Trebujena - Cadiz

10.- Demandar la prohibición del aborto es una inadmisible injerencia de la Iglesia en la vida pública de una sociedad pluralista.

Aunque antes he dicho y repetido que no trataba de defender la postura de la Iglesia, si quiero hacer varios apuntes que son de sentido común:
Hipócrates y Galeno, por ejemplo, no eran católicos —pues vivieron siglos antes de Cristo— y ya establecieron que la ética médica debe impedir la práctica del aborto.
Si legalizásemos el aborto porque la Iglesia lo prohíbe, también deberíamos legalizar el asesinato, la violación, el robo..., y todo lo que la Iglesia prohíbe.
No parece éste, por tanto, argumento muy serio.

Todo el post está basado en un escrito de B. Blanco, adaptado para usted.

La interrupción voluntaria del embarazo en España:

Precio de una interrupción voluntaria del embarazo:

De hasta 7 semanas con aborto químico.- 350 €
De hasta 12 semanas con anestesia local.- 325
De hasta 12 semanas con anestesia general.- 500
De hasta 14 semanas con anestesia general.- 450
De hasta 16 semanas con anestesia general.- 590
De hasta 17 semanas con anestesia general.- 625
De hasta 18 semanas con anestesia general.- 850
De hasta 19 semanas con anestesia general.- 990
De hasta 20 semanas con anestesia general.- 1450
De hasta 21-22 semanas con anestesia general.- 1.655
Suma total.- 7.785

La media aritmética serían 778,5 €; pero, como debe haber más cantidad de interrupciones voluntarias del embarazo correspondientes a las de pocas semanas, podríamos estimar un precio medio unitario de 500 €.

Dado que, desde que se legalizó el aborto hasta este año de 2014, con toda probabilidad, llegaremos en España a los 2.000.000 de abortos, podríamos decir que nos ha costado unos mil millones de euros impedir el nacimiento de tantos seres humanos como los correspondientes a 118 ciudades del tamaño de la actual Guernica, por ejemplo, o como en 285 pueblos del tamaño de Trebujena.

Parece mentira, pero es así:

https://lpais.com/elpais/2013/12/18/media/1387384587_836262.html

Una Nota que no tiene desperdicio

De la última Nota de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Española:

La vida humana es sagrada e inviolable y ha de protegerse desde la concepción hasta su fin natural. En esa defensa ocupan un lugar privilegiado los más débiles: aquellos que habiendo sido ya concebidos no han nacido todavía. La ciencia prueba que desde el momento de la concepción hay un nuevo ser humano, único e irrepetible, distinto de los padres.

No se puede construir una sociedad democrática, libre, justa y pacífica, si no se defienden y respetan los derechos de todos los seres humanos fundamentados en su dignidad inalienable y, especialmente, el derecho a la vida, que es el principal de todos.

Proteger y defender la vida humana es tarea de todos, principalmente de los Gobiernos. España sigue siendo, por desgracia, una triste excepción, al llegar incluso a considerar el aborto como un "derecho". Hay bienes, como el de la vida humana, que son innegociables.

Es cierto que la existencia humana no está libre de dificultades. La Iglesia conoce bien los sufrimientos y carencias de muchas personas a las que se esfuerza en ayudar en todo el mundo. Pero, también es verdad que, como nos advierte el Papa Francisco, aún hemos de hacer más "para acompañar adecuadamente a las mujeres que se encuentran en situaciones muy duras, donde el aborto se les presenta como una rápida solución a sus profundas angustias". En ello están empeñadas muchas asociaciones eclesiales y civiles, a las que queremos apoyar al tiempo que pedimos a las Administraciones públicas un esfuerzo más generoso en políticas eficaces de ayuda a la mujer gestante y a las familias. Y por supuesto, acompañar sin descanso a las madres embarazadas para que, ante cualquier dificultad, no opten por la "solución" de la muerte y elijan siempre el camino de la vida, que es el de la realización más plena de la verdadera libertad y progreso humano.