Zarza la Mayor - Caceres

El labriego ha llegado a la ermita y la siesta no se ha acabado aún. El aire fresco vuelve a soplar. Y mientras tanto, no llega la cosecha.

Para pensar e interpretar las metáforas, si las hubiere. Para que se produzca cosecha, en primer lugar hay que sembrar. Después de un largo proceso; generalmente, anual, vendrán los frutos. La calidad y la cantidad de lo cosechado estará en función de unas cuantas variables personales y climatológicas. La principal de ellas será la simiente utilizada; pues si se siembran vientos, por ejemplo, se recogerán tempestades.Y no quiero establecer símiles sobre el aire fresco que vuelve a soplar.

Incluso las cosas bien dichas, y más con gusto, bien parecen.

se recoge lo que se siembra ..... ya lo dice el refran

La cosecha pronto estará lista para la recogida y asi sus frutos el labriego podra tener. Solo la sabiduria de este dira cuando debe producirse el evento.

El refranero español es pródigo en referencias a la palabra cosecha. También aparece, abundantemente, en expresiones, máximas, dichos, sentencias... Así, los paremiólogos tienen tarea para explicar y descifrar la abundante imaginación popular.
Qué es la vida sino una continuación de ciclos de siembras y recogidas. Alguien aseveró: la palabra mejor dicha es la no pronunciada. Podríamos, también, sentenciar: la mejor cosecha es la no recogida; es decir, la que queda en los demás para que, a su vez, siga fructificando. Haz el bien y no mires a quien. Al final de la vida se verán los frutos de las repetidas siembras y recolecciones.