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Trebujena - Cadiz

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España > Cadiz > Trebujena
24-07-14 13:13 #12157267
Por:Juan Caro Aguilar

Plachimada
En una página de Internet pregunté si querían que relatara el extraño caso de Plachimada, aldea india donde las mujeres pobres tuvieron un conflicto con la fábrica de Coca Cola y su sorprendente resultado. También pregunté si preferían un formato periodístico o literario. Lo estoy escribiendo (prefirieron formato literario) y hay gente que les gusta. Si a alguno le interesa, lo puedo escribir aquí.
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25-07-14 09:18 #12158336 -> 12157267
Por:A. Justo

RE: Plachimada
Desde luego que me interesa y supongo que a los demás también. En este foro sólo se habla de política o de religión y otros temas vendrían como agua de Mayo.
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25-07-14 13:10 #12158502 -> 12158336
Por:Juan Caro Aguilar

RE: Plachimada
Justo, te aseguro, que los problemas reales de muchos españoles, como el paro o los deshaucios, no se verían afectados porque hubiera una monarquía o una república o porque al rey dimitido lo juzgara en su caso un Tribunal de un solo juez o tres. No digamos ya que el que una mujer va a un hospital a parir
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25-07-14 14:54 #12158599 -> 12158502
Por:Juan Caro Aguilar

RE: Plachimada
Plachimada I

Una calurosa mañana, lo normal en el poblado, una mujer pobre de un país pobre, es decir, de lo menos que se puede ser en este planeta, camina hacia la puerta de la fábrica de Coca Cola y se sienta. Un tiempo después pasa una pareja de policías”¿ Que haces aquí?” le pregunta uno; “He venido a cerrar esta fábrica” le responde; al alejarse, el otro no puede reprimir una risotada diciendo “Además de pobre tonta” y ya al seguir el paseo han olvidado un suceso de tan nula importancia. O eso creían.
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25-07-14 20:34 #12158967 -> 12158599
Por:Juan Caro Aguilar

RE: Plachimada
Plachimada II

“¿Dónde esta Xxxx? ¿La habéis visto?” pregunta una mujer a sus vecinas en la calle. Es una calle sin coches, los vecinos no tienen, y los que tienen no pasan por allí, una calle sin asfaltar. “Yo sí, me dijo que iba a la fábrica para cerrarla”. No hacía falta decir a qué fábrica se refería. Ninguna se lo tomó a risa. “Voy a verla”. Las otras tres entran en un reflexivo silencio, un instante, sin ser conscientes de la enorme importancia de la decisión que iban a tomar para millones de pobres a los que les han expoliados sus derechos. Porque iban a fabricar esperanza. “Espera, te acompañamos”, y cuatro mujeres emprenden un camino. No hablan. En su interior, en su alma, en su cerebro se libra una silenciosa batalla, la mujer tiene que obedecer siempre a su marido, sin importar si tiene razón o no, alégrate de que te pegue poco, ante el poderoso humíllate, arrodíllate y agacha la cabeza, así tendrá un buen concepto de ti. Son las ideas de miles de años; pero en los últimos tiempos hombres y mujeres venidos de otras partes han traído otras ideas, los hombres y las mujeres son iguales en obligaciones y derechos, lucha para que sea realidad, que no te arrebaten ni tu tierra, ni tu agua, y esto lo recuerdan al pasar junto a la fuente que tantas alegrías supuso, pero ahora es símbolo de miedo.
Cuando llegan dicen “venimos a acompañarte”, “tú tienes mucho que hacer, tienes que atender además a tus padres”. Yamir (significa luna), la más joven dice poniendo en la espalda la mano a otra joven, “nosotras haremos las tareas de todas y diremos a las demás que estáis aquí”. Se le vino a la mente lo que dijo un estudiante de la ciudad a una asamblea de mujeres, cuando era todavía una niña: “Tenéis que daros cuenta de la fuerza y el poder que tiene una mujer, y mucha más fuerza si se unen, y más aún si se organizan”. (continuará)
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28-07-14 17:39 #12161320 -> 12158967
Por:Juan Caro Aguilar

