Cabanes - Castellon

Antes de llegar al ermitorio el camino discurre por un túnel de foresta, verde, freca, apacible. A mano izquierda bordearás el río Chinchilla que serpentea huertos y sembrados vivificando con su fértil cuérrago. Al llegar a la ermita, los tupidos árboles frondosos sombreando el atrio ofrecen descanso y sosiego al caminante a la vez que una explosión de agua en las fuentes cristalinas que brotan por el entorno. Si decides buscar reposo, dispones de un entorno habilitado con mesas y bancos de madera donde puedes hacer tu paella o torrar carne. Si el viajero es osado, y un tanto curioso, continuará caminando con dos alternativas: Una ruta sencilla que nos portará a la vecina Pobla Tornesa, la otra, más empinada, nos llevará al Bartolo, en el cogollo de lo ques el Paraje del Desert, o al castillo de Miravet. Pero este es asunto de otra Historia.

Ahí queda eso. Si alguien sabe vender mejor las bellezas de Cabanes lo reto a que lo ponga aquí. Yo lo mejoraré cuando cante las cualidades del Arc de Cabanes. Saludos a todos los Cabañuts. (Yo no lo soy)