La fijación de Félix Martín deja en entredicho al Campo de Calatrava No entiendo po qué me habeis borrado este mensaje, lo pongo de nuevo Otra sentencia viene de camino, tendremos que agachar las orejas otra vez El alcalde de Calzada de Calatrava sigue dando muestras de acoso y derribo al Grupo Oretania. No contento con impedir la presencia de informadores del equipo en las sesiones plenarias que son públicas, actitud censora de la constitucional libertad de información que fue secundada con su silencio por el resto de responsables de la Asociación Campo de Calatrava, ahora ha dado un paso más provocando que esta entidad zanje de una parte el convenio de colaboración que existía con Oretania. Al menos eso se ha dicho en nota de prensa. Esa dura nota de prensa acusaba a Oretania de “graves incumplimientos”, sin que en ningún caso aportara los argumentos necesarios para que el lector supiese en realidad qué había sucedido. Y lo que había sucedido no es que este empresa editora dejase de cumplir alguno de los puntos de un convenio que ninguna cuantía económica incluía por cierto, sino que simplemente había denunciado públicamente la actitud anticonstitucional y censora de un alcalde que, por el ‘ordeno y mando’ impidió durante un Pleno municipal ejercer a un profesional del Grupo Oretania la labor informativa que la Constitución recoge expresamente como libertad y derecho especialmente protegidos. Lejos de posicionarse del lado del derecho a la información de todos los ciudadanos de Calzada y, por ende, del Campo de Calatrava, o al menos lejos de haber aclarado esta triste situación antes de que ya fuera irremediable, la Asociación para su desarrollo divulgaba un comunicado cuya existencia muchos de los miembros de esa entidad desconocían. A finales de septiembre de 2008 se rubricaba en el Ayuntamiento de Miguelturra el referido convenio. En aquel momento responsables del colectivo calatravo eran conscientes de las dificultades que existían con uno de sus miembros: el alcalde de Calzada de Calatrava. He aquí ‘la madre del cordero’. De los precedentes Pasados casi tres años del origen de unas diferencias personales que ahora han dejado en entredicho la política de comunicación y transparencia colectiva, hay que recordar que pasado un año de su toma de posesión, el alcalde de Calzada de Calatrava, con la aquiescencia de buena parte de su equipo de Gobierno, condenaba a la censura informativa a Oretania, tanto para su periódico digital www.oretania.es, como a su cabecera escrita local ‘Salvatierra’. No hubo en aquel momento la valentía de dirigirse personalmente a esta redacción para explicar el motivo y ya se empleó una sucia argucia que dejaba en evidencia la actitud y conchabeo de quienes guardan un silente rencor, dentro y fuera de ese consistorio calzadeño. En aquel momento, agosto de 2008, el director del medio, Julio Criado, explicaba la maniobra en los siguientes términos: “En un alarde de hipocresía, el concejal Isidro Zapata ha escenificado una opereta en la que, por un lado, mediante correo electrónico nos pide explicaciones sobre la razón que ha llevado a oretania.es a no publicar información alguna de las II Jornadas del Festival Internacional de Artes Escénicas ‘Ruta Pedro Almodóvar’ de Calzada de Calatrava y, por otro lado, según hemos podido contrastar con el responsable del gabinete de prensa municipal, desde el Equipo de Gobierno se ha prohibido enviar cualquier nota de prensa relacionada con el Ayuntamiento calzadeño a los medios informativos del Grupo de Comunicación Oretania, entre ellos ‘Salvatierra’. Así como la prohibición más absoluta de la utilización de las fotografías remitidas por dicho gabinete. De esta manera, nos encontramos con que el señor edil nos pregunta por qué no nos hacemos eco de una información cultural que ayer fue enviada por su gabinete de prensa, con instrucciones precisas de no hacérnosla llegar hasta nuestra redacción, en una actitud infantiloide y que muestra una tremenda cobardía en hacerse responsable de sus actos”. De Publicaciones y gabinetes de comunicación Ese gabinete al que aludía el párrafo anterior ya trabajaba en Calzada de Calatrava durante la anterior legislatura con gobierno municipal del PSOE y había mantenido su contrato con los nuevos gestores del PP y era y es el vehículo comunicativo de la Asociación para el Desarrollo del Campo de