Puerto Serrano - Cadiz

Leyendo el tema del vandalismo en Puerto Serrano, y pensando en las acciones que los jóvenes están ejerciendo en la sociedad, no todos claro, pero sí una gran mayoría, te pones a pensar en que herencia le vamos a dejar a estos casi parásitos sociales, que viven al día sin preocuparse por un mañana, sin preocuparse de formarse como profesionales o personas, viven pasando los días sin más ilusión que amanezca uno nuevo para seguir con una monótona vida sin futuro alguno.

La educación siempre ha sido la base para tratar de que estas situaciones no lleguen donde están llegando. No solo ya la educación en la familia, también influye la formación cultural de los jóvenes, los cuales hoy carecen de ello en muchos sentidos.

En España, la formación continuada un una juventud que garantice una sociedad mas libre y justa, se está perdiendo por momentos. Se esta inculcando en nuestros jóvenes una mentalidad del “aquí no pasa nada”. Vivimos en una sociedad en la que la víctima se siente marginada ante su agresor, -siempre que no sea mujer-, las injusticias sociales, en vez de ir menguando, van en aumento. ¿Que hacen los gobernantes?, nada, simple y llanamente nada, a excepción de llenar su barriga con nuestros impuestos. ¿Qué hace la oposición?, tanto de lo mismo.

En este país estamos perdiendo todo tipo de valores cívicos, morales y éticos. Lo más mayores, recordaremos antes el respeto que se le tenía a las personas mayores, hoy por el contrario, son tratados por nuestros vástagos de tú a tú. Más de uno de los que ande por aquí les habrá hablado o le seguirá hablando a su padre de usted. Esto los jóvenes lo ven como un resquicio de un pasado oscuro, cuando en realidad es la demostración de un respeto hacia la persona que te da el ser. Vemos día a día como nuestros representantes en las esferas gubernamentales, dicen barbaridades como la de que los fetos no son seres vivos, y cosas por el estilo, mientras no se paran a pensar en el ejemplo que estamos dando al futuro de ésta España nuestra. Inculcan el los cerebros de los más jóvenes el menosprecio a principios morales que son la base para que esto funcione. Permiten que el sexo sea un juego más, permitiéndoles el dar marcha atrás al acto de ser padres como si fuese un juego.

En definitiva, todo por cuanto nuestros padres y abuelos lucharon lo están dilapidando día a día en pro de unas igualdades y unas libertades equivocadas, que no nos lleva a otra cosa que dar loas a unos endiosados que se creen los dueños de la verdad.