Espera - Cadiz

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, negó la crisis, después la rechazó y por último la aceptó. Pero ya era demasiado tarde. Dos años y medio han pasado desde que se iniciara la peor situación económica que se recuerda después de la de 1929.

El 21 de agosto de 2007 señalaba que “España está a salvo de la crisis financiera”. El mercado inmobiliario estadounidense estaba ya casi hundido y algunas inmobiliarias cotizadas españolas ya habían registrado fortísimos desplomes en Bolsa. Los bancos se preparaban en Europa para pedir dinero público. Por esas fechas, las dos inmobiliarias más importantes de EE UU, Fredie Mac y Fanie Mae pedían auxilio al Gobierno de Bush. En Reino Unido, los problemas llegaron a Northern Rock.

El 16 de octubre de 2007. “No hay atisbo de recesión. La economía española tiene muy buenos fundamentos”, aseguraba. Al año siguiente España estaba inmersa con la peor recesión de las últimas décadas.

El 25 de febrero de 2008 denominaba a la recesión, que duró hasta finales de 2009, como “la desaceleración no será profunda ni prolongada”.Un mensaje muy electoralista, pues tan sólo dos semanas después llegaban las elecciones generales y el PSOE continuaba en el poder.

El 26 de abril de 2008, Zapatero decía “la peor previsión de paro que podamos tener por delante será siempre una previsión de paro mejor que la que tuvo el PP”. El tiempo le quitaba la razón, el paro en España se situaba en máximos históricos, más de 4,5 millones de personas se encontraban sin empleo, y la tasa de desempleo ascendía por encima del 20%.

El 29 de junio de 2008, “lo de que hay crisis es opinable”, apuntaba el presidente del Gobierno, pero era y es la peor situación económica y financiera que se recuerda desde 1929, el crack de Nueva York, y que continúa aún a finales de 2010 con una crisis de deuda sin precedentes en la Eurozona, donde, de momento, se han tenido que rescatar dos países, Grecia e Irlanda, y el mercado especula por quien o quienes serán los siguientes. Las apuestas están fijadas en Portugal, España, Italia, Bélgica e incluso Francia.

El 29 de septiembre de 2009, el dirigente de España aseguraba que “lo peor de la crisis ha pasado”. Frase que repitió casi un año después, el 22 de septiembre de 2010, a The Wall Street Journal pero esta vez con respecto a la crisis de deuda que azota a la Eurozona.

Fuente: La Gaceta.