Zorita - Caceres

PROHIBIR, PROHIBIR….

Durante el último quinquenio, venimos asistiendo en España a varias acciones de su gobierno central y de algunos autonómicos, encaminadas a prohibir ciertos hábitos o costumbres tradicionales de los españoles.

Hace algún tiempo se intentó con el consumo de vino, pero esta iniciativa no prosperó ya que la producción vitivinícola es de suma importancia en España, mantiene numerosos puestos de trabajo y es una fuente de divisas procedentes de sus exportaciones,

No mucho después se arremetió contra los fumadores, dictando una disposición que prohibía fumar en bares y restaurantes con determinado aforo, o ser dotados de espacios reservados a tal fin, obligando a los industriales del ramo a realizar a su cargo obras de diversa cuantía.

En un país como el nuestro, de marcada creencia religiosa en el catolicismo, se prohibió la existencia del crucifijo en las aulas de enseñanza en las que había permanecido durante muchos años, sin que nadie se sintiera molesto, como ha sucedido últimamente con el niño musulmán y el dichoso jamón. ¿Nos prohibirán también comer este delicioso manjar?

En Cataluña, se han prohibido las corridas de toros, se dice que como medida de protección a los animales. Sin embargo no se han prohibido los “correbous” ¿Se dice así? ¡Qué graciosos! Muchos turistas extranjeros asisten cada verano a la llamada fiesta nacional y dejan su buen dinerito en nuestras arcas.

De nuevo, otro ataque a los fumadores. Desde primeros de año no se podrá fumar en ningún lugar público cerrado, salvo en las cárceles y manicomios. Es decir, que solo podrán los presos y los enfermos mentales. Desde luego, es para volverse locos o para incitar a ser detenidos. Y así, poder fumar. Esta medida tan radical, originará serios perjuicios económicos a los industriales hosteleros y no beneficiará en nada a los cultivadores de tabaco que, precisamente, han hecho que nuestra provincia sea la primera productora en España.

Recibir enseñanza en español (castellano), se está poniendo difícil en algunos territorios nacionales. Y si Dios no lo remedia se pondrá aún más, ya que los políticos no parece que lo vayan a facilitar Al que suscribe, le gustaría hablar catalán, euskera, gallego y valenciano, así como inglés, alemán, etc. pero sobre todo un español correcto, hablado por tanta gente en el mundo y soporte de una maravillosa literatura universal.

Hace tiempo que dejé de fumar, las corridas de toros no han sido nunca de mi agrado, me gusta el vino y, en cuanto a la religión, heredada de mis mayores, hago lo que puedo, principalmente en su faceta caritativa y asistencial.

Pero la verdad, me parece que ya son demasiadas prohibiciones. Y lo que te rondaré morena.

Saludos.