Zorita - Caceres

LA FERIA DE LOS GUARROS”

Hasta los años finales de la primera mitad del siglo XX se celebraba en Zorita una feria ganadera, especialmente de la especie porcina, que tenía lugar cada año durante los días 3, 4 y 5 de Diciembre, época de abundantes lluvias, nieblas persistentes e intensas helada nocturnas, que daban lugar a un frío insoportable, con excepcionales días soleados algunos años. Entonces, los veranos eran veranos calurosos y los inviernos largos y fríos, hasta el punto de que el agua residual, que al no existir el alcantarillado, discurría por el centro de las calles, (la llamada regaera), permanecía congelada de un día par otro.

La concentración ganadera, cerdos de cría, granilleros, o cebados para la matanza domiciliaria, y alguna caballerías de labor (mulas y asnos) eran objeto de transacciones comerciales entre vecinos de la población y le localidades próximas, en el lugar denominado Cordel de Merinas donde hoy se halla emplazado el silo del trigo, ya inactivo, y la Oficina Veterinaria. También al otro lado de la carretera en los aledaños del estanque del barro colorado.

Allí acudían los vendedores y compradores para realizar sus tratos y también otras personas, ajenas al negocio, para presenciar dichas operaciones comerciales, o simplemente entretener el ocio, a pesar del frío reinante. Entre estos últimos nos hallábamos los niños y adolescentes que nos dedicábamos a corretear entre los animales ya patinar sobre el hielo formado en las pequeñas excavaciones que hacían los alfareros para extraer la arcilla roja (barro colorado), muy abundante en la zona y principal materia prima para sus fabricados, los célebres cántaros, pucheros, macetas y otros elementos del ajuar doméstico

Algunos e nosotros, desafiando al frío, chupábamos trozos de hielo arrancados de las agua más claras como si fueran aquellos polos que vendía el tío Valentín Carballo en los días festivos del verano.
También nosotros elaborábamos nuestros polos de invierno, colocando un recipiente con zumo de limón o de naranja y algo de azúcar, en un lugar a la intemperie durante toda la noche.

En el lugar del “rodeo”, había, además de la oficina del veterinario,(Don Bernardo Cruz), que expedía las guía para el traslado del ganado, una cantina chiringuito donde los ganaderos cerraban sus tratos, tomando unas copas de vino, que pagaba el vendedor o el comprador según se hubiese acordado verbalmente entre las partes. Era l llamado “alboroque”. En otros lugares se decía la “corrobla”.

Hoy, el ganado se vende en las fincas, esta ferias han desaparecido, salvo algunas importantes como las de Zafra, Talavera de la Reina, Torrelavega y pocas más; y a los que ya nos llaman los de la tercera edad, ¡Qué eufemismo!, solo nos queda el recuerdo de aquella feria zoriteña de tan fea denominación.

Otro ejemplo de lo que el viento se llevó.

Mcf.

Muchas Gracias Manolo. Interesantísimo lo que nos acabas de escribir , pero como tú dices , por desgracia , algo mas de lo que el viento se llevó.Saludos.