El presidente José Antonio Griñán, ya admite que le van a pasar factura en las elecciones del 25 de Marzo el caso de los ERE, los fondos de reptiles, las subvenciones fraudulentas, los cargos públicos corruptos y los nuevos casos que la Policía, la Guardia Civil y la Cámara de Cuentas de Andalucía acaban de sacar a la luz.
“Es una cosa terrible que este señor (se refiere al ex director de Trabajo, Javier Guerrero, el del chófer de la coca) utilizase dinero público para sus propias fiestas y francachelas”, ha confesado Griñán en Hora 25 de la Cadena SER hace unos días. A buenas horas.
Estas son las novedades:
- Un nuevo fondo de reptiles, la famosa partida L31, ha sido descubierto. La Consejería de Economía, Innovación y Ciencia de la Junta entregó 450.000 euros para una “ayuda sociolaboral excepcional” a los 199 trabajadores de la empresa Abantia.
- La Cámara de Cuentas de Andalucía descubría mediante una auditoría del año 2009 otro posible fondo de reptiles: la sociedad Invercaria inyectó un millón de euros a la empresa Ferias Internacionales Virtuales de Andalucía, que nunca tuvo actividad ni presentó cuentas.
- La empresa Electronic Devices Manufacturer, en Mancha Real, Jaén, recibió 5 millones de euros en siete meses, 3 de la Consejería de Empleo y el resto de Invercaria.
- El recientemente dimitido secretario general de los socialistas de Sevilla, José Antonio Viera (en la imagen el día de su dimisión), concedió 400.000 euros a un empresario, Eduardo Lora, que a su vez transfirió 300.000 a otra empresa en la que trabajaba Sonia Viera, hija del dimitido.
- La Policía investiga el desvío de 25 millones de euros en subvenciones destinadas a crear empleo dentro del Plan Bahía Competitiva en Cádiz. Los millones se han esfumado en la Bolsa, fondos de inversión y sociedades de Luxemburgo, considerado un paraíso fiscal.
La investigación policial concluye que esos 25 millones de euros fueron a parar a una trama de sociedades que fueron creadas entre 2008 y 2011 con el único fin de obtener subvenciones a través de proyectos fantasma o sencillamente inviables.
Son más de 4.000 las empresas pringadas en el saqueo del dinero público. Hay de todos los tamaños: grandes, pequeñas, privadas, públicas, de 300 trabajadores y de dos. Las subvenciones falsas oscilan entre los diez millones y los 50.000 euros, como los que recibió una empresa dedicada a la fabricación de quesos y productos cárnicos de un ex alcalde socialista, que cerró al poco tiempo. En todos los casos siempre hay beneficiarios del Partido Socialista, ya sean familiares, amigos, militantes o simpatizantes.
La lista no ha terminado. Entre otras cosas, porque el principal imputado en el caso de los ERE, el tal Guerrero famoso por su chófer, ha amenazado con tirar de la manta.
