Calzada de Calatrava - Ciudad Real

¡Cobarde pecadorrrr!

Otra vez los parlamentarios del PP se largaron de las Cortes de Castilla-La Mancha. Esto es tan frecuente que ya no sorprende a nadie.

Pero en esta ocasión me chocó el origen de la trifulca. Lo primero que escuché es que a Leandro Esteban le habían retirado la palabra por insultar a Barreda, hecho que indujo a los “populares” a abandonar su bancada.

Y yo me pregunté: ¿Qué le habrá dicho? ¿Tan grave será ese insulto?

Pero no. Esteban llamó “cobarde” a Barreda. ¿Cobarde? ¿Y eso es un insulto? Tan extraño me pareció el suceso que casi me echo a reír.

No obstante, hoy ya entiendo lo que pasó: ante cualquier menosprecio en la cámara, el presidente tiene que pedir al autor que retire sus palabras. Esto pasa un día sí y otro también.

Así que el PP decidió lanzar el menosprecio más leve posible y utilizar la reprimenda de Francisco Pardo para justificar la espantada.

¿Y por qué iba a hacer tal cosa el PP? Esto sí que está claro: para que Cospedal no tuviera que pronunciarse sobre la Ley del Agua, o lo que es lo mismo, para que la candidata del PP a presidir Castilla-La Mancha no pusiera en evidencia su falta de valentía a la hora de defender ante Murcia, Rajoy o quien haga falta las legítimas demandas de los castellano-manchegos.

Pues le va a salir el tiro por la culata.

En ese Pleno la que actuó con poca valentia defendiendo a Castilla La Mancha fue Cospedal (ya se ha quitado lo de "De Cospedal"). Y lo contrario de "valentía" todos sabemos lo que es: aquello de lo que acusaba a Barreda.

Como estos sueñan con una grande y libre, pensarán que lo que es buen para Murcia lo es también para Ciudad Real, por eso ni se inmutan cuando se llevan algo que es nuestro.