San Roque - Cadiz

Cádiz ya vive inmersa en el Carnaval. Sin apenas margen para digerir el fin de las navidades, los tangos, pasodobles y cuplés comienzan a abrirse paso nuevamente en la ciudad de manera irremediable. Como botón de muestra sirvan los miles de gaditanos y visitantes que en el día de ayer volvieron a echarse a la calle para disfrutar de los actos gastronómicos por antonomasia previos a la fiesta grande de la capital: la Ostionada y la Erizada. Dos citas ineludibles para los aficionados de este mundillo que, una vez más, coincidieron en fecha, aunque no en lugar de celebración.

Como ya es costumbre, la Peña El Molino organizó con notable éxito su XXIII Ostionada en la plaza de San Antonio. El espacio donde hace escasos días permanecía instalada una pista de patinaje, de infausto recuerdo para muchos --debido a los problemas técnicos que trajo consigo su puesta en funcionamiento--, acogía ahora un enorme tablao por el que desfilaron hasta seis agrupaciones para dar la bienvenida oficial al Carnaval 2009.

Desde la una del mediodía la gente se arremolinaba en torno a este escenario con la intención de escuchar las primeras coplas de la temporada, pero también de trincar por la gorra algún manjar de la tierra. En esta ocasión, las actuaciones carnavaleras corrieron a cargo de los coros La estudiantina, Tirabuzones, La bien nacida, La musigadité, El Trocadero de Puerto Real y Quillo, ten carma.

Y como marca la tradición, las largas colas para hacerse con una buena dosis de ostiones se repitieron. Hasta 1.500 kilos de estos moluscos llegaron a repartir los socios de La Peña El Molino en las barras habilitadas a los laterales de la plaza. Además, quienes esperaron pacientemente su turno también se vieron gratificados con bebida gratis, ya que la entidad convocante distribuyó alrededor de 100 cajas de vino y 50 barriles de cerveza.

Por otro lado, el tiempo acompañó --después de varios días de gélidas temperaturas, desconocidas por estos lares-, lo que favoreció que la afluencia de público fuera mayor que en el año anterior.


MÁS PRODUCTOS DE LA TIERRA
Y si en San Antonio la Ostionada era la protagonista, a pocos metros de allí, en la Viña, se desarrollaba la otra niña bonita de estas fiestas gastronómicas: la Erizada, que ayer cumplió su vigésimo novena edición al pie del cañón en el barrio carnavalero por excelencia de Cádiz. Allí, los miembros de la Peña El Erizo ofrecían desde el mediodía platos cargados de estos equinodermos, junto con su correspondiente vaso de manzanilla o cerveza fría a todo el que lo solicitara.

Ni siquiera el golpe otorgado por el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) al marisqueo ilegal, --incautando horas antes cerca de un millar de kilos de erizos de mar--, hizo peligrar esta celebración popular, donde tampoco faltaron agrupaciones interpretando sus nuevos repertorios. Entre ellas, destacaron el coro de la peña La Salle-Viña La jarca de Manué o las chirigotas 1900. El ciego de Cádiz, de Jesús David Astorga y David Vázquez Rivero, y No nos la damos... somos artistas, de Luis Domínguez Ripoll.

A medida que sonaban los compases, eran más los ciudadanos que iban tomando calles como La Palma, Corralón de los Carros o Cristo de la Misericordia. Y también los jóvenes que aprovechaban la excepcionalidad de la fiesta para realizar botellones en plena vía pública.

Ya pasadas las cinco de la tarde, muchos de los presentes encendieron sus transistores para seguir el partido del Cádiz Club de Fútbol contra el Granada 74. Y cuando nadie daba un duro por el conjunto amarillo, la sorpresa saltaba con el gol de Christian en el tiempo de descuento, desatando la euforia en la Viña y terminando de redondear una jornada perfecta.

Una vez dado el pistoletazo de salida, la próxima cita con las coplas tendrá lugar el viernes 23, con el inicio del Concurso Oficial de Agrupaciones del Carnaval, que se prolongará hasta el 20 de febrero. A partir de ese momento, el protagonismo retornará a la calle.