La Línea de la Concepción - Cadiz

Una de las posibilidades factibles para conservar los diversos referentes de nuestro patrimonio es su resemantización, es decir, darle un nuevo significado. Este proceso pasa por atribuir nuevas funciones sociales a referentes que habían “agotado” las suyas propias (bien porque se traten de cuestiones que han quedado anticuadas, o por una pérdida de recursos económicos, etc... ). Hoy día vemos algunas iniciativas interesantes en este sentido, y me resulta muy llamativo el impacto social positivo de La mayoría de ellas.

Vengo a tratar de uno de estos casos que podemos encontrar hoy día en La LíNea de la Concepción: el bar de copas Masala. Bien ubicado en el centro, junto a la Parroquia de la Inmaculada, el Masala aprovecha el local de lo que fue una antigua vivienda, con una construcción fechada en 1900. Un poco de historia de este magnífico lugar: su primer propietario, Ruperto Toledano, lo vende en la década de los ’40 aproximadamente, y pasó a albergar funciones diversas, entre las que destaca quizás la más conocida en la ciudad: un hotel.

ES

Desde aquí, mi pequeño homenaje y el agradecimiento a los que hacen posible que el Masala sea ese pequeño tesoro de adaptación de nuestro patrimonio a las nuevas funciones de los días que vivimos (¿quién le diría a aquella vivienda de principios de siglo que albergaría tal cantidad de color y tantas visitas, ya pasado un siglo de su nacimiento?). Casos como éste deben tratarse como ejemplo para seguir trabajando y, de esta forma, evitar perder numerosos referentes de nuestro patrimonio cultural que, vaciados de sentido y simplemente “conservados” tal cual, sin ninguna adecuación, pierden toda su relevancia y significado social y el interés como depositarios de nuestra memoria colectiva.

Alli vendian parte de las entradas del concierto de Erika, que se celebro hace poco y no pude ir.