RE: Plachimada
Plachimada III

Al día siguiente dos policías hacen su ronda. Uno acaba de contar un chiste sobre cómo sus zapatos son los coches o las motos de los policías que ven en las películas americanas. El otro se ríe, pero ve algo que le corta la risa, “¿qué es eso?”, y los dos apresuran el paso hasta la fábrica de Coca Cola. Hay catorce mujeres sentadas en la puerta, y el conductor de una furgoneta les dice que se aparten un poco no vaya a ocurrir un accidente.
“¡Qué hacéis aquí!”, “Estamos aquí para cerrar la fábrica”. El policía la mira y recuerda que es la mujer que estaba ayer. El otro policía en tono conciliador, les dice “Vamos, ya está bien de tonterías, levantaos e iros a vuestras ocupaciones”. Ninguna le hace caso. Mientras, la furgoneta con mucho cuidado entra en la fábrica. El policía primero les advierte que las van a denunciar para ponerles una multa y que quizás les arresten. Y se van directamente a ver al jefe.
“¿Que hay unas cuantas mujeres sentadas en el suelo? ¡Huy que susto! Mañana, que dicen que aprieta el calor, en vez de catorce habrá siete y en unos días estarán las dos más locas. Sus maridos serán una pandilla de maris. Anda valientes, volved al servicio, que sois unos pardillos”. Y así terminó la entrevista con el Jefe de Policía. Sin necesidad de hablar, no volvieron a la fábrica. De haberlo hecho, comprobarían que ya no había catorce mujeres.
“ Jefe, al teléfono”, le dijo el adjunto. “Te tengo dicho que sólo me pases llamadas de gente importante”. Por supuesto, al decir gente se refería sólo a hombres; las mujeres sólo sirven para lo que sirven, principio filosófico que había descubierto él solo, y que era una muestra evidente de su inteligencia. “Este lo es Jefe, es el gerente de la fábrica de Coca Cola”. La mueca de su cara expresaba su sorpresa y la sospecha de que aquel no iba a ser un día tranquilo.“Jefe de Policía, soy Coca Cola (así le gustaba identificarse con su gran empresa y sabía que a los indios había que hablarles como niños), hay cuarenta mujeres (no eran tantas pero, perturbada su mente por los lenguajes publicitarios, sabía que la exageración le convenía) obstruyendo la entrada, ¡Haga algo!” y colgó. La mente del Jefe se puso a funcionar como le habían enseñado en el curso para jefes. Primero información, ¿qué grupo terrorista estaría detrás de aquello? (continuará)
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30-07-14 17:13 #12164062 -> 12161320
Por:Juan Caro Aguilar

RE: Plachimada
Mujeres pobres y Coca Cola. IV

En las calle las mujeres de Plachimada se reúnen para organizar el día. Quienes hacen las tareas y quienes van a la sentada.
¿Qué ha ocurrido para que tantas mujeres hayan alterado sus rutinas? Una imagen quizás valga mil palabras pero las cifras son duras como rocas, insensibles a nuestros deseos. Antes de Coca Cola eran pobres pero, como pasa tantas veces, uno no aprecia lo que tiene hasta que lo pierde. Coca Cola extrae diariamente 1,5 millones de litros de agua, provocando que el nivel de la capa freática pase de 45 a 150 metros bajo la superficie y que las mujeres tienen que viajar (las pobres a pie, claro) a unos cinco kilómetros para ir a buscar agua potable. Los adavasis, los habitantes más primitivos de la nación y los demás campesinos se quejaban de graves consecuencias para los cultivos. Los pozos amenazaban asimismo las fuentes naturales de agua potable, los estanques, las represas, los ríos y los canales navegables. Coca Cola no solo se apropió del agua de la comunidad sino que también contaminó 260 pozos de agua potable en los que se hallaron plomo, cromo y cadmio y otras sustancias cancerígenas. Coca Cola había provocado un déficit hídrico en la región (datos tomados del artículo “India: Soft Drinks, Hard Cases• de Vandana Shiva en Le Monde diplomatique, 14 de Marzo de 2005).
Las mujeres habían aprendido a organizarse diez años atrás. Llegó una mujer del Gobierno, las reunió en asamblea y con una pizarra grande les dijo que pensaran cual era el principal problema del barrio, después se iba votando y luego se intentaba el mayor consenso posible. El principal problema era la lejanía del agua potable, lo que no extrañó a la forastera. En una segunda asamblea les dijo que si ellas estaban dispuestas a cavar la zanja, el gobierno se encargaría de traer las tuberías, construir la toma de agua y hacer la fuente. Una semana después un numeroso grupo de mujeres cavaban una zanja desde un arroyo al pueblo. Hombres que iban a sus tareas en el campo se reían de su ingenuidad por creer que el gobierno les iba a dar algo. La mañana siguiente al ver un camión cargado de tubos y dos hombres colocándolos a lo largo de la zanja ya no se reían. Algunos jóvenes abandonaron su camino y dirigiéndose a las mujeres se ofrecieron para ayudarles. No era casualidad que se acercara cada uno a la joven que le había echado el ojo y el hacer la zanja era más un pretexto para demostrarle lo fuerte que era y lo bien que sabía cavar.
Aquella noche en las humildes tascas donde se reunían los hombres sólo tenían como tema de charla la novedad del día. “Mañana voy a ayudarles un rato, ¿Quién viene?”, muchos levantaron la mano. (continuará)
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01-08-14 00:16 #12166170 -> 12164062
Por:Juan Caro Aguilar

