Almagro - Ciudad Real

Copiado de págima de moticias de Terra.

Un mal rato
Época de crisis, los españoles retiran su dinero de gastos supéfluos y pagan sólo aquello que asegura la supervivencia del mes. Bajan la cuotas a los partidos, a los sindicatos, a los gimnasios y a cualquier tipo de club para poder comer algo más que arroz y pan.

Baja todo, pero en 24 horas los indignados, esos que muchos acusan de no hacer otra cosa que sentarse en las plazas a beber, han recaudado más del dinero necesario para querellarse contra Rodgrigo Rato. Miles de ciudadanos han puesto su dinero, ese que no les sobra, para que se haga justicia. Ya que la fiscalía no ha actuado para defender los intereses de todos los españoles -como es su obligación- han tenido que ser los ciudadanos, unidos, los que hagan lo necesario para llevar ante los tribunales a uno de los mayores responsables del desastre de Bankia, con salida a Bolsa incluída.

No será el último, con esta acción el 15M prepara una serie de denuncias a todos aquellos responsables de la crisis que, amparados por el Gobierno, se irían de rositas de no ser por la firma voluntad ciudadana de juzgar a los responsables.

La página que recaudaba los fondos estuvo durante todo el día colapsada por la cantidad de visitas que recibió, lo que muestra las ganas de los españoles de que alguien que no sea un ciudadano medio pague por esta crisis. Convencidos de que ya hemos pagado lo suficiente, de que amparamos recortes sociales para salvar bancos que dan indeminaciones millonarias a quienes los hunden parece que hemos llegado al punto clave de esa inginación, pasando por la necesaria acción.

La iniciativa es clave, necesaria al menos para restablecer el orgullo y la honra deuna ciudadanía pisoteada por unos gobernantes cómplices de la barbarie económica que van al Club Bildeberg a implorar ayuda y les acaban diciendo que a un país tan corrupto e ineficiente como España no le piensan dar un duro, pero luego salen fotos sonrientes con los responsales del FMI...

Gobernantes que piden ayuda a Europa cuando decían que toda la culpa era de Zapatero, que han aprovechado para recortar lo público para dárselo a sus amigos privados sin solucionar los problemas de fondo o como Soraya Sáenz de Santamaría, que ya lleva colocados a 7 familiares en lo que va de legislatura.

Parece que los ciudadanos no se van a dejar tomar más el pelo, ojalá vaya a más y más...
por albertosotillos

"Donde digo digo digo Diego" pues eso, que ahora todo está bien, haciendo un ejercicio bochornoso de olvido interesado, nos quieren "hacer comulgar" con dosis de hipocresía que no hay quien las digiera.
Los que han sacado a la calle una queja son "perroflautas", los que expresan una opinión diferente a la suya no son "patriotas", los que les recuerdan sus frases de antes de ayer son unos "mentirosos", es decir todos estamos equivocados y ellos tienen "la verdad absoluta".
Pero lo más sorprendente de todo esto es que la gente sigue mirando para otro sitio... recuerdo en uno de los plenos la frasecita del alcalde "hay que arrimar todos el hombro", claro, eso si, los años de oposición que realizaron ellos no fue precisamente arrimar el hombro, más bien lo contrario, rebasando todas las "líneas rojas" a las que todo buen político con mayúsculas no tendría que haberse acercado ni de lejos.
Miremos a Islandia y tal vez, solo tal vez, entendamos que hay otras formas de superar esta MEDIOCRIDAD que se está apropiando, día a día, del panorama social, político y cultural... así nos va, y así nos seguirá yendo.

Son los gobernantes que tenemos ahora, iban a acabar con el paro, cuando llegasen a la Moncloa se iba a restaurar la confianza en nuestro país, su obsesión es la llamada excelencia es decir la exclusión,con menos se iba a hacer más,y ahora al rescate lo llaman crédito bancario.Su ideología es la austeridad para los demás. En Almagro los concejales con su pluriempleo ya que están con sueldo del ayuntamiento todos los concejales del PP.
Estoy de acuerdo,m reina la mediocridad en los debates políticos, en los argumentos que nos dan y en tanta mentira con la que nos inundan.