Puerto Serrano - Cadiz

Como uno que yo me sé.
Creo recordar que la matraca era un objeto, una caja de madera con algo dentro que el Viernes Santo, alguien hacía sonar por todo el pueblo en señal de duelo porque no podían tocar las campanas. Era el único sonido permitido. Recuerdo que no se podía coser a máquina,imagino que considerarían el pedaleo cantarín; no nos dejaban jugar a la soga para que no cantásemos,no podíamos reír a carcajadas...

De ahí el dicho "es más flojo que la matraca", ya que sólo un día al año trabajaba.

También "no me des la matraca" aludiendo a lo cansino que resultaba oír siempre el mismo sonido. Saludos

Muy curioso polichera. Gracias.

la matraca hera un instrumento en forma de cruz hueca en cada ramificacion de ella tenia un badajo,como en las campanas ,se volteaba tirando de una cuerda , al dar las bueltas y ser de madera sonaba muy mal a golpe asi seco,nose si todavia esta,creo recordar q el hueco en el q daba al tejado lateral ,segun se mira ,situandote de frente a la puerta de la iglesia, el izquierdo de la torre de la iglesia

Cierto eso puede ser una matraca y también puede ser una rueda de tablas con forma de aspas de las que se cuelgasn unos mazos que al girar producen un sonido monótono, las hay en algunos conventos aún.
Pero ¿por qué yo recuerdo a alguien por las calle con la matraca que os dije? quizás para que se enterara todo el pueblo. No sé preguntaré a mi padre. Gracias Paboda.

En el pueblo la matraca con la que se llamaba al culto, con su tam-tam
manótono, era una caja de madera, cerrada por todas sus caras, de 40 cms apx. de larga por 20 cms. de alta, que en uno de sus lados llevaba incorporado el llamador de una puerta, que era el que hacía el soniquete, y en cada base llevaba un asa. El monaguillo sujetaba dicho artilugio, una mano en casa asa, y al impulsarla hacia arriba sin soltar obligaba a sonar al llamador. El ritmo era tam, tam, tam, un dos, tres, tam, tam, tam, un, dos, tres...