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España > Ciudad Real > Abenójar
14-07-12 20:28 #10313011
Por:Anreita y Sovela

¿realidad intrincada o frivolidad real o fantasÍa poliÉdrica?
S.: Anreíta, qué tal.

A.: Sovela, cómo va… Mira que te diga, antes de que me cuentes para qué me quieres, ¿nos apuntamos al foro de Abenójar?

S.: ¿Para qué?

A.: Para contarles nuestras cosas; tus dimes, mis dites, nuestros diretes

S.: …como quieras, chica, pero yo creo que para hacer eso ya tenemos el Facebook, ¿no…? A mí es que, particularmente, eso del foro no me da el ancho, te lo digo para que lo sepas desde el principio, eh, porque te conozco…, y, además, qué quieres que te diga: …Qué hay que tener mucho cuidaito con lo que dices ahí, ay, querida mía…

A.: Anda, calla. Vamos a publicar, para empezar, lo que nos digamos ahora, ¿¡a ver qué sale, vale!?

S.: Vale, vale, como quieras, como tú lo hayas hecho otras veces, tú haz lo que quieras con este diálogo pero, luego, a la hora de publicarlo, no cuentes conmigo, ocúpate tú de ello, a mí me dejas de rollos, y, además, tampoco me vengas con líos después diciéndome que si te han dicho esto o lo otro, que si vamos a contestarles entre las dos porque si tal que cual o porque si tal pas cual, ya que yo, chica, como te digo, paso de todo eso, paso, paso, y vuelvo a pasar. Y te lo digo y te lo repito que lo sepas desde ya.

A.: Bueno, bueno, como tú quieras, pero me dejas publicar esta conversación, ¿no?

S.: Sí, sí, claro, pero atente a mis condiciones… Además, me parece a mí que, estos del foro, no estarán muy interesados en lo que podamos aportar. A no ser que, tú y yo, nos pongamos a chaspar como locas, sobre las cuestionables moralidades de las primas particulares de l@s un@s y de l@s otr@s vecin@s del pueblo. Ya que ni la moralidad exclusiva de las primas de La Roja, ni la salvaje y cafre moralidad de la prima de riesgo, ni la obscena moralidad de las primas privilegiadas que tienen (las hordas de) representantes (que representan redundantes tanto a la ciudadanía y a sus diversas utilidades como a los ahorros ciudadanos) son asuntos que les provoquen…, y es que, aún yéndome al otro plato de la balanza, ni tan siquiera la misericordiosa piedad propia de las cuestionadas primas de La Encrucijada es capaz de remover la conciencia de los habituales al foro, incapaces de ver que, aquí, las únicas primas que se prostituyen son las de La Roja, la de riesgo y las de los diversos representantes de la ciudadanía. Los foreros están demasiado ocupados en rezar, una y otra vez, y beatamente, la misma beatífica retahíla de responsos acusatorios y letanías poco sustanciosas que apenas si logran hacerse oír más allá del Arroyo la Hormiga, de Peñas Pardas o de Peñas Lisas.

A.: Anda, anda, calla, escandalosa, deja de meter juncia sin más (razón) ni más (motivo) y de malmeter gratuitamente… Y, Ok, de acuerdo: me atengo a tus condiciones. Aunque con las cosas que se te pasan por la cabeza no entiendo porque no te decides a escribir en el foro, no desentonarías nada en absoluto… Venga, dime.

S.: Sí, sí, yo siempre soy la perversa y tú la correcta y modosita… Yo te escribía para preguntarte lo siguiente: ¿Tú sabes qué es eso de que “estamos inmersos en una realidad política que, siendo una realidad múltiple, nos define como la auténtica y verdadera realidad humana”? Yo no consigo entenderlo, ¿y tú?

