Alcolea de Calatrava - Ciudad Real

Los españoles y españolas tenemos que decir o hacer ya algo respecto a la situación de miseria y abandono a la que nos han llevado los "políticos" de este país con la enorme situación de pobreza y corrupción que gobiernan hartos de millones de €. y cuentas bancarias en Suiza y demás escondites .

A ellos no les importa el paro ni el que haya millones de españoles viviendo en la pobreza, al contrario disfrutan y gozan repartiendo caridad y caciqueando como hace decadas se venia haciendo.


¡¡ Esto se tiene que acabar ya !!

Es verdad, el ejemplo más claro de caciquismo y de reparto de caridad lo tienes en nuestro pueblo, no hace falta apuntar tan alto y hablar tan en general cuando podemos hablar con nombres y apellidos de vecinos y famila, en este caso podemos poner nombre tanto de los que se acogen a la caridad como a los que la reparten.

Totalmente de acuerdo, e insisto y denuncio que no es el orden en derecho o necesidad, el principio de estos corruptos miserables que gestionan y utilizan recursos de todos, para ellos gozar y enriquecerse a través de fomentar la Caridad.

También es verdad que algunos, (solo algunos) se prestan y se muestran siempre ofrecidos a recibir y a ocupar un lado junto a los citados corruptos miserables al precio que estos les impongan.

SOLUCIÓN : Acabar con este tipo de podredumbre social en General o en Particular.

Para acabar con estos tipos de comportamientos solo tenemos una via, las urnas.

¿ Las urnas, de un sistema corrupto ?

266 parados. ¿te refieres a alcolea de calatrava?

Me refiero en general y aquí en particular.

el sistema es el mismo; en este sistema el pp nos esta sacando de la crisis y el psoe-alcolea pierde votos con cada votacion. La urna es la solucion

¡ESPAÑA ESTA SIENDO SAQUEADA ! Lo primero PAN, JUSTICIA y LIBERTAD, después revisar como y quienes gestionan este país. ¡FELIZ Y PROSPERO AÑO!

Ayer pudimos conocer el dato de que en Francia un sondeo da el 34% de popularidad al Frente Nacional de Marine Le Pen, pero algo similar ocurre en Holanda, Suiza o Grecia.
Más de uno pensará que estamos hablando de un tema baladí pero es algo realmente muy serio. Que lo que crezca en la antigua Europa sea racismo, xenofobia, odio al diferente y rechazo al extranjero es muy preocupante.
En primer lugar por un problema ético.
Porque todos los seres humanos, seamos de donde seamos, tengamos la piel blanca o negra o procedamos de una clase social alta, media o baja, tenemos el mismo derecho a la vida, a trabajar, a comer y a vivir dignamente.
Dicho esto, habría que recordar a todos éstos países y a muchos más, incluida España, que han conseguido los niveles de productividad y riqueza gracias a la mano de obra extranjera. Lo que ocurre es que una vez la han utilizado para construir carreteras, para la construcción, para limpiar sus apartamentos o cuidar a sus hijos o ancianos, les molestan.
Les pone frenéticos tener que pagarles el paro o la jubilación cuando les corresponda. Les inquieta que se sienten junto a ellos en el metro o cruzárselos a media noche por una calle de cualquier punto de Europa.
En Francia echan de los colegios a los niños rumanos, en Grecia dan tremendas palizas al “diferente”, en el Reino Unido les niegan la seguridad social, en Suiza celebran referéndum para negarles la entrada, en Italia los aparcan en Lampedusa y en España los dejamos morir en el estrecho después de años de viaje por África soñando con llegar al “paraíso”.
Obviamente esto no es el paraíso. Europa con su cultura, su tradición en defender los  derechos humanos, su teórica  generosidad se ha convertido en un infierno no sólo para los que sueñan con venir sino para los que vivimos aquí y exigimos un poco de dignidad.
Próximamente habrá unas elecciones al Parlamento Europeo y en nuestro voto podremos decidir qué tipo de sociedad queremos para el viejo continente.

Mercè Rivas Torres es periodista y escritora

PD: Sigamos votando a la derecha asta que se nos caigan las orejas, y demostremos (una vez mas) que el hombre es el único animal que tropieza una y otra vez en la misma piedra.
Lo único que nos merecemos es que nos escupan (como por supuesto hacen) a la cara con desprecio.