RE: Plachimada
Japuto, el más importante comerciante de la localidad, lleva a su mujer al más importante restaurante de la comarca. En el coche más caro del pueblo. Un coche de triunfadores, como dice su propaganda. Con cientos de caballos, el más moderno sistema antinieblas (hay un período anual llamado "de las densas nieblas"), con un eficaz y rápido sistema de aire acondicionado y etcétera.
Japuto para el coche al encontrarse que una columna de mujeres y algunos hombres viene en dirección contraria. Son los que están construyendo la zanja. Vienen cantando y riendo.
- ¿Por qué cantan si no tienen nada?, dice Japuto.
- Quizás tengan algo de lo que nosotros carecemos, le responde la mujer.
- A ti no te falta de nada, lo tienes todo.
- Menos la alegría de vivir.
- ¡Mírales los pies! muchas van descalzas, no tienen ni para zapatos de pobres, y a ti te compré el más caro televisor de plasma el mes pasado
y puse aire acondicionado en la salita. Mujer, eres insaciable.
- ¿Porqué me llamas mujer si hace tanto tiempo que no me entero de que lo soy?, le dijo mirándolo agriamente.
El hombre reanudó el camino, fijándose y concentrándose en no atropellar a alguien y le costara algún dinero. Una mujer de más de cuarenta querer comparase a las jóvenes novedades del Jardín de las Delicias, el mejor burdel de la comarca, donde experimentaba esa sensación de poder que da el dinero, ordenarles hacer y satisfacer sus caprichos a aquellas jóvenes y niñas.
Y así unas personas cogieron caminos contrapuestos, El grupo que iba al poblado iba muy alegre por la satisfacción de la tarea del día a comer un sencillo revuelto de verduras, mientras el matrimonio iba a regalarse con una sofisticada y cara cena, pero sin ninguna alegría.


Mujeres pobres y Cola Loca. VI

“¿Puedo ayudar?”, dice una niña preadolescente a una de las encargadas de dirigir las tareas en la construcción de la zanja. “Yamir, vuelve a jugar con tus amigas”, le dice una de sus tías. “Déjala mujer, Yamir, tráenos agua”. Con su bicicleta de tercera mano un hombre traía el agua desde el arroyo y mujeres mayores con recipientes más pequeños la repartían.
Un día se acabó la obra. Anunciaron que a la tarde siguiente funcionaría la fuente. Todo el barrio estaba allí, expectante, separadas de los hombres, las mujeres rodeaban la fuente. Más lejos, a medida que se acercaba el momento, los niños dejaban de jugar contagiados por la solemnidad del momento.
Al salir el chorro de agua de las gargantas de las mujeres saltó un grito de alegría y en la cara de los hombres, aunque siguieron guardando silencio, se dibujó una amplia sonrisa. Una mujer se acercó con su vasija a coger agua, pero teniéndola medio llena la arrojó a la cara de una amiga, y eso fue la señal para el comienzo de la más alegre de las batallas.
Un hombre se acercó a la fuente con la sana intención de beber, quería probar aquella maravilla. Pero una joven le arrojo el agua de una fuente a la cara y la fiesta se detuvo. Era un atrevimiento gastar una broma así a un hombre. Un pesado silencio cayó sobre los presentes, ¿Qué pasaría? ¿Le replicaría con voces insultantes o le pegaría también? De tener marido podía añadir unos golpes para que aprendiera la lección. Y así pasó un lento segundo. Y otro. Y otro. Pero a la tradición se opuso la alegría del presente, y el hombre examina el hecho a la luz de aquella tarde tan especial. Ella sólo lo había refrescado empujada por su gozo. Y una sonrisa alumbró su cara y arrebatando un vaso lo llenó de agua y le dijo a la aguadora “¡Ahora verás!”.
Los niños se habían quedado quietos sorprendidos por aquella algarabía. Uno le dijo a su amigo “ Y después nos riñen diciéndonos que con el agua no se juega”. (continuará
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01-08-14 08:15 #12166296 -> 12164062
Por:Juan Caro Aguilar

