el PSOE La conversión de Zapatero al socialiberalismo, impulsando las privatizaciones, reduciendo los presupuestos a costa del bienestar de los ciudadanos, destinando recursos a la salvación de Bancos quebrados, reduciendo salarios a los funcionarios, congelando las pensiones, preparando el aumento de la edad de jubilación y sobre todo aumentando las desigualdades y la precariedad de los ciudadanos, conducen al PSOE y a España a un callejón sin salida. No es de recibo que el PSOE no sepa dirigirse a millones de ciudadanos en paro víctimas de la mundialización. Es incomprensible que no busque soluciones a las multitudes de obreros desechados por las brutalidades del mundo postindustrial, que no se preocupe por los excluidos, milieuristas y jubilados en plena edad activa. Es inadmisible que no hable tan siquiera de ese 43% de jóvenes menores de 25 años que no encuentran trabajo, ni de las ayer clases medias, hoy amenazadas por la miseria. La socialdemocracia es culpable de que sus electores le den la espalda Hasta mediados de los 80 cada vez que el capitalismo avanzaba, los socialistas apoyados por partidos de izquierda y sindicatos, daban respuestas originales mejorando la enseñanza, la sanidad, derecho a un empleo, Seguridad social, Estado social, Estado de bienestar... Hoy día ya no queda lo más mínimo de aquella imaginación. La utopía social ha desaparecido de sus pensamientos. En la mente de los dirigentes socialistas, al igual que en la de sus electores, el consumismo impera, así como el deseo de enriquecerse lo antes posible. No sólo no van a contracorriente sino que incluso lo defienden mediante la publicidad y los medios de comunicación manipulándolos a su antojo. Si hay algo que preocupa a los dirigentes socialistas, es como conservar su puesto y vivir a costa del Partido o los Presupuestos. Ha sido tal su dejadez que han permitido que hoy esté en peligro el Estado del Bienestar y que la sociedad empiece a sentir pánico cuando piensa en su futuro. Para los europeos en general y para los españoles en particular la socialdemocracia está al final de su ciclo político. No han entendido nada de lo que estaba pasando, mal podían aportar soluciones a los graves problemas de los ciudadanos. España tiene problemas superiores a muchos países europeos, que no puede esperar le resuelvan desde fuera. España necesita un proceso de regeneración total, una nueva Constitución, un nuevo modelo productivo y un nuevo Estado del Bienestar. El proceso a poner en marcha es más importante si cabe que el que acometió en 1978, tras dotarnos de una nueva democracia. La mediocridad de los dirigentes actuales del PSOE, con honrosas excepciones, les inhabilita para dirigir este proceso de transformaciones globales que hoy necesita España. Continuar en el PSOE actual, es lastrar cualquier posibilidad de colaborar en la transformación de España. Por eso me marcho sin acritud, pero con la conciencia tranquila, dejando a muchos amigos que desgraciadamente me comprenden, pero no están por librar esta dura y próxima batalla. Lo siento por ellos”. Saludos Socialistas Ángel Gimeno Marín Miembro del Comité Regional del Partido Socialista de Madrid, PSM-PSOE Profesor, Economista, Matemático, Ingeniero Industrial, Empresario Máster y PADE en Economía y Alta Dirección Ex Consejero de Economía y Hacienda de la Diputación General de Aragón |