A.: Pero ¿dónde y a quién has oído decir eso…? ¿Aquí en el pueblo o por la tele y en los periódicos? También tendrás que contarme en qué contexto se dijo tal afirmación. Ya que si al proclamar eso se pretende alabar a la sociedad española del siglo XXI podría ser cosa de Zapatero y Pajín, aunque no creo (porque están desaparecidos y a pesar de que estuviesen presentes ni siquiera cuando exponían las excelencias de la democracia decían cosas tan cursis y ñoñas como ésa). A no ser que el contexto sea otro y la afirmación sea cosa de Gabilondo, aunque, seguramente, tampoco a él se lo habrás oído (ni cuando intenta, tan entregado y riguroso, “separar la paja del grano o apartar la enjundia de los buñuelos de viento” consigue expresarse así). Y a Ussía seguro que, digo yo, tampoco se lo habrás leído (ni tan siquiera cuando pretende criticar las insuficiencias de el relativismo que nos asola es tan sutil y viperino como el que haya podido decir eso en un tercer contexto, éste satírico). Vamos, que estoy segura de que ni siquiera son palabras de Rajoy (que, aunque desesperado, intentase, con tales circunloquios, ocultar esas circunstancias que nos está aplicando mecánicamente, sin contemplaciones ni temblarle el pulso). Quizá, tal vez, la sentencia esa sólo sea propia de alguno de esos “ni chicha ni limoná” que, vagando por ahí sueltos, pretende hacerse escuchar, dándoselas de erudito, ¿no?

S.: Pues últimamente la oigo por todos lados, en el pueblo, en diversos periódicos también lo he leído a menudo, y, en la tele, sí, incluso en esas cadenas que, primero, intentan evitar hacer genuflexiones a ese oligarca establishment (que rezuma sálvames, hormigueros y ligas de las estrellas), y que, luego, se conforman con eludir una muerte catódica aunque sea dando la espalda a sus más profundas convicciones, ya sea pidiendo limosna a sus televidentes o ya sea dejándose absorber por los leales al sistema que puedan amamantarlos entre sombras. Vamos que, de alguna manera, aquella sentencia por la que te pregunto, también se la he oído decir hasta al toro (libre y liberal pero nunca libertario ni libertino) de Intereconomía, y a los (titiriteros sectarios) de La Sexta

A.: ¡¡Válgame Dios!! No sé ni en qué mundo vivo. En cualquier caso desconfía de todo aquel medio que predique tal cosa. Lo que más me sorprende de todo esto es que, tanto el toro que muge junto a un gato que maúlla a la luna sus infalsables teorías de la conspiración, como también esos titiriteros-títeres empeñados en desarrollar el metafalsacionismo lakatosiano con el que pretenden alcanzar/descubrir una realidad social incuestionable, se hayan dejado manipular tan fácilmente por aquello que, por tan distintas causas y perspectivas, les resulta tan aberrante y les provoca tanta indignación…

S.: …pero qué me estás contando, no te entiendo…

A.: cosas mías…Y si lo has oído en el pueblo, pues no lo sé, Sovela, supongo que tampoco sé a qué se refieren. Seguramente serán palabras vacías que pretenden mostrarnos otra de esas grávidas realidades intrincadas cuando, en verdad, tan sólo se trata de otro eufemismo con el que ocultar algo tan desagradable como evidente. Yo, particularmente, pienso que eso de la realidad múltiple y del choque (o debate) de ideas no existe, pero en fin. Yo lo que observo, más bien (aunque algunos me digan que tal aseveración es una mera frivolidad irreal sólo propia de quien se deja llevar por una suspicacia excesiva), es un choque de intereses individuales y privados por mantener y alimentar ciertos privilegios y egos particulares, a la vez que existen unas necesidades insaciables, que infestan a esos egos, para que así, tales entidades, puedan sentirse y saberse amparadas solventes y seguras frente a otros que están en dificultades y que carecen de filiación (o que si tienen alguna identidad es la que, meramente, les pueda proporcionar el número del DNI, o el carné de socio del club de fútbol de su pueblo o del Círculo de Lectores).

S.: Vale, pero, y eso de “intentar mantener intereses y privilegios”, ¿es que es malo?

A.: No, supongo. Siempre que no lo hagas ni abusando de los demás ni a (pérfidas) hurtadillas.

