pana y calzado con grandes abarcas. Cubría su cabeza con la “boina” manchega y en sus manos llevaba un grueso cayado o una larga vara de gavilanes. Solía aparecer bajando por las cadenas de las cuales colgaban los calderos en las chimeneas. Siempre acudía solícito y servicial al llamado de las mamás o abuelas que intimidaban a los niños revoltosos “Ya viene el tío Nazario por las cadenas”. Cuentan que los “criaturos” al oír el ruido de las cadenas callaban al contado. Eso sí, los niños oían el tintinear de los eslabones de hierro, pero no columbraban al abuelete que gozaba del privilegio de la invisibilidad a los ojos infantiles. Salvo agitar las cadenas, al tío Nazario no se le conocía otra actividad intimidatoria. OREJAS DE PANETE Se desconoce casi todo de este mítico ser montieleño. Escasos son los vestigios de “Orejas de Panete” en la tradición oral. Amenazas a los mocicos con su llegada y juramentos en el lenguaje popular “La madre que parió a Panete”. Conocido también por “Orejas de Pañete”. PANTASMA, LA “Vestido de blanco, sólo se apreciaba largo manto, ojos y los brazos abiertos”, “Era un hombre que por las noches, para ir a visitar a alguna mujer que deseaba, se ponía con una sábana por los pies y otra por la cabeza”. Villanueva de los Infantes. En Torre de Juan Abad se recoge que: “En llegando la Cuaresma, ya casi agonizando el mes de febrero, empezaban a salir las “pantasmas”, casi siempre por promesas a las ánimas (que se cumplían siempre de una forma totalmente anónima). Todos los Viernes de Cuaresma aparecían las “pantasmas”. Iba vestida de negro con una especie de túnica o sayal que le llegaba hasta los pies. Y para agrandar su estatura y darle a su figura un aspecto entre insólito y terrorífico, sobre sus hombros y cintura llevaba atado con lo que fuera, cuerdas o correa, un armazón de listones de madera y varillas de hierro, todo ello cubierto con sábanas blancas y una cruz pintada en ellas… el aspecto era aterrador”. Es evidente que se trata, en este caso, de un ritual expiatorio. Aquél que ejercía de “pantasma”, siempre un varón, y no cumplía la totalidad de la promesa, a buen seguro que las Ánimas enfurecidas lo visitarían en su casa y lo atormentarían con toda clase de fenómenos sobrenaturales. Se sospechaba de las “pantasmas” de Albaladejo que, eran los lacayos “enfantasmados” de amos de casas de “posibles”, que despejaban los caminos asustando a los vecinos, para que ellos pudieran consumar sus amoríos encubiertos. PEJIGUERA, LA Mujeruca, proterva y aviesa. A todos envidia. A todos odia. Sus palabras corroen honras, destruyen obras. En lo antiguo con sus largas y afiladas uñas, despellejaba a todo aquél que se pusiera a su alcance. En el mejor de los casos, todos o casi todos la conocen, en el peor, comete sus fechorías desde la invisibilidad. Se afirma que también existe el macho: el pejiguero. | |
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01-06-13 12:18 | #11347506 -> 11337029 |
Por:pavon13 ![]() ![]() | ![]() ![]() |
RE: Esamilla eriqueciÓ y otras leyendas, si querÉis Por mi parte E.Fuentes;te doy las gacias por cortar y pegar,pero aun nadie me dide nada sobre unos tesoros encontrados en Castellar y en torre de juan abad y que estan en el museo arqueologico de Madrid,uno de ellos lo encontraron en los trabajos de labranza "arando" y otro "un pastor cortando una retama",en tiempos de la segunda republica,parece ser que tienen nombre y apellidos de las personas "agraciadas",pero no se nada más, yo personalmente prefiero recopilar,no dichos dicharacheros sino documentados y basados en "realidades". Muchas gracias y continua,te dejo con un fuerte abrazo. | |
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02-06-13 00:02 | #11348293 -> 11337029 |
Por:jordana ![]() ![]() | ![]() ![]() |
