Villanueva de la Sierra - Caceres

En otros tiempos, cuando la gente del campo se pasaba todo el día mirando al cielo, con la zozobra de si va llover o hará calor, llegó a sentirse útil e importante.

Todo el mundo le preguntaba lo mismo:
¿ Hará calor? ¿ Cuando lloverá?

Como todas las noches, sentado al acogedor calor del brasero zapatero, el tío Eulogio escaso ya de vista y rico en años, se afana y esfuerza en encender un sobado e irregular pitillo que a duras penas ha conseguido liar.

A su derecha y a un lado, pegada a la pata de la silla, reposa su cotidiana e inseparable amiga ” la pistola de vino tinto”, que ayuda a llevar mejor las largas y tediosas tardes del crudo invierno.

Acurrucado y metido entre sus piernas, sentado sobre las tibias baldosas del suelo, medio encocado, está Martín, un muchacho de escasos nueve años, hijo de los dueños del café.

Ambos, con la mirada perdida y con los ojos cansados e irritados por el humo, sin pestañear, observan eclipsados y sienten el intenso calor que trasmite la incandescente chapa roja que forma el cuerpo circular y cónico del brasero.

Para quien no los conoce, pudiera resultar un tanto extraña y sin razón tan singular pareja.

¿ Cómo explicar la afinidad y amistad existente entre estos dos seres de generaciones tan distintas y separadas por tanta diferencia de edad ?

La verdad es que no hay que buscar una explicación; es una relación de lo más natural, y los parroquianos y clientes habituales del lugar, no les sorprende lo más mínimo semejante, idílica y conmovedora escena.

Viene desde el mismo día que los padres de Martín, se echaron la manta a la cabeza y se lanzaron al mundo desconocido de los negocios. El amigo Eulogio,fue el primero y más fiel de sus nuevos clientes.

Indiferente y silencioso, como de costumbre, el entrañable viejo golpea de forma cadenciosa, casi rítmica, con las largas y ahumadas tenazas, la redonda tapa de lata cortada de un oxidado bidón que sirve de base y apoyo al brasero y remueve con insistencia abúlica una y otra vez los ardientes troncos que crepitan y chisporretean dentro de él, lanzando chispitas en el aire en todas direcciones, como si fueran pequeñas y mágicas bengalas de unos imaginarios fuegos artificiales .

Un antiguo perchero, flexible y extensible de seis brazos, está sujeto firmemente a la pared con un par de puntas cabriales.

Al llegar y antes de acomodarse colgó de él, el viejo y raído sombrero de fieltro negro con sus alas arrugadas y mordidas y la amarillenta chaqueta de pana rozada, desgastada por el uso, llena de lamparones, que debió pertenecer a su padre o quizás heredar de su abuelo.

Su inexpresiva, curtida y apergaminada cara, surcada por profundas arrugas, signo inequívoco del paso de los años, sólo se ilumina y muestra una ligera sonrisa, cuando el muchacho levanta la cabeza y clava en él sus grandes ojos negros y su tierna e infantil mirada.

Sin poder contenerlas y sin remedio, unas lágrimas brillantes y resplandecientes como perlas resbalan por los surcos del arado campo que parecen sus mejillas.

El astrónomo toma aire y después de un ligero parpadeo, abre los ojos y coge entre sus ásperas y rugosas manos la suave cara de Martín llenándola de caricias y de besos.

Sin querer vuelven a salir a la luz como trozos y jirones de su vida, desde los profundos y oscuros entresijos de su memoria, pasajes y hechos olvidados de su azarosa y ajetreada niñez.

Desde hace tiempo vive sólo y se siente muy cansado. Su nublada y agotada mente ya no rula bien.

No acierta a recordar, ni dónde, ni el día que nació.
Los escasos y lejanos recuerdos y vivencias de antaño se han ido perdiendo con el paso de los años.

De cuando en cuando, efímeras imágenes pasan raudas y veloces como estrellas fugaces por su cabeza, y en ocasiones, casi llega a vislumbrar vagas escenas de su corta infancia, y lugares de verdes y onduladas praderas cobijadas y amparadas en cuanto asoma un tímido rayo de sol por un gigantesco y multicolor arco iris, y donde una pertinaz, insistente y fina lluvia lo envuelve todo en una espesa y húmeda neblina.

Una voluble e imperceptible figura de mujer, jóven y bella, de larga cabellera rubia mecida por el viento, se desliza y pasa subrepticia y silenciosa como un fantasma por los sinuosos vericuetos de sus pensamientos.