Calatrava. Un año antes, el Grupo Oretania iniciaba también su labor como gabinete de prensa para ayuntamientos, empresas y entidades privadas, lo que suponía la entrada de un nuevo y competitivo actor en el negocio de la comunicación corporativa en la provincia. Por otro lado, el alcalde de Calzada de Calatrava, Félix Martín, nunca ocultó su convencimiento de que ‘Salvatierra’ dejaría de existir en Calzada de Calatrava cuando asumiese el cargo, dando por sentado que era su predecesor quien costeaba la edición y difusión de este periódico. Con el tiempo ha quedado claro y en la frustración de muchos, que ‘Salvatierra’ es un periódico de titularidad privada y que los únicos ingresos que recibía del Ayuntamiento, como cualquier otra publicación a la que se concedía, era la legítima vía de la publicidad. En estos casi ya cuatro años, como es lógico en su política de acoso y derribo, Martín no ha introducido el más mínimo módulo publicitario en ‘Salvaltierra’, con la esperanza de una muerte por inanición de este medio de comunicación local. Por hilvanar los párrafos anteriores, cabe señalar que paralelamente a este empeño censor en redacción y publicidad, el alcalde pone en marcha una publicación propia. A diferencia de ‘Salvatierra’, que siempre ha publicado lo que le ha llegado de otras opciones políticas locales y si algo no publicaba era porque sencillamente no se le hacía llegar, en la nueva revista del alcalde sólo se recogen las informaciones oficiales del equipo de Gobierno, sin dar opción a expresar sus comunicados a la oposición. Se da también la circunstancia diferenciadora de que la referida publicación, ‘Calzada Informa’, sí es ya una publicación que edita el Ayuntamiento, a todo color y en papel de calidad, con todo lo que ello supone en gasto del erario público y otros ingresos por publicidad comercial, en clara competencia desleal hacia los medios privados. Y de este nuevo producto se benefician tres empresas foráneas, nuevamente el referido gabinete de prensa por la redacción, así como otras dos más en concepto de diseño y maquetación por un lado y por impresión por otro lado. De esta manera se da la circunstancia de que ‘Salvatierra’ no informa desde el verano de 2008 de gestiones y acciones del equipo de Gobierno porque no puede, como queda dicho por la censura confirmada por distintos miembros del equipo de Gobierno y por el responsable de su gabinete de prensa desde el verano de 2008; sí lo hace, en cambio, la propia publicación de titularidad municipal. De cómo Félix Martín rompe la baraja En este contexto enquistado, sabido por responsables de la Asociación Campo de Calatrava de la cual forma parte Calzada de Calatrava y su alcalde, se produce la firma del convenio anual de colaboración cultural. La información que emanaría del Pleno del que fue expulsado el trabajador de Oretania era importante, toda vez que radicaba en la aprobación de presupuestos municipales, el documento eje de la gestión a lo largo de todo un ejercicio y, además de ofrecerse en ‘Salvatierra’ y www.oretania.es, sería una información de interés que se incluiría en ‘Pueblos del Campo de Calatrava’. Por lo tanto, ¿cómo es posible que la Asociación se comprometa por escrito a facilitar información y contenidos a este periódico comarcal y por otro ampare la puesta de obstáculos por parte de uno de sus miembros a que esa información se obtenga de una manera normalizada? ¿Quién incumple el convenio, Oretania o la Asociación? En esta tesitura e independientemente de la decisión que en su día tomen los tribunales tras las correspondiente denuncia presentada por Julio Criado, el Grupo Oretania decide dar a conocer en ‘Pueblos del Campo de Calatrava’ la grave situación de censura informativa que padece y divulga la nota editorial que, por el interés de la misma, este ejemplar de ‘Salvatierra’ rescata íntegramente en su página 4. Fue a consecuencia de la primera publicación, en el periódico comarcal, cuando dicha nota editorial es utilizada de manera retorcida, dando pie a la ruptura unilateral del convenio y a la hiriente nota de prensa de la Asociación Campo de Calatrava y que, oportunamente, fue rebatida por Oretania. Con el fin de dejar al lector que saque sus propias conclusiones reproducimos a continuación cada una de estas dos notas de prensa. Nota del 17 de enero de 2011 de la Asociación ‘Campo de Calatrava’: