Bolaños de Calatrava - Ciudad Real

Joan Garí

Público.es

3/8/2009

La aznaridad “reloaded”



Quizá La aznaridad, de Vázquez Montalbán (que repartió este periódico), pueda ser una perfecta lectura estival para intelectuales, aunque en ese caso deberíamos aceptar como tal a cualquiera que no haya podido ver nunca más de cinco minutos de Donde estás corazón.

Pero es que la aznarología continua siendo interesante.
Digamos que la aznaridad consiste en recorrer río arriba el proceloso viaje que la derecha española había surcado ya río abajo.

Se habían despojado muy trabajosamente de todos esos tics que los ningunearon en la Transición, habían estrenado con éxito su máscara de centristas, habían dejado atrás el imperio, la unidad de destino y el sursum corda. Y entonces Aznar, que parecía el hombre predestinado a rasurar del rostro de la derecha celtibérica esos horribles pelos de la dehesa, se convirtió en el Cid empuñando la espada.

El resto es bien conocido. Cita Vázquez esos versos de Kipling que le gustaban al interfecto: “Si puedes mantener la cabeza cuando todos a tu alrededor/pierden la suya y por ello te culpan,/si puedes confiar en ti cuando de ti todos dudan…”

A Felipe González lo llamaron “César visionario” por mucho menos, así que no sé qué calificativo se ajusta más a la personalidad de este mequetrefe con ínfulas de grandeza. De momento, es obvio que se trata del peor presidente de la democracia española, el que ha concitado más odios, el que ha cometido más barrabasadas, el que nos dejó la peor herencia. Y el que dedicó a las víctimas del 11-M este extravagante epitafio: “Los han matado sólo porque eran españoles”. Mantener la cabeza, claro. Pero para eso hay que tenerla.

A Vazquez Montalban, como se comprendera no lo leo, y ahora menos despues de leer estas "idioteces" (que por otro lado no se si son suyas esas proclamas). Se equivoca como otros muchos que abogan por menospreciar y desprestigiar al anterior presidente del gobierno. Es cierto que le sobro el ultimo año de mandato, pero los anteriores siete años fueron los mejores que vivio España, a nivel economico, y democratico, no fue una apisonadora, relegando a los demas partidos, como ocurre ahora, que estamos en manos de dos o tres diputados, que desde la periferia estan gobernando España, y de que manera. Monos mal que hay otros autores ademas del Sr. Montalban, se me quitarian las ganas de leer, si no existieran otros.

Aviador, como siempre, respeto tu opinión, pero es tu opinión.

Te voy a decir la mía:

Yo respeto siempre lo que vota el pueblo. Y al Sr. Aznar lo votaron mayoritariamente para Presidente del Gobierno dos veces. La segunda legislatura, estarás conmigo, fue bastante diferente, a peor, que la primera, siendo con mayoría absoluta. Es decir: lo que vimos fue el auténtico Aznar, ya que no tenía ningún obstáculo para hacer lo que quisiera; la actuación de la legislatura anterior fue un espejismo, sólo se moderaba porque no tenía más remedio.
Tú dices que te sobró el último año: a mí me sobraron todos, pero especialmente los cuatro últimos.

Del Sr. Aznar se pueden decir muchas cosas: tiene un largo recorrido. Y lamento no recordar muchas (ni siquiera me interesa de él ver lo que se puede criticar). Pero recuerdo algunas:

1. Que estuvo en contra de la Constitución y luego se hizo pasar como el principal defensor de la misma.

2. A Demetrio de la Madrid, presidente de Castilla y León, que se vió forzado a dimitir cuando el Sr. Aznar, muy gallito él, le dijo que le daba veinticuatro horas para dimitir (el defensor de la patria).

3. La pinza que no le importó hacer con Jesús Anguita para echar al PSOE del poder ("manda huevos", y perdón). Y recuerdo el "váyase, Sr. González", esa salmodia que repetía y repetía, a ver si por arte de magia le caía el gobierno a él (ya vemos que sus costumbres eran muy demócratas).

4. A los Sres. Pujol y Arzallus, a los que fue a visitar a ver si le daban el apoyo para ser investido presidente. Y recuerdo cómo hablaba catalán en la intimidad, cuando días antes, la noche de las elecciones se gritaba en la calle Génova "Pujol, enano, aprende castellano".

5. El "decretazo" contra los derechos de los trabajadores. Y la congelación de los sueldos de los funcionarios. ¡Así se llega a superávit en las cuentas, claro!.

6. El ataque al grupo Prisa, por tierra, mar y aire. Incluso recuerdo a Polanco entrando y saliendo de los tribunales, al que, incluso se le llegó a retirar su pasaporte. (El, tan tolerante). Y recuerdo que, cuando lo necesitó, pidió una entrevista a Iñaki Gabilondo, al que, en cuanto se vió en el poder, le negó el pan y la sal.

7. La foto de las Azores, apoyando una guerra injusta, imperialista y asesina. Y recuerdo perfectamente, porque estuve allí, los casi dos millones de personas que fuimos a clamar para que no nos metiera en esa guerra. Todavía resuenan en mis oídos los gritos: ¡NO!, ¡NO!, ¡NO!. (Eso es un presidente soberbio).

8. Los atentados de Casablanca y del 11-M en Madrid, asociados a esa guerra criminal de Irak. También recuerdo las víctimas inocentes de ese país, concretamente un niño de 10 años, al que no sé cómo nos dejaron ver: sin piernas y sin brazos.

9. La boda del Escorial. Y la comisión milmillonaria de su yerno.

10. Cómo ¿convenció? a Ruiz-Gallardón para que cambiara su cargo de presidente de la Comunidad de Madrid por el de Alcalde de Madrid, una permuta nada favorable. Mucho menos si, en la contrapartida, iba Ana Botella de segunda de a bordo.

11. la "guerra" que se inició (y sigue) contra los cineastas y artistas que se atrevieron a gritarle "No a la guerra".

Y ya estoy, y estarás, cansado.

Perdona la perorata.

Saludos.

Ah! y se me olvidaba el broche:

12. La medalla del Congreso de los EE.UU. que se quiso comprar con el dinero de todos los españoles.

(Ya lo dijo Escipión: "Roma no paga traidores". Fue tan ingrato su amigo Bush que no fue capaz ni de regalársela).