RE: Plachimada
Mujeres pobres y Cola Loca. VII

Jefe de Policía llegó a la fábrica para un examen ocular. Desde luego ningún vehículo podía entrar y ya la disposición ante la puerta era la prueba de que un experto estratega estaba detrás de todo aquello: habían colocado un buen número de vasijas de barro llenas de agua delante para evitar que un vehículo se acercara (véase foto correspondiente, la titulada “pasan los días y la tensión aumenta en la puerta de la fábrica”. Como veis, esta es una nueva forma de escribir, usando las nuevas tecnologías, datos periodísticos de otra parte del mundo, fotos de álbumes de lugar y tiempo alejados, etc.).
Al volver a la comisaría se encontró con una silenciosa comitiva: un grupo de mujeres adavasis (1) iban hacia la fábrica, todas descalzas, distintivo inequívoco de que eran pobres. Jefe de Policía volvió sobre sus pasos a ver qué pasaba.
Las adavasis se sentaron separadas algunos metros de las ya establecidas. Por timidez, sin una palabra, ya que hablaban poco por el pobre conocimiento del malayalam, la lengua propia de Kerala, lo que proporcionaba frecuentes ocasiones de burla.
Yamir se levantó, se acercó al grupo de recién llegadas, cogió a una del brazo levantándola y la abrazó. Y se sentó a su lado. Como una señal, las restantes mujeres se levantaron e imitaron a Yamir.
“¡Esa!, esa es una de las dirigentes”, exclamó para sí Jefe de Policía procurando memorizar su rostro y el color de su sari. No había problema con que mañana apareciera con otro vestido, las pobres normalmente tenían uno solo.
-¡Jefe!, tiene un mensaje de Cola Loca, le dijo el Adjunto,
- Ponme con él.
- No hace falta, me dijo que si no tomaba medidas de inmediato actuaría contra usted.
Jefe de Policía llama a Jefe de Área pidiendo refuerzos, dos furgonetas y unidades de Fuerza Especial (equivalentes a nuestros antidisturbios).
-¿Para qué?
- Para acabar con un motín de mujeres que ponen en peligro la economía de Pachamada.
- Algo he oído, lo tendrás mañana, pero firmarás un documento haciéndote plenamente responsable, no quiero hacer el ridículo.
- De acuerdo. En un día terminamos el asunto. (Continuará)

(1) Los adavasis son los descendientes de los pobladores más antiguos de La India, anteriores a los indoarios. Ni siquiera forman parte de las castas, ya que son gentes considerados muy primitivos que viven con frecuencia junto a los bosques de los que extraen parte de sus alimentos. A veces reciben ataques de los hindúes por comer vaca. Constituyen el 7% de la población, cifra estimada dado que con frecuencia son nómadas. ¡Toma ya cultura!
NOTA: Justo, te agradecería una crítica. Ten presente que pretendo una reflexión sobre algunos conceptos económicos. Por ejemplo, la fuente no supone ningún aumento del PIB, ya que no hay facturas. Por supuesto, si alguien me lee le agradecería comentarios.
Puntos:
02-08-14 13:43 #12167730 -> 12164062
Por:A. Justo

RE: Plachimada
Hola, Juan.

Pides mi opinión y te la doy:

Tú tienes buenas semillas y, si no las utilizas, se desperdiciarán. Así que tú siembra y no te preocupes de los que creen que pierdes el tiempo sembrando, ni de si la semilla cae en el camino y se la comen los pájaros, ni si cae entre piedras y nace pero luego se seca, ni si cae entre espinos que, cuando crecen, la ahogan... Alguna caerá en buena tierra y dará mucho y buen fruto.

