Jerez de la Frontera - Cadiz

Después de haber gestionado y administrado tan elocuéntemente el dinero de los Jerezanos durante tantos años, ahora se me acusa de haber dejado las arcas municipales y el futuro de los jerezanos hipotecado por los bancos hasta el 2030. Eso, en el mejor de los casos.

Parece ser, que las características políticas de la economía global y la entrada de la moneda Euro, que subconciéntemente a todos nos había parecido los 20 duros de siempre, han propiciado las peores circunstancias para que ahora la ciudad se encuentra en una situación de quiebra técnica ante la haciénda pública del Estado y acreedores desconfiados.

Los bancos, parecen que harán leña del árbol caído en el mejor de los casos para los Jerezanos, y eso, si finalmente se deciden a poner en riesgo sus capitales para montar la aserradora financiera a costa del estado de mendicidad en la que se encuentra la caja municipal.

Quién nos iba a decir queridos Jerezanos, que nuestro subconciente frente a la nueva moneda nos iba a jugar tan mala traición. Y claro, ahora en Europa pretenden hacer billetes de 1 y 2 Euros para volver a educarnos en el gasto. A buenas horas.

Con todo ello, y siendo perfectamente consciente y conocedor de la naturaleza del problema que nos ha puesto en dicha situación de mendicidad, me complace poner en vuestro conocimiento que aún tenemos esperanzas de salvar nuestro particular Titanic llamado Jerez.

Yo tengo el antídoto y vosotros Jerezanos y Jerezanas, la jeringilla para poner en mis doctas y experimentadas manos de salvación y sabiduría.

Es por todo ello, que he decidido tras una reflexión de generosa condición para nuestro futuro, volver a presentarme para la alcadía cuando todos esperaban que iba a salir corriendo cobardemente.

Jerez tiene solución y un futuro de ensueño. Lo único que necesita Jerez y los Jerezanos es volver aprovecharse de mi experimentado vagaje político y condición generosa para el sacrificio en pos de la comunidad.

Por Jerez y para los Jerezanos... Vótame y dame tu confianza, que ya sabes que yo...