S.: Vale, pero, entonces, dime, ¿cómo describirías tú esas realidades múltiples de la política (que dicen) que ocurren paralelamente?

A.: No, si no hay realidades paralelas, pienso yo, sólo hay una, pero con distintas caras. Tan sólo vivimos en una especie de fantasía poliédrica. Permíteme que me ayude de algo parecido a un retruécano gongorista. Esa expresión por la que me preguntas, te digo, sinceramente, es un mero gargarismo propio de los jergarismos particulares con los que los jerifaltes de turno pretenden hacernos víctimas del gregarismo que nos imponen sigilosamente para que no seamos conscientes de los guerguerismos continuos que nos provocan con su gazmoñerismo fariseo.

S.: No he entendido nada…, ahora bien te digo, guapetona, que de lo que sí que acabo de darme cuenta es de que, desde que empezamos a hablar, te estás recreando para intentar lucirte ante los del foro, ¿¡a que sí!?

A.: Joeer, nena, cómo eres, eh, ya me has pillao

S.: Estás apañá…, ya puedes sermonear Misa Mayor, entonar "bulería, bujería", o cantar el gordo de la Navidad, que, digas lo que digas, te pongas como te pongas, te van a poner a parir, hasta que te cruja el ato. No esperes que te rían las gracias y menos aún que te den la razón. Ilusa.

A.: Anda, no digas tonturas… A ver, déjame que te cuente: Yo te diría, también (al igual que los que proponen aquella sentencia), que lo-que-hay en política, desde luego, es múltiple, sí. Pero estaría compuesto por lo siguiente: una falsedad falsa, una realidad falsa, una falsa realidad, una falsedad real, una Real falsedad, dos realidades reales y dos Reales realidades. Todo este conglomerado (o amalgamado de verdades y mentiras que son lo que parecen y/o todo lo contrario) sólo describiría una realidad política inamovible e incuestionable que aún, a mis años, no sabría calificar.

S.: Ya, pero…

A.: …Para que me entiendas, imagínate, compañera: Van dos, por la calle de la vida, la Una a la derecha de la Otra y la Otra a la izquierda de la Una…, y se cae la de en medio. (Esto es; la primera falsedad falsa). Y me dirás sorprendida: “…pero, ¿cómo es posible eso? ¡Si en medio no hay nadie!”

S.: …para nada, ya conocía ese chiste tan viej…

A.: Bueno vale, sí. Pero intenta escucharme, anda guapa, porque ahí es donde está la gracia y el meollo del asunto: Desde luego que no hay nadie en medio, pero se cae. O dicho de otra forma: o bien no hay nadie porque todo el mundo es consciente de que entremeterte entre ambas te conduce a un batacazo tras otro, o bien, quien hay entre ambas (allí colocada), es alguien a la que, la parejita, llaman Nadie, la que, por su forma de ser, está condenada a fracasar una y otra vez por inmiscuirse en asuntos que, según la Una y la Otra, no son de su incumbencia al considerarlos, ambas, como propios y exclusivos de ellas. (Así es como aquella falsedad falsa resulta ser la primera Real realidad)

S.: No te entiendo, Anreíta.

A.: Insisto. Si no hay nadie entremedias de esas dos es porque todo el mundo sabe que colocándote ahí no tienes ni voz ni presencia ni identidad ni poderío ni recompensa. Si hubiese habido alguien entre ambas, éstas (la pareja, las que exclaman “estamos inmersos en una realidad política que, siendo una realidad múltiple, nos define como la auténtica y verdadera realidad humana”, ésas que van la Una al lado de la Otra y la Otra al lado de la Una), molestas con la aparición de la que se entromete entre (ambas) ellas, la habrían ignorado hasta el punto de negar su existencia, y, encima, además, habrían provocado su caída y echado por tierra tal presencia sólo porque, al par de ellas, les resulta incómoda y porque, también, entorpece y obstaculiza la peculiar relación mutua que mantienen entre las componentes de dicha pareja. (La primera realidad real)