¿ Quién será esa mujer?
¿ Será su madre?

Nunca la conoció, ni supo nada de ella.

A la tenue y mortecina luz del carburo encendido, la placidez, el calor agradable y templado del brasero, las largas horas de la tarde van pasando y llega el momento de la cena.

Los parroquianos, antes de la hora habitual abandonan el lugar, pues esta noche es Navidad y la familia tiene que estar reunida “en amor y compaña”.

Eulogio se queda sólo; se levanta con desgana e iza el brazo en ademán de coger el sombrero y la chaqueta.

A su lado, Martín en pie, da unos suaves y repetidos tirones del raído pantalón de pana y mirándole a los ojos, con voz tierna y casi queda le dice:

- ¡ Vamos tío Eulogio!
- ¡ Esta noche cenaremos aquí todos juntos y después nos iremos a la Misa del Gallo!

Cuando el reloj de la plaza dá las doce, un redoble y volteo cadencioso de campanas y el repicar alegre del esquilín de la iglesia, llenan la fría noche y el lugar con su festivo, cálido y ameno concierto navideño.

Un rutilante e iridiscente cometa se precipita desde las cercanas y altas lomas de la serranía del Pinche y atraviesa fugaz y alegre la Sierra de Dios Padre hasta caer tras ella y desaparecer.

Un cordial saludos para todos.
Feliz Navidad a todos mi familiares, amigos y paisanos.

No se si el relato se refiere a la persona del mismo nombre que vivia hace muchos años detras de la iglesia y que trabajaba de obrero con Casasola.
Creo que estaba soltero y no tenia familia en el pueblo. No se si estare en lo cierto.

Es el que vivía detrás de la iglesia y el que nos reñía cuando tirábamos piedras al campanario para molestar a las cigüeñas o al tejado de dicha iglesia. Lo estoy viendo en estos momentos mirando a través de un cristal de cierto grosor para saber que tiempo iba a hacer en los días siguientes. Parece ser que era el cristal de una botella según decían los vecinos de los cuales yo formaba parte aunque casi no me acuerdo. Y era por la noche cuando escrutaba el cielo para hacer sus predicciones aunque muy pocas veces acertaba por lo que se comentaba. En cuanto a lo de tener familia, yo recuerdo que viviendo con él un tiempo estuvo un matrimonio cuya mujer era la hermana de Felipe cantares que marchó a Asturias. Del marido de dicha señora no me acuerdo del nombre aunque creo que era hijo de la tía Invención. Convivieron con el tío Eulogio poco tiempo y no sabría decir qué parentesco tenían.

Saludos y buenas fiestas para todos.

Vicente.

Hola Vicente,el cuñado de Felipe cantares se llama Valentin;
con el relato que hace izquierdo me ha recordado al tío Eulogio al cual yo tenia olvidado,recuerdo donde vivía y como tu bien dices que nos reñía al pasar por su puerta,también lo recuerdo con su chaqueta terciada al hombro y un cigarro en los labios.


Que el personal disfrute de las fiestas y que los vientos os sean favorables a todos los que estáis en el pueblo y a todos los que están fuera. Un saludo

Emilio

¡ Hola amigo!, te voy a recordar lo siguiente: Tío Eulogio Matillas, tenía familia y mucha familia en Villanueva de la Sierra, su hermano era tío Emiliano Matillas "Cantares", casado con tía Leoncia y que vivieron hasta que murieron en la C/ Larga frente a tío Cagajonero; sus sobrinos eran Felipe e Isabel la de Valentin el de tía Invención (sobrinos carnales). Te diré que toda la familia era de Villanueva: El padre de tío Eulogio, se llamaba tío Felipe Matillas y, era hermano de mi abuelo Fernando Matillas de tío Guillermo Matillas y de tía Bernardina Matillas, que se quedó en Buenos aires, por lo tanto era primo hermano de mi padre Fernando Matillas, de Bruna, de tía Fidela de tía Marcelina, de tía Casilda, de tío Felipe Cartucho, de Antonia la de Argentina y otro hermano de estos, si te parece poca la familia que este hombre tan bueno tenía en Villanueva, pues ya me contarás.
Aún estoy recordando como si fuera ahora mismo, cuando su hermano Emiliano y mi padre que e.p.d., lo encontraron tendido sobre su lecho en la agonía de la muerte.
Espero haberte dado claras pistas de toda su familia, y sacarte de la duda.
Un Saludo
Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo 2009.
Goyo Serrano.