RE: Esamilla eriqueciÓ y otras leyendas, si querÉis Estimado Fuentes: Veo muy loable tu esfuezo por contarnos esas fantásticas historias y personajes de miedo que nos estás relatando, y considero que debes seguir haciéndolo, pero echo de menos tus intervenciones en lo publicado del úntimo y del próximo pleno, en los que parece que, como en los pozos, también puede haber "Mariuña" Y hablando de Mariuña, ¿Te cobrarón por fin los 50€ de la revisión catastral o te han librado? | |
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02-06-13 10:59 | #11348581 -> 11337029 |
Por:E.Fuentes ![]() ![]() | ![]() ![]() |
RE: Esamilla eriqueciÓ y otras leyendas, si querÉis Querido paisano Jordana. Te voy a contestar a la preguntas que me haces aunque éste no sea el hilo que le corresponde. Pues no.. todavía no he pagado los 50€ del catastro.(de todas las maneras todavía no he recibido el impuesto del IBI de éste año. ¿Te has preguntado alguna vez si las alegaciones que hice por escrito en su día a la empresa encargada de hacerlo las ha considerado suficientes? ¿Conoces tú a gente de Castellar que si los haya pagado? Tengo entendido que ni la empresa ni el ayuntamiento cobran 50€, lo que se ha tratado de hacer es un catastro real donde todos los ciudadanos paguen por unidad edificada, osea, todos por igual. Unicamente pagaran la tasa aquellos que hayan realizado una obra en su vivienda y no lo hubiesen comunicado al ayuntamiento, por lo que no han pagado IBI desde que las construyeron. Es una forma de que todo el mundo pague por lo que hace y no unicamente unos pocos. Aquel que no haya realizado ninguna obra, no tendra que pagar nada. (Eso sí, pagará la subida del IBI de este años que no tengo ni idea de cuanto va a ser). !!Librado!!. ¿Está insinuando que si alguno de los que tienen que pagar al Ayuntamiento se libran de no pagan por algunas circunstancias?. . Con respeto a lo que ha escrito el portavoz de USI. tengo que decirte que conozco perfectamente su versión de los hecho, es más, cierto día estando en Castellar me relató todo lo sucedido punto por punto y, coincide con lo que se ha escrito. Referente a lo que ha escrito Maricarme Alcaldesa en Facebook pues con ella no he tenido la oportunidad de hablar sobre éste tema, por lo tanto, tendré que darle la misma credibilidad que le doy a la del portavoz de USI. Como da la casualidad, que en todos los meses que he estado en Castellar, que normalmente han sido los meses Junio, Julio y Agosto no he podido asistir a ningún pleno, bien por que no se ha dado la suficiente información de cuando se celebraban o tal ved, por que se dilatan en el tiempo no tengo información presencial. por lo tanto como dice el refrán !de lo que te dijeran y olleras la mitad creyeras y de lo que vi, todo creí!. "Mariuña" Las hay en todas partes, en los pozos de Castellar, en los de las Comunidades Autónomas y por su puesto en....El territorio Nacional. Saludos para tod@s l@s que entran, escriben y leen los Foros de Castellar de Santiago. | |
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02-06-13 23:51 | #11349542 -> 11337029 |
Por:jordana ![]() ![]() | ![]() ![]() |
RE: Esamilla eriqueciÓ y otras leyendas, si querÉis En la respuesta que das de los 50€ veo que se te ha olvidado que es lo que han venido cobrando a quienes han hecho alguna obra, que aún teniendo licencia del ayuntamiento, no habían ido despues al ayuntamiento a notificar cuanto había aumentado el valor de su casa, gracias a esas obras. Por ir a notificarlo, además de poner el valor de la obra y pagar lo correspondiente cuando conseguiste la licencia, El ayuntamiento exige que vuelvas a ir a decir otra vez lo que vale tu obra, como si no lo supieran ya por tu licencia y la visita que te hace el aparejador, y resulta que por ir a notificarlo han cobrado en torno