Jerez de la Frontera - Cadiz

Vecinos de avenida de Méjico se unirán contra la prostitución

Señalan que a partir de septiembre comenzarán a aunar esfuerzos para emprender acciones· Denuncian un peor ambiente y dicen que ya hay peleas a plena luz del día

Jorge Miró / Jerez | Actualizado 23.08.2010 - 09:59

A pesar de su privilegiada situación, por unas cosas u otras, la zona de la avenida de Méjico siempre ha sido una zona muy conflictiva. Primero lo fue hace unos años por el botellón y luego, por la polémica mediana que se construyó y que acabó desapareciendo después de muchas quejas ante la falta de visibilidad que suponía para viandantes y conductores. Ahora, desde hace varios años, es el tema de la prostitución que se lleva a cabo en la gran mayoría de bares de copas y pisos francos del entorno lo que indigna de manera alarmante al vecindario. Y es que hasta seis de estos locales se pueden contabilizar en apenas 200 metros.

El problema no es nuevo, ya que se lleva desarrollando desde hace casi un lustro, pero, sin embargo, los vecinos empiezan a ver cómo la situación se está empezando a ir de madre. La inseguridad en forma de reyertas, peleas, gritos, tiradas de objetos y la presencia de mujeres casi en paños menores en mitad de la calle, a cualquier hora, se hace cada vez más patente e incluso las peleas relacionadas con este tema ya se producen a plena luz del día, a primeras horas de la tarde.

Así, sin ir más lejos, esta semana la Policía Local y la Nacional tuvieron que intervenir para sofocar una disputa entre dos socios de uno de estos pubs, supuestos "locales de alterne", como así los definen sin tapujos los vecinos. "Se veía que no iban bien, iban cargaditos, lo que no sé si de alcohol o de droga", comenta a este medio un vecino que presenció los hechos. En otros pubs también se han llegado a llevar a cabo pequeños golpes policiales relacionados con la inmigración ilegal.

Como relata Javier Cantos, presidente de la Asociación de vecinos Plaza del Caballo, "de un año a esta parte la situación está degenerando a una velocidad enorme. Hemos perdido seguridad". Relata Cantos que esta situación "es un tema que preocupa mucho a los vecinos de la zona, sobre todo viendo cómo se les siguen tramitando licencias como bares de copas".

Y es que, cualquier hombre puede comprobar cómo al pasar por delante de algunos de estos pubs o, simplemente al asomar la cabeza, alguna chica le puede ofrecer entrar al local para tomar una copa. De ahí, si se desea, se puede acabar en alguno de los pisos anexos para culminar la 'fiesta'.

Algunas comunidades de vecinos han conseguido, no sin esfuerzo, que estos pisos francos donde se culminaban las citas fueran desalojados, aunque otros todavía sufren este problema.

"Las autoridades no deben permitir que semejante actividad se desarrolle en los cascos urbanos", señala indignada una de las vecinas del entorno, que se pregunta "¿por qué tenemos que soportar a diario esta actividad molesta, ruidosa, peligrosa y de alto riesgo por sus connotaciones viva o no viva en la zona y desde las diez de la mañana? ¿Hay una ley, alguien que pueda desterrar esta actividad de aquí, del pleno casco urbano?"

Comerciantes y vecinos coinciden en señalar que el problema se está acentuando en el hecho de que cada vez se nota una menor catadura en la clientela. "Antes, cuando empezó esto, por aquí se veían cochazos, personas de mediana edad que se veía que tenían educación, que tomaban una copa y que luego hacían lo que querían, pero ahora el movimiento es muy bajuno, se ve mucho niñato y mucho mal educado que lo mismo le suelta una bordería a cualquier chavala que ve por la calle", señala una comerciante de la avenida de Méjico que prefiere mantener su anonimato.

Según esta misma persona, esta nueva clientela se debe al cambio que se ha producido también en gran parte de las chicas que hay en los pubs. "Antes había muchas rumanas, sudamericanas, que eran muy guapas y se las veía a la mayoría más profesionales, por así decirlo -relata-. Sin embargo ya la cosa ha cambiado, ya muchas chicas son de la zona, se las ve de otra manera, más chabacanas".

Y es que, aunque la actividad no se lleva a cabo en plena calle, no es raro ver a alguna de las chicas dando vueltas alrededor de los pubs. "Aquí entró una para comprar -relata una comerciante- que venía con la falda muy corta, el escote muy insinuante... Había una madre con su hija y claro, llevaba una cara... Luego entró un hombre y la chica empezó a insinuársele, y ya tienes que decirles que de puertas para afuera, lo que quieran, pero en mi local, no".

Otros vecinos, para evitar que ronden sus casas, practican la técnica de regar las plantas a todas horas, aunque lo que realmente buscan no es remojar sus flores, sino a los que encuentran debajo.

Javier Cantos afirma que "los vecinos no sabemos cómo actuar" y señala que "comprendemos que la Policía tenga sus problemas, pero aquí también los tenemos, y gordos".

Así y todo, según afirman varios vecinos con los que este medio se ha puesto en contacto, la intención es que las comunidades de propietarios de los pisos de la zona aúnen esfuerzos a partir de septiembre con la intención de intentar poner soluciones a este problema. "Es una pena que estando en una zona privilegiada de Jerez estemos pasando por esto", comenta una vecina. Otra, directamente, es más negativa. "¿Esto una zona buena? Eso era antes, ya no".

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