Foro- Ciudad.com

Guadalcacín - Cadiz

Poblacion:
España > Cadiz > Guadalcacín (Jerez de la Frontera)
19-06-12 22:53 #10220485
Por:No Registrado
PresentaciÓn de novela en el teatro municipal
Invitación a la presentación:

Tu vecino Antonio López, tiene a bien invitarte a la presentación de su novela "LAS TRIBULACIONES DE UN MANZANILLO ENTRE REJAS”, en el teatro municipal de la plaza Artesanía de Guadalcacín, pedanía de Jerez de la Fra. el próximo martes día 3 de julio del presente año a las 20.00 horas. Igualmente te agradecería que lo hicieses extensivo a tus contactos y conocidos que creas oportuno. Mi telefono, 639188574.Gracias.

Sinopsis del editor:

Una mala pasada del destino hace que un funcionario de prisiones ingrese como interno en su propio centro penitenciario. Este sencillo juego le sirve a Antonio López para mostrarnos la realidad de las cárceles que el hombre de la calle desconoce.
Una historia directa, actual y apasionante en la que nunca se sabe quiénes, funcionarios o penados, hacen de los presidios un lugar de difícil convivencia.
De una forma amena y a veces íntima, el Manzanillo nos va introduciendo en un mundo de ajustes de cuentas, donde también tienen cabidas las amistades, antiguas o nuevas, que da pie a desgranar los comportamientos humanos, algunos en situación límite, provocando que el lector se sumerja en un mar de pasiones tan reales como la vida misma.
Esta es la primera novela de Antonio López. En ella nos sorprende con su prosa cuidada y su manera de narrar sin falsos artilugios que podrían suavizar la dureza que se oculta tras los muros de un presidio, aunque la esperanza de la redención de los reclusos sea el objetivo final de la narración.

Un retazo de un capítulo:

…Estaba ya muy entrada la primavera y ya se habían celebrado muchas ferias en las localidades próximas al talego. La alegría se contagiaba aquí dentro instantes después de las comunicaciones. Los innumerables trapicheos de débitos, amenazas y promesas se llevaban a cabo en cualquier ancladero apenas sin la precaución de ser pillados en la escena. De repente, se comprueba como en los tigres un interno joven en su edad revolera al que no conocía de nada, de buenas a primeras cae al suelo cuando estaba aún en los servicios de patio. Al darme cuenta de ello salgo corriendo para comprobar que le pasa, entre tanto otros internos que también lo han visto se quedan impasibles cada uno a lo suyo. Es evidente que mis compañeros presos que antes no habían sido funcionarios como en mi caso, no sintieron la obligación inmediata de socorrer. Aquel pobre diablo sufría lo que parece un gran ataque epiléptico, estaba tirado en el pavimento aquejado lo que sin duda era un paroxismo convulsivo, permanecía sobre excrementos que se habían depositado allí por innumerables visitantes para ser separadas de las sustancias que estando prohibidas se introducían vía anal. Sin pensármelo dos veces me tiré sobre él y, sujetándolo como pude, tras unos instantes de forcejeo le introduje lo primero que tenía a mano en la boca, una de mis zapatillas que había perdido sin darme cuenta con tanta briega, impidiendo así que al menos se mordiera la lengua.
El espectáculo, pese a lo dramático del trance, rayaba con lo esperpéntico. De seguido el compañero Colilla vino a ayudarme, pero cuando reparó en el estado tan lamentable que tanto aquel chaval como el que un humilde servidor mostrábamos, se decidió a no intervenir.
─ Chaval, uno de los motivos por lo que me pusieron el colilla es porque siempre andaba buscando restos de tabaco para tener con qué liar cigarros. Nunca me dio asco ni vergüenza de ello, pero este espectáculo me supera”. Creo que te tienes que buscar la vida con esta papeleta ─. Me dijo mi colega con cara de asco a la vez que misteriosamente sujetaba la risa.
─ Joder, qué sorpresa ─ le dije escupiendo miasmas ─, y yo que pensaba que lo de tu mote era porque la tenías pequeña. Pues, ya me quedo más tranquilo ahora que me lo has aclarado. Y después de aquel comentario todos acabamos riéndonos a carcajadas.
Lo mismo ocurrió con el resto de internos que llegaron al momento. Al cabo de unos instantes se presentaron en la escena los funcionarios del departamento, y cuando nos vieron embadurnados a ambos en fétidos orines, líquidas deposiciones y espumosas babas, el más joven de ellos acabó vomitando el pobre almuerzo que le habían ofrecido en la cantina concertada del establecimiento. Mientras, la mayoría de los presentes, medio drogados todos ellos, daban rienda suelta a sus contenidas carcajadas. Yo, pese a mi estado, sé que era el más idóneo para ayudar a aquel chaval a levantarse y acompañarlo hasta un banco del patio para que descansara tranquilo y que pasara la mala hora. A la postre, apenas tuve que solicitar poder subir a mi celda para darme una consistente ducha. Era curioso ver cómo a mi hediondo paso, descalzo de un pie y con una zapatilla en la mano en la que se apreciaba la escasa dentadura del individuo, se separaba todo cristo de mi persona como aceite que cae en agua. Los hechos, por suerte para el que relata, fue grabado por un hábil obrero a los mandos del control de cámaras, era un compañero de departamento que más de una vez coincidimos juntos en el turno. Poco después llevaron al chaval a la enfermería y allí el equipo médico, vista la historia clínica del paciente, llegó a la conclusión de que era intento de suicidio por el cóctel de pastillas ingeridas.
Todo ello redundó, una vez emitido el informe médico y teniendo en cuenta cómo corren aquí las noticias, en una solicitud masiva de los funcionarios de departamento de una nueva nota meritoria a la subdirección de tratamiento. Así mismo, me gané el respeto de los compañeros de patio, los presos que moraban en el módulo de respeto.
A la jornada siguiente ocurrió lo que era de esperar, una vez más Enrique Gómez alias el Manzanillo estaba en boca de toda la institución penitenciaria. No era la primera vez que me sucedía; de hecho siendo funcionario genérico, más bien mediocre, pasaba a menudo. Como decía Don Enrique el chiflado: “Si es que no se le puede gustar a todo el mundo. Que hablen de mí aunque sea bien”. Y ahora que era preso también solía ocurrir y no sólo en aquella prisión, sino que se hicieron eco los representantes sindicales y sindicalistas con sus medios propagandísticos. Cuando fue publicada la irónica hazaña dieron fama, reputación, miseria y gloria a aquel preso poco acostumbrado a serlo que creía estar curado de una enfermedad muy común en algunos mortales y, que siempre había padecido: el no poder evitar llamar siempre la atención sin pasar desapercibido, aquel fue su eterno e incurable padecimiento.
Nunca podré olvidar el resto de aquella jornada. Después de ducharme, enjabonarme y frotarme reiteradas veces, nunca se me quitó del todo el desagradable e intenso hedor a la más pura y concentrada humanidad, no sólo en mí, en la celda y en la galería, sino que apestaba de lo más nauseabundo todo el departamento.
Toda la noche estuve oyendo carcajadas que se contagiaban al resto de la galería desde el momento en que cualquier testigo empezaba a reírse acordándose de aquella triste escena. Llegó un instante en que subieron a la galería algunos funcionarios del turno de noche a poner orden en tanto alboroto. Pero lo más curioso era que cuanto más mandaban callar más nos reíamos todos los presentes. El desenlace de aquella algarabía fue el que se esperaba: que ellos mismos, contagiados por las risas colectivas, tuvieron que retirarse a las oficinas dando por imposible el acatamiento del silencio y el orden.
A la mañana siguiente, tras el toque de diana, me levanté con parsimonia y procedí tanto a un detenido aseo personal como al arreglo, orden y limpieza de la celda. Entretanto oí al compañero Colilla cómo ironizaba con lo acaecido en la víspera. Solíamos charlar largo rato todas las mañanas y tardes cuando estábamos encerrados, incluso nos pasábamos por la ventana objetos cotidianos que se suelen compartir en la cárcel, a pesar de que nos hicimos inseparables en el patio. Una vez recuerdo, mientras me sonrío, que me quiso pasar una revista porno muy vieja y deteriorada con algunas hojas pegadas a saber con qué sustancia depositada entre ellas. Este asunto me hizo mucha gracia porque pensaba que aquellas cosas ya no se hacían en la cárcel, sobre todo desde que se instalaron televisiones en serie que formaban parte del mobiliario de las celdas, con innumerables canales en los que se podía disfrutar de una pornografía muy necesaria en lugares como este…
Puntos:
19-06-12 22:57 #10220509 -> 10220485
Por:No Registrado
RE: PresentaciÓn de novela en el teatro municipal
Es muy interesante que en nuestro pueblo se den eventos como este. Animo y que tengas exito.
Puntos:
19-06-12 22:59 #10220526 -> 10220509
Por:No Registrado
RE: PresentaciÓn de novela en el teatro municipal
Muchas gracias espero verte por allí el dia de la presentación. ya sabes el día 3 de julio a las 20.00 horas. gracias.
Puntos:

Tema (Autor) Ultimo Mensaje Resp
PresentaciÓn de novela en el teatro municipal Por: No Registrado 26-06-12 23:11
No Registrado
1
GUADALCACIN Listas Electorales Municipales 2011 Por: Foro-Ciudad.com 03-05-11 13:32
Foro-Ciudad.com
0
TALLERES DE TEATRO, GRATUITOS DEL COLECTIVO, ARCADIA/CADIZ Por: No Registrado 28-12-07 16:07
No Registrado
0
Simulador Plusvalia Municipal - Impuesto de Circulacion (IVTM) - Calculo Valor Venal
Foro-Ciudad.com - Ultima actualizacion:08/08/2020
Clausulas de responsabilidad y condiciones de uso de Foro-Ciudad.com