NUESTRAS FIESTAS FIESTAS Y TRADICIONES Martes de Carnaval: Fiesta del Arbol. Instituida en 1805 por don Ramón Bacas Roxo, cura párroco de la localidad. Su intención original fue la de distraer a los feligreses con alguna actividad menos disipada y perniciosa que las fiestas de carnaval. Por tanto, junto a algunos vecinos plantaron solemnemente unos álamos a las afueras del pueblo. Hoy día, se organizan distintas actividades lúdicas y culturales por parte del ayuntamiento y con la colaboración de la Asociación Fiesta del Arbol y de los escolares del pueblo. Desde hace unos años hay un monumento en un parque municipal que recuerda el acontecimiento iniciado por don Ramón Bacas. Dios Padre: romería a la ermita. Aunque antiguamente había varias ermitas en el término municipal, éstas se fueron arruinando hasta desaparecer. Pero la que había en lo alto de la Sierra de Dios Padre, se reconstruyó y se retomó la costumbre de celebrar la romería en honor al Padre Eterno. Esta romería se celebra el segundo lunes de Pascua y el hoy una de las fiestas locales más importantes del año. Se asciende en procesión con vehículos hasta la ermita que está en la zona más alta de la sierra, y una vez allí, se celebra una misa y se hace posteriormente una subasta de dulces, bailes tradicionales y la degustación del rico bollo de Dios Padre, suculentos asados, viandas de la tierra y buenos caldos. Todo ello ante la majestuosa imagen del Todopoderoso que vuelven a bajar a la iglesia parroquial al concluir la jornada festiva. Santa Julita y san Quirico: santos patronos de Villanueva. El día 16 de junio se celebra la onomástica de los santos patrones de la localidad. Una hermosa historia de amor entre una madre y su hijo es la que hoy recordamos pero que, por desgracia, tuvo un cruento final. Nuestros santos eran madre e hijo, naturales de Licaonia (Turquía), pero que por su condición de cristianos terminaron huyendo a Tarso de Cilicia (también en Turquía). En esa ciudad, sin embargo, fue apresada la madre, y con ella Quirico, que no era más que un pequeñuelo. Condenada Julita al suplicio, parece ser que hicieron al niño estar presente mientras su madre era azotada. Y tan fuerte era el llanto del niño por los gritos de la madre que uno de los verdugos, enfurecido, le dio un empujón que acabó con el pobre infante, a consecuencia del impacto en el suelo de su tierna cabeza. A pesar del terrible dolor que sintió Julita, como sólo una madre lo puede sentir, no se retractó de su cristianismo, y terminaron por cortarle la cabeza. Sus cuerpos fueron arrojados juntos a una fosa donde tiraban a los malhechores. De allí los rescataron algunos cristianos que les dieron sepultura, juntos ya madre e hijo para toda la eternidad. Coincidiendo casi con el comienzo del verano, el pueblo se torna festivo por los cuatro costados, celebrándose la tradicional misa en honor de los santos y seguidamente competiciones deportivas, culturales, bailes tradicionales, novillada y verbena popular por la noche. La fiesta grande de Villanueva, a pesar de la fecha de celebración, suele congregar a muchos vecinos venidos de otros lugares, así como a las gentes de los pueblos de la comarca. San Cristóbal: Fiestas del emigrante. A mediados del mes de agosto y aprovechando la presencia de casi todas las familias emigrantes, se celebra la fiesta local que congrega a mayor número de concurrentes. A la tradicional procesión de los vehículos para ser bendecidos por el sacerdote y la misa en honor se San Cristóbal, sigue una serie de actos festivos: competiciones deportivas, bailes populares, verbenas... Todo ello animado por la alegría y la espontaneidad de las distintas peñas que grandes y pequeños organizan para la ocasión.
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