Siete nuevos avances con células madre adultas; el clonador Izpisúa ha dirigido el último de ellos Tienen las propiedades de las embrionarias, ayudan a curar lesiones cardíacas, dan esperanzas a los diabéticos y podrían ser útiles en casos de cáncer o de graves dolencias sanguíneas En los últimos dos meses se han producido hasta un total de siete nuevos avances en investigación con células madre adultas. Acalladas de momento las voces de los defensores de las células madre embrionarias, aunque inexplicablemente se sigue experimentando y destruyendo embriones para obtenerlas a pesar de sus nulos resultados, estos siete avances se suman a los más de 40 éxitos que ya se habían obtenido en este campo con células adultas. Las últimas investigaciones vienen a corroborar que las células madre adultas ya se pueden obtener con las mismas propiedades y capacidades que las embrionarias, que ayudan a curar algunos tipos de lesiones cardíacas, dan esperanzas a los diabéticos, e incluso podrían ser útiles en algunas formas de cáncer o de graves dolencias sanguíneas. “Esta es la prueba, pueden ser útiles” La investigación más reciente que recogemos se refiere a la dirigida desde el Centro de Medicina Regenerativa de Barcelona (CMRB) por el científico Juan Carlos Izpisúa, precisamente uno de los defensores de los estudios con embriones y de la llamada clonación terapéutica. En esta investigación se han obtenido células madre a partir de la piel de enfermos que han conseguido curar por primera vez en laboratorio células de tres personas con anemia de Franconi, una grave enfermedad de la sangre. Gracias al sistema de reprogramación inducida, que permite transformar células adultas en otras con las características pluripotentes de las embrionarias, pero sin los inconvenientes que presentan éstas, se ha conseguido demostrar que es factible curar esta grave dolencia sanguínea. Aunque de momento se trata de un éxito obtenido en laboratorio y los investigadores no se atreven a dar fecha para su aplicación en pacientes en los hospitales, se trata de un gran logro. “Esta es la prueba de concepto de que esta tecnología puede funcionar. Aunque todavía no se pueda aplicar en humanos, con este estudio hemos demostrado que las células iPS (reprogramadas y pluripotentes) pueden ser útiles”, afirma Izpisúa. Los resultados de esta investigación fueron publicados el pasado 31 de mayo en la edición electrónica de la revista científica Nature. Prolongar la vida de las células Prácticamente al mismo tiempo se daba a conocer que un equipo de investigadores de la Universidad de Zaragoza, en colaboración con el área de Terapia Celular de la Clínica Universitaria de Navarra, trabaja en la creación de un apósito de colágeno que permita prolongar la vida de las células madre utilizadas para reparar lesiones coronarias. Cabe recordar que actualmente son varios los grupos de investigación en todo el mundo, entre ellos y como pionera la clínica Universitaria de Navarra, que trabajan con células madre extraídas del propio paciente para regenerar el tejido coronario dañado tras un infarto. Sin embargo, una de las limitaciones que tienen estas intervenciones es la permanencia y supervivencia de las células madre en las proximidades de la zona isquémica. Es aquí donde la investigación de estas dos universidades juega un papel fundamental, ya que tratan de desarrollar un apósito de colágeno que permita prolongar la supervivencia y permanencia de las células madre implantadas en la zona de la lesión. Una vez obtenidas las células madre provenientes de la grasa del paciente, se colocan el laboratorio sobre membranas de colágeno provistas por la empresa Viscofan y se implantan al paciente en la zona isquémica. Contra el cáncer A estos dos importantes estudios hay que añadir otro llevado a cabo diez días antes en la capital británica por investigadores del Colegio Universitario de Londres, en el Reino Unido. Los resultados del estudio, que se hicieron públicos durante la conferencia internacional de la Sociedad Torácica Americana celebrada en San Diego (Estados Unidos), mostraban que las células madre adultas de médula ósea pueden administrar a los tumores proteínas que eliminan el cáncer. Estas células madre o mesenquimales pueden ser modificadas genéticamente para dirigirse a las células cancerígenas, tanto en cultivo como en ratones vivos, y administrar una proteína denominada TRAIL que destruye las células tumorales y no afecta a las normales. Según descubrieron los investigadores dirigidos por Michael Loebinger y S. M. Janes, en cultivo, las células madre produjeron la mortalidad de células de cáncer de pulmón, el escamoso, el de mama y el cervical. Tratar la angina de pecho Por esas mismas fechas, científicos del Centro Médico de la Universidad de Leiden (Holanda), llevaron a cabo una investigación, publicada en The Journal of the American Medical Association (JAMA), que muestra los beneficios sobre la enfermedad isquémica crónica del corazón con el tratamiento de inyecciones de células madre obtenidas de la médula ósea. Para comprobar la utilidad de su investigación sobre la isquemia crónica, que se trata de una insuficiencia de aporte sanguíneo que puede causar angina de pecho e infarto de miocardio, los científicos seleccionaron a 50 pacientes que sufrían angina severa y que no podían someterse al tratamiento convencional, la revascularización. La mitad fueron asignados a recibir las inyecciones de células madre de médula, mientras que al resto se inyectó placebo. Tras unos periodos de evaluación de tres y seis meses, los pacientes que recibieron la terapia celular mostraron beneficios. Regenerar corazones Unos días antes, un trabajo desarrollado en el Centro de Investigación Médica Aplicada (CIMA) y, de nuevo, la Clínica Universitaria de Navarra, demostró que las células madre derivadas de la médula ósea y de tejido adiposo mejoran la función cardiaca tras un infarto en modelos animales. Las células procedentes de médula ósea actúan sobre el tejido dañado, mientras que las que provienen de la grasa tienen la capacidad de transformarse en vasos sanguíneos o en células cardíacas. De adultas a embrionarias Por otra parte, investigadores de la Universidad de California en San Francisco (UCSF) han utilizado por primera vez diminutas moléculas llamadas microARN para ayudar a revertir células madre adultas de ratones a su estado embrionario, evitando también el rechazo y su crecimiento descontrolado. Estas células reprogramadas son pluripotentes y, como las embrionarias, son capaces de convertirse en cualquier tipo de célula del cuerpo. “El uso de pequeñas moléculas tales como las microARN para manipular células jugará un papel principal en la futura biología de las células madre”, explicó Robert Blelloch, experto del Ely and Edythe Broad Center de Medicina Regenerativa e Investigación en Células Madre de la UCSF. Esta investigación se suma a la que en su día llevaron a cabo el científico japonés Shinya Yamanaka y el estadounidense James Thomson, que también obtuvieron células con las mismas propiedades pluripotenciales que las embrionarias a partir de la piel. Esperanza a los diabéticos Por último, un trasplante de células madre llevado a cabo con un grupo de diabéticos del tipo 1 en Chicago ofrecía a primeros de abril unas ciertas esperanzas a este colectivo de pacientes. El grupo de voluntarios se sometió a un trasplante de células madre llamado HSCT, mediante el cual se le extraen al paciente células madre que se someten a un tratamiento y después se le reinyectan. Tras el trasplante, el grupo de diabéticos sobrevivió sin necesidad de insulina durante más de tres años, según revela el estudio realizado en la Escuela de Medicina de la Universidad de Northwestern de Chicago y que publicó la revista Journal of the American Medical Association. |