QUÉ BAJÓN...... CURIOSO E INSTRUCTIVO "Qué bajón" Publicado por Lola Clavero | 3 Junio, 2010 Baja la libido además de los salarios, dicen las encuestas. La crisis lo baja todo –perdonen que no sea más gráfica- y una cosa es lógica consecuencia de la otra. O no tan lógica; en tiempos de carestía, el sexo debería ser una opción mayoritaria de ocio, ante todo el conyugal que es gratis, pero las féminas españolas se quejan, no obstante, de que sus maridos llevan el paro también al colchón. Posiblemente estas cosas que tanto parecen sorprender ahora, ocurrían ya en tiempos pretéritos, pero entonces se quedaban en confidencias que las amigas intercambiaban en merendolas mientras jugaban a la brisca y le daban a discreción al chupito de anís del mono, como contaba mi amigo y escritor, Enrique Martín Pardo, en sus historias de mujeres (“Háblame”). Tantas generaciones de féminas, adiestradas en la educación monjil, que reducían el trato del “asunto” a sobreentendidos u oscuras terminologías tales como “eso” o “chiqui-chiqui”, permitían mantener el tópico del macho ibérico a salvo, quien sabe si una leyenda después de todo lo mismo que la de Tarzán, fomentada por los personajes bravíos que interpretaba Alfredo Landa en las españoladas de Mariano Ozores. Ahora, sin embargo, las españolas, sin mayores eufemismos, están dispuestas a hacer secretos a voces sus peripecias de alcoba, tanto como para materializarlas en documento periodístico y crueles porcentajes. Esperemos que tanta sinceridad no desemboque en algunos casos más de violencia de género; que el marido cumpla en casa, como sé por los informativos, depende de la frecuencia con la que desempeñe tareas domésticas tales como la plancha y la colada y no tanto de la asiduidad con la que efectúa el acto primario, que es lo que se entendía antaño por “cumplir”. Así y todo, estas mujeres de hoy en día, tan exigentes como para pedir el pollo y los veinte duros –absténgase de buscar falsas metáforas- se quejan de la abulia viril que languidece el tálamo. Ahora, según declaran las encuestadas, son sus esposos quienes buscan pretextos para dormir del tirón sin previos escarceos carnales. Entre el repertorio de excusas más frecuentes, valgan más o menos la crisis, el paro o los resultados de la liga, se encuentran otras, sin embargo, bastante inauditas, pues, según tengo leído en un reportaje de este mismo diario, un sector nada despreciable de la población masculina, echa la culpa de su propia desgana sexual al presidente Zapatero en persona. De todas las culpas que he visto recaer sobre este nuevo instrumento de vudú, en el que se ha convertido nuestra tan cuestionada cabeza de estado –parece que, últimamente, no haya catástrofe política, económica, nacional o internacional de cuya causa no se responsabilice al mandatario leonés- ésta es, sin duda, la más insólita y fuera de lugar. Si bien el señor presidente ha contribuido, gracias a sus ensoñaciones fantasiosas y el voto de muchos españoles, todo hay que decirlo, a crear más caos donde ya lo había, no es lícito cargarlo con cada una de las faltas particulares. Bueno está que uno clame de rabia cuando ve menguar el salario y subir la hipoteca, pero si pierde las gafas, las llaves o el móvil o resbala con una cáscara de plátano, habrá que asumir la culpa en cabeza propia. Valga lo mismo para los asuntos del flex, cuya resolución tiene más que ver con la consulta al urólogo que con la denuncia al Gobierno. Así pues, al recurrente y actual “me cachis en Zapatero”, también hay que ponerle sus pertinentes acotaciones, no es un comodín adecuado a cualquier caso, qué caramba. Va a ser difícil, sin embargo, pues, cuando la opinión pública encuentra un chivo expiatorio, se acomoda a asetearle con cada flecha de rencor por puro instinto de tribu o simple simplismo facilón. ZP que fue SP (San Presidente o Supermán) ha pasado a ser SC (Super-culpable) y parece que no haya golpe que no vaya a su cántaro. Me pregunto, pues tal parece que es la unanimidad en la condena, dónde estarán aquellos pelotas que hablaron en su momento de la nobleza, el vitalismo optimista y el espíritu renovador del presidente electo y si acaso no serán los mismos que ahora claman “Zapatero, dimisión” por sms en la tele o los foros de internet, en tanto se preparan para servir de corte aduladora al próximo sucesor. Los pelotas son como esas ratas que huyen cuando el barco se hunde. Mientras tiene el poder asegurado, engolfan la autoestima del líder, felicitándole sus actuaciones por erróneas que sean y le acerquen al precipicio, pero cuando éste se derrumba, en gran parte, gracias a su beneplácito, ya no están allí para recogerlo. Son como esos amigos de juerga que, causando la ruina del que invita las copas, le niegan el saludo y se cambian de acera, cuando se queda sin blanca y creen que va a pedirles ayuda. De seguro, Zapatero, se hubiera equivocado menos, de haberse rodeado de auténticos amigos que dicen las verdades que duelen a la cara como Solbes, en lugar de dejarse llevar por esa falsa corte de aduladores que ya empiezan a desmarcarse. Su soledad es consecuencia de sus propios errores, pero también de cierta condición traidora de la naturaleza humana. Qué bajón. Bueno, ¿no? Saludos afectuosos |