S.: Pues vaya cartel…

A.: Estas dos individuas son muy particulares: siempre dicen estar en su sitio. La Una, a la derecha de la Otra, y, la Otra, a la izquierda de la Una. (O la realidad falsa)

S.: Ahora mismo no sé qué quieres decir con eso…

A.: Aunque, a los ojos de quienes las observamos ir y venir, esa realidad suya (la de que siempre se mantienen en su sitio y la que dicen defender celosamente) ya no es tan evidente…

S.: Sigo sin cogerte…

A.: …ya que si ves cómo ambas se alejan de ti, percibes exactamente que la Una está a la derecha de la Otra y según tu propia derecha, y que la Otra va a la izquierda de la Una y según tu propia izquierda. Pero si, por el contrario, se acercan a una cuarta persona que tienes frente a ti, puedes observar como la Otra, la que dice situarse a la izquierda de la Una, para conseguir mantener su postura, se sitúa según la derecha de a quien se dirige, y, además, la Una, la que dice estar a la derecha de la Otra, en realidad, está situada a la izquierda de esa cuarta persona a quien ahora ambas se dirigen, es decir, la Una, la que va a la derecha de la Otra, se coloca a la izquierda de esa individua que, al mismo tiempo, está frente a ti. (Aquí está la falsa realidad que engendra la parejita de dos)

S.: No tengo muy claro lo que me quieres decir.

A.: Y, si por un casual, se dan media vuelta, para hablar contigo, puedes observar, aunque la Una siga a la derecha de la Otra y la Otra a la izquierda de la Una, que, ésta, la Una, la que dice estar a la derecha de la Otra, incomprensiblemente, se ha situado según tu izquierda para conseguirlo, y que la Otra, la que dice estar a la izquierda de la Una, paradójicamente, se ha situado a tu derecha, para conseguir ser coherentes con esa relación interna que tienen entre ambas compañeras de paseo, aunque, a ojos de la cuarta persona hayan intercambiado sus posiciones. Es decir, cuando se alejan de ti, se comportan de una manera y cuando les haces cara se comportan de otra.

S.: Menudo rollaco de lío, no te comprendo…

A.: Pero, es más; si les expones a ellas esta situación que te estoy comentando, entonces, inmediatamente intercambian sus posiciones (poniéndose la Una a la izquierda de la Otra, y la Otra a la derecha de la Una), quizá, ahora para darte la razón a ti, a pesar de violar, tanto sus vínculos internos, como aquella posición con la que, al principio, las viste alejarse de ti para así poder acercarse a la persona que tienes enfrente, a la que, en cualquier caso, ya se acerquen a ella o se alejen de ella, tanto si se colocan de una manera o de la otra, tienes la sensación de que la están engañando. Albergas la esperanza de que contigo no hagan lo mismo y que dicha pareja intente ser consecuente consigo misma y con lo que tú percibes en ellas, aunque no te importe que engañen a quien tengas frente a ti…, pero, es entonces cuando empiezan a acecharte incertidumbres y sospechas y piensas: “…y si la persona que está enfrente soy yo misma, ¿qué pasa entonces?”. (Y ésta es la Real falsedad que nos imponen)

S.: Me he perdido…

A.: Al final resulta que tanto esa cuarta persona que tienes frente a ti como tú misma comprendéis que, estas dos individuas, la Una y la Otra, las que van y vienen y vienen y van, o bien están confundidas y desconocen cual es su sitio, o bien, lo que es aún peor, os están confundiendo a vosotras, las que estáis una frente a la otra, con el único fin de mantener su privilegiada situación de pareja. (Es decir, la segunda realidad real)