La Asociación del Campo de Calatrava resuelve el convenio con el Grupo de Comunicación Oretania por graves incumplimientos: La Asociación del Campo de Calatrava ha resuelto denunciar y dar por finalizado el convenio que desde el pasado mes de septiembre de 2009 tenía suscrito con el grupo Oretania, debido al incumplimiento del mismo por parte de esa empresa. La Asociación del Campo de Calatrava, lamenta tomar esta decisión, pero el incumplimiento de algunas de las clausulas contenidas en dicho convenio, ha motivado la denuncia del mismo. El grupo de comunicación se comprometió a poner en marcha la publicación “Pueblos del Campo de Calatrava”, para un total de 15 municipios que componen el área de influencia del Grupo de Desa-rrollo Rural; publicación que tenía una edición mensual, una distribución gratuita, mediante el sistema de buzoneo, reparto selectivo y mediante paquetes en lugares estratégicos de cada localidad. La información que debería contener la publicación giraría en torno a la actividad institucional y al trabajo del conjunto de municipios integrados en la Asociación; municipios que, gobernados por diversas fuerzas políticas, tienen como prioridad el desarrollo de la comarca dentro de la Asociación Campo de Calatrava, sin que intervengan localismos, ni personales ni políticos en el desarrollo de su actividad. Respetando en todo momento la libertad de expresión de cualquier medio de comunicación, la Asociación entiende que desde la literalidad del convenio suscrito, el objetivo de la publicación era informar, sin entrar en otro tipo de consideraciones, cuestión ésta que no se ha respetado y que origina la denuncia del convenio. En concreto el número 10 de la publicación ha supuesto una grave vulneración tanto de la letra como del espíritu del Convenio, al haberse utilizado esta publicación como vehículo de transmisión de puntos de vista particulares, a través de una editorial; puntos de vista particulares que la Asociación para el Desarrollo del Campo de Calatrava no considera pertinentes en esta publicación, ni tampoco, por supuesto, comparte. [Nótese en que en esta nota no se dice quién y con qué cargo decide dar luz verde a la ruptura, a diferencia de la emitida con motivo de la firma del convenio. Y que quedan en la más absoluta ambigüedad las razones que justifican la decisión, aunque se utilice la expresión “graves incumplimientos” en un titular redactado por el susodicho gabinete de prensa dando la sensación de querer dañar la imagen de la empresa que es directa competencia suya]. Horas más tarde, ese mismo 17 de enero, el Grupo Oretania divulgaba su propio comunicado de respuesta: Oretania lamenta que la actitud censora del alcalde de Calzada haya llevado a la Asociación Campo de Calatrava a romper el convenio: El Grupo de Comunicación Oretania lamenta profundamente la decisión tomada en el seno de la Asociación para el Desarrollo de Campo de Calatrava, dando por finalizado el convenio que ambas entidades mantenían para la difusión de contenidos en el periódico comarcal dirigido a las quince poblaciones de este amplio territorio ciudadrealeño. Las trabas puestas por el Ayuntamiento calzadeño y más en concreto por parte de su alcalde, Félix Martín, que no tuvo el menor pudor en expulsar de una sesión pública del pleno municipal de diciembre a un informador de esta empresa [difundiéndolo incluso a través de una jocosa nota de prensa de su Ayuntamiento] dio pie a un editorial en defensa de la libertad de expresión publicado por diferentes cabeceras del Grupo Oretania. Este hecho, al parecer, habría sido el argumento para la ruptura unilateral de un convenio que en momento alguno se pudo aplicar a la población calzadeña, a tenor de la censura informativa a que viene sometiendo a esta empresa el regidor Félix Martín desde que, prácticamente, dio comienzo la actual legislatura. El Grupo de Comunicación Oretania quiere aclarar que esta ruptura del acuerdo de colaboración no supone en modo alguno la desaparición de la cabecera ‘Pueblos del Campo de Calatrava’, que mantendrá su misma filosofía informativa, haciendo especial hincapié en los contenidos sociales, culturales y de progreso de las poblaciones que se integran en esta Asociación pro Desarrollo. Y se completaba con la reproducción íntegra de la nota editorial que ya había reproducido ‘Salvatierra’ en su anterior número bajo