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Paula, la hija de Manolo Chaves

Se llama Paula Chaves Iborra. Es licenciada en Derecho. Y es la hija de Manuel Chaves, durante casi veinte años presidente de Andalucía y ahora vicepresidente tercero del Gobierno.

Ha saltado a la fama, si se puede decir así, tras conocerse que su padre aprobó una ayuda de la Junta de Andalucía, por 10 millones de euros, a la empresa “Minas de Aguas Teñidas (Matsa), de la que ella es apoderada.

Chaves compareció ayer ante los medios, en el Senado, para decir que su hija no es directiva, no es gerente, no es accionista ni propietaria de la empresa aludida. Es una trabajadora, licenciada en Derecho, en el departamento jurídico.

Reconoció, sin embargo, que “tiene ciertos poderes” para representarla ante la administración y la Justicia. Con un añadido extraño: dijo que “no le consta” que sea la representante legal o la apoderada general de la empresa.

Cualquiera que haya sido la actuación de Paula Chaves Iborra, lo cierto es que, a la vista de algunos datos de su trayectoria, parece que tiene demasiada facilidad por meterse en jaleos.

Según ha publicado la prensa andaluza, fue nombrada apoderada de dos filiales del grupo Abengoa meses antes de que éstas resultaran adjudicatarias de la construcción de la Ciudad Digital en Almería, uno de los proyectos estrella de papá Chaves.

En junio de 2006, la empresa Telvent Tráfico y Transporte (Grupo Abengoa), integrante de la UTE a la que se adjudicó la Ciudad Digital de Almería, fue denunciada por el PSOE almeriense por corrupción. Y de esa firma era apoderada Paula Chaves.

Inabensa (Grupo Abengoa) recibió el contrato para implantar la red de telecomunicaciones del Ayuntamiento de Sevilla. Y la apoderada era también Paula Chaves.

Por si fuera poco, la empresa Trafigura, uno de los principales accionistas de Iberian, la dueña de Minas de Aguas Teñidas, fue en 2007 candidata a la empresa más antisocial del planeta. Trafigura se encarga de los desechos de Minas de Aguas Teñidas.

A la hija del presidente debe aplicársele, como mínimo, el mismo principio que a la mujer del César.

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