S.: Sigo sin saber lo que quieres decirme…

A.: Pues nada del otro mundo, mujer, nada que no haya sido descubierto ya; simplemente que estas dos, aunque se empeñen en ser lo que dicen ser, cambian su apariencia según a quien se dirijan, a pesar de que no seamos conscientes de ello. Sí, sí, se intercambian los papeles en función de a quien se dirijan, aunque no lo parezca, y lo hacen, sola y meramente, para ningunearnos a la mayoría que observamos su incansable y vacío trajín de ir-y-venir-ir-y-venir-ir-y-venir. (O la falsedad real o falsedad que existe). No te coloques en medio de ellas para intentar comprender sus vínculos porque lo único que conseguirás es verte ninguneada por ambas y que, encima, te tiren al suelo y te revuelquen los tocinos. (Evidencia y principio irrefutable o segunda Real realidad). Es por eso que creo, sinceramente, que no estamos inmersos en ninguna “realidad política múltiple”, aunque sí estaría de acuerdo en que la pantomima que se traen entre manos la Una y de la Otra define perfectamente “la auténtica genuina y verdadera naturaleza humana”.

S.: Ah, sí, sí, ahora lo comprendo, sí, sí, sí, sí… Pero no. No. No lo entiendo.

A.: Joeer, Sovela guapa, necesitas El Cucharón de Abenójar.

S.: A ver, pues claro…, te empeñas en expresarte como los ilustrados, aunque malolientes vocingleros, de el 15M…, no dejas de hablar como esos crédulos idealistas que se sienten fundadores, tanto de la nueva humanidad, como de su reformador y concienciado orden…

A.: Pero mira que eres burra, eh, niña, pero qué burra eres.

S.: Tú lo que me quieres decir es, resumiendo, que al proclamar la expresión esa (que dice que “estamos inmersos…, bla, bla, bla, bla, … como la auténtica y verdadera realidad humana”) lo único que se pretende hacer con eso es ponerle un bonito traje a esas otras expresiones que describen más fielmente la realidad (las que, por ejemplo, sentencian “esto es una merienda de negros” [con perdón] o “aquí, el que no corre, vuela” o “no hay más dientes que mis parientes” o “ande yo caliente rabie la gente” o “¡caray - dijo Caray - que gentecilla hay¡” o “el alcalde de mi pueblo me lo enseñó, quítate tú para ponerme yo” o, la de Groucho, “el secreto de la vida es la honestidad y el juego limpio, si puedes simular eso, lo has conseguido”), afirmaciones que todos deberíamos tener presentes a la hora de interpretar lo que ocurre. Verdades estas que aquellas individuas, la Una y la Otra (las que son “lobos con piel de cordero”, o las que, como decimos en el pueblo “son los mismos perros con distintos [los mismos] collares [cencerros]”, o las que, como decía aquél, “«son la misma mierda» que nos embarga”), las ocultan, ladinamente, y ayudándose de enredos vacíos (como el que dice que “estamos inmersos…, bla, bla, bla, bla, … como la auténtica y verdadera realidad humana”) con los que parecen demostrarlo todo, pero que, al final, no dicen nada.

A.: Bueno, tal vez, sí, supongo que sí…, supongo que el grito melancólico de mi inútil desencanto es algo parecido al resignado pragmatismo con el que tú aceptas esa misma situación que las dos acabamos de exponer, tú, de esa manera, y, yo, de aquélla otra…

S.: A ti lo que te pasa, querida, es que te molesta eso de los recortes en sanidad, educación y ayuda social, por un lado, y por otro, el engaño que estamos sufriendo debido a la famosa deuda. A ti lo que te ocurre es que no sabes como quejarte, primero, ante la Una, cuando proclama exabruptos (más propios de bocaranes sin bozales y de marrajos cerriles y sin faena) como el que, por ejemplo, viene a decir algo parecido a “que se j(…)dan, si en realidad no hace falta tanta universidad que investigue e innove ni zarandajas en vinagre de hospitales, aquí lo que hace falta es gente trabajadora y dura que se dedique a construir y mantener los fastuosos castillos en el aire que necesitamos nosotros, los que componemos la noble clase que adoctrina emplea dirige manipula y gobierna”, y, después, supongo que también estás enfadada con la Otra, por intentar hacerte ver que ella no es como la Una, cuando sabes perfectamente que si ella invierte en sanidad educación y ayuda social es, o bien con dinero que no ni suyo ni nuestro, o bien con el dinero ficticio que inventan los banqueros que luego se convierte en deuda que nos esclaviza, ya que con la mayor parte del tuyo (de tu dinero, digo) se lo queda ella para crear majestuosos aparatosidades burocráticas con las que pretender controlarlo todo, para conseguir, únicamente que, al final, no haya nada que controlar. Yo, chica, si te sirve de consuelo, te propongo algo: deja de quejarte inútilmente y mándalas a tomar fanta naranja de una vez por todas, pero tanto a la Una como a la Otra.