Ya sabes aquello de la mariposa del Amazonas que, al cambiar de dirección, produce un pequeñísimo remolino que se puede ir engrosando, con unas favorables condiciones atmosféricas, hasta llegar a formar un huracán en el Caribe. Tú, que también has sido profesor, habrás observado más de una vez como pequeñas causas pueden producir grandes efectos.

Así que no te preocupes y tú sigue, como Felipito Tacatún.
Puntos:
04-08-14 17:46 #12171360 -> 12164062
Por:Juan Caro Aguilar

RE: Plachimada
Mujeres pobres y Cola Loca. VIII

Y así llegó el día de la batalla.

Temprano, Jefe de Policía llegó a La Puerta escoltado por la Fuerza de Intervención ( o Fuerza Especial). De tanto citarla, cuando alguien en el pueblo se refería a La Puerta sabían muy bien a cual se refería.
Jefe de Policía se detuvo al llegar a las sentadas y cogiendo un megáfono se dirigió a ellas con voz fuerte y autoritaria,
- ¡Escuchadme bien hatajo de lesbianas!¡ Sois perezosas, que no atendéis vuestras casas, sois ignorantes que no sabéis de leyes, sois terroristas que saboteáis la economía del lugar, sois traidoras, que mancháis el nombre del país ante los inversores extranjeros, sois ateas, que atentáis contra el Orden Divino! ¡Así que levantando el culo salid corriendo de este lugar, que si no acatan órdenes lo sentirán!
Nadie se mueve, excepto una vieja adivasi ataviada con un sencillo manto color azafrán (véase foto “mujeres adivasi”) que levantándose se dirige renqueando a consecuencia del reuma hacia quien ha gritado, y mirándolo a los ojos le dice una palabra, una sola palabra. Y corta. Es la palabra que más temen todas las instituciones de autoridad. Le dice “No”.
Jefe de Policía se queda mudo, mirando aquella débil enana. ¿Qué está pasando? Le dice la voz de su conciencia. Apartando la mirada, se vuelve para encontrarse con la mirada de los policías de fuera. El corazón empieza a latirle con más fuerza. ¿Qué está pasando? Lo sabe. Que ha sentido miedo de una mujer, encima de una adivasi vieja y renqueante, y una creciente rabia le va ascendiendo de las entrañas hasta sentir los ojos inyectados de sangre. Volviéndose, emitiendo un grito salvaje alzando su brazo da un puñetazo con todas sus fuerzas en la cara de la mujer, derribándola. Dos mujeres, Yamir y una joven adivasi se levantan, recogen a la anciana y Yamir la acoge en su regazo.
- Que te voy a manchar el vestido mi niña.
- Tu sangre no puede manchar mi vestido, lo embellece, le responde Yamir
Jefe de Policía recuerda una lección en la academia: En momentos difíciles compórtate profesionalmente. Cogió el megáfono y dijo:
- Despejen el lugar. Si en cinco minutos no lo habéis hecho seréis detenidas acusadas de desobediencia a la autoridad.
¿Qué es el valor? Quizás sea el resultado de un grandísimo miedo, quizás consista en saber sufrir. Sí sabemos que aquellas mujeres tenían una causa por la que luchar, y no sólo eran su agua y su tierra, también era su dignidad como personas. No tenían fusiles ni palos ni siquiera deseos de insultar. Sus armas eran el valor, la ética y la perseverancia.
Pasan los minutos y ninguna hace el menor gesto para levantarse. Jefe de Policía se dirige a los agentes de refuerzo y les dice “preparados para cargar” y a los suyos “ya conocéis las órdenes”. Las Fuerzas Especiales empuñan sus largas varas y los policías locales dejan de hablar. Los conductores arrancan las furgonetas. Es el único sonido que se oye en la explanada. (continuará)

Nota: La siguiente entrega es un poema que tiene sentido con una foto. ¿Se pueden poner fotos aquí? Porque todo el escrito está ilustrado de fotos.
Puntos:
04-08-14 22:03 #12171657 -> 12164062
Por:Juan Caro Aguilar

