Grazalema - Cadiz

El lema de Nietzsche:

"Ese algo oculto e imperioso para el cual no tenemos ni mucho menos un nombre, hasta que finalmente demuestra ser nuestra misión -ese tirano en nuestro interior se venga terriblemente por cada intento que hacemos de evitarle o rehuirle, por cada vez que nos conformamos prematuramente o nos equiparamos con aquellos a los que no pertenecemos, por cada actitivdad que, por respetable que sea, nos desvía de lo esencial, incluso por cada virtud que intenta protegernos de la dureza de nuestra responsabilidad más íntima. Cada vez que dudamos del derecho que tenemos a nuestra misión, cada vez que tratamos de escurrir el bulto, la respuesta es la misma: enfermedad. Extraño y terrible a la vez: ¡lo que pagamos más caros son nuestros alivios! Y si después queremos recuperar la salud, no nos queda otra alternativa: tenemos que cargar con un peso mucho mayor que el anterior..."

Para que luego digan que estaba loco y que sus teorías son una de las bases en las que se apoyó el nazismo...

F.N. Era catedrático de filología clásica en la Universidad de Basilea, a los 27 años de edad. Si lees: Las consideraciones intempestivas, y algunas otras de sus obras, ves, que no era antijudío, y que guardaba hacia ellos consideración, puesto que les creía depositarios de toda la cultura que nos llegó de sus tradiciones del árabe; que, entonces, eran grandes pensadores, y habían traducido y preservado la filosofía griega; probablemente fuese antialemán. Pero como decía, fue un hombre atormentado que encontró algún alivio en la filosofía.
Gran conocedor de la Grecia clásica y de la Roma que absorbió toda la cultura griega que pudo, tenía mucho de estóico.
Murió en un manicomio, como Guy de Maupassant, de reblandecimiento cerebral. Se cree que contrajo una enfermedad venérea, que le arruinó la vida y el cerebro. Pero, incluso demente, escribió hecce homo, en el que su locura, no puede ocultarle que sus obras tendrían gran repercusión en el mundo, como así fue, y que unos y otros la manipularían y tergiversarían, comenzando por su madre y hermana, a las que odiaba profundamente.
Saludos cordiales