EL DÍA MUNDIAL DE LA POESÍA Estimados amigo extremeños vilanovenses, como hoy es el DÍA MUNDIAL DE LA POESÍA, quiero haceros un regalo y no puede ser otra cosa que una poesía. Es un poema que dedico a ese animal simbólico de nuestra tierra y de aquellos que "levantaron el vuelo" de su tierra; es la "ODA A LA CIGÜEÑA EXTREMEÑA", un animal que vuelven fielmente a su tierra natal cada año. Con ello, da ejemplo a algunos extremeños que se fueron de su tierra y no han vuelto más porque, como he oído a algunos emigrantes, están resentidos por sus amargas vivencias en ella. Pienso que ella no tuvo la culpa de su salida...y que ese resentimiento está injustificado. Yo vuelvo tres veces al año, una vez cada trimestre porque, aunque esté lejos físicamente,estoy sentimental y espiritualmente muy cerca de ella... Espero y deseo que os guste. Saludos cordiales y amistosos de un extremeño de la ausencia Wenceslao Mohedas Ramos Jaraicejo (Cáceres) / Barcelona ODA A LA CIGÜEÑA EXTREMEÑA (1) (Silva) Posada sobre el nido estrafalario que corona de forma tan cristiana el vetusto y rojizo campanario con figura galana y su aspecto elegante y legendario se perfila la talluda silueta de la esbelta cigüeña, animada veleta con su traje festivo, de etiqueta. Un gótico pináculo semeja sostenida en una pata, haciendo de equilibrio un espectáculo; con su pico hiperbólico, escarlata por arma siempre en ristre, amenazante, parece un centinela sobre altiva atalaya vigilante que, impávido y constante, siempre vela. Otras veces, con rabia se rebela y crotora y tritura su tristeza con su pico cortante y estridente, agitando su cuello y su cabeza en un rito furioso porque siente tanto injusto abandono en el ambiente, tanta sangrante ausencia que reclaman remedio con urgencia... ¡Testigo es de excepción desde su altura del dolor secular de Extremadura! En la nube leñosa de su nido, que cubre la espadaña de la iglesia, apartada del ruido, de memorias amargas se anestesia con sedantes caricias de la brisa y la azul lontananza que divisa... De una forma infalible, cada año, con fuerte y firme empeño y, a pesar de su amargo desengaño de emigrante, por fiel extremeñismo, da al adusto extremeño su lección magistral de patriotismo. Con tan sólo una bagaje de recuerdos añejos, de añoranzas, desde el gran acutiverio, en piadoso y febril peregrinaje, emprende un maratónico viaje por regar sus raíces y esperanzas, de continente cambia y de hemisferio. Dolorida de ausencias, de silencios, distancias, soledades..., como un perro sin amo, de su tierra natal a las querencias torna al tibio reclamo, a sus viejas vivencias y amistades. tal foránea la miran, tal extraña, porque olvidan que aquí tuvo su cuna, en un plácido rincón de nuestra España, en tierra de encinares, mas su adversa fortuna a emigrar la forzó hacia otros lares. En la ingrata distancia, aprendió a ser prudente, fiel, honesta y, sin vana arrogancia, el bullicio desprecia y cualquier fiesta y tanta es su conciencia y su porfía que ha perdido su canto y su alegría... A pesar de su aspecto tan grotesco, de su forma zancuda, estrafalaria, de su estoico mutismo, por sentir quijotesco, se siente del que sufre solidaria y el ajeno dolor es suyo mismo. Del parco campesino compañera, su fiel benefactora, de alimañas inmundas, venenosas, le limpia de los ríos la ribera, las charcas y lagunas cenagosas con su pico de espada vengadora. Cuando el pardo barbecho rotura el labrador en la solana, le sigue a corto trecho y se ofrecen recíproco servicio: la limpieza de toda vida insana a cambio de un salario alimenticio... Cuando eleva su vuelo a buscar de su prole el alimento, más que volar navega por el plácido oacéano del cielo con su suave y pausado movimiento si sus alas imensas las despliega. Por el suelo, camina tan erguida que parece que avance de puntillas con zancada hiperlarga, a su medida y humilde suavidad de zapatillas. En las tardes de estío tan tediosas, bajo cielos preñados de tormentas, con sus nubes grisáceas, bulliciosas y ráfagas de viento turbulentas, la he visto soportar los latigazos del líquido elemento, del trueno estrepitoso los trallazos con que el rayo subraya en son violento su firmeza de guerra al firmamento. Con postura materna, protectora y aliabierta protege a sus polluelos de la terca batalla atronadora que se libra en el campo de los cielos; con plumoso paraguas, a sus hijos protege de las aguas... Hay gente como tú, noble cigüeña, que aquí tuvo su nido y, por fortuna adversa, su vuelo levantó y, ya sin señas, en otras tierras vive en el olvido, sin raíces, dispersa, en su ausencia empapada por las penas y sin savia natal ya por sus venas... Simbolizas, cigüeña migratoria, al extremeño errante por tu impar trayectoria, por tu vida ejemplar, itinerante y tu heroico coraje... Mi corazón, borracho de ternura, te dedica este lírico homenaje por ser símbolo fiel de Extremadura. (1) Este poema obtuvo el primer premio en el certamen nacional “José de Espronceda”,de Barcelona, en el año 1995.
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