Barbate - Cadiz

Báñez defiende que la reforma laboral tiene el "apoyo popular" de los más de 10 millones de votantes del PP. Sin embargo, como han demostrado diversos vídeos y las hemerotecas de cualquier diario, así como las radiotecas, y el propio programa electoral del PP, eso es rotundamente falso.
Básicamente es falso porque no se puede decir que un votante apoya algo que antes de ir a las urnas no se le había anunciado e incluso, lo que se le había dicho, es que jamás se haría lo que finalmente se ha hecho.

La ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, ha defendido en el Pleno del Senado que la reforma laboral contra la que está convocada la huelga general del jueves tiene el "apoyo popular" de los más de 10 millones de personas que votaron al PP en las pasadas elecciones generales y su "plan de reformas para sacar a España de la crisis".

Las hemerotecas, radiotecas y videotecas, además del propio programa electoral, dejan a la Ministra del Paro, sin embargo, como una auténtica embustera, aunque eso, tratándose de una miembro de este actual gobierno del PP, no es ningún novedad: no es excepción, sino norma.

Por la red circulan múltiples vídeos donde se pueden ver perfectamente a diferentes dirigentes del PP prometiendo que ellos jamás harían una reforma que abaratase el despido, cuando, en su momento, la otra cara de la modea neoliberal, el gobierno de ZP, hizo la suya en 2010.

Este discurso fue posteriormente ratificado durante la propia campaña electoral, y si se analiza el programa electoral del PP, no ya solo este asunto concreto del abaratamiento del despido, sino que todas y cada una de las principales y más polémicas medidas que impone esta reforma (otorgar todo el poder negociador al empresario, despidos por bajas justificadas, dar el control de los servicios de colocación a las ETT, y un largo etc.,), no aparecen por ningún lado. Esta reforma laboral es únicamente producto de esa agenda oculta de los "populares" de la que tanto se habló durante la campaña, y que, si bien nos podíamos imaginar cuál sería, en ningún momento se hizo pública.

Por tanto, la señora Ministra no es más que una vulgar demagoga mentirosa: no se puede apoyar con el voto algo que, antes de votar, nunca nos había dicho que iban a hacer e incluso, en aspectos con concretos, nos dijeron rotundamente que NO iban a hacer.