Zarza la Mayor - Caceres

A ti, que piensas que estás por encima de todo ,del bien y del mal.

A ti, único ser humnano que ha nacido de la nada, al que no ha parido una madre.

A ti, que te has olvidado de todo lo que ella hizo por ti, de lo que te cuidó cuando estabas enfermo (sí, aunque desde tu egoismo no lo veas), de lo que te consoló cuando llorabas y llorabas sin parar, de lo que te ayudó cuando la necesitabas (tú piensas que nunca te ha ayudado, ¡JA!), siempre has tenido en más consideración a tus suegros que a tus propios padres (¿será por iniciativa propia o por influencia conyugal?).

Algún día la vida te hará pagar muy caro todo el daño que estás causando a tu madre con tu falta de cariño, tu egoismo mayúsculo y tu desinterés por ella, ahora que es cuando más necesita el cuidado y calor de sus hijos. ¿Sabés cuándo ha sido la última vez que ha estado enferma? ¿Conoces sus preocupaciones y sus temores?

En esta vida todo se paga, sí, te lo aseguro. Aunque ahora te sientas tan fuerte y tan superior, llegará un día en que no te puedas valer por ti mismo, que necesites ayuda para ir al baño, para ducharte y vestirte, para comer, para tomar la medicación... ¿Imaginas quién estará a tu lado entonces? ¿Alguno de tus hijos, o de tus nueras (ejem, ejem), que tenga buen corazón?? Piensa en cuántos hijos, y nueras, tienes y vuelve a imaginar la situación.

Es triste que haya hijos tan desagradecidos, tan miserables y tan malos como tú, sí, eres miserable y malo. Se desentienden de la familia cuando hay problemas, no quieren saber nada, no colaboran y encima no quieren que otros miembros de la familia hagan lo que ellos se niegan en rotundo a hacer (¿será porque entonces se sienten más culpables aún por aquello que no hacen? ¿por el qué dirán?).

La gente de tu alrededor sabe cómo eres, ya no te vale ninguna careta. Tu hijo y tú tenéis fama de malos en el lugar en que vives.

Que recibas el doble de lo que tú estás dando.