Arañuel - Castellon

Un ministro llamado Pepiño Blanco, que sin tener ningún estudio, ni merito universitario, como nos cuenta su antiguo compañero Balbas, se metió de joven en el PSOE, y sin currar en ningún sitio sin salir del partido, primero haciendo fotocopias, trayendo cafetitos y después gracias al peloteo y el “si señor” llego a lo que en su vida podría pensar en llegar, un individuo con tan pobre carrera intelectual y laboral.

Ahora son los jueces los que deben juzgar a este ministro de las ocultas gasolineras, y ver si es culpable o no, de hacer negocios sucios. Pero desde luego lo que queda claro y pone en evidencia a este Pepiño Blanco, es que no es de recibo que todo un ministro de España tenga reuniones secretas y meta en su coche a oscuros empresarios, mientras esta aparcado en una alejada gasolineras de carretera.

También seria interesante y de desear, que el ministro Blanco, informara de cómo obtuvo su gran patrimonio, porque estos días hemos leído en la prensa, que Pepiño Blanco poseía dos millones de euros, solo en bienes inmobiliarios. Y estos bienes antes de su paso por el gobierno, habrá que saber su patrimonio actual al incrementar sus ganancias logradas con su salario como ministro.

La justicia tiene la ultima palabra, esperemos sea independiente al poder político.
Después de ver en los medios de comunicación el caso “Campeón”, en el que todo un Ministro de Fomento, se entrevista en una gasolinera, ¿no sabemos para que?, con un empresario presuntamente implicado en negocios sucios. Veo que el gobierno de España hace cosas extremadamente extrañas y lamentables, dando una imagen poco limpia a los ciudadanos que les pagamos sus grandes sueldos.