El Bosque - Cadiz

Lo lamentable de todo esto es que le quieran poner a la audiencia como ejemplo a esta mujer que no es ejemplo de nada y que, bien mirado, no tiene nada atractivo: no es simpática, no es inteligente, no es agradable de ver ni de oir, no es buena persona (una buena persona no se alegra de que la madre de los hermanos de su hija pueda ir a la cárcel), no tiene educación, es envidiosa, está llena de odio, es engreida, fanfarrona, chula, déspota, no admite la crítica, se enorgullece de cosas que le deberían dar verguenza, como ganar un concurso de baile sin saber bailar, etc. Aun así, tiene una corte de acólitos que la defienden contra viento y marea. Hasta Jesús Vázquez demostró en la canalla entrevista que le hizo a la Trapote en el último programa de "Supervivientes" hasta dónde llega la influencia de la Esteban. Cualquier mindungui que quiera hacer carrera en la tele, sabe que debe apoyar las causas de la Esteban, defenderla a capa y espada y tratar de parecerse a ella lo más posible. Ahí está para demostrarlo la Legionaria, un clon moreno de la Esteban tan impresentable y tan insoportable como ella, gritona, violenta, amargada, mentirosa, madraza de pacotilla (otra que ma-ta por su hijo y se pasa la vida de reality en reality) y natural como la mierda, que es muy natural, pero apesta. Eso le pasa a todos estos: que van de naturales y de auténticos porque demuestran su mala baba y su mala educación cada vez que abren la boca. Su excusa es que son muy naturales. Pero ser natural no es siempre una virtud. Como ya he dicho, la mierda es muy natural, pero apesta. Cuando se es una mierda, como persona, es preferible refinarse un poco y no ser tan natural