A.: Sí, supongo…

S.: Pues dilo claro, leñe..., anda ésta tamién…, si eso ya lo sabe quisqui, aunque algunos no quieran reconocerlo por lo que sea; ya sea porque está feo decirlo y/o porque les interesa ocultarlo. Así es que, otra vez cuando te pregunte tu opinión acerca de algún asunto, te pido, por favor, que ni insistas en intentar emular la profundidad severidad y aplomo del mismísimo Dante ante las puertas de este infierno nuestro particular, ni tampoco trates de reflejar a través de tus comentarios a un ser humano que contempla atónito aquello que nos caracteriza como especie. Ya que todo eso, lo que tú no consigues hacer, lo trasmite el pensador de Rodin perfectamente y sin palabras ni gongorismos ni rebuscadas metáforas. Y es que tú, sinceramente, querida amiga, más bien pareces la parodia que, en una de sus viñetas, hizo Mingote de dicha escultura al vestirlo de melancólico y absurdo payaso… Hala, ya me voy. Nos vemos: saludos besos y abrazos.

A.: Muy bien. Ídem de ídem.

S.: …

A.: …Andacondios hermana Catalina…, …ésta se ha pirao y ya no vuelve…, …y encima me deja planchá, doblá y apestando a naftalina los restos…, …y ahora qué hago; ¿envío la conversación al foro o lo dejo para otro día…? Ella me ha dicho que tomara yo la decisión…, …pero es que yo, que pretendía marcarme un buen número a costa suya y ante los del foro, he quedado, meramente, como la cabra que baila en lo alto de la escalera…, …ay, no sé qué hacer…, ay, qué hago…, …huumm…, …hala, pues venga, dejo de darle vueltas al asunto y de hablarme sola y a mí misma y qué sea lo que dios quiera…, …enviando…, …y enviad■
Puntos:
15-07-12 22:42 #10316138 -> 10313011
Por:No Registrado
RE: ¿realidad intrincada o frivolidad real o fantasÍa poliÉdrica?
eres el padre oo eres el hijo????
Puntos:
15-07-12 23:27 #10316272 -> 10316138
Por:Anreita y Sovela

RE: ¿realidad intrincada o frivolidad real o fantasÍa poliÉdrica?
A.: Ay, tesoro, gracias por prestarnos atención. Te lo agradezco un montón, y mi compañera también.

No entiendo tu pregunta. Lo siento. Si te refieres a que si nosotras dos somos una ficción de determinados vecinos del pueblo, no tengo ni idea de qué ni quién hablas. Nosotras somos reales.

Por otro lado, si lo que intentas es ironizar sobre nuestras condiciones particulares y has interpretado, de alguna forma, que nos creemos la mismísima deidad divina cristiana o, en su defecto, su encarnación humana en Cristo, pues, qué quieres que te diga, querid@ mí@, que sí, que llevas razón, toda. Tal vez hayamos pecado de soberbia. Discúlpanos. Espero que sepas comprendernos. Y así te confieso que yo, efectivamente, intento seguir las enseñanzas de nuestro señor Jesucristo de acuerdo a esa concepción anarco-comunista del mundo. Ofrezco una magnífica oferta política situada entre el puesto de retales de IU y el puesto de chuches de la FILJ. Sin embargo, mi compañera y amiga, más próxima al ideal de divinidad que sugiere el antiguo testamento, ofrece algo distinto a lo mío. Y lo hace desde su modesto tenderete situado tres puestos más allá del puesto de churros que lleva Fuerza Nueva.

Un saludo.
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