CIRCO ROMANO El aforo estaba lleno, los ciudadanos expectantes…en silencio. El palco de los gobernantes al completo, las miradas fijas al suelo, al papiro o al techo. Seis en punto de la tarde…sale el primer gladiador, su nombre: `Presentación´. El publico lo mira, sin tregua le insultan, se oyen las primeras risas de la tarde; desde las gradas…. `Presentación´ intenta tragarse con agua los nervios de ser el primero en salir a la arena. Su momento de fama termina sin pena ni gloria, algunos espectadores suspiran aliviados, a la espera de los afamados luchadores que vienen a continuación… Se reanuda el silencio en el graderío, un ciudadano pregunta…¿A qué gladiador le toca ahora?, y el de al lado que no era la primera vez que asistía al espectáculo romano, le contesta: `Presupuestos´. El citado sale airoso a la arena, es la primera vez desde hace muchos años que no la sentía entre sus pies. Se presenta engalanado, con la ropa justa y adecuada para el evento, todo el público lo admira, comentan los positivos resultados que ha dado tanta dedicación, alguno hace hincapié en las cicatrices que todavía se le notan bajo su ropa. Tras la primera impresión, el público comienza a insultarle, a criticar que le faltan o que le sobran prendas, desilusionado y consciente de que la mejoría es posible, sale del aforo. Su única alegría es que ha dado mucho juego, que el público de Roma se ha divertido, al fin y al cabo de eso se trata, de entretener. El tercer gladiador de la tarde… `Nombramiento Juez de Paz´. No es la primera vez que pisa el suelo de este circo, los gobernantes miran al público, el público observa atento, y por primera vez en la tarde, reina el consenso. Su actuación es rápida comparada con la de sus compañeros; sale del aforo en silencio. El cuarto luchador de la tarde es un viejo resabiado, llamado: `Licencias de Obra´. Da mucho juego, la lucha es larga y agresiva, el público se acelera y habla por encima de los gobernantes, que intentan calmar al graderío, mientras ellos exponen sus enmiendas; hay vecinos que comentan que ya es muy viejo para salir ante el público; el César responde que aunque sea viejo, fue importante en su momento y todos los vecinos deben conocerlo, el pueblo discrepa, ríe e insulta. Llevémoslo de vuelta a su celda y que salga el siguiente gladiador. `Ordenanzas municipales ´. ¿Y este quien es?, ¿Ha luchado alguna vez ante el pueblo?, ¿Tu lo has oído nombrar?, ¿Qué aspecto tiene?... El pueblo esta atento y pensativo, se comenta que al salir buscaran referencias para poder juzgarlo mejor en los espectáculos venideros. Último gladiador de la tarde: `Tasas fiscales ´. Sin duda el más esperado y peor recibido, unos piensan que es el mejor, otros que no puede ser peor, unos lo ven muy renovado y consecuente con los tiempos, otros como un descarado que solo pretende engañar. Lo único cierto es que ha cambiado, se ha modernizado. Algunos progresistas prefieren que se quede obsoleto, y algunos tradicionalistas se alegran de que haya progresado. Acaba el espectáculo y el pueblo indignado grita, insulta, se levanta de las gradas con los brazos en alto. Se dirigen a los gobernantes con voces y risas, expresando que el espectáculo ha sido nefasto. Parte de los gobernantes expresan su falta de respeto al César y se unen al juego del pueblo de Roma. El César y sus seguidores no dan crédito, insultados por familiares, vecinos y amigos se retiran… Como si dos mil años de evolución social hubiesen salido por los ventanales de la sala, se celebró el pleno ordinario del pasado lunes trece de octubre de 2008. Para mi pueblo, un saludo comunista, socialista, de derechas y de izquierdas; pero ante todo: EL SALUDO CORDIAL DE UN DEMÓCRATA.
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