a 50€, lo que además supone que te revisan todo el valor de tu casa como si fuera un valor nuevo. Lo de la credibilidad de las partes es lo que tiene, que cuando uno miente y otro no, el que miente lleva el 50% de ventaja sobre la verdad, pero en este caso lo que está claro es que o la alcaldesa miente, o la alcaldesa prevarica. Si sabe que uno no tiene licencia, no es cuestión de que lo ponga en el facebook para sus amigos, tiene la obligación de sancionar, y si no sanciona prevarica, pero si resulta que prevarica por no actuar y además miente....entonces apaga y vamonos. La verdad, hay que ser equilibrista para justificar una postura así, diciendo que como yo no lo he visto....yo no.... | |
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03-06-13 00:15 | #11349603 -> 11337029 |
Por:amigodecastellar ![]() ![]() | ![]() ![]() |
RE: Esamilla eriqueciÓ y otras leyendas, si querÉis Que no jordana que no te quieres enterar que la obligacio de actualizar el catastro de las propiedades es del propietario y lo que ha hecho la alcaldesa es acercar el catastro a castellar para que todos cumplan con esa obligacion sin tener que ir a valdepeñas y actualizando todas las viviendas a la realidad de hoy no a la de hace 20 años. Asi el que no haya cumplido con esa obligacion por desconocimiento por dejadez o por cualquier otro motivo, ha tenido la opotunidad de hacerlo en su propio municipio y con una persona a su disposicion experta que nos explixaba cuslquier tema dudoso. Es muy grave la acusacion que haces y muy facil hacerla desdel anonimato | |
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03-06-13 08:17 | #11351361 -> 11337029 |
Por:gun crazy ![]() ![]() | ![]() ![]() |
RE: Esamilla eriqueciÓ y otras leyendas, si querÉis ¿Y si lo hacías en Valdepeñas no pagabas los cincuenta euracos? Creo que no, que siempre se los embolsan. Ale, acerca la administración al ciudadano. ![]() ![]() ![]() Una cosa es ser amigo de Castellar y otra ser amigo de los cuartos de Castellar. ![]() ![]() ![]() | |
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05-06-13 21:33 | #11356233 -> 11337029 |
Por:E.Fuentes ![]() ![]() | ![]() ![]() |
RE: Esamilla eriqueciÓ y otras leyendas, si querÉis PEREGRINOS, LOS Hombres desarrapados, con cayado y sombrero calado, barbas largas, entre las que aparecían brillantes ojos y tez morena. Sobrecogían a los niños, entre los que pronto se pasaba la voz, si aparecía uno en cualquier lugar de paso. Endemismo de Villanueva de los Infantes. PÉREZ, EL RATÓN Este personaje tan popular nacido de la literatura ha transcendido a la cultura de los pueblos manchegos, se dice de él que era “un ratoncillo amable y con aires de duendecillo”. Suele hacerse presente cuando al niño se le cae el primer diente. Puesto bajo la almohada el Ratón Pérez se lo cambia por un regalo. PERNALES, EL Francisco Ríos González, Estepa 1879. “Bandolero que murió por Reolí, sierra de Alcaraz, por una traición de un leñador. Le preguntó el Pernales por un camino y el leñador le indicó un camino por el que cobró un duro. El leñador fue a la Guardia Civil y lo denunció”. Narración infanteña. La leyenda quiere que este bandolero estuvo por tierras de Torre de Juan Abad, habitando una cueva, donde escondió un gran tesoro, fruto de sus delitos, del Cerro de Dos Hermanas. Históricamente el “Pernales”, junto al “Niño del Arahal”, sería abatido por disparos de la Guardia Civil en las Lomas de Villaverde de la Sierra de Alcaraz, en 1907. “El Pernales” está enterrado en Alcaraz. Hace muchos años, el primero de noviembre, nunca faltan flores anónimas sobre su tumba. | |
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Así, así...... gana el Madrid y otras cosas Por: E.Fuentes | 07-05-11 22:48 pericop | 5 |
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