Amigo Goyo: Yo intuía que el tío Eulogio estaba emparentado con tu familia pero como no tenía seguridad no lo he comentado en mi anterior mensaje. Ahora y al refrescarme la memoria, me acuerdo perfectamente de todos ellos.
Muy bonitas las postales.
Un abrazo.

Vicente.

Hola izquierdo.
Quería decirte que me encantan tus relatos y animarte a que sigas deleitándonos con alguno de vez en cuando.
Mis mejores deseos para ti y tu familia y un saludo afectuoso para tu esposa Carmen,con la cual me unen lazos familiares.

Emilio.

HOLA EMILIO ES LAPRIMERAVES KEESGRIVO AKI EN EL FORO YOCONOCI MUIVIEN ATIOULOGIO TEDESEO UNAS FELIZES FIESTAS IPROSPERO AÑO NUEVO UNSALUDO DE JULIAN

Hola Julian,yo también te deseo para ti y los tuyos lo mejor.
Me encantaría que me dieses mas indicaciones de quien eres ya que en el pueblo conozco a mas de un Julian con los que tuve muy buena amistad, y si eres otro también me encantara charlar contigo.


Un saludo a la gente de mi pueblo.

Emilio

hola emilio greo ke fuimos mui amgos estamos junto enla foto keestamos junto saturnino y jaime y pepe tapuche y los otro somos tu y yo un un saludo

No sé si estaré en lo cierto,pero creo que tú Julián " Beltrán",estás pensando en otro Emilio.
Al que tu te refieres de la foro, es Emilio el de tio Santos " el Guarda" y el Emilio que te escribe en el foro es un hijo de tío Lucio " Camorra".
¿ Estoy en lo cierto?
Un cordial saludo.

BUENAS EMILIO YO SOY JULIAN BELTRAN AMIGO DE TU HERMANO MIGUEL,MI HIJA TRABAJA CON TU HERMANO ALFONSO Y YA HE PREGUNTADO POR TI ME DIJO ALFONSO QUE VIVES EN ASTURIAS,PENSABA QUE ERAS EMILIO DE TIO SANTOS .ME ALEGRO DE HABLAR CONTIGO UN SALUDO DE JULIAN

Hola beltrán,me alegro que te hayas equivocado de Emilio por que así tengo oportunidad de saludarte después de nosecuantos años que no nos vemos,supongo que seguirás con el carácter alegre y jovial con el que yo te recuerdo,hoy he hablado con mi hermano y me ha dicho que os habíais visto.
Un abrazo y te deseo felices fiestas.

¡Qué pequeño es el mundo! Hace unos días comenté que un matrimonio vivió un tiempo con el tío Eulogio en su casa. Emilio me facilitó el nombre del marido de Isabel llamado Valentín hijo de la tía Invención. Pues hoy el destino ha querido que nos hayamos encontrado en Bilbao donde nos hemos saludado y hablado largo rato en presencia de Pura Martín. Me ha contado muchas anécdotas del tío Eulogio y noticias del pueblo que se han producido recientemente.

Gracias Valentín.

Saludos. Vicente.

Emilio, esos lazos que te unen con Carmen que son de 1º ó 2º grado, perdona si soy un impertinente.Feliz año. Simonerre.

Hola Simonerre,tu pregunta es impertinente si tu la haces con esa intencion,sino no lo sera.
Esta claro que no conoces a Carmen,porque si asi fuera sabrias que su hermano se llama Emilio con lo cual les une un 2º grado de parentesco;
Yo tambien me llamo Emilio,y me une a ellos un parentesco un poco lejano.
Espero haber satisfecho tu curiosidad, y si no es impertinencia me gustaria saber como te llamas y si eres de Villanueva.
Un saludo.Emilio.

Emilio, perdona, no supe plantear la pregunta, solamente queria saber si tú eras su hermano, ya que hace mucho tiempo que no lo veo y queria saludarlo. A Carmen y a Emilio los conozco, y a Jacinta su madre tambien.
Me preguntas si soy de Villanueva, pues sí.
Lo otro que me preguntas te lo diré si traduces ésta frase:
357O1 H4C13ND0 2N N23V0 L3N624J3... es muy fácil, con un poco de imaginación se consigue. Te quiero, por ser de Villanueva, claro está
Simonerre.