Alcalá de los Gazules - Cadiz

CONGRESO MUNDIAL DE FEMINISTAS EN ESPAÑA
Asisten más de mil mujeres de todo el mundo. La ministra Aído les dice:
“Compañeras, es un triunfo para nosotras que haya tanta concurrencia de mujeres a este Congreso Internacional de Feminismo. Y para dar testimonio, van a exponer sus casos tres compañeras:

A ver, Loli, de España, ¿cuál es tu triunfo?”
— Pues mire, yo llevaba una semana casada, y mi marido me dijo: “Ponme ahora mismo los calcetines, chati, que llego tarde al trabajo”. Y yo le contesté: “Te los vas a poner tú con los cogones”. Y el primer día no vi nada, el segundo día tampoco vi nada, pero, el tercer día, veo que mi marido se estaba poniendo los calcetines él solito y sin rechistar.


“A ver, ahora Monique, de Francia, ¿cuál es tu triunfo?”, pregunta la ministra.
— Pues veréis, chicas, yo llevaba cinco días de casada, y mi marido me dijo: “Monique, ma chérie, plánchame los pantalones, que parecen un acordeón”. Y yo le dije: “Te los vas a planchar tú con la punta del capullo”. Y, como Loli, el primer día no vi nada y el segundo día tampoco, pero al tercer día, veo que mi marido estaba haciendo la raya de los pantalones mejor que yo.

“Bien. ¡Muy, muy, pero que muy bien! Ahora le toca el turno a Fatima, de Marruecos. Dinos, Fatima, ¿cuál es tu triunfo?”, inquiere la ministra por tercera vez.
— Mera, siniorita, yo ha llivao do simana di casamiento, y er Hamedo ma dicho: “Fatema, arrápido, póneme el coscós, qui tingo mocha hambre”. E yo la dicho ar Hamido: “Coscós va poné to pota marde”. Y aluego, premer dea yo no ha vesto nada, segondo dea yo tamién ha vesto nada y terser dea yo ha podedo abrí on poqueto ojo direcho. Dn.

¿k. lástima!