Grazalema - Cadiz

Grazalema siempre ha temido un gran poder de atracción para los viajeros extranjeros que viajaron por Andalucía en el siglo XIX. Atraídos por el ideal romántico de pueblos inexplorados y tierras salvajes, Andalucía se presentaba ante estos intrépidos viajeros como puede presentarse hoy para nosotros las tierras africanas, pero sin la información y las comodidades de que disponemos hoy para viajar.

No deja de ser curiosa la postura ambivalente que tenían ante Andalucía; por un lado admiración de la belleza del paisaje y de la arquitectura de los pueblos, pero por otro lado un desprecio, que rayaba el racismo, hacia un pueblo atrasado, mísero y analfabeto.

Prácticamente todos los viajeros románticos visitaron Ronda, parada obligatoria junto a Granada y Gibraltar. Desde Ronda, donde buscaban a los famosos bandoleros, muchos se desplazaron hasta Grazalema, famosa entonces por sus fábricas de paños de lana.

Entre los viajeros que visitaron Grazalema se pueden destacar:

• Alexandre de Laborde (1809): en su relación de fábricas existentes en Andalucía, menciona “las manufacturas de lanas, como sargas, gruesos muletones, gruesos estambres en Junquera y Ronda (Granada) en Grazalema (Sevilla), en Úbeda (Jaén) en Aldea del Río, Hinojosa, Torrenolano, y Los Pedroches (Córdoba). En paréntesis se indica el Reino al que pertenecían estas poblaciones, ya que todavía España no se había dividido en provincias.
• Richard Ford (1830/33): realizó un largo recorrido por España de cuatro años, escribiendo un famoso libro Guía para los viajeros de España. Ford realiza una prolija descripción de Grazalema: “Grazalema, Lascidulia, se aferra a la colina rocosa como un nido de ave. Sólo se puede ascender a ella por una angosta vereda. El camino asciende a las alturas bajo la Sierra de San Cristóbal, el Atlas de los católicos. Es también llamada la Cabeza del Moro, y es la primera tierra que ven los barcos al llegar del Atlántico. Desde su cima las llanuras del Guadalquivir se extienden ante uno como en un mapa”. Ford añade detalles curioso sobre sus moradores: “Los habitantes de Grazalema, contrabandistas y ladrones, rechazaron una división entera de franceses, que la compararon a una Gibraltar terrestre. Las mujeres salvajes observan al viajero mientras lavan las prendas de ropa de colores en el arroyo espumoso, como si fuera un simple objeto del oficio de sus dignos maridos”.
• Es posible que por estas tierras anduvieran ilustres visitantes en busca del famoso bandolero José Pelagio Hinojosa Cobacho “El Tempranillo”. El inglés John Frederich Lewis lo inmortalizó en sus pinturas, y Prósper Merimée, el famoso autor de Carmen, que consiguió conocerlo personalmente.
• Otros viajeros más modernos también terminaron recorriendo estos recónditos parajes de la Sierra de Grazalema. Jose Luís Acquaroni, escritos y periodista, recorrió visitó varias veces Grazalema. De sus descripciones de la Grazalema de mediados el siglo XX se puede destacar su descripción de una tormenta en la Sierra del Pinar: “Acostumbrados a verla con el sayal pardoazulado con que todas las montañas se nos aparecen en la lejanía, en aquella tarde de finales de verano y en sólo unos minutos se había transfigurado en un inmenso zafiro reluciente al sol poniente. ¿Cómo se había producido aquella maravillosa mutación? Sencillamente, la montaña había actuado como señuelo para el solitario e indeciso nubarrón y lo había hecho descargar sobre sí en cristales hasta apurarle el último granizo”. Acquaroni se refería a la Sierra de San Cristóbal, hoy conocida como Sierra del Pinar, y al fenómeno de las lluvias orográficas que tan famosa han hecho a esta sierra, la más lluviosa del país.

Muy curioso. Gracias por tu colaboración y bienvenído al foro. Se agrdecen este tipo de aportaciones. Saludos.

Gracias por compartir sus conocimientos con todos nosotros
Me imagino a los viajeros de aquellos tiempos y me imagino a la gente del pueblo que los miraría como a bichos raros.
Tengo entendido que habia turistas intrépidos que viajaban en diligencias y que una de las atracciones era ser "asaltados" por bandoleros. No sé si es cierto pero así me lo han contado.
Hay un viajero (Elias Burton Holmes) que estuvo por Ronda a ultimos del siglo diecinueve. Yo tengo un libro de él que se publicó en Chicago en 1908, no sé si es la primera edición, pero tiene unas fotos de Ronda de lo mas interesante. Se ven los tenderetes que ponian en el puente y los burros pasando y las mujeres con las togas, hay fotos de rondeños de aquellos tiempos y un señor le invitó a su casa a merendar y hay una foto de las hijas del rondeño (3) en un balcon de una de las casas que dan al Tajo. Hay una foto del que se proclama a sí mismo "El Rey de los Gitanos" en el Albarracín que es un cromo.
Describe el libro como era la vida en el sur de España y sobretodo en Ronda, este viajero es un poco sarcástico y no entiende bien la mentalidad de aquellas gente sencilla e ignorante pero al mismo tiempo llenos de nobleza. Hay una foto de varias mujeres jovenes que son poco agraciadas y el titulo de la foto es: "Las nuevas Carmenes" en alusión a la Carmen de Merimee que la definía como guapisima.
En cambio y para mi sorpresa es uno de los pocos viajeros que no habla mal de las corridas de toros.
Un saludo