RE: Plachimada
Poema a unos ojos de mujer. Juan Caro Mujeres pobres y Cola Loca. IX
Imaginad la cara de una mujer mayor, se ve otra mujer a su izquierda. Está mirando al frente. En la cara se ve que ha sufrido bastante. En facebook se ve la foto

Decidme ojos, ¿dónde están vuestras lágrimas?
Vemos cómo han tallado el dolor en vuestra mirada.
El sufrimiento, cuyo nombre ya causa espanto,
parece vivir en ellos.
¿Porqué no lloran y así os compadeceremos?
Porque llorar no sirve de nada,
hace tiempo que descubrimos.
El mal, la opresión, la rapiña,
Se alegran cuando lloramos,
porque de eso nada han de temer.
Nuestras lágrimas sólo riegan el dolor
para hacerlo más duradero.
Porque ya no criamos más lágrimas.
Se secaron y se convirtieron en sed de justicia.
Porque no buscamos que nos compadezcan
Ni que nos ayuden.
Sino que os pongáis a nuestro lado
para defendernos juntos de tanta bestialidad.
Pero ojos, ¿porqué no tenéis miedo?
Porque no creemos en los dioses,
Porque sabemos que no tememos
a los que vengan de un lado
porque tengo a esa mujer a mi izquierda
que me defenderá como yo a ella.
Igual ocurre a mi derecha.
Porque sé que las mujeres que tengo detrás
no me traicionarán,
Igual que yo no traicionaré a las que tengo delante.
Pero decidme ojos, porqué me hacéis llorar.
Puntos:
05-08-14 09:51 #12172014 -> 12164062
Por:No Registrado
RE: Plachimada
Mujeres pobres y Cola Loca. X

-¡Carguen!
Y el horror llegó a La Puerta. Los golpes eran respondidos por gritos de dolor. Las que recibían un fuerte varazo en la espalda huían despavoridas o se desmayaban, las que lo recibían en la cara tendrían además una cicatriz como recuerdo, las que anteponían un brazo como inútil defensa, si el golpe era lo suficientemente fuerte lo oían quebrar. Muchas se levantaron para huir con el terror dibujado en el rostro. Otras no, sobre todo las adivasis, que permanecían en silencio con obstinación.
Las furgonetas se acercaron y trabajando por parejas los policías metían en las furgonetas a las mujeres que quedaban, sin tener en cuenta su condición de heridas o desmayadas. Velozmente corrían a un almacén colindante a comisaría que Jefe de Policía había requisado previendo esta eventualidad donde, después de dejar su carga, volvían a por más.
- Esas dos a comisaría, metedlas en celdas separadas dijo Jefe de Policía señalando a Yamir y la vieja a la que había golpeado.
Y así la explanada delante de Cola Loca se iba despejando a medida que la noticia de lo que ocurría se iba extendiendo por casas, tiendas, talleres hasta llegar a los campos.
Cuando las ultimas mujeres habían sido detenidas o se habían ido, Cola Loca ordenó abrir la puerta y sonriente fue a felicitar a Jefe de Policía.
El Adjunto se acercó al almacén, donde se encontró dolor, llanto y sangre. “¡Dioses!”, exclamó al ver varias mujeres tendidas, heridas a las que asistían con sus pobres medios otras que rasgando los saris habían hecho vendas que utilizaban como torniquetes o limpiaban lágrimas y heridas. Y Adjunto volvió a su mesa y llamó al Hospital Comarcal pidiendo un médico y ambulancias.
Cuando los policías volvieron dejando un retén en la puerta de Cola Loca vieron varias ambulancias; furioso, Jefe entró en el almacén para ver un médico inclinado atendiendo a una de sus presas y enfermeros que llevaban en camillas a otras.
- ¡Qué hace usted aquí! ¡Quién le ha dado permiso para entrar!
El medico, un hombre ya mayor que hasta aquel día creía que había visto todo lo que tenía que ver en su profesión, ante la alteración que el miedo provoca en la paciente, que apenas puede hablar debido al shock sufrido, le dice cogiéndole la mano,
- Tranquila mujer, antes de que te toque tendría que matarme a mí primero. (continuará)

NOTA Lo dejamos aquí durante el mes de Agosto. Quien quiera puede reflexionar sobre algunos temas y poner comentarios.
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Ni un derecho, ni una conquista feminista, ni imparable.- 6 Por: A. Justo 09-01-14 22:10
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