el título ‘El alcalde de Calzada de Calatrava, tres años ‘pataleando’ la Constitución’: En unas fechas en que la democracia española se felicitaba por la plena vigencia y fortaleza de la Constitución que los españoles nos dimos en el año 1978, se da la curiosa circunstancia de que un alcalde elegido libremente por los ciudadanos, sus vecinos en este caso, lleve prácticamente tres años pataleando unos de sus principios con mayor grado de protección al menos sobre el papel. Cada vez es más infrecuente tener que recurrir el contenido de uno de los artículos que recoge uno de los derechos fundamentales de nuestro país. En este caso se hace necesario recordar que el artículo 20 garantiza la libertad de expresión en España. Su primer apartado dice textualmente que “se reconocen y protegen” los derechos “a expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra, el escrito o cualquier otro medio de reproducción” y “a comunicar o recibir libremente información veraz por cualquier medio de difusión”. Y en este contexto de libertad de expresión e información, es el pleno municipal el acontecimiento democrático más cercano al ciudadano del que los medios de comunicación pueden informar porque, entre otras cosas, sus sesiones son públicas. En los diferentes reglamentos orgánicos del Pleno de los municipios españoles así se hace constar, con el único límite de que sin ser obligatorio “podrán ser secretos el debate y votación de aquellos asuntos que puedan afectar a los derechos fundamentales de los ciudadanos relativos al honor, a la intimidad personal o familiar y a la propia imagen garantizados por la Constitución, siempre y cuando se acuerde así por mayoría absoluta”. Nada de este matiz concurría en la sesión plenaria que el Ayuntamiento de Calzada de Calatrava celebraba el pasado jueves 2 de diciembre y que centraba la atención informativa por ser ése el día en que la Corporación municipal de esta localidad de la provincia de Ciudad Real iba a aprobar sus Presupuestos para el año que acaba. La polémica sobre el presunto oscurantismo económico que venía propagando la oposición durante todo 2010 invitaba también a ser testigos directos para, posteriormente, dar traslado informativo a la ciudadanía. Sin embargo, el alcalde privaba a esta empresa de comunicación a ejercer su libertad de información y expresión, prohibiendo irregularmente por todo lo dicho hasta ahora la posibilidad de grabar sonoramente el debate de los ediles y tomar imágenes fotográficas del acto plenario. De esta manera daba otra vuelta de tuerca a un tornillo censor que ya hace tres años puso en la boca, en los ojos y en los oídos del Grupo de Comunicación Oretania. Desde entonces ninguno de los medios de comunicación de esta empresa recibe nota de prensa alguna oficial del Ayuntamiento de Calzada de Calatrava, sin posibilidad por tanto de informar sobre lo que hacen los gestores calzadeños a los lectores de las cabeceras en papel ‘Oretania’, ‘Pueblos del Campo de Calatrava’ o ‘Salvatierra’, ni tampoco en el diario digital oretania.es. Pero lo que raya el delito, por no decir que ya lo es en toda regla, es impedir a uno de sus informadores ejercer el oficio que ampara el referido artículo 20 de la Constitución española. Gracias a la prestancia de un agente de la Guardia Civil y a la colaboración de otro de la Policía Local, este hecho censor ha sido motivo de denuncia y ahora serán las instancias judiciales las encargadas de que un alcalde tenga que respetar, sí o sí, la Carta Magna y, al menos, no impida el trabajo informativo de esta empresa en sesiones y actos públicos como son los plenos municipales. Si el susodicho alcalde quiere seguir negando la información oficial al Grupo Oretania que desde hace doce años es referente informativo de Calzada de Calatrava que lo haga, él verá, pero no es admisible que no respete el documento normativo fundamental en nuestra democracia, mal que le pese. Colofón Ésta es la triste historia, hasta la fecha, de un alcalde a cuya militancia nunca aludió Oretania por entender que su partido sí que merece todos los respetos. En cambio, Félix Martín no ha tenido el más mínimo impedimento, con sus propios medios o influyendo por su cargo en el Ayuntamiento o en la propia Asociación Campo de Calatrava, en torpedear una empresa que, para más ‘inri’, dirige una persona natural de Calzada de Calatrava. |