Hoz de Anero - Cantabria

San Roquín del 79
una historia escrita
mi pelea en Noja
Lo recuerdo perfectamente . Fue en el verano del 79. tenia 19 años y fue el día de san Roquín , 17 de agosto. Acabaría la fiesta en el pueblo sobre las tres de la madrugada y habían caído unos cuantos gin-tonics y algunas caladas de porro. Total que unos cuantos coches y 17 personas salimos hacia Noja a completar la noche. Nos metimos en el barco aunque dudo si fue el papagayo y allí me puse a mover el esqueleto cerca de Mª Eugenia. En ese momento me viene un tipo diciéndome que me fuera de allí que ese sitio era suyo, le dije que no me iba pues ese sitio era de todos y como intuía pelea adopte una posición de guardia, la que se me ocurrió. Lo siguiente que recuerdo es abrir los ojos y encontrarme tumbado en el suelo a un cuerpo de distancia de donde comenzaron los hechos y a un melenudo que se me venia encima a la par que le agarraba de los pelos y el pasaba a ocupar el puesto de abajo y yo el de arriba dando por concluida la confrontación . Después me fui con Jesús Hoyo a fumar un cigarro al portal. No me había quitado el mechero de la mano cuando unos tipos me inquirieron alarmados que si había sido yo quien había pegado a su amigo. respondí que lo único que había hecho es defenderme ay automáticamente se me echaron encima. Jesús Hoyo fue a dar la alarma y yo me vi dando zancadas, mechero en mano, marcha atrás en la explanada en dirección a unos coches y perseguido por dos tipos con muy malas intenciones. Mientras esto ocurría observe que un grupo de gente acompañaban a un ensangrentado a lo que debían ser unos lavabos que con el tiempo me ha dado que pensar que lo que hubo fue una confusión de peleas. En mitad del retroceso se me ocurrió lanzar un puñetazo que tumbó a uno de ellos y en su caída tiro al que le acompañaba pero vinieron mas y mas bravos y me vi frenado y protegido por un coche y una muchedumbre de gente que se estorbaban unos a otros para darme pero todos ellos con la sola idea de hundirme en el suelo por lo que afiance mis piernas sobre el firme pavimento y puse mi conocimiento en no dejarme doblar. En esto oigo a mi hermana Gema quitándome gente de encima y diciéndoles que no me pegasen. Habían venido los refuerzos y me habían desembarazado de sus garras. me vi solo frente a un coche cuando miro hacia la izquierda y a lo lejos veo venir a un tiparraco mas grande que la media con una botella en la mano derecha y lanzando unos gritos de guerrero visigodo. Con todo el follón habían revuelto mi bebida y mi vista se volvió fotográfica. Es decir veía lo que sucedía como una concatenación de diapositivas, por lo que decidí hacerme el extenuado y apoye mi mano derecha sobre un coche e hice como que ignoraba al que se me venia y cuando estuvo al lado y levanto la botella para asestarmela en la cabeza le di una santa hostia con todas mis fuerzas en su p. geta que lo tumbé y allí quedó patas arriba y sin perder su grito de combate. Por lo que decidí apartarme de su lado lo que hice mal y hoy en día estudio muchas veces pues el caso es que según me desplazaba me agarró de una pierna y me tiró el suelo y acto seguido me vi rodeado de gente dándome patadas a diestro y siniestro. reprimí el llamarles h. p. para no alterarlos más y les dije que se metieran uno contra uno y traté de buscar la forma de levantarme. Creo que una patada en el cuello me ha repercutido con el tiempo. De repente alguien me agarra por detrás y me dice no se que en tono amistoso y me pone de pies . Era Alejandro. mire lo que tenia de frente y había desaparecido . Se ve que nos cogieron miedo. vi un poco mas alante a Manolo Hoyo que mantenía a raya a unos cinco que se le querían echar encima y me vi a mi mismo metido en harina con las pulsaciones a toda velocidad y el aire entraba y salia al mismo ritmo. Empece a mirar contra quien me tocaba cuando me dijeron que lo mejor era entrar con el coche y lo hice. me sentí que necesitaba mas espacio pero me aguanté y observe que conservaba el mechero en la mano. Escuche que hablaban con Jose y me llamaban chulo y que les decía que no lo era. Al poco rato los coches que fuimos nos volvimos por donde habíamos venido. Creo recordar que también estaba la mujer de Alejandro Mª Jose y Mari la mujer de Juanjo pero no me acuerdo de nadie más.