Nómina paralela” en PDVAL, rateo en las cajas de la “Arepera socialista”, robos, apropiaciones indebidas, corrupción, cada vez más corrupción. ¿Qué se puede esperar de un gobierno que arbitrariamente roba y roba, y alega que está expropiando? Y que, para colmo, gasta millones en propaganda en la que exhibe lo que se robó con el lema “Hecho en socialismo”. De esa manera, “Hecho en socialismo” no es otra cosa que robado. Para colmo, el propio presidente de la república, el teniente coronel golpista Hugo Rafael Chávez Frías, sostuvo en forma pública y notoria que el que necesite puede robar sin que le tiemble la mano. He allí el ejemplo que se le da al pueblo venezolano desde la cúpula (podrida) del poder. A lo que hay que sumar los muchísimos casos de peculado, de robo, como los del “Plan Bolívar 2000” y los que a diario la gente descubre o sospecha. Gente que ve cómo los altos y no tan altos funcionarios del “gobierno socialista del siglo XXI” se enriquecen rápidamente, y de vivir en casas humildes pasan a comprarse mansiones en las zonas más ricas de todas las ciudades del país, y de andar como cualquiera en Metro (en el Metro que “en socialismo” también se corrompió) o en autobús, pasan a tener enormes vehículos de lujo, y de conformarse cuando podían con ir por unos días a una playita destartalada pasan a exhibirse en los Estados Unidos o en Europa con claras muestras de tener grandes fortunas. En fin, la corrupción, que ha evitado el progreso, que ha impedido que se hagan viviendas, que ha podrido los alimentos, y que ha logrado que en Venezuela la palabra “socialismo” sea sinónimo de robo. Hecho en socialismo, por lo tanto, no es otra cosa que robado. Y socialista es ladrón. De donde se infiere que comunista es ladrón al cuadrado. Y ser socialista o comunista, en Venezuela, no es otra cosa que ser delincuente. Hasta el idioma lo corrompieron los chavistas.
